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De Madre a Patria: Fiesta de sueños

En este artículo: Cuba, España
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fuegos-artificiales-sitemarca-20081Cada pueblo tiene -o debiera tener, porque este mundo está patas arriba- el derecho de hacer sus cosas como le venga en ganas. Esto, obviamente, es lo que definimos con las cinco sílabas de "soberanía", y vale igual para encarar asuntos constitucionales que para proceder con las festividades.

Quiero decir, que dondequiera, desde Alaska a Kiribati, usted despide y recibe los años a su libre albedrío, y nadie goza de facultades suficientes para cuestionarlo. "Nadie, ni siquiera la lluvia", para recordar el viejo y permanente verso de Edward Estlin Cummings.

Hay mil y un rituales que entran en escena en el día final de los diciembres. Sé que en Polonia consumen cerezas durante la cena para atraer a la fortuna, que en Grecia queman zapatos viejos con el afán de conjurar los tropezones, y creo recordar que los franceses procuran besar a algún desconocido bajo un muérdago, cosa que -dicen ellos- le abre espacio al amor en sus hogares.

He leído también que en la fecha de marras, los venezolanos refuerzan amistades obsequiándoles hallaca (esa hermana mayor de los tamales), los japoneses dan inicio a un jolgorio que se extiende a quince días, y las solteras de Rumania caminan hacia un pozo, encienden una vela y creen ver en la oscuridad del agua el rostro de su futuro esposo.

Pródiga en supersticiones exquisitas y sabrosas creencias, Cuba tiene lo suyo. En plena medianoche del 31, mis compatriotas echan cubos de agua a la calle y disfrutan, piromanía aparte, la quema de un muñeco simbólico del año que fenece.

Fugaces, estas cosas cruzaron por mi mente hace unas horas, cuando comía la docena de uvas que la tradición impone en pueblos como España. Posiblemente usted lo sabe: la costumbre establece llevarse una de dichas frutas a la boca con cada campanada del reloj, y en medio del ritual, dar rienda suelta a los deseos y aspiraciones personales.

Es bonito. Y a mí, que me gustan las uvas y venero sus derivaciones -caramba, he logrado un trabalenguas con la "v"-, me dio gusto devorar el racimo que me correspondía. Un racimo orquestado por repiques y ahíto de esperanzas.

Ya decía Calderón de la Barca que en la vida todo es sueño. El que ande por el corredor de la existencia con la cabeza gacha, sin tener una cumbre que alcanzar ni un punto rojo en su colimador, mejor que ceda el paso. Nada de reprochable puede haber en amasar expectativas: lo terrible es mandarlas al destierro.

Por eso, entre uvas y campanadas y más uvas, yo no reparé en trazarme algún que otro propósito. Como Jano bifronte, miré atrás y adelante, y creí constatar que el camino todavía está alumbrado. Y voy por él, intentando alzar sueños donde varios palacios han caído.

Se han publicado 10 comentarios



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  • Bertha Elena dijo:

    Me gusta el artículo. Recibiste el año con uvas en los labios y con nosotros (soberanía) y los retos en mente. No te ocupes, siempre tendremos camino y luz porque nos encargaremos todos de abrir la senda, de ser antorcha encendida si es necesario para construir el sueño. Nada ni nada puede pararnos.
    Mis mejores deseos para ti en este nuevo año.

    Jeje…Te falto declarar el vino entre las derivaciones, tiene v y también traba las lenguas.

  • Jorge Enrique dijo:

    Muy poético, el problema son las uvas (4 y algo más CUC) y en algunas zonas del país, en especial de la capital, disponer del cubo de agua.

  • Diamond dijo:

    Muy ingenioso. Eso. Ingenioso. Es un final buenísimo el de la crónica. Siempre me han hablado de ti, de la particular sensibilidad con que haces los trazos de tus trabajos. Gracias por cada entrega.

  • guille dijo:

    Y de donde sacaste las uvas ??????????

    Se las compraste a un carretillero ??????????

    De ser así, cuanto pagaste ???????????

  • Patricia dijo:

    Excelente nota, tan cálida y positiva!!!

  • Rafael Rodriguez dijo:

    Michel te dieron nuevas tareas para que no escribas m,as de pelota??? se te extrana tus comentarios.

  • cubanum dijo:

    Si alguien no se enteró... Busque la crónica pasada. Michel anda por España visitando a la Hermana. Por eso la serie se llama: De Madre a Patria.

  • Pepe dijo:

    Guille,

    Donde está Michel, un kilo de uvas cuesta menos de un euro...

  • Candela dijo:

    Muy bonito, Michel, y sincero. Se respira en tu trabajo el encantamiento de quien llega a nueva plaza y asombra la diversidad del mundo y lo que el espíritu humano es capaz de crear en cuanto a tradiciones. Es bueno tener esas experiencias y vivirlas, probarlas: es un sentimiento que ocurre a todos y ojalá todos tuvieran la oportunidad de experimentarlo, lo cual no ha de ser motivo de molestia: al que le tocó, le tocó, como dice el refrán.

    Cuando transcurran los días, te entrará una nostalgia del cará y para asombro de todos, si te tocara despedir un año viejo y recibir el nuevo, querrás desesperadamente encontrar un balcón o una ventana que pueda abrirse y lanzar un cubo de agua a lo cubano para que se vaya todo lo malo, no importa si el agua llega al piso hecha hielitos (tratar siempre de que caiga en zona donde no caminen transeúntes) y gritar; ¡ACHÉ PA' LOS MÍOS, ACHÉ PA' CUBA Y PA' TODOS LOS CUBANOS! Y reirás y todos reirán...

    ¡FELIZ 2012, MICHEL! Aché pa' ti.

  • ODS dijo:

    El mundo al revés, ahora Carlos Manuel escribe de deportes y Michel Contreras de temas generales.

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Michel Contreras

Michel Contreras

La Habana, 1973. Periodista especializado en temas deportivos.

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