Sigue la polémica con El rostro de los días
Si una telenovela reúne cada noche a cientos de miles de personas interesadas frente al televisor, si los deja expectantes ante lo que sucederá en el próximo capítulo, si crea simpatías o antipatías con sus personajes… pues esa telenovela ha cumplido con uno de sus objetivos elementales: conectar con su público, entretenerlo, acompañarlo.
Si una telenovela genera un debate sobre los asuntos que aborda, si esos asuntos competen a buena parte de la teleaudiencia, si ofrece una visión interesada sobre su contexto, si influye de alguna manera en la agenda pública… entonces esa novela ha trascendido su “misión” básica de entretener y ha validado (o puesto en crisis) ideas más o menos generalizadas.
Eso hizo El rostro de los días. Ese ha sido su éxito mayor, apoyado en una estrategia que desde el principio la posicionó en las redes sociales, gracias al empeño de sus realizadores y actores.
Uno podrá comulgar o no con el derrotero o el planteamiento mismo de las tramas, con la construcción de los personajes, con la concreción de la puesta en pantalla (de eso ofreceremos nuestra visión); pero el mero hecho de poner sobre el tapete temas más o menos problemáticos, asumiéndolos desde los códigos esenciales de un género, ya es un plus… si se tiene en cuenta que una parte de la producción universal de la telenovela se contenta con divertir o epatar a golpe de pura peripecia.
El extraordinario impacto de esta producción en las redes es una muestra de su relevancia en la parrilla. Gustó o no gustó. Pero dejó a pocos impasibles.
Y ciertamente lo hizo sin traicionar esencias del melodrama: la contraposición de fuerzas (el “bien” frente al “mal”) en tramas que siguen los altibajos del amor, con sus enredos y secretos.
Los que le piden a la telenovela un compromiso férreo con eso que llamamos “la realidad”, los que le reclaman la profundidad de un tratado o una investigación periodística, los que le exigen un posicionamiento ejemplarizante y definitivo sobre los temas que aborda… suelen ignorar la naturaleza de un género sometido siempre a escrutinios cuestionadores.
No significa que una telenovela tenga que ser por edicto frívola o insustancial (esta no lo fue); no significa que los moldes sean inamovibles; y obviamente una telenovela puede (y hasta debe) “tomar partido”. Pero siempre importará el ser humano y sus accidentes. Mucho más que el entramado político, social, económico, filosófico en que se mueva.
Centrar la discusión en que si un hogar materno parece más bien un hotel o en que es casi imposible que una madre abandone a su hija en un hospital (según los realizadores ha habido más de un caso) es tomar el rábano por las hojas. La telenovela se ocupa de lo posible, no de lo probable. La mayoría de nuestras historias domésticas no clasificarían para centrar folletines: aburrirían al respetable. Importan los eventos extraordinarios de la gran anécdota, lo espectacular en lo cotidiano.
E importa, también, la manera en que se estructura ese relato. El ritmo. La coherencia. La composición y la incidencia en la historia del censo de personajes.
En El rostro de los días se esbozó el clásico triángulo amoroso; pero hubo demasiado regodeo en su concreción. Se articularon tramas interesantes en torno a la trama principal; pero por momentos esas tramas secundarias se llevaron toda la atención (y los protagonistas casi parecieron personajes de segunda fila). Se construyeron personajes bien matizados, pero algunos perdieron fuerza, se “deshilacharon”: es el caso de Manuel, “utilizado” en los últimos capítulos para ajustar cuentas en una historia que le era casi tangencial.
El pacto ficcional al que nos tienen acostumbrados las telenovelas cubanas “realistas” fue, hasta cierto punto, fracturado con la presencia recurrente de la esposa fallecida de Fabián. Aunque —salvo en la tan comentada escena del muelle, donde hubo evidentes reminiscencias de un realismo mágico no bien “digerido” por todos— se lograron insertar sin grandes traumas en las situaciones.
No creemos que la exasperación que causó la demora de Lía en denunciar a su agresor haya sido un defecto del libreto: se explotó lo que en su tiempo le resultó a Félix B. Caignet con don Rafael del Junco en El derecho de nacer. Si la gente pedía tan insistentemente que Lía hablara fue, sobre todo, porque se identificaba con esa historia.
La solución a ese conflicto no podía complacer a todo el mundo porque se afinca en un debate en el que no hay consenso: la interrupción del embarazo.
La pregunta sería: ¿es coherente lo que decidió Lía? Nos parece que sí. Algunos estarán de acuerdo y otros no. Juzgamos a los personajes como juzgamos a las personas.
Lo que no se debería perder de vista es que la telenovela no tiene que ser un material didáctico, ni tiene, en todo caso, una obligación irrestricta con “lo correcto” (concepto, por lo demás, bastante complicado).
Una telenovela habla de valores universales y los maneja en función de sus tramas. Si decide tratar asuntos peliagudos, corre el riesgo de herir sensibilidades o provocar reacciones encontradas. Más fácil sería hablar de temas insustanciales sobre los que hay cierta unanimidad.
Bienvenido (y necesario) el debate.
Plausible que se haya hablado de la maternidad y la paternidad responsables, de la complejidad de las relaciones interfamiliares, del rol (y la entrega) de los maestros y el personal de la salud, del amor en la tercera edad, de la pareja homosexual plena (aunque es hora ya de “normalizar” más esas parejas: pareciera que los homosexuales son incapaces de expresar sus sentimientos amorosos); y que haya generado una polémica sobre las reales alternativas de la mujer en la contemporaneidad, más allá de lo que planteó el argumento.
Sobre la puesta habría que decir lo de casi siempre: ha sido funcional en la mayoría de sus acápites. La telenovela cubana todavía tiene que dar el salto en la factura que la ubique más cerca de ciertos estándares internacionales. Es un empeño para el que no bastan talento y buenas intenciones, pues tiene mucho que ver con esquemas de producción y suficiencia tecnológica.
Aquí y allá se ensayaron soluciones visuales sugerentes, hermosas vistas de la ciudad que pusieron notas de color y contexto (eso suele faltar en las teleseries cubanas), aunque por momentos resultaron algo largas.
La banda sonora no fue mero acompañamiento o ambientación. La decisión de insertar en los capítulos canciones completas fue acertada, pues esas composiciones muchas veces incidieron en la progresión de las escenas. La variedad y la calidad de estos temas musicales ameritarían una edición discográfica. Algunos se han convertido en verdaderos hits.
Y uno de los valores indiscutibles ha sido el nivel del ejercicio actoral. Hemos sido testigos de buenas interpretaciones, empezando por los protagonistas y los principales antagonistas… sin contar el desempeño de los más jóvenes: niños y adolescentes que asumieron sus roles con suficiencia y naturalidad.
Esa sí es una batalla que parece ganada para el teledramatizado nacional: actores mucho más acordes con la edad y la apariencia de sus personajes. Gracias a eso, una excelente generación de intérpretes recién egresada de nuestras escuelas de arte tiene cada vez más oportunidades en la televisión.
Con sus luces y sombras —en nuestra opinión, más luces—, El rostro de los días ha mantenido una estela de dignidad e impacto social que ya era notable en su predecesora, Entrega, y a la que se suman la mayoría de los telefilmes que se estrenaron este verano y la teleserie Lucha contra bandidos.
Es un momento interesante para el dramatizado televisivo nacional. Habría que ver cuáles serán sus próximos derroteros, necesariamente influidos por la actual circunstancia.
(Tomado de Cubasí)
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estimado Yuri:
Porque ud no imparte un curso nacional de crítica de tv y cine , por su equilibrio , sobriedad, certeza y talento ??
Gracias Yuri Nórido. Al fin leo una crítica con ética y donde todos o la mayoría de los defensores de la novela, me incluyo, aceptamos. No somos ciegos ni especialistas en lo técnico pero si sabemos de ética y respeto. Por supuesto que tuvo sus luces y sombras, más luces, pero no era necesario "desconstruir" y ser hiriente sin ápice de ética y respeto. La novela en lo general gustó a miles de cubanos dentro y fuera, ese es un mérito, entre otros, que siempre se recordará y que debío ser dicho por el NTV, en su emisión estelar.
Muy buenas sus reflexiones sobre la novela ¨El Rostro de los Días¨, siempre en todo producto nacional hay sombra y luz, pero en esta prevaleció la luz, además con solo tener sentado a las familia cubana en el horario de 9.00 pm a 10.00 pm disfrutando de un espacio que siempre ha sido del cubano para de esta forma tener un espacio donde nos entretenemos.
Además debo expresar que la novela cumplió con su objetivo, pues nos dio a entender en ciencia ficción la realidad que vive el cubano de a pie y sobre todo dio un mensaje para las madres que tienen hijas adolescentes.
Todo su elenco de actores fueron muy profesionales en el rol que les toco asumir en la novela y gracias a sus escritores, editores y a su directora Noemy.
Gracias.
Excelente su critica muy atinada, ya sabia que tantas personas no podian estar equivocadas es cierto que la telenovela no es perfecta pero fue aceptada y muy esperada cada noche algo que no se veia hacia mucho tiempo con una produccion nacional, Felicidades
Agradecida de leer una critica especializada con la que me identifique. Gracias a usted y al colectivo de El Rostro de los Días.
Por largo tiempo existira la polemica del Rostro de los Dias faltaron cosas reales en la vida del ser humano y otras muy superficiales. Al menos nos distrajo mas aun en el confinamiento de la covid
La novela es para entretener. Si entretiene ya cumplió el 100% de su objetivo.
Fines instructivos, académicos, moralistas y ejemplarizantes de salen de su objetivo histórico. Quien los busque en una novela no tiene ideal del género.
Se puede estar de acuerdo o no con las ideas de la novela.en cuestión. Pero no cabe dudas que cumplió
Felicidades a todos sus integrantes. Dentro y fuera de la pantalla.
la novela me gustó mucho realmente muy ajustada a la realidad cubana y eso es lo que nos gusta a todos los televidentes y es muy emotivo ver en nuestras noches una telenovela cubana. no estoy de acuerdo con las criticas que le hacen a la novela ya que estuvo muy bien armonizada desde la concreción de sus personajes hasta las historias el final estivo maravilloso y sí lia tenía que tomar la decisión del aborto ya que no podá dejarse a un hijo no deseado y mucho menos que era fruto de una violacion orrenda, y ella muy joven para asumir esa maternidad que tanto exige mis felicitaciones a tiodo el equipo de ctores de realizadores y todos los que están detrás de cámara y los exhorto a que relicen novelas con este tipo de historias
El tema de los gays en la Tv cubana ya necesita que se acabe de parar y no seguir ganando espacio como si aquí hubiera apoyo. Hay una discusión de Ley pendiente y no hay derecho a seguir presentando el tema en Tv pública ; entonces !!!
han sido varias las novelas cubanas que han estado tan o mas buenas que esta. no fue que la novela atrajera al publico porque si, sino que el publico se acerco a la novela porque tenia tiempo para ello, obligados a estar en sus casas por la pandemia y demás, pues no nos queda de otra que mirar tv.
No creo porque sinó hubiera ocurrido lo mismo con la brasileña
La novela estuvo bonita, a mi me gusto, claro uno siemrpe quiere que las cosas sean a nuestro modo, pero si tuvo gran aceptacion. y por supuesto excelentes actuaciones. por supuesto que tambien es hora de ´´normalizar´´ un poco mas las realciones homosexuales. la escena del muelle me gusto cuando sale el alma de la mama del niño, eso es algo tambien muy natural, la mayoria de los cubanos somo creyentes. igual demas es sabido que hay carencias tecnologicas, que los recursos son escasos, pero se puede lograr hacer un buen producto. lo que las telenovelas contemporaneas cubanas no creo que puedan equipararse con el resto de los productos que se hacen internacionalmente porque las telenovelas internacionales siempre tiene la misma linea de ricos y pobres, los ricos ques e vuelven pobres, los pobres que se vuelven ricos, todas son lo mismo, pero la contemporaneidad cubana no lleva eso, a no ser una telenovela cubana de epoca, de la cuba capitalista. en fin, pero si se puede hacer un buen producto para el entretenimiento nacional.
Excelente banda Sonora, entretenida y poniendo temas contingentes en la palestra. Buena entretencion. Vi todos los capítulos desde Chile. Soy chileno.
FELICIDADES YURI. EXCELENTE COMENTARIO. COMPLETO Y JUSTO.
Yuris Norido, muchas gracias, cómo siempre tus comentarios y críticas son muy acertadas. Profundidad conocimiento y responsabilidad sobre lo que vas a comentar, Edo es PROFESIONALIDAD. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Aplausos
Yuris gracias por tu comentario. Es, a mí muy modesto entender de televidente no especializado, el análisis más exacto y preciso que he leído y he leído bastantes sobre el particular. Hasta ahora me daba la impresión que le cuestionábamos a la telenovela cubana lo que no le cuestionamos a las extranjeras y se consumen por montones incluyendo turcas en los últimos tiempos. La radionovela nació aquí en Cuba y tiene sus códigos que tiene que cumplir. No es que no se le pueda criticar y mejorar, pero al final es una telenovela. Su función es entretener y llegar al público. Esta lo hizo con creces
Gracias por su comentario.Estoy plenamente de acuerdo con ud.Me perdonan ,pero creo que a veces a los especialista a la hora de relizar un critica , tiene en cuenta sus situaciones particulares. .
gracias al escritor de este artículo periodístico,Yuri. Muy mesurado y atinado, sopesando lo bueno y lo malo.Lo primero: es una novela, no una clase de educación formal y de conducta familiar. Cosa que logra con creces además.He leido otra crítica recién en la prensa, que no pude encontrar que se constituyó en un ACTO QUIRURGICO!!! yo me pregunto, ¿gustó al público? motivó el debate y la confrontación en los medios disponibles? (hasta ataque al actor-violador) entonces logró lo esperado por su realizador(res) y el gran elenco !completo!...FELICIDADES.
Para mi a sido una de las mejores novelas por no decir la mejor.Q tema tan maravilloso para atraparnos...:la maternidad,la familia....q pureza....nos saco del estrees cotidiano de la faltas y las carencias,del No hay....sus canciones maravillosas y el elenco...simplemente de LUJO.
FELICIDADES a todos los artistas y a los q de una forma u otra hicieron posible su realizacion y a los q la escribirieron para nosotros.
Me gustó, me gustó mucho y la disfrutamos en casa, como en casi todos los hogares cubanos, y no porque la Covid obligó, porq siempre existe la opción de ver otras propuestas, x ej Multivision pone muy buenas series, si no porque elegimos y optamos por la novela
Yo le señalaría 3 cosas:
- elegiria un final para Machi sin violencia y de paso Manuel hubiera podido continuar su reinserción social
- el momento dónde Mariana le dice a Fabián q van a tener un hijo, era un momento íntimo para ellos dos, en esa escena me sobró David
- el enamorado de Sheila de última hora lo ví innecesario, también me sobró.Si esos niños nunca se vieron ni como amigos para q forzar esa relación
Por lo demás todo bien, la música bella, las imágenes de mi Habana muy bellas, y el color azúl... bueno el color azúl es mi favorito, para nada lo ví q sobraba
Gracias y felicitaciones a todos los q la hicieron posible, ahhh y vayan por más!
En lo personal me gusto mucho la telenovela,es cierto que se dieron muchas lagunas que fueron criticadas por aquellos que son especialistas en esto , pero en lo particular,la novela se gano el merito de captar la audiencia total en el horario nocturno, mi hijo de 16 años se vueve loco por Mariana , la actuacion de Lia fue espectacular,Mercedes tremendisima actriz,el papel de Manuel,POR FAVOR,de lujo, en fin un elenco para respetar y admirar..Gracias.
De las mejores críticas que he leído, con lo único que no estoy de acuerdo es con lo de las tramas secundarias y los protagonistas, creo que ese papel de historia central de cualquier tipo de dramatizado en los últimos tiempos ya no es tan importante como solía serlo. Estamos en la era digital, cuando un producto gusta este enseguida se viralizara sobre todo en memes, ojalá las próximas telenovelas cubanas tengan al menos la mitad de calidad de esta.
Muy bueno el artículo, definitivamente el mejor de los que he leído. No se porque los demás periodistas se empeñan en la perfección y hasta errores tienen en los artículos, no entiendo nada. Para mi la novela estuvo buena y creo que a la mayoría les gustó también.
Me sumo al criterio del periodista. El mérito de la novela fue lo que logró en el público. Vivo en Suiza y me sensibilizo tanto la novela como si viviera en La Habana. Hubo muy buenas actuaciones y otras no tan buenas, hubo fallas en lo relacionado con la linea de tiempo que a veces se perdia de cara al publico y muchos otros defectos. Dificilmente una obra de esta naturaleza y tocando los temas que toca pueda ser perfecta. Pero el saldo es muy positivo y de avance en los dramatizados cubanos como ya han demostrado otras obras. Felicidades al elenco y todo el equipo de producción empezando por su directora, guionistas y músicos que jugaron un rol decisivo.
Excelente artículo..una telenovela que en medio de esta pandemia nos puso a pensar además de entretener y aunque hay muchas opiniones con respecto a las tramas y subtramas lo principal fue la gran acogida del pueblo después de otra muy buena como Entrega.
De acuerdo con el comentario de Yuris Norido. Y Felicidades a los Realizadores de la Novela.
Excelente crítica, muy, pero muy lúcida, en estos tiempos de turbia discusión. Cuando un buen crítica habla, las aguas toman su nivel.
Mesurada y objetiva crítica, muy diferente a la masacre de la hiper critica Paquita de Armas.
Al fin alguien que reconoce el trabajo y no se va por la tangente!!! Menos mal. Y ve más luces que sombras.
Lo hemos analizado entre amigos hay que centrarse en el género que se está viendo una NOVELA.
Si algo demostró esta telenovela es la seria crisis con los galanes que tiene la TV cubana