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De Ancash a Ginebra

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Especial para Cubadebate

Un limpiabotas -en Perú y en cualquier parte del mundo- es la persona -generalmente niño- que desempeña el duro oficio de sacar brillo a los zapatos de algún caballero de la ciudad. No se suele lustrarle los zapatos a las damas. Se hace este trabajo a cambio de unas miserables monedas; el pago depende más de la buena voluntad de los transeúntes que del buen trabajo que ellos realizan. Se trata de un oficio poco honroso; se asume una postura humillante, de inclinarse (arrodillarse) para atender al caminante, semejante a la práctica en el primer siglo en Palestina, de lavarle los pies al viajero, luego de que llegaba a la casa, una vez caminado el desierto.

En los primeros días de enero de 1959, unos barbudos descendían de la Sierra Maestra y entraban a La Habana, al pasar por el aeropuerto José Martí, Camilo Cienfuegos se tropezó con Ernesto, un niño limpiabotas, de doce años, quien con su caja en la mano, le preguntó: "¿Para qué habían hecho la Revolución?". A lo que Camilo respondió: "Para que no existiera nunca más niños limpiabotas como tu". Al poco tiempo, Ernesto estaba estudiando en una escuela y a los 23 años ya era profesor de filosofía en la Universidad de La Habana. Quien haya visitado Cuba, sabe que la Revolución cumplió con lo que Camilo le dijo a aquel niño.

El Presidente peruano Alejandro Toledo, también "fue" un limpiabotas y fue un limpiabotas provinciano (en el departamento de Ancash). Y ha ‘sabido' utilizar ese pasado para presentarse como el pobre explotado que, gracias a su esfuerzo salió adelante, pudo viajar al extranjero a estudiar, ingresó a la Universidad de Stanford, donde obtuvo dos maestrías y finalmente el doctorado (PhD) en Economía de Recursos Humanos. Fue funcionario consultor de la ONU, del Banco Mundial, del BID, de la OIT en Ginebra y de la OCDE en París y más tarde logró obtener la presidencia del Perú. Pero su pasado de limpiabotas, no es pasado; hoy, Presidente del Perú, todavía sigue siendo un limpiabotas. Le limpia las botas al ‘caballero' imperial. Veamos como.

El pasado 15 de abril, el Gobierno de Perú representado por su Canciller en Ginebra, respaldó el texto contra Cuba, presentado por el Gobierno de Honduras que en actitud servil a los Estados Unidos, pedía que la Isla permitiera el ingreso de un relator especial de la Comisión de Derechos Humanos. La resolución fue aprobada por 22 votos a favor, 21 en contra y 10 abstenciones. Este resultado, es calificado por el gobierno cubano de ridículo. Contra todas las normas del derecho internacional, la soberanía de los pueblos y la ética diplomática, los Estados Unidos, paladín en violación de derechos humanos en el mundo -incluyendo la de sus propios ciudadanos-, por medio de su Secretario de Estado -Collin Powell-, se proponía condenar a Cuba, y con ese propósito hizo un gran despliegue de recursos, amenazando, presionando y chantajeando a las cancillerías latinoamericanas para obtener el respaldo de los países miembros de la Comisión. El "Tema Cuba" permanecerá en la agenda de la Comisión y será el pretexto que Estados Unidos usará para atacar a la Revolución cubana y mantener el genocida bloqueo económico, comercial y financiero contra el país, que dura ya más de 40 años.

El texto fue elaborado en Washington, y se sabe que los fascistas José María Aznar y George W. Bush, a través de Collin Powell, le pidieron a Ricardo Maduro que lo presentara. Powell le ofreció a Maduro, incluir a Honduras en la iniciativa llamada Desafío del Milenio, que va a distribuir $3.500 millones a 60 países, pero sólo si aceptaba presentar el texto contra Cuba.

Como puede verse, los preocupados por los derechos humanos son nada menos que: Aznar, Bush II y Powell. Si se aplicara la justicia, los tres deberían ser condenados en tribunales internacionales a cadena perpetua. Las víctimas de las guerras en Afganistán e Irak, los señalan como parte de los responsables. Un defensor de los derechos humanos es reconocido, aclamado y respaldado por sus pueblos (un buen ejemplo de esto es Rigoberta Menchú en Guatemala y lo contrario es Oscar Arias en Costa Rica). Ninguno de esos tres individuos (Aznar, Bush II y Powell) duraría caminando solo, ni siquiera media hora por cualquier calle de nuestros países. El mundo entero los aborrece y sus caricaturas "adornan" las letrinas y las pocilgas.

Groseramente el presidente Ricardo Maduro quiere -con "su" propuesta- que Cuba acepte la visita del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, pero resulta que ya Cuba recibió al Alto Comisionado para los Derechos Humanos en 1994, mientras que Honduras no lo ha recibido nunca. Pide para el otro lo que él no cumple y el otro ya cumplió. De los 33 países de América Latina y el Caribe, solamente siete han recibido al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, y Cuba ha sido uno de los primeros países que lo ha recibido. Llama la atención que la delegación peruana en Ginebra haya respaldado la propuesta "gringohondureña". El Gobierno peruano quiere velar por los derechos humanos en otros países cuando en su propio suelo los viola descaradamente. ¿Qué ha hecho el ex limpiabotas de Alejandro Toledo por los derechos humanos en el Perú?

De los 27 millones de habitantes que tiene el Perú, el 76 % de la población económicamente activa carece de puestos fijos de trabajo. Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática de Perú (INEI), la desnutrición afecta al 35 % de los peruanos; el 54 % de la población vive en la pobreza; en el campo educacional, la deserción escolar alcanzó el 44,1 %. Más de un millón de niños de 5, 7, 10 y 12 años tienen que trabajar, mendigar o robar para subsistir, abandonando sus estudios. Las personas de la tercera edad están abandonadas a su suerte y después de laborar más de 30-40 años reciben pensiones miserables.

Según reporta Reuters Investor (15/03/04), la tasa de desempleo en Lima, la capital del Perú, creció en un 10,5 % entre diciembre y febrero del presente año. Y como si esto fuera poco la Comisión de la Verdad reconoció que Perú había sufrido la asombrosa cifra de 70 000 muertos en los últimos veinte años como consecuencia de la violencia institucionalizada en el país. Y en estos días el Gobierno peruano asiste a un nuevo caso de violación de derechos humanos que será visto entre el 19 de abril y el 8 de mayo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en los que el Estado peruano será juzgado por la muerte extrajudicial  de los jóvenes Emilio Moisés y Rafael Samuel Gómez a manos de miembros de la Policía Nacional de Perú, hecho ocurrido el 21 de junio de 1991.

Mientras que Cuba tiene una mortalidad infantil -la más baja de América Latina- de 6 por mil nacidos vivos, Perú, como promedio, de 41 por 1 000 nacidos vivos -de acuerdo con las cifras que el Presidente del Banco Mundial maneja-, pero, si vemos la mortalidad infantil en los departamentos más pobres del Perú -Huancavelica como ejemplo-, es de 180 a 120 por mil nacidos vivos. La expectativa de vida en el Perú es de 55 años, la de Cuba es de 76 -semejante a la de Estados Unidos-. Cuba erradicó el analfabetismo; en Perú el número de analfabetos es aproximadamente tres millones de habitantes.

Podría decirse mucho más de la situación de los derechos humanos en Perú, pero son suficientes las cifras anteriores para invalidar al Gobierno peruano en su respaldo a la moción anticubana en relación con esta materia. El Gobierno peruano debería, tener vergüenza de buscar la paja en el ojo ajeno, cuando en el suyo posee varias vigas. Aunque el limpiabotas de Toledo no ha sido capaz de resolver los preocupantes problemas sociales que vive el Perú, y el resto de violaciones de los derechos humanos que padecen sus ciudadanos, sin embargo se aprestó a aliarse al imperio contra Cuba.

Regalemos que al Presidente Toledo, incapaz de resolver los problemas de su país, está interesado en el problema de los derechos humanos en otros países. Sí así fuera, entonces, ¿por qué no presenta una resolución de las violaciones de derechos humanos contra más de 600 presos que Estados Unidos tiene en la Base Naval de Guantánamo, la cual ha sido convertida en un campo de concentración? ¿Por qué no protesta por la aplicación de la pena de muerte a más de 80 personas en Estados Unidos el año pasado, incluidos mujeres, menores de edad y retrasados mentales?

Cuba es de los países que más ha hecho en materia de derechos humanos por sus ciudadanos y por pueblos de otras naciones. Cuba nunca ha tenido un solo gesto hacia Perú de enemistad, todo lo contrario, de colaboración. ¿Recordará Alejandro Toledo, el gran terremoto del 31 de mayo de 1970 en el departamento de Ancash, que devastó los pueblos de Yungay, Huaraz, Chimbote (donde él creció) y que costó más de 70 mil vidas? ¿Recordará aquel limpiabotas que el pueblo cubano envió 100 mil donaciones de sangre, construyó hospitales y suministró médicos? ¿Sabrá el limpiabotas -ayer de Ancash y hoy del imperio- que, el pasado 04 de marzo 100 jóvenes peruanos procedentes de los lugares más apartados del país, partieron a La Habana, becados para estudiar en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), una carrera que para la gente pobre es un sueño costoso e imposible en Perú?

A pesar del bloqueo, la Revolución cubana ha hecho una gran obra social a nivel nacional e internacional, y ha garantizado derechos a la vida, a la educación, a la salud, que son reconocidos en el mundo entero. Pero esto irrita a los fascistas del imperio, y el limpiabotas graduado en Stanford no lo comprende. Por lo mismo continúa siendo lacayo del imperio.

Abner Barrera Rivera (Perú)
D.N.I. No.06196182
Profesor de Estudios Latinoamericanos

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Abner Barrera Rivera

Abner Barrera Rivera

Periodista y profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica.