Cubadebate

Roberto González Dunn

GINEBRA, Suiza.- Roberto González Dunn es uno de los más de 10 mil participantes en esta mega reunión llamada Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, generadora de datos, cifras, papeles, diálogos, talleres, entrevistas y sobretodos de los que vienen de la calle resguardándose del frío, como pocas se han visto antes.

Roberto es responsable de la parte de la delegación cubana que incluye a los representantes de los Joven Club de Computación y Electrónica, a la red de información para la Salud INFOMED, la Televisión Educativa, la nueva Universidad de las Ciencias Informáticas, profesores y estudiantes de distintos centros, empresarios y organizaciones no gubernamentales como la Federación de Mujeres Cubanas, la FEEM, la FEU y la UPEC.

Comentando como tantos otros lo que está ocurriendo aquí esta semana, pero en su caso, lógicamente, poniendo en primer plano a los cubanos, dice:

"Hemos estado constantemente explicando los programas que desarrolla Cuba en función del uso masivo de las nuevas tecnologías informáticas y de comunicaciones, no solo hoy en nuestros programas priorizados y en general en la batalla de ideas que libramos, sino incluso desde antes, como es el caso de los Joven Club de Computación."

El cometido de esta parte de la delegación, amplía, es explicar lo que está sucediendo allá (en Cuba), "donde, a diferencia de otros países que ni siquiera están representados aquí con un stand modesto como el nuestro, tenemos un ordenamiento, un sistema y financiamiento que aseguran que esas tecnologías sean cada día más para todos, con la garantía además de que este es un beneficio que  llegó para quedarse.

"Nos hemos dado cuenta en esta gran reunión, que tiene a su vez muchas reuniones en las que estamos participando todo lo posible, que hay un gran desconocimiento de lo que sucede en Cuba en esta materia, cosa que demuestra cómo la gran prensa mundial ignora los resultados de nuestros esfuerzos, y cuando informa lo hace con un sentido negativo, midiendo la asimilación de las TIC como mismo nos mide el PIB: ignorando los crecimientos en el plano social y humano", dice en tono reflexivo.

De los muchos contactos e intercambios sostenidos aquí por sus compañeros y por él mismo, tanto en el stand de Cuba como en las salas de conferencias y en los amplios pasillos y salones donde la computadora es el elemento más común e Internet la puerta de más accesos, comenta:

"No hemos conocido de nada parecido a nuestros Joven Club en más de 30 encuentros en los que han participado los compañeros de la delegación. Lo más cercano a esa experiencia son aplicaciones de las TIC en alguna aldea, ciudad o comuna, pero como algo aislado, limitado."

Esa red de instalaciones, concebida inicialmente para enseñar la computación y que ya ha cumplido ese objetivo con más de medio millón de cubanos desde sus inicios, es lo que más interés motiva aquí entre personas de muy distintos orígenes, igual que la Universidad de Ciencias Informáticas e INFOMED, que permite a los médicos de la Isla en hospitales, policlínicos, centros de investigación y docentes del sector de la salud, e incluso en misiones internacionalistas, el acceso a toda la información que se origina en Cuba y en el mundo sobre su especialidad.

"Nuestro método de alfabetización a través de la radio y la televisión es otro de los contenidos que hemos estado difundiendo en esta Cumbre, que refleja de distintas maneras -a veces en lo que muestran stands ubicados uno al lado de otro- las desigualdades que existen hoy en el mundo."

Ese contraste, a juicio de Roberto, es notable, pero igual lo es que los participantes por Cuba han podido comprobar aquí que muchas personas en ese mismo mundo están interesadas en que las TIC, como otros adelantos, lleguen a todos por igual.

Otro resultado positivo de esta "misión en Ginebra", según su coordinador, es el enriquecimiento desde el punto de vista académico o técnico mediante la asimilación de informaciones especializadas en el software educativo, por ejemplo, y asimismo el establecimiento de relaciones que contribuirán a seguir difundiendo, y tal vez expandiendo, las experiencias cubanas hacia otros que en el planeta todavía ni siquiera saben leer y escribir las palabras "sociedad" e "información".