Imprimir
Inicio »Especiales, Deportes  »

Isvén Román, desde el borde de la cancha

Por: Jorge Luis Coll Untoria
En este artículo: Cuba, Deportes, Entrevista, Fútbol, La Habana
| 5 |

Isvén Román brinda sus conocimientos y consejos a las noveles generaciones. Foto: Del autor.

Cae la tarde en la Ciudad Deportiva, y mientras el sol se esconde en el horizonte, los pequeños futbolistas se despiden de su entrenador al cual se nota que admiran. Ya no queda ningún muchacho, el único testigo que subsiste es el terreno irregular con distintas tonalidades de verde, oscurecido por un atardecer que se apaga lentamente.

Es casi de noche y las gradas de hierro oxidado de la última cancha del centro deportivo capitalino son el lugar escogido para repasar su laureada carrera. A la luz de la linterna de su móvil y entre insectos, el bullicio de la avenidas de Santa Catalina y Boyeros simulan un estadio lleno y la voz de “juega futsal” propicia los toques iniciales de esta entrevista. Ya tiene la pelota Isvén Román, uno de los mejores futsalistas cubanos de todos los tiempos y capitán por seis años del equipo nacional.

Del césped al tabloncillo

Comenzó en el más universal de los deportes a los seis años y a los ocho empezaba a integrar los conjuntos del Cerro de las diferentes categorías hasta llegar a ser miembro de la selección nacional sub 20 con vistas a las eliminatorias del mundial de la categoría. Sin embargo, pese a los buenos resultados, diversas circunstancias lo obligaron a cambiar de escenario.

“El ciclo de edad que tenía ese grupo no entraba en las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004. En aquel momento estaba el profesor Company al frente de las selecciones nacionales y él hizo un llamado a la sub 20 y no me tuvo en cuenta para estar en la preselección sub 23 que se eliminaría después para los Juegos Panamericanos y los Juegos Olímpicos.

“De ahí surge la posibilidad, como cursaba los estudios de la licenciatura en Cultura Física del entonces Instituto Superior de Cultura Física ‘Manuel Fajardo’, de ser convocado para el equipo de fútbol sala de la Universidad, que por ser sede, disputaría la Olimpiada del Deporte Cubano. En la competencia topamos con el combinado nacional y me captan para la preselección, primero como prueba y después me hacen plantilla oficial en el año 2004”, rememora Isvén.

- ¿Cómo fue el cambio del fútbol al futsal? 

“El cambio lo asimilé, ya que no tuve más oportunidades en el once porque no lo seguí entrenando, pero me fue bien, pues siempre quise estar con el balón. Son dos modalidades diferentes en cuanto a espacio y técnica, pero al final tienen la misma esencia”.

En los tabloncillos el destino le tenía preparado un camino soñado para cualquier deportista. El máximo nivel lo esperaba a la vuelta de la esquina y la Copa del Mundo de la FIFA de Fustal, en China Taipei (2004), fue su primera participación en el evento más importante de la disciplina.

“Se dice que para todo atleta lo máximo es participar en unos Juegos Olímpicos, pero en el futsal la aspiración más grande es jugar en una Copa del Mundo y tuve la posibilidad de estar en la que era para Cuba su tercera aparición y para mí la primera. Sentí una satisfacción tremenda tras poder representar a nuestro país en un mundial, tan lejos y contra las mejores escuadras del planeta, eso fue algo sumamente importante”, recuerda emocionado el 67 veces internacional con la selección.

Pero este no sería el tope, la cita mundialista de Brasil en el 2008 lo recibiría nuevamente, y esta vez con los galones de capitán y el compromiso que esto conllevaba. Ante la pregunta sobre dicho evento, la noche pareció iluminarse un poco con el brillo en sus ojos, que, con el pestañeo, simulaban los flashes de una cámara y parecían captar fotográficamente aquellos momentos.

“Ser capitán de la selección fue increíble, porque en el equipo nacional me antecedieron capitanes muy relevantes como Juan Carlos ‘Papi’ Portal, Adalberto Guerra y Wilfredo Carbó, figuras y leyendas del futsal cubano, y tomar esa posición de capitán significó algo especial. Lo asumí con mucha responsabilidad, y me tuve que preparar más todavía por lo que traía consigo esa función, más en un conjunto el cual había sido mundialista ya.

“Me llevo el estar en el primer partido ganado por Cuba en una Copa del Mundo contra Islas Salomón con marcador de 10 goles por dos y, por supuesto, enfrentar a Falcão, para muchos entendidos y para mí el mejor jugador que ha tenido el futsal a nivel mundial. Pude jugar con un selecto grupo de atletas grandes como el propio Falcão, Vinicius, Lenísio, Schumacher… e intercambiar palabras y compartir fotos con ellos me hace sentir muy feliz”, cuenta el portador de la casaca diez en ese entonces.

De los Campeonatos Nacionales y las Copas Gelabert, Isvén recuerda la calidad futbolística y la intensidad puestas de manifiesto en estos eventos: “Nuestro torneo se vive con mucha pasión, sobre todo aquí en la capital, una Kid Chocolate abarrotada, conocedora del futsal y exigente a la vez, esperando ver no solo los triunfos, sino también el despliegue de un juego vistoso, elegante. Esta era un compromiso que nos tocaba a todos”.

- ¿Qué opinión te merecen las condiciones en que se desarrollan estos eventos?

“Hay cosas que debemos mejorar bastante, e ir primero a las condiciones del atleta para que pueda rendir al máximo. Además, hacemos una competencia nacional de solo siete días y necesitamos tratar de alargarlo. Verdaderamente en el hospedaje existen carencias, pero todos sabemos los problemas económicos presentados por el país y en varios deportes pasa que las condiciones no son las idóneas para descansar y la alimentación o el transporte no son los más adecuados. Un jugador necesita de mucha tranquilidad y concentración para poder competir”.

- ¿Por qué crees que los resultados alcanzados por el fútbol sala no se logran en el once?

“Pienso que encontramos más desarrollo en el mundo del fútbol once, es el más practicado y se maneja mucho dinero alrededor de sus ligas y clubes. Estamos en un área que no tenía tanto nivel en el futsal como sí lo alcanzaba en el once, donde países de Centroamérica y el Caribe mostraban una buena calidad.

“Ahora varias naciones le están prestando más atención al sala, pero los niveles en la región entre las dos modalidades son diferentes y por eso creo que el futsal haya tenido un poco más de posibilidades de clasificar a Copas del Mundo, sin demeritar tampoco su labor, que últimamente se ha hecho más difícil porque todas las selecciones han mejorado y cada nuevo ciclo va a representar una dificultad mayor.

El dos veces más valioso de los certámenes nacionales (2011 y 2013) y a la vez mejor futsalista de Cuba en esos años considera que el fútbol sala en la Isla no ha bajado su rendimiento, pues ahora todos los contrincantes se preparan mejor y conseguir resultados es más complicado.

“A escala internacional el nivel de otros países del área se ha elevado. En Cuba tenemos buenos talentos y no podemos decir que los de antes eran mejores que estos. Los contextos cambian y un equipo de Guatemala antes no juega como lo hace en estos días, sin embargo nos mantenemos todavía en la élite y logramos clasificar al Mundial”.

Una retirada temprana

“En el 2014 tuve problemas de salud y mi organismo se descompensó. Me alejé un poco de los terrenos, después regresé, me fue bien; pero en un provincial me lesioné la rodilla. Sufrí daños en el ligamento colateral medial y la periferia del menisco de la rodilla derecha y estuve separado con tratamiento y rehabilitación. Después volví y sentí de nuevo el dolor. Me inyectaron células madre, traté de seguir y luego, entrenando para el Nacional de 2015, recaí en la lesión y los médicos determinaron que si quería continuar en el alto rendimiento debía operarme. Tenía ya 31 años y decidí terminar”.

Pero ese cierre fue entre comillas, pues la puerta del futsal se quedó entreabierta y eso significó encargarse de la preparación física del combinado nacional.

“En la comisión me proponen ir al campeonato cubano como parte del comité organizador para ver jugadores e identificar posibles talentos que integrarían la preselección con vistas a la eliminatoria mundialista rumbo a la Copa del Mundo de Colombia en el 2016.

“Cuando se terminó el torneo la comisión me llama y junto con Clemente Reynoso, director técnico, preguntan si quiero asumir la responsabilidad de ser preparador físico de la selección. Acepté lo que fue un reto muy grande y creo que salió bien. Hicimos una buena preparación y logramos clasificar a Cuba a la quinta copa mundial”, manifestó.

Fuera de la cancha, Isvén le ha dado mucha importancia a la formación académica y la investigación, seguramente influido por su padre, el Doctor en Ciencias Iván Román, uno de los investigadores más relevantes en la historia del movimiento deportivo cubano.

“Tuve la dicha de transitar por la licenciatura en Cultura Física mientras estaba en el equipo nacional. Yo era una persona que le gustaba estudiar y aprender y eso me permitía analizar lo hecho conmigo en las preparaciones y comparar, ver cómo eran mejor las cosas… Me parece que la investigación y la ciencia tienen que estar muy ligadas a los entrenamientos, para poder planificar bien las actividades y a raíz de los resultados, aportar también a esa ciencia.

“Mi máximo inspirador en el deporte ha sido mi papá. Desde que tengo uso de razón lo veo estudiando, escribiendo, leyendo y esas cosas me las fueron inculcando, lo fui observando y a la vez pude aprender que siempre hay algo por estudiar, porque nunca se sabe todo y es necesario escuchar a todo el mundo. El conocimiento y lo aprendido se queda con uno, aunque acabe la vida activa en el deporte”, expuso el también Máster en Ciencias.

- ¿Alguna vez te sentiste señalado por personas las cuales pensaban que conseguías determinados éxitos por ser hijo de quien eras?

“Antes de que alguien pensara eso, ya lo pensaba yo. Cuando tenía 15 años me llamaron de invitado a una selección sub 17 a entrenar y le dije a mi papá: ‘papi si no van a la ESPA y se lo comunican ellos directamente a los entrenadores míos, yo no voy a ir de invitado al Cerro Pelado’, quería que se hiciera como correspondía para evitar esas cuestiones. Por estas cosas que pienso que pueden interpretar otras personas me dediqué y me abnegué el doble para demostrar que no era así.

“Y no solo me pasó en el deporte, cuando empecé a cursar la maestría en el Fajardo estudiaba mucho y teniendo a mi papá al lado él me decía: ‘tú me preguntas el porqué de los por qué’. Iba hasta lo más profundo para saber y poder exponer los trabajos de la mejor manera, pues tenía un cargo de conciencia muy grande, sabiendo que estaba en una universidad donde mi papá es el Presidente del Tribunal de Doctores Permanentes. Entonces me esforzaba en hacer las cosas bien. No quería que a nadie le pasara por la cabeza que yo estaba allí por él y no por mi sacrificio”, aseveró Isvén.

Él, desde hace unos años, entrena a los muchachos de las categorías inferiores del municipio Cerro y es una de las cosas que más le complacen.

“Si tú me preguntas qué disfruto más, te diría que disfruto poder enseñar a niños de 9 y 10 años, ya que ellos tienen la característica de no mentir, siempre son francos. Y cuando estás en el terreno de fútbol y los ves llegar, saludarte y preguntan cómo mejorar o viene un padre y te dice que su hijo viene porque eres su entrenador, se sienten cosas diferentes”, expuso.

La Ciudad Deportiva está medio desierta a causa de la oscuridad, pero aún queda tiempo para una pregunta más, la última que recepciona Isvén en este partido que se fue a tiempo extra y se jugó a la luz de la linterna de su móvil.

En el futuro algunos le ven como seleccionador nacional y su disposición, a prueba de balas durante una exitosa carrera, no se quiebra ante esta posibilidad.

“Todo tiene su momento y me gustaría llegar a ser director de la selección nacional de futsal. Se lo que conllevaría, pues cada ciclo va a ser más difícil, pero asumiría el reto y quiero tener esa experiencia de poder enseñar y transmitir todos los conocimientos adquiridos como jugador y entrenador”.

Isvén Román, uno de los mejores futsalistas cubanos de todos los tiempos y capitán por seis años del equipo nacional. Foto: Del autor.

"El futuro del futsal cubano está bien asegurada", afirma Isvén Román. Foto: Del autor.

Se han publicado 5 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • erick dijo:

    Isven es ejemplo de disciplina y entrega, es el entrenador de mi hijo pequeño en el sub-13 del Cerro; siempre con mucha exigencia y buenos metodos; todos los padres con niños en ese equipo estamos muy contentos con el . Erick

  • Litzi dijo:

    Todos los niños del equipo sub_13 del Cerro se sienten orgullosos de su entrenador ya que gracias a su dedicación fueron los ganadores de la Copa Ismaelillo y el 1 lugar por el Municipio Cerro en el año 2018,,,,

  • Pire dijo:

    Grande Isven Román

  • Fernando chapman dijo:

    Fuimos compañeros de equipo por 12 años un grande como jugador y como persona. Se que tiene talento conocimiento y sabiduría para enfrentar cualquier reto. (Juega 10 futsal) su frase favorita

  • Marcell dijo:

    Ha tenido muchos años ganando medalla de oro como entrenador eso no puede ser casualidad.

Se han publicado 5 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Jorge Luis Coll Untoria

Estudiante de Periodismo.

Vea también