Imprimir
Inicio »Especiales, Cultura  »

La página nueva la escribe El Mayor

| 16 |

Esta presentación responde no solo al deseo incalculable de Rigoberto de que la película se rodara primeramente aquí, sino también al apoyo incondicional de las autoridades agramontinas. Imagen: Juventud Rebelde.

Va cabalgando sobre una palma escrita
y a la distancia de cien años resucita.
Silvio Rodríguez

La sorpresa de la pantalla trae hoy una película diferente. Trata el esforzado amanecer de jóvenes cubanos que se vieron a sí mismos en el brillo de los machetes con que enfrentarían a la soldadesca española.

Con cada paso entraban en la vorágine que marcó sus vidas, cuando bordearon riesgos y acechanzas. Eran potencias sostenidas en sus cuerpos, que se erguían ante el porvenir. Ya no sería la misma juventud marcada por frivolidades de ocasión, sino soldados de la Patria respondiendo al vocablo más honorable, mambises.

La evocación que exalta la cultura nacional es memoria y festejo, y también motivo de meditación. Se expresa en una película, El Mayor, y en la dolida ausencia que traduce una decisión sin freno ni pausa, la de Rigoberto López, su realizador. Como entorno tiene la exaltación de la Patria, más amada cuanto más la agreden, estoica, entera, que no permite achicamientos. Entrega razones que son concreción en la sangre, carne en la carne. Hija que ama la dignidad cuando mucho se le escarnece, la Patria, madre amorosa pero exigente, impone en las espaldas de los suyos un tiempo de sacrificios que deben superar los corazones.

Asistimos a un extendido diálogo, un desencuentro y, también, un homenaje a quien quemó sus propiedades y dio la libertad a sus esclavos. El experimentado Carlos Manuel de Céspedes muestra las heridas, la fatiga y la sabiduría del combatiente crecido en la manigua. Es la batalla-diálogo que se resuelve cuerpo a cuerpo. El joven Ignacio Agramonte responde a los ardides de los adversarios con potencialidad retadora, bríos y reflejos de azogue en el combate. Los dos protagonizan el relato, son por igual rivales en el amor a Cuba, cada uno respondiendo a criterios y exigencias confluyentes, aunque confrontados en los métodos.

El cineasta cubano Rigoberto López (D), director de la película El Mayor, junto al actor Daniel Romero Pildain, protagonista del filme, en conferencia de prensa en la ciudad de Camagüey, el 16 de enero de 2018. Foto: Rodolfo Blanco/ ACN.

Conservan el respeto mutuo para que sus concepciones no puedan colisionar y constituir agravantes al propósito magno. Cuidan que el riesgo dictatorial no entorpezca la unidad en la acción, que en sus posicionamientos no cupieran la subestimación o la duda, sino un entrecruce de criterios, variantes que no dañen el proyecto de la independencia. Las connotaciones llegarían a mayores cuando la guerra adensara el peligro y el relato bordeara caracteres y definiciones.

Sintetizo con respeto el asunto en el argumento de El Mayor, de Rigoberto López, al menos en su progresión, sin develar el argumento en la totalidad, ni las complejidades que le dieron cuerpo y sentido. Solamente me traicionan los sentimientos al recordar la enfermedad y la muerte del amigo, la pérdida de una pierna y la amenaza de otras amputaciones, afrontado a la persistencia del dolor, ya sin sosiego. Con insistencia la mente me devuelve a su habitación en el hospital y en la sala de su casa, estrecha para tanto ímpetu, donde instalaron equipos de montaje y el trabajo de una editora. En esa batalla también se alzaba el artista con intensidad mambisa.

Admiré la decisión y la desesperada entrega de Rigoberto, porque el tiempo traicionaba la progresión de la película y veía cerrarse el ingrato círculo de su propio final. El conocimiento de la gravedad no le hizo flaquear, ni el fin anunciado, ni el empeño en dejar concluida la obra donde –nunca dicho con tanta justicia– le iba la vida.

Anotaba encargos a cumplir para conseguir los efectos deseados. Se dice o escribe con facilidad, pero presenciábamos el denodado combate de la
voluntad frente a un designio implacable. A manera de entrevista para la revista Cine Cubano, en los primeros días después de su muerte organicé unos párrafos soslayando el asunto central del momento. Asumí episodios de su formación y algunos asuntos que martilleaban su mente. Preferí anotar su labor como documentalista, una de las trayectorias más persistentes entre los cineastas cubanos. Por el momento soslayé El Mayor, entonces en el final de su realización, frente a la certeza ya esperada del desenlace.

Rigoberto había labrado innegable prestigio como documentalista. Algunas de las piezas más significativas del repertorio que muestra el ICAIC son obras suyas. Su trayectoria en el cine de ficción halló resistencia en la crítica de sus colegas, pero en el plano internacional le otorgaron aprecio y valor. Esas condicionantes gravitaban en su ánimo. Esperaba que El Mayor contribuyera a deshacer reservas intencionadas. Esta tarde ustedes podrán apreciar sus incuestionables significados. Él precisó su esperanza, puesta en la película, afirmación y constancia de su compromiso:

“Hay que decir que es un esfuerzo extraordinario –dijo– y que un proyecto como este pone a prueba la conciencia de estructuras con respecto a la necesidad y su importancia trascendental. Este esfuerzo que realizamos lo amerita, sobre todo para la juventud que necesita un paradigma como el Mayor. Me siento estimulado y satisfecho de haber emprendido un proyecto de esta envergadura y que todo cuanto tenga la importancia que merece sea aceptado por el pueblo cubano como un homenaje a ese hombre extraordinario”.

Cuando leo esa declaración, como los cronopios de Cortázar desato bártulos colmados de recuerdos. Me veo en mi natal Ciego de Ávila, entonces municipio camagüeyano, en el aula de mi maestra preferida, Melania, una negra tamaño familiar que llevaba la asignatura Moral y Cívica. Avanzada una mañana, derrochó solemnidades para ordenar con voz de tribuno romano: “Busquen una página nueva en la libreta de dictados. Copiaremos la Constitución de Guáimaro. Es breve y hermosa como un poema. Escriban”. Leyó emocionada lo que El Mayor redactó en la ocasión historiada.

Esa lección quedó entre mis recuerdos preferidos de cuando en las páginas que Melania nos hacía amar, la historia no quedaba distante, ni ajena, ni críptica, sino un motivo de amor constantemente renovado. Ojalá ustedes, como yo, sientan ese beso de la Patria, discreto pero firme, mucho más que un rumor en la mejilla. Que tan significativa experiencia nos ocurra viendo esta película que nos trae a Ignacio Agramonte al frente de su caballería, bajo el sol, sorteando palmas y derribando enemigos.

*Texto del escritor Reynaldo González en la presentación de El Mayor, el pasado 20 de octubre

Vea además:

Película El Mayor tendrá una presentación especial en homenaje al Día de la Cultura Cubana

Se han publicado 16 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • madamemerle dijo:

    Qué maravillosas y sentidas palabras, ojalá pronto todos podamos ver la película, incluso por televisión porque somos unos cuantos de la tercera edad que se nos dificulta salir

  • María de Jesús Sánchez Bouza dijo:

    Una película necesaria. Siento especial admiración por este héroe nuestro de la guerra de independencia. Ejemplar patriota de nuestra querida y amada patria.

  • VCL dijo:

    BRAVO!!! Un merecido homenaje a este gran patriota.

  • candela y mas candela dijo:

    con tanta historia vivida durante nuestra independencia y la falta que hay en los medios de obras que la exponga. Los espacios de aventuras, teatros, peliculas deberian abordar estos temas historicos. Ya estamos cansados de tantas series extranjeras

  • amc dijo:

    Estoy ansioso por ver el filme, de seguro que ha sido la Obra Maestra del destacado cineasta y documentalista Rigoberto López Pego. Es hermoso ver obras como esta salidas de nuestros realizadores. No pierdo las esperanzas de ver realizadas en nuestro país dos películas: una de Calixto García y una de José Martí adulto.

    Mis saludos y respeto a todos los que tuvieron que ver con esta obra. Sé que me gustará.

  • Rafael dijo:

    vorágine, acechanzas, estoica, concreción, escarnece, ardides, confluyentes, colisionar, adensara, denodado, soslayando, cronopios, bártulos, críptica. Me parece muy buena su valoracion sobre la pelicula y el director, pero trate de usar menos palabras que el ciudadano promedio tenga que buscar en el diccionario y asi su mensaje llegara a mas personas. El conocer el significado de estos vocablos no nos hace seres superiores, el llevar nuestro mensaje y educar a muchos, sí

    • Osvaldo dijo:

      Entiendo su mensaje...pero debemos intentar «elevar» nuestro intelecto antes de exigirle a otros que «bajen» a nuestro nivel...en cualquier caso creo que se entiende el mensaje del autor. Esto no se escribió para Cubadebate originalmente, sino para otro tipo de auditorio...estamos hablando de un escritor, Premio Nacional de Literatura...un piquito de por favor...

  • DR dijo:

    Significativo homenaje al inolvidable Ignacio A., sus ideales y ese hermoso amor que vivió con Amalia S.

  • Dinardo Suárez Rojas dijo:

    Deben proyectarla por la Tv.
    Dinardo

  • Zuzel dijo:

    Bellas palabras de Reynaldo González para la trayectoria y la obra de quien fuera un cantor de las diásporas que nos conforman, un cineasta fiel a su experiencia de vida, a su gente, a su revolución, a su Cuba toda, multi e intercultural, a su amadísimo Caribe, a su omnipresente África, a la Europa que nos corre y el Asia que nos atraviesa. Gracias Rigo! Sobre El mayor, solo decir que otra entrega espectacular, con actuaciones muy buenas y diálogos muy sinceros y develadores. Creo que hasta los televisores de cada escuela cubana agradecerían poder mostrársela a nuestros niños. Solo lamento no haber leído los créditos finales pues desde las escena en que el mayor cayó mortalmente herido mi mente se empeñó en tararear la canción del Silvio: El hombre se hizo siempre de todo material...Sin dudas le pasará a mucho otros espectadores.

  • Gamora dijo:

    Deseando ya ver el filme de un ícono de nuestras guerras independentistas, a veces poco abordado. Gracias, Rigoberto, por este homenaje tan hermoso y especial para los camagüeyanos!

  • Queso proceso dijo:

    Importante filme..sobre todo para Nuestros jóvenes.!!!!...

  • Lujan dijo:

    ¡Viva Cuba Libre!
    Juntos todos los patriotas frente a tiranos y mercenarios.
    Sigue cabalgando el mayor con su herida…

  • Aníbal del Prado dijo:

    Acaben de pasarla por TV de una buena vez!

  • desde Camaguey dijo:

    Pero cuando podremos ver los Cubanos la Película del Mayor.??????????

  • armando dijo:

    Ahora me siento un tanto más orgulloso de ser camagueyano, hijo de la tierra del Mayor, del Camaguey de tinajones y sombreros. Ojalá podamos ver este filme muy pronto en la pantalla chica

Se han publicado 16 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Vea también