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La historia de Coco: El espirituano que sobrevivió a su propio enterramiento

Por: Dayamis Sotolongo
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Al rescate de Coco llegaron los vecinos de Hornos de Cal, los del Reparto Escribano, el Sistema Integrado de Urgencias Médicas, la Brigada de Rescate y Salvamento y la Policía Nacional Revolucionaria. Fotos: SIUM

El polvo blanquecino lo inundó todo con tan solo un estruendo y lo oscureció, también, de golpe. A eso de las once de la mañana del pasado 3 de abril, cuando las rocas inmensas que conformaban el rústico horno para hacer cal empezaron a desplomarse, en las cercanías de una de las casas de la comunidad espirituana de Hornos de Cal, nadie sospechaba que los casi cuatro metros de piedra estaban sepultando en vida a Luis Hernández Casanova, más conocido como Coco.

Pero lo de colarse en la barriga de aquel horno el pasado domingo no fue casualidad, lo del enterramiento inesperado sí. Lo cuenta ahora Coco sentado en la sala de su casa, en el Reparto Escribano, cuando reconstruye de a poco los pedazos de la increíble historia a la que sobrevivió.

“Llevaba tiempo trabajando ahí, pero el domingo no tenía ni gas para cocinar y me fui para allá a recoger carbón. Yo siempre voy por el tejar y veo a todo el mundo y ya saben que estoy allá abajo, pero el domingo no había ni un alma allí, entonces yo me metí para allá adentro y me puse a sacar carbón.

“Ya tenía el carbón afuera y dije: Voy a sacar el palo ese de ahí, porque de todos modos van a meter leña, pero cuando yo me meto a sacar el palo siento el derrumbe y ya no me daba tiempo a salir; entonces me tiré de ‘lao’ para que no me pasaran todas las piedras por arriba. Me taparon completo que no podía moverme”.

Dije: Me voy a morir, ¿qué voy a hacer con esa cantidad de piedras?, eran tres toneladas de piedras que tenía arriba, relata Coco.

Cuatro horas bajo tierra

Afuera solo se sintió de lejos el estruendo, dice parada en medio del camino María Gutiérrez Cruz, esposa del dueño del horno. Aparentemente sin explicaciones, el embudo aquel de piedras se había ido desplomando. En pie quedaba parte de la estructura y la puerta por donde se meten los palos para hacerlos arder, mientras tanto, adentro, Coco estaba atascado sin nadie saberlo.

“Era como si llovieran las piedras —describe María—. Eso jamás había pasado. Mi hijo y otro amigo corrieron para allí y empezaron a gritar: ¿Hay alguien ahí?”.

Entonces una voz les respondió: “Sí, soy yo, Coco, que estoy aquí”, cuenta ahora el sobreviviente. Empezaron a dar gritos y a correr y vino todo el mundo.

Desde los vecinos de Hornos de Cal hasta los del Reparto Escribano, el Sistema Integrado de Urgencias Médicas, la Brigada de Rescate y Salvamento, la Policía Nacional Revolucionaria. Y mientras sacaban una piedra caían muchísimas.

“Allá abajo no pensé nada como me sentía con vida y el aire no me faltaba más o menos me mantuve respirando poco a poco. Dije: Me voy a morir, ¿qué voy a hacer con esa cantidad de piedras?, eran tres toneladas de piedras que tenía arriba. Me preguntaban: ‘¿Estás vivo?’, y yo decía: No te preocupes, estoy vivo, dale, y desde abajo yo los ayudaba. Dios me acompañó”.

Pasaban horas y horas en las que solo se le escuchaba la voz. Los bomberos avanzaban y las piedras seguían cayendo, atrapándolo más. Entonces, según recuerda ahora el licenciado en Enfermería Francisco Cabrales Pérez, que formó parte de la tripulación de la ambulancia, “colocaron una tabla espinal de madera —especie de camilla— para evitar que las piedras lo volvieran a tapar. Cuando los bomberos pudieron acercarse más a él se sacaron los dos balones de oxígeno del carro, se empató la manguera y por un hueco entre las piedras se le alcanzó la mascarilla para poderle poner el oxígeno mientras seguían los trabajos de rescate”.

Demoraron alrededor de cuatro horas. Los integrantes de la Brigada de Rescate y Salvamento con precaución para sacarlo con vida, la doctora auscultándole desde fuera hasta la voz con las preguntas, los vecinos y los familiares alcanzando agua a los socorristas. Y el sol inclemente, tanto como las piedras que seguían desmoronándose.

Casi cuatro metros de piedra estaban sepultando en vida a Luis Hernández Casanova.

A salvo

“Yo lo que sentía era una lluvia de piedras —rememora Coco—. En ningún momento perdí el conocimiento. Lo único que sentía eran las piernas que ya se me iban entumiendo y entumiendo, porque estaba como agachado, y una piedra que tenía aquí —se apunta cerca de la cabeza— era la que me apretaba, movía las manos, pero ya me las sentía también entumías.

“Abrieron un tramo y dijeron: ‘Míralo, aquí está’ y respondí: Cuando tú me saques todas esas piedras me voy a sentar. Poquito a poquito saqué las que tenía atrás y les dije: Ahora me jalas con toda la fuerza para atrás, me dio un jalón que brinqué por arriba de él. Cuando me sacaron estaba un pueblo ahí y todo el mundo aplaudiendo, llorando y montándome en la ambulancia le dije adiós a todo el mundo. Ya cuando me vi afuera dije: Libré de esto”.

Fue casi un milagro el rescate y la salvación.

Fue casi un milagro: el rescate y la salvación. Lo sabe la doctora Tania Medina Vera, quien a bordo de la ambulancia ha asistido no pocas eventualidades. “Pensamos que tenía fracturas costales, craneales, pero no se le rompió ni un solo hueso. Hubo que picarle la ropa y las botas para atenderlo y revisarlo. Tenía hematomas en la región de los calcáneos, un trauma de cráneo simple, quemaduras por presión y signos de deshidratación. Se le canalizaron venas, se le puso sonda vesical, todo lo que se hace en apoyo vital hasta trasladarlo al Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos”.

Y en la institución hospitalaria no faltaron las atenciones, dice Coco, ni en la casa tampoco, añade Zenaida Estrada, su esposa, quien reconoce lo mismo a la doctora y la enfermera del consultorio que a los vecinos que no han dejado de alcanzarle pastillas y pomadas.

“Reconozco el trabajo de los compañeros de la ambulancia, los bomberos, los policías que salían con las manos llenas de sangre de sacar piedras y también a Narciso, Andy y todo los que me ayudaron”.

Ni en las décadas que lleva de rastrillero de la Planta de Asfalto había estado tan cerca de la muerte. A Coco del susto que no tuvo y vivieron todos le quedan, por ahora, unas quemaduras en el hombro y en los glúteos, la herida minúscula en la cabeza, los pies hinchados y las marcas de los golpes de las piedras por todo el cuerpo. Por eso este 10 de abril, cuando esté cumpliendo 67 años, celebrará también otro nacimiento: el del día aquel que sobrevivió a su propio enterramiento.

Cuatro horas demoraron los integrantes de la Brigada de Rescate y Salvamento con precaución para sacar a Coco con vida, la doctora auscultándole desde fuera hasta la voz con las preguntas.

(Tomado de El Escambray

Se han publicado 32 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Anabel dijo:

    Muy bien escrito Dayamis Sotolongo. Muchas gracias. Preciosa historia por todo y por todos

  • vivi dijo:

    Bien por ti, Coco , aguantaste y sobreviviste para hacer el cuento !!!

  • alfre2 dijo:

    Felicidades para todos, los rescatistas, bomberos, policías, vecinos, médicos, enfermeros, ambulancieros y en especial a Coco por su próximo cumpleaños y su nuevo nacimiento. Fuerza y gracias a todos por tan bello gesto de solidaridad.

  • Eugenio Trimiño dijo:

    Ahí es cuando sepone a prueba de que estamos echo los cubanos de puro corazón y apoyo vital de nuestra instituciones de salud y rescate , Coco mis bendiciones celebrare contigo Felicidades

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Coco con una estabilidad emocional de altura, el personal de salud con toda voluntad y amor y todas las fuerzas del pueblo, salvaron una Vida para felicidad compartida por muchas y muchos.

  • Cuba Sana dijo:

    Pobre anciano, es muy cierto Dios lo acompañó su fe lo mantuvo vivo!. Esperemos ya tenga gas para cocinar, no es justo que eso suceda. Dios le bendiga y acompañe.

  • Alberto Medina dijo:

    Buen trabajo de los los socorristas, mis felicitaciones para ellos

  • Rolo dijo:

    Que bien se siente librar de la pelona, lo digo por experiencia, a coco, que disfrute su segunda oportunidad al máximo.

  • Maura Hernández Cruz dijo:

    Excelente trabajo de todos. Pronta recuperación para Coco.

  • Josep dijo:

    Como decimos los Cubanos, escapó en tablitas jajaja, Ojalá y se mejore rápido, saludos

  • Jose dijo:

    Milagroso sorprendente bien por el trabajo de bomberos y grupo de apoyo vital del soul médicos y enfermeras pronta recuperación "Coco".

  • Dayana dijo:

    Gracias a Dios no pasó nada peor. Ése no era su día d partida. Contenta d que Paco esté bien. Y felicitar a todos los q ayudaron. Así somos los cubanos. !!

  • cholimorau dijo:

    “El coco no tiene agua, no tiene masa, no tiene na, .....ya lo tenerá). El que sube como palmera puede caer como coco. Salud y felicitaciones en tu cumpleaños de mañana dia 10
    COCO

  • Adis Nuria Quesada Torres dijo:

    FELICIDADES A TODOS LOS VECINOS, FAMILIARES Y MIEMBROS DEL CUERPO DE BOMBEROS, MEDICOS Y TODO EL PERSONAL QUE ASISTIO A COCO ES UN SIMBOLO DE HUMANIDAD EN NUESTRO PAIS

  • Kilo dijo:

    Cuando no te toca...

  • Maria Teresa Castro dijo:

    Felicidades cuidese mucho Coco

  • bebe dijo:

    Nació el Comp. Coco debe celebrar el cumpleaños doble, felicidades a todos que con sus esfuerzos pudieron sacar con vida al compañero

  • love dijo:

    FELICIDADES COCO POR TU CUMPLEAÑO 67 Y POR TENER TANTAS FUERZA AL ENCONTRATE EN ESA PROFUNDIDAD Y TENER VIDA.ERES UN COJJJJJJJJJJJDO
    FELICIDADES A ESE EQUIPO DE TRABAJO ASI COMO0 A TODOS LOS RESCATISTA
    CUBA VIVE .CUBA SALVA

  • CarlosG dijo:

    Felicidades para Coco y todos los rescatistas que lograron un final feliz. Ahora toca analizar dónde ustuvo el error humano que propició el accidente, qué hacer para minimizar los riesgos y a partir de la experiencia reconstruir la calera con un mejor diseño y medidas para la prevención de riesgos. Éxitos.

  • Remberto dijo:

    Wao sorprendente, que bueno que no le paso nada!!!!

  • OSMAINE FUENTES dijo:

    Felicidases coco Y A TODO EL PERSONAL DE RESCATE QUE CUMPLAS MUCHOS ANOS MAS Y QUE TE RECUPERES PRONTO.

  • Adonis Fernandez Mulen. dijo:

    Exelente articulo, y felicidadez a coco.

  • Sara dijo:

    Qué bueno. Todo salió bien y mucha solidaridad.

  • Oderlina cobas ortiz dijo:

    i Qué alegría me inunda la vida !
    Gracias a los que salvaron la vida de la persona accidentada .
    En Cuba la vida de la persona es esencial .
    Bendito nuestro Estado Revolucionario SOCIALISTA .

  • Yo dijo:

    Coño Coco, dobles felicidades para ti y para todos los que ayudaron a ese gran salvamento, así es como debemos vivir, ayudándonos es la mejor fórmula para vivir, felicidades

  • Lia dijo:

    Gloria a Dios. Una nueva oportunidad de vida.

  • Dailin dijo:

    Gracias al DIOS creador de todas la cosas que lo mantuvo con vida,es un milagro de ÉL Y que le dio fuerza al equipo de rescate.

  • Noel G dijo:

    Que clase de Coco. Ahora mucha salud y deja el carbocito.

  • ismael dijo:

    Muy bien contada la historia,se salbó de milagro y gracias a la atencion de los compañeros de salud y los bomberos,los factores de la comunidad,deben resolverle una balita de gas al anciano Coco por su cumpleaños.

  • Dayana dijo:

    Muchas felicidades para todos por la rápida respuesta antes este suceso y bendiciones para Coco es un guerrero

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