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El primer amor de Almeida: 74 años después (+Fotos)

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El alumno de cuarto grado Juan Almeida Bosque es el cuarto de izquierda a derecha en la segunda fila de abajo hacia arriba. Mireya es la segunda de derecha a izquierda en la tercera fila de abajo hacia arriba. (Foto: Archivo)

Mireya y Macho fueron novios durante apenas año y medio, quizás dos, pero la relación prendió muy fuerte en el alma y el corazón de ambos jóvenes ―ella aún una adolescente― al punto que hoy, después de 74 años, percibo en los ojos de ella los restos de un amor al que la vida, las circunstancias, cercenaron las alas.

Mireya Estrada Reinoso, fue el mejor regalo de enamorados para sus padres, pues nació un día 14 de febrero en Sagua la Grande, al centro del país, hace 89 años, y aunque ya su pelo lacio perdió el negro brillante de la juventud, aún sobresale en ella el cobrizo aindiado de su piel, y el contorno de una figura que seguro despertó los sueños de muchos jóvenes en el humilde Reparto Poey.

Él, un cubano pobre, negro, con ansias de ser alguien en la vida ―como se decía entonces, y también hoy― pero que solo pudo iniciarse en los trajines de la albañilería; con sensibilidad exquisita, de alma justiciera; que ya hacía canciones y poemas de alto vuelo, pero que nunca llegaron más allá de su más estrecho círculo de amistades. Murió hace unos años ―en septiembre del 2009― cuando por derecho integraba la historia de Cuba. Este 17 de febrero hubiera cumplido 93 años. ¿Su nombre? Juan Almeida Bosque.

“Cuando nos hicimos novios ―rememora Mireya― él tenía 18 años, cuatro más que yo. Fue en 1945, y recuerdo la fecha, porque entré en la Escuela Normal de Maestros en 1946. Fue mi primer novio. “Me había mudado para Poey, en Arroyo Naranjo, unos años antes. Ya él vivía allí. Estábamos en la misma escuela primaria, la número 117, situada un poco más allá de la llamada Quinta Canaria. El cuarto grado lo hicimos juntos, pero quinto y sexto él lo hizo en otra.

“Cuando tenía 14 años comenzamos a tener relaciones de amistad. En las salidas que yo hacía con dos primas mías que vivían en mi casa y sí tenían novio, es que él empieza a enamorarme.

“Estoy convencida que él nunca había tenido una novia, aunque era mayor que yo; me trataba como algo único que no hubiera tenido jamás en sus manos. Quizás ya hubiera tenido una mujer, pero no novia. No olvide que por el hilo se saca el ovillo”, refiere hoy Mireya con destellos de firme sabiduría femenina.

“Cuando comenzamos, mi mamá nos acompañaba a las tres parejitas. Íbamos al cine ―La Palma y el Ensueño―, a alguno de los bailes que se daban en la cervecería Polar o hacíamos cualquier otra salida, siempre con mi madre. Era una relación que en poco tiempo llegó a ser muy estable, a pesar de que mi papá se oponía a que yo tuviera novio hasta que terminara la Escuela Normal.

“Macho insistía mucho en pedirme, como se hacía antes, pero yo no quería defraudar a mi papá y le daba largo en ese deseo. Era algo muy lindo, porque con mucha frecuencia me hacía canciones y poemas. Su deseo era tener cinco hijos y ya le tenía puesto nombre al primero. Quería que se llamara Edgardo, no sé por qué.

“En muchas cosas era diferente a los demás. Era muy galante y me satisfacía en todo. ¡Míre, como pobre que yo era, no tenía mucha ropa, pero él siempre encontraba una forma distinta de que yo me vistiera! Tenía gran sensibilidad y me indicaba qué vestido ponerme, qué peinado hacerme. Creamos nexos muy fuertes.

“Por esa etapa su padre le consiguió un trabajo de salvavidas en el Balneario Universitario y después se inició como ayudante de albañil. Algo de lo que no se habla, tenía facilidad para la pintura y en cartas desde la prisión me dibujaba distintas cosas.

Mireya Estrada, novia de Juan Almeida Bosque en la juventud. Foto: Agustín Borrego Torres/ Trabajadores

“Siempre estaba riéndose y encontraba fácilmente razones para hacer especial nuestro noviazgo. Tenía mucha facilidad de palabra y si podía decir un elogio, nunca decía algo feo.

“Recuerdo que su canción favorita en ese momento la cantaba la mexicana Toña La Negra y su título era: Diez años. ‘Ayer se cumplieron 10 años de no ver tu cara/ de no besar tu boca/ de no mirar tus ojos/ ayer fue tan grande la pena que sintió mi alma/ al recordar que tú fuiste mi primer amor’. Mireya jamás olvidó la letra.

“Por aquellos tiempos las relaciones de enamorados eran muy diferentes a las de hoy. Al vivir muy cerca uno del otro nos veíamos a diario, aunque muchas veces casi furtivamente. Y si no podíamos, recuerdo sus disgustos. Claro, la Normal me robaba mucho tiempo y a veces era imposible encontrarnos.

“De alguna manera, esa fue la causa de que nos peleáramos. Yo tenía un compromiso con mis estudios. Era una época diferente, y me decía que yo iba a ser una profesional y él un aprendiz de albañil; que me iba a sentir mal. Eso me dolió muchísimo, porque no lo consideraba ni obrero ni nada, sino mi novio.

“El día en que me habló de esa manera, me había estado esperando en la parada de la guagua, a unas cuadras de mi casa. Nos peleamos, y aunque hablamos en varias ocasiones del tema, no volvimos a formalizarnos, dijo. Fue una ruptura definitiva”.

Mireya prosiguió sus estudios de magisterio y amigas de entonces siempre le decían no saber qué le había hecho Macho, pues ella no aceptaba a ningún pretendiente. “Fueron los sentimientos que siempre albergó mi corazón, y estoy segura que también el de él. Aunque no disfrutamos de la intimidad que merecíamos, él tenía un pedazo de mi corazón”, me asegura.

Por rumbos diferentes

Desde entonces, sus vidas tomaron rumbos diferentes. Ella se casó en 1949, y le nacieron los hijos que colmaron sus sentimientos de madre. Para él la vida se concentró en la lucha y también le llegó la familia años después.

“Nunca supe de su incorporación a la lucha contra el tirano Batista. Un día de 1953, lo encuentro en la guagua y no me dice para dónde va, pero después me di cuenta que era para la Universidad, donde se estaban preparando. Después, una vez que lo cogen prisionero, me enteré por los periódicos que estaba en lo del Moncada.

Intercambiaron no pocas cartas durante el tiempo en que él cumplió injusta prisión en la Isla de Pinos por el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Asimismo, con el riesgo lógico que implicaba a su situación personal, ella le envió en alguna ocasión galletas, dulces y cigarros a la prisión.

“Pero las cartas tuvieron que ser quemadas el día en que a Ventura y a Daysi ―un matrimonio amigo común que las guardaban y que también vivían en Poey― les anunciaron un registro de la policía batistiana. Luego del triunfo revolucionario de 1959, él me preguntó por las cartas y se enfadó muchísimo cuando se enteró que habían sido incineradas, pues constituían un recuerdo muy querido.

Epílogo

Mireya Estrada, novia de Juan Almeida Bosque en la juventud.
Foto: Agustín Borrego Torres/ Trabajadores.

También hablamos del período posterior a 1959, de las muchas visitas que él realizó a la familia de Mireya. De sus recuerdos, mientras ella, como en un monólogo, continuó relatando su historia, un testimonio que este cronista conoció desde niño, porque muchas veces sus padres ─Ventura y Daysi, el mismo matrimonio amigo de la pareja, y también fallecidos─ solían contar a los hijos detalles del noviazgo.

Y además, porque muchos años después y en diversas ocasiones, uno y otro ─Macho y Mireya─ en mi propia casa, por separado y en momentos de alegre recuento, también solían evocar anécdotas y remembranzas de sus años juveniles.

(Tomado de Trabajadores)

Se han publicado 24 comentarios



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  • Angela dijo:

    La madre de sus hijos mayores, su primera esposa también fue el amor de su vida. Cra. Revolucionaria y luchadora que estuvo en el 2do frente

    • Adiaseb dijo:

      Angela, lo que veo en esta historia y así lo dice el título del escrito es que fue el primer amor de Almeyda, no hace referencia de fuera el amor de su vida. Aclaro esto por lo que usted riposta diciendo que la que fue su primera esposa también fue el amor de su vida.

  • ricardo.iglesias dijo:

    Muy bonita historia de amor. Gracias por llevarnos de la mano a conocer este romance, de un grande de la Revolución y una joven que aunque ya le han pasado varios años, se nota que fue una bella trigueña.

  • gise dijo:

    Una historia muy bonita de un hombre tan grande como Almeida. siempre movido por una profunda sensibilidad humana y un alto amor por la música y su patria. Así te recordamos comandante como dice la canción a tu memoria. Donde quiera que estés vivirás por siempre en nuestros corazones. Los hombres como tu nunca mueren.

  • Lecomo dijo:

    Bella historia con final inesperado pero real, la humanización de nuestros héroes, deberían de llevarla al cine.

  • Alejandro dijo:

    Honor y gloria a la memoria del heroico Comandante, los agradecidos de hoy y del mañana no lo olvidaremos nunca.

  • Ledia dijo:

    Almeida es un cubano integral, revolucionario y la defendió, artista y compuso. Amable con todos. Carismático. Vivirá en muchos corazones del mundo por su obra

  • molina dijo:

    Linda historia muy hermosa para ser contada en una buena novela o en un buen filme, Almeida hombre bravo en le combate, justo en su vida, amble y con los pies pegado a la tierra y fiel hasta su muerte al Partido, a Fidel, a Raúl y a la Revolución.

  • Yenis garcia dijo:

    Hermosa historia, como era de esperar de un hombre tan maravilloso como nuestro querido y admirado comandante ALMEIDA, en este dia especial en cualquier parte q este, Feliz Cumpleaños, cumplió con su misión.

  • Carmen dijo:

    Una bella historia de amor, quizás común, pero bella. Podría hasta ser un buen guión para una película

    • Lázaro Antonio dijo:

      Así es De seguro algún día alguien hará un guion sobre este lindo AMOR...

  • Maritza Sayu dijo:

    Lindo articulo, me gustó

  • YaniMb dijo:

    Bella historia de amor, por que el primer amor nunca se olvida. Y es mas lindo cuando pasa el tiempo y todavía se recuerda. Quien no se enamoraría de un romántico y excelente revolucionario como Almeida. Felicidades Mireya por ser la primera.

  • Nilda dijo:

    Qué historia más bonita, Almeida era muy romántico, además de muy fiel a la Revolución.

  • Mágico dijo:

    Me interesó la historia por varios motivos:
    -Es una historia de amor hermosa
    -Soy amigo de Mireya, y hace alrededor de veinte años que no sabía de ella
    -Mireya me dijo un día que conocía a Almeida de cuando eran jóvenes, que le decían Macho; pero nunca me contó del noviazgo, o tal vez no lo recuerdo
    Felicidades, Mireya, te veo de maravillas, como hace veinte años. Un buen día te buscaré y te visitaré. Hasta entonces.

  • El Catalán dijo:

    Bella historia de amor. Mi papá también conoció a la familia de Almeida en Poey. Trabajó en la bodega de Ramón al frente de la casa de la familia Almeida. A Macho como se conocía allí lo querían todos. Especialmente su amigo El Indio. Gloria eterna Comandante Almeida.

  • Inesbb dijo:

    Todas sus historias son hermosas,debe ser por todo el amor que dio que fue traído al mundo en el mes de el amor. Que grande nuestro Almeida,que joven extraordinario y ejemplo para los jóvenes cubanos de hoy y siempre.Orgullosos de ser cubanos con tanta historia para contar

  • Lorenzo Daniel dijo:

    Hermoso relato de amor de un grande de la revolucion…..Puedo decir con todo el orgullo del mundo,a pesar de no ser Cubano de Nacimiento,pero si de Corazon,sentimientos,sangre,alma y vida,que esta historia me toca un poco,por que tanto deysi,como ventura,fueron mis padres adoptivos,desde que,por priemra vez,pise tierras cubanas…...Mis dos viejos queridos y nunca olvidados y recordados por siempre…..Bello escrito….En paz descansen todos,que se fueron a otro plano de la existencia….Gracias Deysi,Gracias ventura,por ser mis padres Cubanos....

  • Andrés dijo:

    Muy bien esto.

  • Julio Cesar Martinez Batista dijo:

    Asi fue el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, un Caballero, hombre Honesto, Humilde, Fiel a sus Ideas, Hermano inseparable de Fidel y Raúl, un ejemplo a seguir por todos.

  • rosario dijo:

    es muy linda y romántico esta historia de amor.

  • Clara Danger Cleger dijo:

    ESTOS ARTÍCULOS NOS MUESTRAN EL INMENSO VALOR DE NUESTROS HÉROES Y LIDERES REVOLUCIONARIOS TAN HUMANOS, TAN SENSIBLES Y LLENOS DE AMOR, PERO TAMBIÉN TAN DESEOSOS DE CAMBIAR LA PENOSA SITUACIÓN QUE IMPERABA EN CUBA

  • MariaLuisa Brunet Capote dijo:

    Que bella historia, aunes uno delos grandes lideresde nuestra Revolución, también tiene historias de amor, muy bonita, hombre fiel a la causa,heroico, romantico, musical. Gracias por darnosa conocer esa historia tan bonita y jovial. Almeida estarapor siempre en el corazón de nuestro pueblo.

  • Mamayí dijo:

    ¡ que bonita historia, que le sucede a cualquier hombre de nuestra tierra, enamorase varias veces en diferentes etapas de su vida. Que lindo para Mireya tener en su corazón un recuerdo tan bello de nuestro héroe. Ahí esta la otra historia de la Lupe.

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