Estrenan en Cuba obra de teatro basada en la novela "Pedro Páramo"
El dramaturgo cubano Abelardo Estorino, considerado uno de los más importantes de la Isla, estrenó una obra basada en la novela "Pedro Páramo", del mexicano Juan Rulfo.
"Décadas atrás había leído y disfrutado mucho la novela" y tras una segunda lectura hace "un par de años (...) decidí traducir el mundo de Rulfo a la escena. Hice anotaciones y de pronto fue creciendo" el libreto de "Ecos y murmullos de Comala", explicó al diario Granma Estorino, también crítico, director teatral y autor de "El robo del cochino" (1961) y "La casa vieja" (1964) consideradas obras fundamentales del teatro cubano actual.
El dramaturgo, Premio Nacional de Literatura 1992 y Premio Nacional de Teatro 2002, destacó que la novela de Rulfo (1917-1986) "es un punto de partida" y que "lo que sucede en la obra teatral", estrenada en la sala Hubert de Blanck de La Habana, trata de "ser fiel a Rulfo". Agregó que "lo verdaderamente complicado y desafiante fue tratar de transformar ese dislocamiento del tiempo y el espacio que recorre la narración en una obra que obedezca a los principios de la representación teatral”.
Considerada como una de las obras maestras de la literatura latinoamericana del siglo XX, "Pedro Páramo", escrita por Rulfo en 1955, cuenta la historia de Juan Preciado, que va rumbo a Comala para conocer a su padre Pedro Páramo, y se encuentra con una aldea marcada por el abandono y la muerte.
(Con información de AFP)
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roberto dante
Lanús Argentina, 01 set 2012 –
Hace mucho tiempo, demasiado, que percibí en las sucesivas lecturas a “Pedro Páramo”, que, a medida que penetraba en el texto más me alejaba de las interpretaciones de mis anteriores lecturas.
Este movimiento permanente de la interioridad del texto me condujo (como si Rulfo me llevara de la mano) a concebir una idea que me pareció descabellada. Reescribir al personaje, sí, a Pedro, desde las posibilidades creativas del Espacio y del Tiempo de una puesta teatral. Pero:
¿Cómo transferir lo intransferible?
¿Cómo matar al Gran Padre (Rulfo) y reinventarlo en la escena teatral?
¿Cómo traicionarlo (toda reescritura lo hace) y a la vez lograr una Voz espacial que lo hiciera reconocible?
Recordé que la dramaturgia constituye un texto desechable sino cobra vida en la Voz que contiene la escena teatral. Literatura y dramaturgia pueden ser irreconciliables; aunque tienen en común el uso del “tempo” del lenguaje.
¡Eureka!, creí ver la luz en lo profundo del agujero negro.
Había percibido que una solución para la teatralización de Pedro Páramo, se hallaba en hacer reconocible para el espectador la particular – y única – musicalidad propuesta por la escritura de Rulfo. Y, que, de esta transferencia de la melodía y ritmo “rulfeano”, debía participar el Gesto corporal en escena.
Voces y Cuerpos en movimiento.
Pero, me embargó la “fiaca” rioplatense y nunca pasé del primer borrador.
Siento una envidia sana hacia todos los que puedan compartir la experiencia propuesta por Don Abelardo Estorino; a quién le deseo mucha “Merde” para su puesta.
Soy mexicano y lector continuo de Rulfo. Se han hecho versiones cinematográficas y teatrales de "Pedro Páramo" que no han trascendido. Mis mejores deseos con "mucha mierda" (Como castellanizamos los teatreros de Mexico) para el maestro Estorino en su puesta en escena; que sean cien, que sean quinientas, mil representaciones para cuando regrese yo a La Habana la pueda ver.