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Y con Bush ¿qué?: Venezuela en el boom

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Un artículo del influyente New York Times asevera que el triunfo de Chávez constituye un fuerte golpe a la administración Bush y su errada política hacia América Latina. En nuestro continente prevalece una extendida simpatía hacia la república bolivariana, su pueblo y su gobierno, que no es compartida en las altas esferas de Washington.

Venezuela es el quinto exportador mundial de petróleo hacia Estados Unidos.  Compañías como la Exxon Mobil y la Chevron Texaco mantienen fuertes inversiones allí.  Según el Times el sector privado estadounidense mantiene una política más inteligente que el aciago gobierno bushista. El único camino viable para la pandilla de Cheney-Condoleezza-Rumsfeld es reconstruir sus relaciones con Venezuela y partir de nuevas bases para un mejor entendimiento.

Pero sabemos, por los antecedentes conocidos, que  aún si Washington finge un acercamiento y aparente esparcir un bálsamo transitorio sobre el mar encrespado, sus tentativas de derrocamiento no han de cesar. No importa que Shapiro intente ahora visitar Miraflores, mediante el concurso de la CIA y de las acciones encubiertas, la guerra sucia clandestina, el financiamiento generoso de  contrincantes espurios, el gobierno de Bush continuará su política de socavar y erosionar.

Chávez, en sus discursos, ha señalado, con certeza, que el verdadero amo de la oposición es George W. Bush. La National Edownment for Democracy, ha volcado cifras astronómicas de dólares para financiar el antagonismo y la llamada Coordinadora Democrática. Según el Times estas son tácticas eclipsadas, supervivientes arcaicas de la Guerra Fría. El nefasto actual gobierno estadounidense ha pagado encuestas falsas para intentar vanamente demostrar que Chávez no es popular.

Estados Unidos apoyó de manera inmediata el golpe del efímero Pedro Carmona, tal como lo hizo el enano requeté José María Aznar. El Times afirma que en esto, como en todo lo demás, el funesto gobierno de Bush demostró su falta de contacto con las realidades de América Latina. Su estrategia y sus tácticas no pueden ser más equivocadas. Hasta sus reticencias en reconocer la aplastante victoria chavista demuestran su empecinamiento y su desconexión con el contexto político sureño.

Pero los indicadores marcan un camino de renacimiento y esplendor para Venezuela. Las últimas estadísticas del Banco Central  revelan que  la economía creció en 13.6% en el segundo trimestre de este año, pese a la crisis política, y en los primeros seis meses de 2004 aumentó su volumen en un 23.1%, las cuales son cifras insólitas y asombrosas  para cualquier economía. 

En el 2003, debido a las consecuencias de la crisis en PDVSA con la producción de petróleo, el indicador de crecimiento cayó en un 9.2%, pero en el primer trimestre de este año ya había repuntado en un 34.8%.  La demanda agregada interna se ha expandido en 28.4%. Han descendido las tasas de interés para facilitar el crédito  y se ha producido una efusión vertiginosa del área de bienes y servicios. Es indiscutible que Venezuela entra en una etapa de boom económico milagroso que le permitirá volcar, aún más en su pueblo la política chavista de beneficios sociales, por tanto la oposición burguesa y pequeño-burguesa verá contraída su base de arraigo y disminuirá su capacidad de  desestabilización.

Chávez ha llegado al ápice de su consolidación tras un tormentoso período de confrontaciones. Atrás quedan, como postales desvaídas de un viejo álbum desportillado, los partidos vetustos y los líderes desprestigiados. Rómulo Betancourt es un nombre que ninguno recuerda en la nueva Venezuela. Carlos Andrés Pérez rumia sus rencores y se expresa con odio destructivo. Acción Democrática y el COPEI, Herrera Campins, Jaime Lusinchi, Rafael Caldera: espectros desvanecidos hasta en los libros de historia.

La coyuntura histórica favorece la consolidación de un régimen de auténtica democracia y de impetuoso desarrollo económico. El pueblo venezolano ha comprendido ya de qué lado está la razón y sus posibilidades de progreso. Chávez se ha colocado junto a los líderes del nuevo renacimiento Latinoamericano.

gotli2002@yahoo.com

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Lisandro Otero

Lisandro Otero

Novelista, diplomático y periodista. Ha publicado novelas y ensayos, traducidos a catorce idiomas. Falleció en La Habana en 2008.