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Según The New York Times: Imagen declinante de Estados Unidos en el mundo

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El New York Times reveló hace unos días que según una encuesta reciente del Pew Research Center las pasiones anti norteamericanas se encuentran en ascenso en todo el mundo. Quizás no habría hecho falta una encuesta para constatar un hecho más que evidente a los ojos de cualquier observador imparcial: Estados Unidos, bajo el gobierno de Bush, ha asumido una imagen de país despótico, opresivo e insolente.

La guerra de conquista en Irak y Afganistán ha contribuido a esa impresión desfavorable, así como los desmanes cometidos por las tropas de ocupación, el asesinato de civiles inermes, la destrucción de comunidades -como  Faluya--, los atropellos en la cárcel de Abu Ghraib, las torturas en el campo de concentración de Guantánamo, las cárceles secretas de la CIA y el traslado clandestino de prisioneros por Europa, el acoso contra la pequeña Cuba, han contribuido a este perfil negativo de la nación americana.

Según el Pew, en España el 41% de la población tenía una imagen estimable de Estados Unidos, eso ha descendido al 23%.  En la India el declive ha sido del 71% al 56%, en Rusia del 52% al 43%, en Turquía del 23% al 12%. En los quince países investigados se ha producido esa declinación en el aprecio de la opinión pública por Estados Unidos que ha asumido en estos tiempos el concepto de atropello, abuso y  ultraje a la dignidad humana que antaño asumió la Alemania nazi.

Bush y su equipo han contribuido a arruinar lo poco que quedaba de una reserva de ideales democráticos que fueron trabajosamente forjados. A finales del siglo XIX Estados Unidos había concluido su proceso de expansión hacia el oeste y su extensión imperial mediante la conquista, compra o  despojo de vastos territorios. Había concluido mediante una sangrienta guerra civil la consolidación de la unidad nacional. Se hallaba en medio de un proceso de adelantos tecnológicos (ferrocarriles, acero, petróleo, carbón, electricidad) y se enfrentaba a un naciente movimiento sindical que era necesario aplastar para permitir el florecimiento de las grandes corporaciones financieras.

Un presidente agresivo y prepotente como Theodore Roosevelt ideó la diplomacia de las cañoneras y favoreció la ingerencia en los asuntos internos de otras naciones Pero  la Primera Guerra Mundial se efectuó con un intelectual en el poder, Woodrow Wilson, quien propicio la unión del valor moral con la razón de estado. Fue Wilson quien invocó la experiencia norteamericana de la consulta a las mayorías como el patrón único que debían seguir las demás naciones.

Tras la recesión del 29 el gobierno de Franklin Delano Roosevelt comenzó a adoptar medidas de beneficio popular y logró extraer al país de su postración económica. Frenó el apetito desmedido de financistas y banqueros e impuso fuertes impuestos a las corporaciones industriales. Fue F.D.Roosevelt quien adoptó el lenguaje de la democracia y la libertad como banderas de la acción diplomática y el comportamiento internacional de Estados Unidos. La Segunda Guerra Mundial afianzó esta simpatía en todo el mundo hacia un país que luchaba contra el nazi fascismo a favor de la emancipación del totalitarismo. La visión de los soldados norteamericanos desembarcando en las playas de Normandía o en Iwo Jima, llenaba las pantallas de todo el mundo y atraía la simpatía de los muchachos que veían al héroe norteamericano como el salvador de la civilización.

La Guerra Fría y la política belicista de Truman, y luego de Eisenhower, comenzaron a erosionar ese caudal ideológico que se vio casi arruinado en tiempos de Reagan. Bush encuentra en el atentado a las Torres Gemelas el  pretexto que necesitaba para acallar las voces liberales en Estados Unidos, someter al país a un patrioterismo exacerbado y dictar una serie de medidas que suprimen las libertades civiles.
El expediente de Bush no puede ser más aterrador: se ha opuesto a la descontaminación del aire negándose a suscribir el Protocolo de Kyoto; ha eliminado los fondos para los programas de educación a pobres y ha suprimido el entrenamiento profesional de  maestros; con el Acta Patriótica  ha violado los derechos constitucionales y las libertades civiles ampliando las posibilidades de registros ilegales, supervisión telefónica, arrestos sin habeas corpus, juicios militares por delitos civiles, investigaciones de expedientes bancarios, médicos, siquiátricos y estudiantiles, grabaciones telefónicas, pesquisas por internet y encarcelamiento por sospecha.

Su disminución de gravámenes ha favorecido solamente al cinco por ciento de la población que posee los mayores recursos.   Desde que asumió la presidencia se han perdido más de seis millones de empleos, mayor número que las pérdidas acumuladas de once presidentes anteriores.

No es de extrañar que Estados Unidos sea hoy un país universalmente aborrecido, según la encuesta de Pew,  debido a la política ultra derechista de la camarilla petrolera de Bush.

gotli2002@yahoo.com

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Lisandro Otero

Lisandro Otero

Novelista, diplomático y periodista. Ha publicado novelas y ensayos, traducidos a catorce idiomas. Falleció en La Habana en 2008.