Imprimir
Inicio »Opinión  »

Emerge arrollador: El gigante chino

| +

Con sus vertiginosos aumentos de población y sus tasas de crecimiento descomunales todos los analistas coinciden que en el año 2025 China tendrá el mismo nivel económico que ha alcanzado Estados Unidos hoy. De ser así a mediados del presente  siglo habrá surgido una potencia mundial de primer orden que será decisiva en el ordenamiento de las relaciones internacionales! . Si para esa fecha China ha logrado reincorporar Taiwan y asimilado Mongolia será un país de una dimensión nunca vista, mayor que la Unión Soviética en su época de esplendor o de una influencia superior a la Gran Bretaña  de la reina Victoria o la Francia de Luis XIV.   Habrá que preguntarse si cederá a la tentación del hegemonismo o si se satisfará con la elevación del nivel de vida de sus ciudadanos y una plaza de dignidad en el concierto de naciones. Pero, tal como ha dicho recientemente en Le Monde Diplomatique, Roland Lew, existe la tendencia de ignorar las transformaciones de los veinticinco a treinta primeros años de Mao Tse-tung y a atribuir el éxito actual sobre lo realizado en los últimos veinte años.  "Los años de Mao  fueron erráticos y crueles para la población, comenzando por el costo humano y económico del Gran Salto Adelante de 1957 al 61, pero las bases sólidas de una China moderna, social y económicamente, fueron establecidas." Se estima que en el año 2020 China elaborará el 15% de la producción mundial. En la actualidad Wal Mart, que es el mayor vendedor detallista de Estados Unidos, importa de China  el 70% de las mercaderías que vende. Una demostración de pujanza es la adquisición por el grupo chino Levoro de la fábrica de computadoras IBM.  Las reservas monetarias de Pekín alcanzan la astronómica cifra de 800 mil millones de dólares,  2.5 veces más que las! reservas del Fondo Monetario Internacional.  China ha lanzado cuarenta satélites al espacio. Según el diario China Daily en el 2005 China alcanzó la astronómica cifra de 1.4 trillones de dólares en su comercio exterior. El año pasado China exportó a Estados Unidos 772 billones de dólares que significan un aumento de un 28% con relación al año anterior. Hacia la Unión Europea las exportaciones ascendieron a 217 billones de dólares. Desde el punto de vista militar China controla la energía atómica y fabrica armamento y explosivos basados en esa tecnología. En los últimos tiempos ha ido incrementando su flota que es, en este instante, la tercera del mundo. Ya ha sobrepasado a Estados Unidos en número de submarinos.! Según el diario francés Liberation en el año 2008 será la segunda flota del mundo. En los últimos dos años ha botado al agua desde sus astilleros diez nuevas fragatas y veinte navíos de diverso tipo que sitúan su tonelaje en un volumen 2.5 veces superior al de Francia.  China ha establecido bases navales, en el exterior, en Birmania, Maldivas, Bangladesh y Pakistán.  A diferencia de los líderes del socialismo real que consideraron pertinente enviar sus tropas a Hungría y Afganistán los chinos están enviando a sus agentes de comercio exterior. Su penetración en África es ascendente y dinámica. El Eximbank de Pekín concedió recientemente a Angola un crédito de dos mil millones de dólares. El 25% del petróleo que consume proviene del área del Golfo de Guinea. China se ha convertido en ! el tercer socio comercial de los países africanos, tras Estados Unidos y Francia. Tiene invertidos en el continente negro 900 millones de dólares y sus intercambios comerciales han crecido en un 700%. China  emprendió, en los últimos años, importantes reformas de su economía bajo la dirección de Deng Xiaoping. A esa reforma se le ha llamado "economía de mercado socialista". Se ha dejado que los precios fluctúen para estimular la producción parcialmente privatizada, pero los grandes medios de elaboración industrial han permanecido en manos estatales. El plusproducto acumulado por el estado es dedicado al beneficio social. Cuando Herodoto escribió su historia de las guerras greco persas parecía que la civilización humana estaba destinada a una pugna permanente entre Oriente y Occidente. Han transcurrido dos mil 500 años y ese estado de cosas no parece haberse alterado mucho. Los dos poderes que se perfilan como antípodas de Occidente son el Islam y China. El universo islámico cuenta con la fuerza que le otorga sus vastas reservas petroleras y la fe obsesiva en un cuerpo de ideas que lo guía en cada una de sus acciones. Los chinos poseen una extraordinario potencial demográfico y un radical cambio social que los están apartando del retraso feudal en que vivieron sumidos durante siglos para convertirlos en una superpotencia de un poderío nunca antes visto.  gotli2002@yahoo.com

Haga un comentario



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Lisandro Otero

Lisandro Otero

Novelista, diplomático y periodista. Ha publicado novelas y ensayos, traducidos a catorce idiomas. Falleció en La Habana en 2008.