Los pioneros del Hanabanilla (+ Video)
La buena amiga Yamile Treto despertó mi curiosidad, unos meses atrás me dijo: “tienes que ir a hacer un trabajo sobre los niños que viajan todos los días en lancha para poder ir a la escuela”. La idea me entusiasmó y comencé a tramar cómo llegar hasta las márgenes del lago Hanabanilla, en la provincia de Villa Clara.
Finalmente, en una de las últimas tardes del curso escolar que recién concluyó, pudimos llegar Jennifer y yo a Manicaragua. Preguntamos por la embarcación y nos dijeron que teníamos que salir a las 5:00 a.m. para poder abordarla en el embarcadero.
Allí supimos que el singular transporte que lleva a una decena de pioneritos hasta el Centro Escolar Mariana Grajales tiene que salir tan temprano, pues el primer niño que debe recoger vive a 13 kilómetros, en Cueva de la Vieja.
En penumbras subimos a “La Estrella”, la pequeña embarcación que pilotea Nelson Dorta, un hombre grande y muy serio, como esos conocedores del mar que vemos en las películas de antaño. Ya en marcha sobre el único lago intramontano del país, una suave brisa anunció la llegada del alba y de un tirón se alumbró el Escambray.
Tras los primeros 40 minutos del viaje por mansas aguas, divisamos en la ribera al primer niño y su mamá. Ambos utilizaron una piedra como espigón y Marlon Roberto subió al barco que transporta los sueños y aspiraciones de los pequeños de aquella intrincada zona montañosa, dividida en dos por la presa Hanabanilla.
Hace más de 50 años que los alumnos residentes en las cooperativas Tomás Niebla y Reynaldo Richie tienen su propia “nave” para trasladarse hasta su escuelita —nos comentan—, si no tendrían que andar durante horas o sus padres se verían obligados a abandonar las montañas con tal de no perjudicar el futuro de sus hijos.
Llegamos a otro atracadero y un avispado pequeñín escaló ágilmente a “La Estrella” sin permitir que Osmel Turiño, el administrador de la Base de Transporte Fluvial del Hanabanilla, pusiera la improvisada escalera que hace más fácil el abordaje.
Marlon Roberto subió con su amplia sonrisa y se quedó quieto justo al lado de nosotros, nos examinó de arriba abajo durante unos segundos y corrió a saludar al patrón. Marlon tiene 10 años, cursa el 4to grado y hoy tiene prueba de Matemáticas. No se ve nervioso ni apenado, por el contrario, accedió plácidamente a conversar. Cuenta que salió bien en “Español” y que hoy también vencerá su “batalla” con las ciencias.
Anda la nave con destreza, como si estuviera en tierra firme o en casa, hace cinco años que hace este trayecto dos veces al día, de lunes a viernes, todas las semanas del curso escolar. El pequeño conversa con nosotros, pero no está entretenido, le informa al patrón que la niña que debería recoger en la próxima parada no estará, porque durmió en el pueblo, en casa de su abuela.
Nelson Dorta continúa navegando hacia un extremo del Hotel Hanabanilla, donde recogeremos a los tripulantes que faltan. Marlon no para de hablar mientras ajusta los cordones de sus zapatos, mira el reloj, comenta las aventuras del día anterior e intenta convencernos de que es un experto pescador. Definitivamente, salió de casa listo para enfrentarse a los números del saber.
Fue Marlon el primero en divisar al resto de sus compañeros, que ya descendían una ladera para llegar a otro improvisado embarcadero, colaboró en el masivo abordaje y se sentó demasiado quieto junto a los demás.
Media hora después termina el viaje. Los pioneros descienden del barco ágilmente, suben trillos y llegan a la cafetería, una parada obligatoria para comprar la merienda y llegar al colegio con la mochila muy bien habilitada. Caminamos unos metros y la escuela surge imponente, el Centro Escolar Mariana Grajales lleva muy bien su nombre, reflexiono.
Durante unos minutos, el bullicio escolar reinó en la pequeña plaza donde todos se saludaron antes de formar una fila, organizados según el grado escolar que cursan. Una vez alineados, saludaron la bandera y otra vez se escuchó en el Escambray: Al combate corred bayameses...
“La Estrella” llegó puntual y los pioneros del Hanabanilla tuvieron otro día de clases.
En video, el recorrido de los pioneros del Hanabanilla
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Un bello lugar que conocí y pasé mi luna de miel en el hotel Hanabanilla. Hay que reconocer el esfuerzo que la Revolución Cubana en temas de educación y salud entre otras cosas.
Enorme Ismael, grande su compañera en este trabajo de alto contenido periodístico con una gran carga de profesionalismo,sensibilidad y mucha entrega.
Ya estamos acostumbrados a observar la belleza y pulcritud de las imágenes de Ismael Francisco.
Para él y su compañera mis parabienes, que sigan mostrándonos a los que Residimos en otros lugares del mundo, en mi caso Venezuela, la calidad de la educación, deporte, ciencia y cultura de la mayor de las antillas.
Gracias de nuevo Ismael y Cubadebate por sus trabajos periodísticos. Un abrazo desde la isla de Margarita.
Isma, excelente, otra vez en tu andadas por Cuba, recorriendo todos sus parajes, mostrándonos a su gente, la más sencilla y humilde... y esta vez te llevas a Jennifer, mostrándole una Cuba que quizá no conoce pero que es linda, muy linda, cerca de mi tierra natal. Esos parajes estuvieron llenos de bandidos allá por los 60, pero no pudieron truncar el proyecto de la joven Revolución. Eso, fotógrafo, periodista, cubanazo... haciendo periodismo de verdad es como único se sanan las heridas, buen trabajo
Tremendos Yenifer y mi pana Ismael. Gran y conmovedor reportaje, lleno de mucha sensibilidad. Un abrazo a ambos desde la Isla de Margarita
Este reportaje ha calado profundo en las redes sociales internacionales. Muchas personas se impresionan como el Cuba hay este nivel de atención. Hay muchas cosas como estas que suceden en Cuba y no se le da importancia por ser muy comunes en un país cargado de humanidad y paz social.
Patria es humanidad.
En esas mismas montañas hace muchos años se alfabetizo a todos los campesinos y hubo mercenarios que asesinaron a Manuel Ascunse Domenech y Pedro Lantigua.
que puedo decir...ORGULLOSAMENTE CUBANA!!!! ESTE ES MI PAIS, TAN GRANDE Y ÚNICO.
bonita historia que resume un capitulo mas de la revolucion educacional en cuba