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Las islas encantadas: A propósito del 485 aniversario del descubrimiento de las Galápagos (+ Fotos)

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Foto: Julio Larramendi.

Fray Tomás de Berlanga, obispo de Panamá, se acomoda en su camarote, listo para partir hacia Lima. Es marzo de 1535 y el emperador Carlos V le ha encargado arbitrar disputas territoriales entre los conquistadores Francisco Pizarro y Diego de Almagro.

Una suave brisa hincha las velas de la nave que se desliza veloz sobre las aguas del mar Pacífico. Luego de una opípara cena, rociada con un buen Rioja, el obispo se despoja de su hábito y se dispone a dormir, lejos de los ruidos mundanos y los mosquitos que lo atormentan cada noche en su sede, rodeada de selvas y pantanos. Será un viaje tranquilo y rápido.

Horas más tarde lo despiertan los gritos del contramaestre que transmite las órdenes del capitán, y el frenético ajetreo de los marineros arriando las velas y asegurando todo lo que pueda rodar sobre la cubierta: se les viene encima una tormenta.

Han pasado tres días terribles durante los cuales la pequeña nave, construida en La Habana, resistió los embates del viento y las olas, que la llevaron a cientos de millas de la costa, muy lejos de su derrotero original. Las cartas de navegación indican que están en medio de la nada. Han perdido casi todos los barriles de agua potable y las raciones de comida han sido contaminadas por el mar.

Un grupo de aves vuela sobre ellos, en dirección contraria hacia donde está la costa según el mapa y la brújula. Pero como constituyen un indicio seguro de tierra cercana, el capitán decide seguirlas. A las pocas horas divisan las suaves y verdes colinas de unas pequeñas islas desconocidas.

Los sorprende la enorme cantidad de especies de la flora y la fauna nunca antes vistas; en particular, las enormes tortugas. Pocos años después, en los primeros mapas que incluyen las islas, realizados por los cartógrafos Abraham Ortelius y Gerardus Mercator, estas aparecen descritas como “Insulae de los Galopegos” (Islas de las Tortugas). A partir de entonces, las Galápagos fueron aprovechadas por piratas ingleses para esconder los botines obtenidos al atacar a galeones españoles que llevaban oro y plata del Nuevo Mundo hacia España.

La primera misión científica llegada a aquellos parajes fue la de Alessandro Malaspina, en 1790. La más importante y conocida, la de la nave británica HMS Beagle, bajo el mando del capitán Robert FitzRoy, que arribó el 15 de septiembre de 1835, como parte de un recorrido que la llevaría a Valparaíso, Callao, Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia y cabo de Buena Esperanza. El joven naturalista Charles Darwin y una buena parte de la tripulación realizaron estudios geológicos y biológicos de cuatro de las islas durante cinco semanas, aunque Darwin estuvo en tierra solo dos, investigando plantas y animales. Estos estudios le permitieron formular y fundamentar su teoría sobre el origen de las especies, base de la Biología Evolutiva.

Formada por 13 islas grandes, 9 pequeñas y 107 rocas e islotes, con una superficie total de 8010 km2 y una población actual de poco más de 33 000 habitantes, el archipiélago Galápagos, rodeado por el mar Pacífico, es una de las provincias de Ecuador, país al que fue anexado en 1832.

Foto: Julio Larramendi.

Es el segundo archipiélago con mayor actividad volcánica, superado solo por Hawái. Sus volcanes más activos son Cerro Azul, Sierra Negra, Marchena y La Cumbre; este último, en la isla Fernandina, uno de los más activos del mundo.

Declarado Parque Nacional en 1959, Patrimonio Natural de la Humanidad en 1978, y, en 1985, Reserva de la Biosfera, en 2007 la Unesco declaró al archipiélago Patrimonio de la Humanidad en riesgo medioambiental, y estuvo incluido en la Lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro hasta 2010. Es la segunda reserva marina más grande del planeta.

El turismo constituye la principal fuente de ingresos de Galápagos, con más de un cuarto de millón de visitantes al año, lo que exige una rigurosa organización para no sobrepasar las cargas de senderos y paseos submarinos. La inmensa mayoría de los turistas hacen vida a bordo de pequeñas y medianas embarcaciones que los llevan a las diferentes islas. El buceo se ha convertido en una muy concurrida actividad, pues las aguas que rodean al archipiélago albergan decenas de especies.

En las islas se pueden apreciar reptiles, aves, mamíferos y plantas únicas en el planeta, entre las cuales las tortugas gigantes (complejo Chelonoidis nigra, con 10 especies) resultan, sin dudas, la gran atracción. Con su lento andar y enormes caparazones, se encuentran en varios espacios abiertos donde pastan como ganado. El más célebre de estos quelonios, Solitario George, último ejemplar de la especie tortuga gigante de Pinta (Chelonoidis abingdonii), murió el 24 de junio de 2012, después de vivir algo más de 100 años. Su cuerpo fue declarado Patrimonio Cultural de Ecuador.

La Estación Científica Charles Darwin, en la isla Santa Cruz, donde radica el Centro de Reproducción y Crianza de la dirección del Parque Nacional Galápagos, realiza proyectos de investigación científica y de educación ambiental, monitorea el estado de las poblaciones de la flora y la fauna y tiene un Centro de Interpretación de Historia Natural para los visitantes.

Preservar al archipiélago Galápagos con una diversidad cercana a la encontrada por fray Tomas de Berlanga hace casi medio milenio, no solo resulta un compromiso del presente con uno de los mayores tesoros naturales de la humanidad, sino una obligación con el futuro.

En fotos, descubre esta maravillosa isla

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Foto: Julio Larramendi.

Se han publicado 6 comentarios



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  • Mary Luz Borrego dijo:

    Una belleza salvaje incomparable. Felicidades al autor.

  • Hugo Ernesto Gálvez Olmo. dijo:

    Una maravilla de la naturaleza, estoy convencido de que Charles Darwin al conocer las islas Galápagos y sus singulares características de flora y fauna, consolidó la idea de la teoría de la evolución. La teoría de la evolución, la idea de la selección natural y su papel en la evolución de las especies, la herencia y la variación como elementos determinantes en el desarrollo evolutivo de la vida en la tierra, no puede tener más armonía y coherencia científica, es lamentable como muchas personas sin siquiera tener elementos básicos de esta teoría, son capaces de cuestionarla, ni los más fieles cristianos debieran ignorarla.

  • El tunero dijo:

    Es algo muy hermoso que todo persona quisiera tener la posibilidad de palpar en el lugar,ojala que las nuevas generaciones puedan verlas tambien.

  • lesther veloso santos dijo:

    un gran descubrimiento para el ser humano y espero que perdure para toda la vida en el planeta tierra.... pues al paso que van los ricos, no sera la demora que desaparesca tal maravilla de nuestra madre naturalesa.....al igual que muchos descubrimientos maravillosos como los polos norte y sur.....

  • Caridad dijo:

    Que bellas son estas islas, ojala y perduren sin que los hombres interfieran para mal en su entorno natural.

  • fernando torres portuondo dijo:

    sin comentarios la naturaleza misma, ojala perdurara para la eternidad.

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Julio Larramendi

Julio Larramendi

Fotógrafo cubano. Sus fotografías son publicadas en diversos libros y revistas lo mismo en Cuba como en el extranjero.

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