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Un mundo más pacífico

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Ayer un ataque realizado por la resistencia iraquí, con cohetes y morteros, contra la base militar estadounidense de Marez, en las afueras de la norteña ciudad de Mosul, ocasionó la muerte a 27 individuos, incluyendo 19 estadounidenses, entre estos 12 soldados, y 4 empleados y 3 subcontratistas de la empresa Halliburton.  El diario The New York Times además informa hoy que, hasta ahora, el Pentágono ha dejado saber que ha habido 72 heridos.

También ayer se dio a conocer que en la más reciente encuesta Washington Post/ABC el 56% de los encuestados se manifestaron estar en contra de la guerra en Irak. A siete semanas de su reelección a la presidencia, y a menos de un mes de la toma de posesión de su segundo gobierno, la encuesta revela que sólo el 48% de los encuestados apoyan la gestión de gobierno del presidente Bush. Una encuesta similar dada a conocer antes de ayer por la revista Time arroja un 49% apoyando al presidente. El presidente fue reelecto con el 51% de los votos emitidos.  En una encuesta realizada en 1996, semanas antes de que el presidente Bill Clinton comenzara su segundo mandato, el 60% de los encuestados apoyaban su gestión.

Como si todo esto fuera poco, ayer además, se informó en todos los medios de prensa, que en documentos oficiales del FBI hechos públicos, se denuncia que personal del Departamento de Defensa cometió múltiples abusos, que equivalen a torturas, a prisioneros en cárceles militares en Irak y en la base norteamericana en Guantánamo, bajo la autorización, según mantiene la información en esos documentos, de una orden ejecutiva del presidente Bush, emitida después de ser de conocimiento público los hechos de tortura a prisioneros iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, facultando el uso de métodos crueles y potencialmente ilegales. Entre estos están técnicas de interrogación de privación de sueño, posiciones de estrés, privación de sentidos y el uso de perros. Hay que recordar que en enero del 2002, Alberto Gonzáles, el abogado de la Casa Blanca, y futuro Fiscal General federal, determinó que la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra, la cual establece los parámetros legales en estos casos, no aplicaba en la actual guerra que los Estados Unidos libra contra el "terrorismo".

Los soldados norteamericanos muertos ayer en Irak elevan a 1,308 el número de estos muertos en la guerra en ese sufrido país, a parte del número del "personal civil" norteamericano, adjunto al ejército de ocupación, muertos asimismo en Irak que nunca se menciona. Un vocero del gobierno interino iraquí, igualmente informó ayer, que más de 1,000 policías iraquíes han muerto desde la creación de ese cuerpo militar. No tenemos a mano el número de muertos de otras fuerzas militares en Irak como son los  soldados iraquíes pertenecientes al nuevo ejército iraquí formado por Estados Unidos, que debe ser aún más que el número de policías iraquíes muertos, y aquellos militares pertenecientes a los otros contingentes extranjeros que conforman el resto del ejército de ocupación.  148,000 soldados norteamericanos y 9,800 soldados británicos componen actualmente el grueso del ejército de ocupación. Existe un consenso en círculos de poder en este país que para ganar la guerra en Irak se hace necesario el envío de aún muchos más miles de soldados norteamericanos a ese país. Consenso confirmado por el presidente Bush antes de ayer en sus declaraciones durante su conferencia de prensa en Washington.

Para último he dejado lo más atroz de esta desgraciada guerra que es la devastación causada al pueblo iraquí por la invasión y ocupación militar estadounidense. Nunca el gobierno de Estados Unidos, ni su gobierno cliente en Irak, han confirmado el número total de iraquíes muertos, tanto civiles ajenos a la guerra, como insurgentes, miembros de la resistencia. Aunque las organizaciones humanitarias internacionales lo estiman hoy en día en ser más de 20 mil, además de las otras decenas de miles que han resultado heridos.

En miles se considera la pérdida de vidas humanas civiles en el bestial ataque norteamericano contra la ciudad de Faluyah que impone recordar la ferocidad nazi contra poblaciones europeas durante la II Guerra Mundial. Todavía en días recientes un comunicado de organizaciones de la resistencia iraquí advertía a los más de 200 mil habitantes de Faluyah, quienes viven en los campamentos de refugiados a las afueras de su destruida ciudad, que no regresen a sus ruinas ya que no han cesado los enfrentamientos  militares en la misma.

Irak está en caos resultado de la decisión de la Administración Bush de invadirlo y ocuparlo. Espanta las repugnantes acciones de violencia a diario cometidas por el ejército de ocupación contra su población, y asombra al mundo la indomable decisión iraquí a resistirla. Estremece a hombres y mujeres de dignidad y equidad en todo el mundo pensar cuánto más tendrá que padecer ese pueblo.

Ayer el presidente Bush mantuvo públicamente que el triunfo de las armas norteamericanas en la guerra en Irak conducirá a "un mundo más pacífico".  Intuyo que esa  pax americana a la que se refiere el presidente será, para todos los que osen oponerse a sus designios de conquista, la paz de los cementerios.

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Andrés Gómez

Andrés Gómez

Periodista cubano residente en Miami. Fundador de la Brigada Antonio Maceo, integrada por cubanos que viven en los Estados Unidos. Es el director de la Revista Areito.