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Pelícanos en el Malecón habanero

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El día rompe con olas furiosas. En invierno, el Malecón forma a lo largo de La Habana como el anillo de un planeta, como una sortija envolvente acosada por el estruendo del Océano Atlántico y por el salitre y la humedad que atraviesan las calles y dan contra las casas, los carros y los postes del alumbrado público, que parecen como si acabaran de surgir, chorreando, del fondo del mar. Nada que no se hubiera visto en años frente a esta espléndida bahía. Salvo por un detalle.

Desde hace unos días una bandada de pelícanos blancos, con alas que terminan en pinceladas negras, sobrevuelan o se zambullen frente al Malecón, guardándose en sus bolsas los pececillos que capturan a la vista del que no le importa que lo bañe una ola y del que los mira, arrobado, a prudente distancia.

Los pájaros parecen haberse mudado para acá, encantados de esta atmósfera, de esta especie de lozanía inocente, de este alegre sol de invierno que ellos agradecen graznando como locos. Cuando empieza a hacerse cotidiana esta fiesta de olas y pelícanos, descubro en una nota de la Agencia EFE que ellos serán nuestros vecinos solo unos meses, porque vienen huyéndole al desmantelado frío del norte americano y algunos traen anillas de control en sus patitas, especie de pasaporte que va registrando a dónde van y quiénes son.

Estas, dicen los expertos, son unas 30 aves casi adolescentes que provienen de la Florida. Nada menos que del territorio donde se han concebido las medidas más restrictivas y perversas contra los ciudadanos norteamericanos por el delito de "viajar" a la Isla. Como si no bastaran, en los próximos días de mayo en que probablemente los pelícanos emprendan su vuelo a casa, se anunciarán nuevas sanciones para los ciudadanos norteamericanos y los emigrados cubanos, convertidos desde hace años en pájaros enjaulados de la administración norteamericana.

Si ya al ciudadano común no se le permite volar a Cuba, ¿cómo tomará la OFAC* el atrevimiento de estos 30 pelícanos, de vacaciones y sin permiso en el Malecón habanero? ¿Les pondrán una multa? ¿Les cortarán las alas? ¿Les confiscarán a sus polluelos? ¿Los enviarán congelados a Iraq, para celebrar el Thanksgiving?

Los estudiosos afirman que los pelícanos blancos americanos vuelan en forma de "V" y en fila india, generalmente a 20 pies del mar. ¿Levantarán en Miami un muro a esa altura para que no pasen las aves? ¿Cómo convencerán a los pájaros de que tienen que quedarse allí, en la Florida, aunque no les guste ese clima que tanto se parece al de la Alemania nazi?

*La OFAC son las siglas en inglés de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, adscrita al Departamento del Tesoro, de los Estados Unidos.

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Rosa Miriam Elizalde

Rosa Miriam Elizalde

Periodista cubana. Vicepresidenta Primera de la UPEC y Vicepresidenta de la FELAP. Es Doctora en Ciencias de la Comunicación y autora o coautora de los libros "Antes de que se me olvide", "Jineteros en La Habana" y "Chávez Nuestro", entre otros. Ha recibido en varias ocasiones el Premio Nacional de Periodismo "Juan Gualberto Gómez" y el Premio Nacional "José Martí", por la obra de la vida. Fundadora de Cubadebate y su Editora jefa hasta enero 2017. Es columnista de La Jornada, de México.