San Isidro de los Destiladeros: Cuando las utopías se convierten en realidades
Vista panorámica del Museo de Sitio donde se aprecia el área fabril con las ruinas del Tren Jamaiquino y el área doméstica con la casa hacienda y la torre campanario. Foto: De los autores.
El 28 de febrero del 2024, constituye una jornada de especial significación para todos los arqueólogos del país. La inauguración del moderno Museo de Sitio en las ruinas del otrora ingenio San Isidro de los Destiladeros, constituye una etapa de la conservación y puesta en valor de un recurso del patrimonio arqueológico industrial azucarero en el Valle de los Ingenios en Trinidad.
Con la decisiva intervención arqueológica que ha posibilitado la ejecución de 20 Talleres Nacionales de Arqueología Industrial, de conjunto con la participación del resto de las subdirecciones de la Oficina del Conservador de Trinidad, se ha propiciado la reconstrucción de sus ruinas en un competente producto turístico del patrimonio arqueológico en Cuba.
Según Teresita Angelbello, los Talleres de Arqueología tuvieron como base los resultados de un estudio, realizados en 1994, por estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Las Villas: San Isidro de los Destiladeros. Estudios para un Ecomuseo, que sentó la pauta para los trabajos futuros.
Vienen a recordación los momentos iniciales. En la compañía de Teresita y de otros especialistas del Museo de Arqueología Guamuhaya, cuando se visitaba por primera vez este reservado e histórico lugar. Instante mismo en que se conocieron, de primera mano, a quienes no permitieron el saqueo de sus ruinas, al querido Jesús Ernesto Fonseca Marín (Fonseca) y a su acompañante Alberto Ibargollín (Chío). Celosos guardianes de lo antiguo, que pernoctaban y tenían su cocina de leña humeante en una parte de la casona. Gracias a su perseverancia y cuidados, los vestigios de San Isidro permanecieron intactos, aguardando en impaciente espera, el advenimiento del paso restaurador.
Llegan también las remembranzas de cuando se coordinaron los inicios del estudio del ingenio y se debatía cómo hacer para investigar y rescatar sus ruinas, en aquel entonces, escondidas bajo toneladas de escombros y tupida manigua.
A fuerza de machete y hacha, se limpió la fronda y se raleó el tupido monte; ladrillo a ladrillo, piedra a piedra, vagón tras vagón, se fueron descubriendo ante los arqueólogos las impresionantes y magnificentes partes del área fabril y doméstica, que conformaban el patrón de asentamiento del vetusto ingenio.
En este noble y resuelto empeño, sin lugar a dudas a jugado un rol fundamental y decisivo, la contribución de un nutrido y entusiasta ejército de arqueólogos de todo el país, que acompañados por especialistas, técnicos y aficionados de otras instituciones de Trinidad, de Sancti Spíritus y de otras partes de la Isla, unieron voluntades convirtiendo las utopías en realidades.
De su esfuerzo, dependen en gran medida los resultados que muestra hoy la Oficina del Conservador de Trinidad y la puesta en funcionamiento de esta instalación.
Acceso principal al Museo de Sitio. Foto: De los autores.
Este Museo de Sitio de la industria azucarera en el Valle de los Ingenios en Trinidad, es el único de su tipo en Cuba, dotado por demás de un flamante mobiliario y de un exquisito guion y diseño museográfico.
El moderno equipamiento ha sido adquirido a través del proyecto GEPAC, que desarrolla la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios y la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba.
Quienes vivieron el infortunio de apreciar, profundamente consternados, el derrumbamiento de la primera crujía de esta majestuosa e imponente casona, tras el paso de un ciclón por la costa sur trinitaria y la influencia de un temporal lluvioso, pueden percibir en su justa medida lo que se inaugura hoy, para la satisfacción y el regocijo de todos, como un imperecedero derrotero del camino a seguir, en este empeño restaurador.
San Isidro de los Destiladeros es el ejemplo a continuar, es la demostración de lo que puede lograr un colectivo de trabajadores empeñados en el estudio, la conservación y la puesta en valor del patrimonio cultural de la Nación, constituye el más alto reconocimiento a todos aquellos que con mucho empeño y dedicación lo han hecho posible.
Gracias a la Oficina del Conservador de Trinidad, por convertir los sueños y las añoranzas de ayer en las realidades que contemplamos hoy, lo que devendrá en un promisorio futuro para todos.
Valla a la entrada del terraplén que conduce al Museo de Sitio San Isidro de los Destiladeros. Foto: De los autores.
Inauguración y apertura de las salas expositivas del Museo de Sitio, en la Casa hacienda del Ingenio San Isidro. Foto: De los autores.
Intervención del Especialista Principal del Departamento de Arqueología de Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Foto: De los autores.
Foto: De los autores.
Trabajadores, directivos e invitados que participaron en la inauguración del Museo de Sitio San Isidro de los Destiladeros. Foto: De los autores.
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Felicidades para ese colectivo por el trabajo realizado
Bonito trabajo, la provincia de Sancti Spiritus es un tesoro histórico y cultural de la nación, Trinidad, Sancti Spiritus, Yaguajay, Fomento, Taguasco, Jatibonico, Cabaiguan, cuentan con historia local vinculada a la historia nacional que es posible construir rutas históricas y culturales patrimoniales, hay que pensar en explotarlo para el turismo nacional e internacional, hay que promoverlo, potenciarlo, no se pero siento que no se ha pensado por decisores de manera integradora, como espirituanos orgulloso de su rica cultura e historia
Excelente noticia...excelente trabajo de los arqueólogos y otros cubanos involucrados
Además de continuar estudiando es necesario una solida promoción para el turismo nacional e internacional que de a conocer nuestra historia y genere los ingresos que el sitio y la población de Trinidad necesitan
Cuando se aúnan voluntades, dedicación y entrega se obtienen resultados como estos. Un reconocimiento especial a todos (que son muchos) y cada uno de los que hicieron posible convertir en realidad este sueño.
Muy lindo, felicidades, por trabajos como ese otras generaciones podrán conocer de la historia de estos bellos lugares.
Es una pena que en la Habana no sea así, a la salida de sta fe, playa existe un lugar con mucha historia olvidada y saqueada, fue ingenió, cafetal, el último lugar en cuba donde se tráfico con esclavos, el último lugar donde estuvo Maceo antes de Dirigirse a San Pedro, hace una años existía original las losas del piso, azulejos, puertas ventanas traídos de españa en los años 18...y pico, la campana original, el campanario, el aljibe, los barracones con sus balostres, muros, fuente, escalera de mármol, y hasta maquinarias abandonadas, hace muy poco tiempo pasé y me quedé sorprendida, nuevos inquilinos en la zona han déjalo la historia hecha pedazos..hace falta un grupo de trabajo como ese en esta bendita Habana, todavía queda por descubrir el túnel subterráneo que servía para traer los esclavos desde la desembocadura del río de Santa Ana ..los invito, hay mucha gente como yo con fotos antiguas.
Que historia tan interesante de voluntad por conservar un pedazo de nuestra historia. Felicidades a todos los que de una forma u otra hicieron posible descubrirlo y preservarlo.