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José Martí en la lucha ideológica actual

Por: Gladys González
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Héroe Nacional José Martí. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Del panel “José Martí en la lucha ideológica actual”, realizado en la Sala Bolívar del Centro de Estudios Martianos, el martes 18 de octubre de 2022.

Desde que el pensamiento científico adopta el estudio de la comunicación como un fenómeno en el cual el ser humano se construye y se reconstruye a sí mismo, a la vez que establece vínculos espacio-temporales con su entorno y la comunidad, las mixtificaciones y lecturas idealistas de la mediación social, desarrollada intensivamente en la modernidad, fueron desplazadas por nuevas aproximaciones que comienzan a concebir la comunicación como una función social estratégica para la reproducción (material e ideológica) de la sociedad en su más amplio sentido.

Sin embargo, los estudios sobre comunicación han estado jalonados por las posiciones extremas que han asumido muchos de sus investigadores y por la juventud del acercamiento científico a esta actividad humana, que, paradójicamente, es tan antigua como la propia humanidad, ya que puede considerarse que ha intervenido en la hominización –“es decir, en la transformación biológica del antropoide no humano en ser humano” (Serrano, 2007: 172)– y en la humanización –“creación de sociedades reguladas por normas, creencias y valores” (Serrano, 2007: 172).

Hoy pocos cuestionan esta presunción y se entiende que el eje de la comunicación se ha “mudado” al espacio de la reconstrucción ideológica y del consumo cultural. Desde hace años existen evidencias innegables de la centralidad de los medios de comunicación de masas en la construcción del discurso público en el mundo contemporáneo; así como su protagonismo en la creación y consolidación de estereotipos e imaginarios colectivos en torno a personalidades, sucesos e ideas. Al tiempo, el ecosistema de la comunicación pública presenta cada vez mayor complejidad por la confluencia en él de múltiples actores, el intercambio constante de roles entre quienes participan en la comunicación, y la ruptura constante de paradigmas tradicionales.

En este contexto, en el que la legitimidad y credibilidad de la figura del comunicador profesional y los medios de comunicación de masas constituidos parecen venirse abajo, lo único que se mantiene inamovible es la capacidad de transmisión de valores que tiene la comunicación, su lugar en la construcción de la opinión pública y el consenso o disenso en torno a ideologías.

Esa proliferación de actores responde también a la vertiginosa expansión de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones; lo que, unido al creciente uso de redes sociales y plataformas de intercambio virtual en Internet, constituye un reto para los tradicionales medios de comunicación y los grandes grupos mediáticos. En esos espacios, los otrora receptores pasivos se han convertido en grandes emisores que se presentan como nuevas figuras mediáticas (influencers, instagramers, youtubers, etc.) que complejizan el escenario infocomunicacional.

Ante este panorama, al cual podríamos sumar muchas otras variables, cabe observar que los medios de comunicación no solamente aportan información esencial para la construcción de representaciones sociales y estereotipos en torno a acontecimientos, ideologías y hasta personas, sino que en la mayoría de los casos se reproducen contenidos que están más alineados con el poder económico que con los intereses sociales.

Siguiendo esta lógica asistimos hoy a una estrategia que propone la relectura de los procesos históricos de la Isla y sus principales figuras, así como la resemantización de los hechos, consignas y códigos que han marcado el devenir cubano. Una feroz lucha por los símbolos ya arraigados y asociados a valores puros y patrióticos. Alertó Martínez Heredia:

Es obvio que ese trabajo trata de ser más eficaz hacia los jóvenes, que están más lejos de las jornadas y los procesos del siglo XX. Si logran que les salga bien, la victoria imperialista será mucho mayor porque se generalizará el desconocimiento y el olvido de aquel mundo de libertad, justicia social y soberanía, y les será más fácil implantar el mundo ideal y sensible correspondiente a su dominación.[1]

Ejemplos claros de esa guerra cultural que encuentra en las nuevas generaciones su principal objetivo se identifican sin mucho esfuerzo. Se apela a la esencia de la nacionalidad, a sus símbolos más auténticos, para dirigir los mensajes hacia los jóvenes en los formatos (hip hop, reguetón, etc.) y medios más populares entre ellos. Se pretende así activar desde lo emocional un determinado conjunto de representaciones sociales en torno a la Revolución cubana que medie a favor del cambio de régimen en Cuba.

La realidad es, en alguna medida, el resultado de la construcción subjetiva de los individuos. Es por esto que no se puede afirmar que existan distintas realidades, sino que ella está atravesada por el proceso que conduce a la construcción de la visión propia de la realidad de los sujetos. Las representaciones sociales son un proceso de construcción de la realidad y, en tal sentido, apropiarse de ellas resulta estratégico, ya que generan de manera colectiva, en términos de conceptos, ideas, categorías, sentimientos, emociones, móviles de actos y de prácticas. Es por esto que podemos afirmar que ellas determinan casi todos los aspectos de la vida social, pues son estructuras que fundan comportamientos y relaciones.

Se explica entonces la intención de apelar a la imagen e ideario de los patriotas más insignes, aquellos que ya asociamos de manera consensuada a la búsqueda del bien común para posicionar y legitimar matrices de opinión, ideas y valores liberales. Se descontextualiza sin pudor, se inventan frases, se olvida la íntima relación del hombre con el tiempo que le toco vivir.

En la batalla de símbolos que hoy se está librando participan muchos, como observó Martínez Heredia:

Una multitud de cubanas y cubanos que sienten una profunda emoción al cantar el Himno Nacional –como el atleta premiado que lo entona llorando–, o portan, veneran, pintan, saludan a la bandera de la estrella solitaria. Participan los que tienen a Martí como el padre tutelar de esta nación, que nos enseñó las cuestiones esenciales y nos brindó su talento, su proyecto y su vida, le tienen devoción y lo representan, aunque lo hagan con más unción que arte. Y los que siguen a Maceo porque supo trasmutar la guapería en heroísmo, renunciar al mérito propio por la causa y presidir la familia que murió por Cuba.[2]

Participamos todos, y por eso es más necesario que nunca identificar, sin ingenuidad, cuáles valores y proyectos de sociedad se defienden y esconden detrás del uso de los símbolos culturales de la nación para poder elegir qué vamos a defender en la hora actual de Cuba.

Imagen e ideario de José Martí en los medios de comunicación

José Martí. Foto: Radio Habana Cuba.

En el caso de la imagen e ideario de José Martí, se hace evidente su utilización como arma simbólica hoy en el campo de batalla digital, pero debemos reconocer que el ejercicio de apropiación de su figura ha sido recurrente en las prácticas de la comunicación política nacional, desde la independencia de España y hasta la actualidad.

Todos los gobiernos neocoloniales acudieron a la figura de José Martí para ganar ascendencia popular y legitimar sus propuestas políticas. Con independencia de la ideología que sustentara las formaciones de gobierno, la imagen de Martí fue alzada para fundamentar los programas políticos de cada período presidencial, desde el de Tomás Estrada Palma hasta el del dictador Fulgencio Batista.

Los primeros años del siglo XX en Cuba fueron testigos también de la disputa por el símbolo. Personalidades como Carlos Baliño, Julio Antonio Mella, Antonio Guiteras y Eduardo Chibás, por solo citar algunos de la etapa neocolonial, reivindican al Apóstol frente a los desgobiernos de la época. La propia Revolución cubana y el movimiento insurgente que la llevó a la victoria reconocieron el ideario martiano como guía de su programa político y de gobierno. Es por esto que debemos reconocer que en la práctica de comunicación política nacional ha estado siempre presente la estrategia de apropiación de la figura martiana.

Los primeros años del siglo XX en Cuba fueron testigos también de la disputa por el símbolo. Personalidades como Carlos Baliño, Julio Antonio Mella, Antonio Guiteras y Eduardo Chibás, por solo citar algunos de la etapa neocolonial, reivindican al Apóstol frente a los desgobiernos de la época. La propia Revolución Cubana y el movimiento insurgente que la llevó a la victoria reconocieron el ideario martiano como guía de su programa político y de gobierno. Es por esto que debemos reconocer que en la práctica de comunicación política nacional ha estado siempre presente la estrategia de apropiación de la figura martiana.

En la actualidad, esta contienda se ha desplazado hacia las redes sociales e Internet, donde se identifican múltiples ejemplos, regularmente muy bien pagados, de cómo se recurre a imágenes generadoras de emociones y frases extraídas de su contexto (falsas en muchos casos), para dotar de valor político las posturas contra el proceso revolucionario cubano.

Estas redes sociales, las nuevas empresas, el llamado capitalismo de las plataformas digitales, que encuentra un gran colaborador en las élites de poder de los Estados Unidos,[4] han generado nuevas figuras de la llamada cultura digital, como los influencers, los instagramers o los youtubers, “que coincide con un discurso neoliberal de lo que se llama el emprendedorismo; ser un empresario de sí mismo es la máxima utopía liberal-conservadora”. Y aunque hay influencers con una línea crítica, normalmente proliferan con ideologías conservadoras y reproducen el discurso neoliberal.

Así, las distintas redes sociales como Facebook, Instagram o Twitterse ven inundadas de imágenes, frases, gifs y caricaturas relacionadas con la figura e ideario martianos vinculadas a campañas, muchas veces pagadas desde Miami y, sobre todo, para dar interpretaciones de procesos y sucesos nacionales como los hechos del 11 de julio de 2021 o fechas históricas. Hay también una guerra de etiquetas asociadas a ese uso de la imagen de Martí y su legado, por un lado están las #soscuba, #cubaestadofallido, #elcambioesya, entre otras; frente a #Martivive y #Cubanoestasola. Quedando bien claro desde qué postura política se evoca al Maestro.

Es ante este escenario que se vuelve entonces cada vez más necesario recordar a Cintio Vitier y su texto Martí en la hora actual de Cuba, publicado en el periódico Juventud Rebelde el 18 de septiembre de 1994: “En la hora actual de Cuba sabemos que nuestra verdadera fortaleza está en asumir nuestra historia, y sabemos que el escudo invulnerable de nuestra historia se llama José Martí”.[5]

Cuando la crisis de los años 90 del pasado siglo, momento histórico que guarda relación con los días actuales por la sostenida hostilidad del gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba y el incremento de las acciones de grupos y personas que suponen el descrédito del proyecto revolucionario, Vitier aseguró que a todos aquellos que migraban en condiciones irregulares, ilegales, desesperadas y peligrosas no había llegado la palabra de Martí; una afirmación que podemos extender a nuestros días cuando advertimos que la palabra de Martí no ha llegado a muchos y que, en otros casos, se desvirtúa y manipula, para usarla con fines contrarios a las convicciones profundas que les dieron origen. No por manida, la idea de ser cultos como único modo ser libres deja de tener vigencia, cuando desde el relato hegemónico se propone una nueva narrativa de los hechos y, fundamentalmente, de la historia cultural de la Revolución.

Vitier confió para hacer, frente a los dilemas de la nación y el acecho mediático, en el poder de lograr un conocimiento sólido del pensamiento y la ética martianos en el pueblo cubano, y, agregaría yo, en los intelectuales y artistas. Un grupo que es hoy centro de las actividades de reclutamiento de organizaciones foráneas que pretenden erosionar el sistema social escogido por mayoría en Cuba.

Repetir, descontextualizar y ejemplarizar, cada vez con un alcance mayor; repercusión y permanencia en el tiempo, gracias al uso de las redes sociales e Internet, así como a la ruptura del discurso sincrónico dirigido a un público temporal y geográficamente delimitado, son las principales estrategias en el cibermundo, lo que también ofrece nuevas oportunidades y retos para el pensamiento crítico.

Hoy sigue siendo central propiciar el consenso social en torno a la Revolución. Una unidad cuya solidez se logra a partir del conocimiento profundo y la educación en valores martianos. Aprendizajes que nos permitirán identificar las acechanzas y hacer frente común para defender nuestra soberanía.

Notas:
[1] Fernando Martínez Heredia: “Los símbolos nacionales y la guerra cultural”, en Dialogar, dialogar (blog de la Asociación Hermanos Saíz), 26 de septiembre de 2016. En:https://dialogardialogar.wordpress.com/2016/09/26/los-simbolos-nacionales-y-la-guerra-cultural/.
[2] Ibídem.
[3] Revista Mexicana de Sociología, vol. 74, no. 3, julio-septiembre de 2012, pp. 513-519.
[4] La complicidad de las élites del poder en Estados Unidos y las plataformas de redes sociales como Facebook, Twiter e Instagram es absoluta. Ejemplos claros son los apagones informativos que propiciaron cuando comenzaron las movilizaciones en Brasil en defensa del Partido de los Trabajadores. Estas plataformas han sido activos colaboradores para generar procesos de contrainsurgencia, con el propósito de evitar la movilización ciudadana que vaya en contra de los intereses geopolíticos y estratégicos de Estados Unidos.
[5] https://publicaciones.sodepaz.org/images/uploads/documents/revista016/06_martihoraactual.pdf

(Tomado de La Jiribilla)

Se han publicado 9 comentarios



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  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Toda ésta telaraña ideológica, sutil y seductora con propósitos de enajenación masiva y montada en vehículos tecnológicos de gran impacto social tiene un pensamiento social detrás al servicio de la burguesía, de las élites interesadas en perpetuar el orden social capitalista por medio de anestesiar las luchas sociales y populares, son los que tienen mucho que perder cuando las ideas se abren paso entre los pueblos y se cuece Revolución.

  • Martin Cardenas dijo:

    En este tipo de análisis como el que Ud. hace, es necesario bajar del "cielo a la tierra", es decir ser menos abstractos y mediante ejemplos mostrar cómo es que se produce está guerra mediática. Si no lo hace así todo este artículo es más que un mero ejercicio intelectual.

  • JRB dijo:

    El amor a la patria no se logra a partir de estudios frios y desarraigados de lo valeroso o heroico de los héroes que la forjaron se hace necesario desde las aulas llevar el amor de la historia local con sus contradicciones de manera que todo estudiante tenga conocimientos básicos de lo acontecido en su entorno tanto en la formación de la nacionalidad cubana como de sus posteriores luchas de emancipación los héroes de tallas nacionales son los más difundidos y se nos muestran en su esencia sin tachas acaso no fueron humanos esta manera de presentarlos en el sistema de estudio de la historia los hace etéreos alojados del pueblo al que sirvieron no concibo como ciudadanos de mediana y superior instrucción no conozcan de la historia local del entorno donde crecieron. Para llegar a Martí, a Maceo y otros héroes de pensamiento elevado hay que pasar por el estudio de los hechos locales como motivación de aprendizaje cosa que no se hace en la enseñanza regular
    No todos somos fuimos patriotas existieron y existen los anexionistas y los oportunistas acaso éstos últimos por ejemplo no estuvieron presentes en las luchas independentistas, en la revolución del 33 o en las últimas guerras emancipadoras. El estudio actual de la historia adolece de enormes lagunas que no permiten nacer el sentimiento patrio a plenitud como convencer y motivar a los jóvenes estudiantiles sin mencionar siquiera a los nombres de pensamiento o acciones que sirvieron en su tiempo al enemigo de la nación o de la idea mas pura nada en la lucha ideológica es puro la pureza sale de la contradicción del error de las buenas y malas posturas que deben ser estudiadas y analizadas sistemáticamente por las nuevas generaciones para formar el futuro de la patria estos aspectos están ajenos en general de la formación actual Gracias

  • Boris luis dijo:

    .......”pero debemos reconocer que el ejercicio de apropiación de su figura ha sido recurrente en las prácticas de la comunicación política nacional”....,
    ¡ Verdad como un templo !
    Han sido muchos , los que a la fuerza y sin argumentos políticos, le han “colgado “ al Apóstol una filiación política que se aviene más con la condición política del escritor que con la verdad histórica, decir que José Martí era capitalista o burgués es tan erróneo como hacerlo militante de la doctrina socialista o comunista . Él apóstol de la independencia de Cuba era un ser de otro tiempo que no
    se escondía bajo ningún manto de ideologías era simplemente PREDICA Y EJEMPLO , utilizar su figura para fines políticos ,sea quien sea ,es simplemente una aberración política y un desconocimiento a su mérito humano , encerrar su gigantesca talla política en una filiación política es un crimen de lesa humanidad .

  • Chris dijo:

    Quizá estemos pagando el precio de contar una historia edulcorada y excenta de contradiciones, dónde los héroes son superhéroes sin defectos. Una discurso que nada tiene que ver con la realidad y que ya nadie se cree. Ese vacío los enemigos lo llenan con cualquier cosa.

  • Romelio Castillo dijo:

    El que quiera conocer a nuestro Heroe Nacional con sus virtudes y defectos debe leer : Marti el apóstol del profesor Jorge Mañach

  • guillermo ramirez dijo:

    Considero URGENTE que trabajos como este sean publicados en "la prensa plana" i asi los "analogicos" que tenemnos mas de 60 años, podremos confeccionar un folleto y sentarnos debajo de un arbol a adquirir sabiduria, pues es mas comodo que la pantallita ,eficaz fabricante del aislamiento,pues ud. ve 7 u 8 personas, cada una con las narices metidas en ella ,sin comunicarse con el de al lado..
    Vaya donde ud. vaya, diga"buenos dias" y no le contestan o lo hacen conn la nariz metida en su pantallita y sin mirarlo a uno...Bendito y a la vez maldito siglo 21......

  • Cubahoy dijo:

    Los procesos educativos y culturales en nuestro país desde hace unos años encierran cada vez menos el mensaje martiano. Es preciso, recordar la idea Martiana en cuanto a la táctica de enfrentamientos a las doctrinas anexionistas y colonizadores que están con éxito influyendo en las nuevas generaciones: " DE PENSAMIENTO ES LA GUERRA QUE SE NOS HACE. HAGÁMOSLA A PENSAMIENTO". Tenemos vías y modos de enseñar y divulgar la vida y obra de José Martí desde los medios, la escuela, las instituciones, pero a decir verdad tristemente se ha dejado relegada esta figura excelsa de nuestra Historia Patria.

  • JRB dijo:

    Como influye el estudio de la historia en la formación del amor a la patria. Ésta es una asignatura aún deficiente para la formación y desarrollo de la nacionalidad, se hace necesario evaluar cada hecho o época en su contexto y no querer imponer el pensamiento actual a conductas, hechos y personajes históricos. Ejemplifico: en mí pueblo se reconoce el actuar de tres coroneles mambises uno de ellos muere en combate en el territorio y su nombre lo lleva el parque de la localidad y existe un obelisco en su honor, los otros dos sobrevivieron a la guerra y uno fue alcalde dos veces. En dicho parque se hayan ambos bustos en su honor. No se instruye de esto en la enseñanza de la historia. Estos mambises formaron parte de un regimiento de caballería bien organizado y aguerrido que se integró a la invasión y fue reconocido por Maceo, el nombre del regimiento Narciso López, si ,el cubano que enarboló por primera vez la bandera que nos llena de orgullo y que fuera tildado de anexionista, que contraste. En éste pueblo nació ,como español ,en 1887 el general Emilio Mola cabecilla de los nacionalistas sublevados contra la república española, cuántas personas y sobre todo jóvenes conocen esto. E pueblo de forma no oficial reconoce tres venefactores un hacendado rico que construyó obras insignes de la localidad incluso con sus recursos y una señora que financió una escuela pública y un tercer personaje Secretario del PCC como el mejor dirigente con que ha contado el territorio, ya fallecido . Éstos tres seres viven en la memoria histórica de los ciudadanos y aunque no forman parte de la historia oficial ahí están. E territorio cuenta con mártires suficientes para nombrar muchas instalaciones obras etc. Pero están en el olvido, caídos en las luchas revolucionarias, internacionalistas en África, incluso en Granada y nadie los conoce. Forjar el sentimiento patrio tiene que transitar por estos aspectos. Gracias

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