Imprimir
Inicio »Opinión  »

Los héroes del cinismo

| 6

El Che Plaza Revolucion

La sospecha en torno a la veracidad de los relatos históricos no es nueva. Ya en las postrimerías del siglo XIX el crítico literario cubano Justo de Lara exponía un hecho insólito: un pergamino medieval firmado por nobles de una corte europea -personajes y firmas auténticas, cuño real--, atestiguaba sobre un encuentro palaciego con fantasmas ensangrentados. ¿Por qué descartábamos su veracidad?, ¿si la historia fuese verosímil no hubiésemos estimado como definitiva la prueba? La historia narra episodios que no vivimos, y que debemos reconstruir desde nuestros prejuicios y experiencias.

La investigación histórica, desde luego, no está desprovista de metodologías que aseguran un nivel aceptable de objetividad, pero no puede ni desea desentenderse de la subjetividad del investigador. Por eso, la sospecha ha sido siempre un recurso de los historiadores revolucionarios. Recuerdo un relato de Rómulo Gallegos, en el que un padre y un hijo -descendientes de una supuesta estirpe de libertadores, cuyos retratos copaban las paredes de la casa--, discuten sobre sus antepasados. El padre enardecido con las teorías descalificadoras del hijo, decide demostrar su error y empieza a leer, por primera vez, una documentación que guardaba sin conocer. El resultado acaba siendo descorazonador: los antepasados venerados por tradición habían sido estrechos colaboradores de la corona española.

Pero fueron las llamadas teorías de la posmodernidad -herederas y auspiciadoras a la vez de una sensibilidad decepcionada, propia de un final de siglo que parecía llevarse a la vez todas las esperanzas y todos los horizontes--, las que adoptaron el cinismo sin recato, como metodología. La verosimilitud acabó siendo la única exigencia. Los héroes se declararon inexistentes, "construcciones mitológicas". Un cobarde, imposibilitado de dominar sus piernas, en lugar de correr hacia la retaguardia, corre hacia el frente. Los demás lo siguen inconcientemente. Muere acribillado, pero ganan la batalla, porque el enemigo es tomado de sorpresa. Alguien fabula: yo escuché cómo gritaba "¡adelante, al combate!" Y el cobarde pasa a las páginas de los libros de historia como héroe.

La década de los noventa presenció la estrepitosa caída del panteón soviético -derrumbe que incluyó a los héroes falsos y a los verdaderos--, y la brusca sustitución de la épica revolucionaria por el más feroz intimismo. Pese a todo, el heroísmo es persistente, porque es necesario -lo mismo para la resolución de acontecimientos históricos, como para la salud espiritual de una sociedad--, y cuando los bomberos neoyorquinos expusieron sus vidas para salvar a las víctimas del atentado a las Torres Gemelas, los niños empezaron a usar sus cascos y sus insignias. Historia feliz, hasta que reclamaron en una huelga mejoras salariales. Por eso el gobierno estadounidense prefiere, para sus niños, otro tipo de héroe: el de los comics, el super - policía inimitable, reformista, asegurador del orden.

El cinismo como metodología tiene sus ventajas prácticas: si creemos que los héroes reales no existen, podemos inventarlos. Las cámaras del imperio fabricaron en Iraq algunos episodios falsos: filmaron, por ejemplo, a unos marines superarmados que supuestamente rescataban a una norteamericana "herida en combate" de un hospital "militar" de Bagdad (en realidad, era una soldado accidentada, cuya vida había sido salvada por los iraquíes, y se hallaba en una institución civil de salud). La filmación se montó como mismo se monta un set de ficción. Las imágenes recorrieron el mundo. Hasta que ella contó la historia real, y desapareció.

El balance histórico de la confrontación entre revolucionarios y contrarrevolucionarios en Cuba es muy desfavorable para los segundos, en cuanto a mártires y héroes concierne. Y es lógico que así sea. Los revolucionarios pelean por un ideal que trasciende sus vidas, y están dispuestos a entregarla. Los contrarrevolucionarios, por lo general, defienden las cercas de su hacienda, el ahorro de sus vidas, o sus grandes propiedades. A veces son simples peones engañados, ignorantes, que aspiran a una vida materialmente diferente. O conservadores a ultranza, que aman la tranquilidad de lo conocido.

La inmolación es una opción poco frecuente en las filas de la contrarrevolución, y por lo general, sobreviene como accidente. Pero además, ¿quiénes hicieron explotar la Coubre o la tienda El Encanto, ocasionando la muerte de personas inocentes?, ¿quiénes descargaron sus balas de odio en poblados indefensos, desde lanchas rápidas que se acercaban a la costa y huían de inmediato a la Florida?, ¿quiénes asesinaron a los adolescentes alfabetizadores en las serranías cubanas?, ¿quiénes pusieron la bomba en un avión civil de Cubana de Aviación y asesinaron a sus 73 pasajeros?, ¿quiénes veneran como héroes a los autores intelectuales de ese acto de terrorismo?

Ante tanta desproporción, se entiende el criminal entusiasmo de quienes estimularon la inmolación de Zapata Tamayo. Solo a ellos convenía esa muerte. Solo era útil a la CNN, a PRISA. Una muerte inútil, hecha a la medida del odio, para cínicos e incautos. También Zapata Tamayo es una víctima, de sí mismo, de sus auspiciadores. Una muerte puede ser valiente, pero son sus fines los que determinan su lugar en la historia. Los que no creen en la existencia de los héroes, suponen que es posible desmontar la imagen del Che, y sustituirla por la de Zapata Tamayo. Pero la verdad existe, aunque esté cargada de pasión. Y a los héroes verdaderos los hace y los consagra el pueblo.

Se han publicado 6 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Jorge LGuerrero dijo:

    Si,asi lo creo y sin dudas es la gran verdad,ese inutil de tamayo hizo buen trabajo y asi deberian hacer sus seguidores, envenenarse y que trasladen sus cadaveres lejos de cuba,para que la tierra cubana ,no se contamine de los heroes imperialistas,que sean heroes alla,alla existen cientos de heroes,heroes CONTRAREVOLUCIONARIOS,que defienden la bota ensangrentada del imperio,como la bloquera del diablo,las damas de washington y el Fariñas,un delincuente,un parasito antisocial, que deberia de estar preso,pero esos son los heroes para el imperio,alla en el paso texas,esta el heroe mayor,alli se monta un show,para decir la """"justicia"""" gringa a demostrado ser justa,se llevo a cabo un proceso y bla,bla,bla......ellos los imperiales y sus lacayos, han satanizado a nuestros heroes pero su maquinaria propagandistica no lograra jamas confundir a las personas que saben bien,la verdad que son civicas y saben que el enemigo,usa esa tactica de desmoralizar al mundo progresista.

  • OLIMPIO RODRIGUEZ SANTOS dijo:

    NO ME GUSTAN PARA NADA ESTAS COMPARACIONES QUE APARECEN AL FINAL DEL ARTICULO.

    CREO QUE SI SE PROFUNDIZA EN LA HISTORIA DESDE VARELA A NUESTROS DIAS, EXISTE COINCIDENCIA EN QUE SON MOMENTOS EN QUE LA PRIORIDAD ESTA EN EL DEBER SER MAS QUE EN EL SER Y ESTA VALORACION PARA MI SUBJETIVA SE HACE DESCONOCIDA TOTALMENTE CUANDO POR MUCHO QUE LO INTENTO NO PUEDO ACCEDER AL BLOG DEL AUTOR PARA GANAR EN CONOCIMIENTO.

  • Amauris Domínguez Meriño dijo:

    Siempre los poderosos moverán peones y se mantendrán tras bambalinas.El dinero compra almas y hombres, este no es un hecho nuevo en la historia y la literatura.
    Tamayo, es un hombre que solo conocen aqui en Cuba los seguidores anexionistas de los del Norte y quizás más en la capital, Y CLARO EN MIAMI entre los ADICTOS.
    Salgan a las ciudades y pueblos del resto de la Isla Grande y se darán cuenta de si el "martirio" del "héroe delincuente" de los contrarrevolucionarios ha sembrado semilla aqui en en esta Cuba bella y entre la MAYORÍA DE LOS CUBANOS.gRACIAS.

  • Esteban dijo:

    Solamente hay que ver las película "Wag of war" para darse cuenta de lo que son capaces de hacer.

  • CARLOS dijo:

    LA LIGA DE MERCENARIO CON DELINCUENTE NO PUEDE DAR A LUZ UN HÉROE, LOS HEROES SE FORJAN EN EL SACRIFICIO EN VIRTUD DE LOS IDEALES, NO EN EL SUICIDIO EN VIRTUD DEL DINERO

  • raul dijo:

    Ni todo el dinero y el poder imperialista podran nunca con la imparable revolucion cubana!
    ¡viva cuba revolucionaria!

Se han publicado 6 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Enrique Ubieta Gómez

Enrique Ubieta Gómez

Ensayista e investigador cubano. La Habana, 1958. Director desde 2016 de la cuarta época de la revista Cuba Socialista. Autor de varios libros.

Vea también