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#Londres2017: La nueva arrancada en falso del atletismo cubano

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La pertiguista alcanzó la medalla de bronce en la justa. Foto: IAAF.

La pertiguista alcanzó la medalla de bronce en la justa. Foto: IAAF.

Terminó el XVI Campeonato Mundial de Atletismo y con él cerró un nuevo capítulo para el deporte rey en la Isla. Envuelto en pronósticos, polémicas y algunas marcas de nivel, la cita londinense parecía la oportunidad ideal para que el campo y pista cubano borrara la triste actuación de sus pasados Juegos Olímpicos y al menos emulara con su resultado de la cita del orbe precedente. Sin embargo, otra vez Cuba llegó a la meta con más deudas que alegrías.

Hace dos años, la Mayor de las Antillas concluyó en un buen décimo lugar por preseas y duodécimo por puntos, pero en Río de Janeiro bajó al puesto 35 en el medallero y al 26 en la tabla que evalúa el desempeño de los atletas ubicados entre los ocho primeros de cada prueba. En aquel agosto, fue la gran decepción del deporte cubano bajo los cinco aros.

Un año después arribó nuestra delegación a Londres, y luego de diez jornadas de competencias salió igualmente con un metal bronceado, nueve finalistas, un triste lugar 36 por medallas y un aceptable puesto 14 por puntos. Ahora, la Isla volvió a quedar por debajo de sus posibilidades reales y aunque tuvo algunos avances respecto a su presencia en Río, también evidenció alarmantes retrocesos.

Como demostró la cita británica, ahora mismo el campo y pista antillano descansa sus aspiraciones reales de títulos solo en el disco y la pértiga femenina, demasiado pocas para uno de los deportes más laureados de la Isla. Y aun así, solo la pinareña Yarisley Silva cumplió las expectativas y se agenció la única presea cubana. Nuestras discóbolas, con el período de preparación más extenso y el mayor número de competencias al primer nivel, quedaron alejadas de los pronósticos y a pesar de sus ubicaciones firmaron una actuación distante de lo esperado.

En ese sentido, y más allá de los nueve finalistas y la única medalla, preocupa sobremanera el siguiente dato: de las 22 participaciones del equipo cubano en Londres, solo en cuatro de ellas —triste 18 por ciento del total— sus atletas lograron mejorar sus marcas del año, una cifra demasiado pequeña para el evento fundamental de la temporada. Incluso, de ellos dos pertenecen a los relevos, y el restante a la maratonista Dailín Belmonte, con muchas menos competencias y por tanto con registros más discretos y más fáciles de superar. La otra sí corresponde al extraordinario resultado de Yorgelis Rodríguez, única que individualmente consiguió su mejor cuota. El fantasma de la mala planificación nos cobra un precio demasiado caro.

Aun así, en Londres Cuba colocó a doce representantes en instancias semifinales —sin contar los relevos, que inician en esa fase, y sumando los atletas que llegaron a la discusión de medallas pero luego no entraron entre los ocho primeros—. Desde la versión mundialista de Daegu 2011 nuestro atletismo no veía una cifra así, y aunque en los olímpicos de 2012 también arribó a la docena, solo seis de ellos aportaron puntos.

Ahora, la cantidad de nueve finalistas fue superior a cualquier otra conseguida desde la versión en la ciudad sudcoreana, pero también dejó una lectura interesante: tenemos un grupo de avanzada, pero con pocos realmente capaces de disputar seriamente el acceso al podio. Así hasta que no demuestren lo contrario.

Yorgelis. Foto: IAAF.

Yorgelis. Foto: IAAF.

No obstante, una buena estrategia de la Comisión Nacional de Atletismo estuvo en potenciar la participación en Londres de un grupo de jóvenes que inician un ciclo olímpico con grandes opciones de pertenecer a la élite cuando llegue Tokio 2020. De hecho, contando a los corredores que tomaron parte en los relevos, la delegación cubana tiene un promedio de edad de 24 años, una de las más jóvenes entre las que terminaron entre los quince primeros.

Sin embargo, algunos de ellos como Liadagmis Povea, José Luis Gaspar y Yoandys Lescay (espectacular cerrador de nuestra posta larga pero muy débil en su presentación en los 400 metros planos) se vieron demasiado falto de fuerzas y carentes de actitud para demostrar al menos por qué llegaron hasta un mundial.

En cambio, otros jóvenes sí mostraron señales de progreso y dieron quizás la mayor alegría del campo y pista en la capital británica. Un buen sabor dejaron los noveles Maykel Massó en la longitud, Yorgelis Rodríguez en el heptatlón, Andy Díaz y Cristian Nápoles en el triple, Roger Iribarne en los 100 con obstáculos, Roxana Gómez en la vuelta al óvalo y Zurian Hechavarría en los 400 metros con vallas. Todos ellos, con resultados significativos como cadetes o juveniles y aun sin medallas en Londres, están llamados a consolidarse entre mayores.

Aun cuando la marca conseguida resulta el principal medidor para analizar el comportamiento de un atleta, sus actuaciones fueron loables precisamente porque supieron competir con estabilidad y acorde a sus cuotas esperadas. Además, es imprescindible no obviar sus ubicaciones dentro de la competencia. Si bien lo deseable sería que todos consiguieran sus mejores performances en el momento ideal, esto no puede convertirse en el único argumento para evaluar el resultado definitivo, porque cada evento tiene particularidades no desechables que obligan a verlo en su contexto.

Apenas tres ejemplos para ilustrar. Yaniuvis López —de las más veteranas del grupo— terminó octava en la impulsión de la bala con 18.03m, pero si nos atenemos a las estadísticas, con esa marca no hubiera entrado entre las ocho primeras en ninguno de los cinco Campeonatos Mundiales o en los tres Juegos Olímpicos efectuados desde 2007 a la fecha. No obstante, ahora le sirvió para conseguir su mejor actuación histórica y aportar un valioso punto a la delegación cubana. Su resultado es meritorio no por la calidad de la marca, sino porque fue capaz de lograr, en igualdad de condiciones con las restantes atetas, lo que otras de mayor nivel y palmarés no pudieron.

Mientras, todo lo contrario ocurrió en el salto de longitud masculino y en el heptatlón. Los 8.26m del quinto puesto de Maykel Massó están por encima del registro que dio podio en los Juegos Olímpicos de Beijing y Londres, e incluso en un mundial tan cercano como el de 2015. Igualmente, los 6594 puntos logrados por Yorgelis Rodríguez son mejores que las cuotas medallistas en tres de las últimas cuatro citas del orbe, pero ahora no le bastaron y la guantanamera terminó a las puertas del podio.

Otra de las lecturas importantes de la participación antillana en Londres radica en la baja asistencia de atletas cubanos en pruebas tradicionalmente fuertes para el deporte rey en la Isla. Así, por primera vez en la historia Cuba llega a un Campeonato Mundial sin al menos un representante masculino en alguna de las pruebas de lanzamientos, o con la ausencia de una martillista del patio a estas citas. Igualmente, confirmó el lugar perdido en otras también tradicionales como el triple, la bala y la jabalina femenina, con solo una representante en las dos primeras y ninguna en la última.

Esa es una de las fortalezas que nuestro deporte tiene que recobrar: ampliar espacios, luchar por mantener la diversidad del campo y pista y no cerrarse sobre unas pocas disciplinas. Mientras otros países habitualmente así, como Kenya en el fondo y Jamaica en la velocidad, se abren espacio en pruebas no tradicionales en ellos, nuestro atletismo no puede ir en el camino contrario. Incluso, en muchas de las que aun mantenemos ahora logramos clasificar a un solo representante, peligrosa tendencia si aspiramos a regresar a la élite.

El atletismo cubano ha cedido espacio y hace mucho no vive la época dorada de finales de los años ´90. Nacionales formados aquí que luego compiten por otros países, pocas competencias de nivel para la gran mayoría de nuestros representantes, los lógicos problemas económicos que enfrenta el país y difíciles condiciones de entrenamiento conspiran para recuperar el terreno perdido y regresar a los primeros planos.

Londres terminó y con su mundial se fue el primer gran evento de un ciclo olímpico que tiene su final en Tokio 2020. Frente a esa carrera, al deporte rey cubano le queda por trabajar en su eficiencia en los momentos justos y en no adelantar la planificación de sus entrenamientos para llegar a la competencia en el mejor momento. La cantera existe, porque nuestro deporte no ha dejado de obtener buenos resultados en las categorías inferiores, pero concretar ese talento entre mayores es también un gran desafío. De momento, las pistas cubanas no salen del frío y la decepción.

Los números de la última fecha

En la última jornada de competencias, la portuguesa Inês Henriques dejó en la marca sobre 50km el único récord mundial del evento, y el francés Yohann Diniz estampó la segunda mejor marca de la historia en el recorrido de los hombres, mientras Colombia y china dominaban las distancias más cortas de 20km.

Por su parte, la campeona olímpica kenyana Hellen Onsando Obiri (14:34.86) realizó toda la carrera a la zaga de la etíope Almaz Ayana (14:40.35) y con un gran remate se alzó con el título mundial en los 5 mil metros para damas, en una prueba donde la holandesa Sifan Hassan (14:42.73) se recuperó de su fracaso en los 1500 metros y terminó con un muy meritoria medalla de bronce.

En los 800 metros para las damas, la sudafricana Caster Semenya (1.55.16) realizó otros espectaculares 100 metros finales y conquistó su tercer título mundial, para de paso colocarse como la séptima atleta de todos los tiempos e igualar como máxima ganadora de títulos en la prueba con la mozambicana María de Lourdes Mutola. La plata y el bronce correspondieron a Francine Niyonsaba (1:55.92) y a Ajee Wilson (1:56.65) por ese orden.

En el lanzamiento del disco para damas, la actuación de Cuba tuvo el nombre de decepción, porque ninguna de sus dos representantes pudo ni siquiera acercarse a sus mejores registros del año y terminaron en modestos cuarto y quinto lugares. De las antillanas, Yaimé Pérez fue la de mejor resultado y con 64.82m quedó a las puertas del podio, un lugar por delante de su coequipera, igualmente con pobres 64.37 para su nivel.

Otra vez la croata Sandra Perkovic demostró su peldaño superior en la prueba y con un gran disparo de 70.31m obtuvo otro título para su colección. Mientras tanto, la australiana Dani Stevens (69.64m) y la veterana francesa Melina Robert-Michon (66.21m) hicieron lo que les faltó a las cubanas y con sus mejores registros del año completaron el podio.

En otros ganadores de la fecha, el catarí Mutaz Essa Barshim (2.32m) impuso su dominio en el salto de altura, el kenyano Elijah Motonei Manangoi (3:33.61) mandó en los 1500 metros y los relevos largos de Estados Unidos (3:19.03) entre las damas y Trinidad y Tobago (2:58.12) entre los hombres dominaron los últimos eventos sobre la pista londinense.

Se han publicado 39 comentarios



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  • El Titi dijo:

    Hay cosas que yo no acabo de entender: El atletismo es una minita de oro. hay torneos en europa casi todo el año, los cuales reparten buenos premios en metalico. si nosotros mandamos a competir a los mejorcitos, digase la de la pertiga, las del disco, la bala, etc, no asegurariamos un buen billetico? Digo, son 10 mil dolares al ganador, pero hasta el 8vo se salpica con algo. Tenemos que ahorrar dinero caballero! a la competencia van el atleta y su entrenador, pare de contar! y ese dinero se invierte aqui en cuba para desarrollar el atletismo, para reparar ese estadio panamericano que esta en candela, para mil cosas. en fin...

  • Barbarito dijo:

    Si desean conocer algunos antecedentes de este resultados, les transcribo una entrevista de Osvaldo Rojas Garay de Vanguardia en Villa Clara a Santiago Antúnez entrenador de Vallas cortas del Equipo nacional con más de 40 años de experiencia deportiva en vísperas de su retiro después de la Olimpiada de Londres.

    Santiago Antúnez: El hombre que lo tuvo casi todo
    Por: Osvaldo Rojas Garay
    21 de Mayo de 2013
    Pocos entrenadores cubanos se pueden comparar con Santiago Ricardo An¬túnez Contreras en resultados. Con excepción de Alejandro Casañas, el resto de nuestros grandes vallistas pasó por sus manos.

    Con más de 40 años de expe¬riencia y 65 de vida, el ranchuelero «cocinó» los títulos olímpicos de Anier García en Sydney 2000 y Dayron Robles en Beijing 2008, así como la presea dorada de este último en la justa del orbe bajo techo en 2011.
    También fue el mayor responsable de los reinados mundiales juveniles de Emilio Valle, en 1986; Reinal-do Quintero y Aliuska López 1988; Yoel Hernández, 1996; Yuniel Hernán-dez, 2000, Anay Tejeda, 2002, y Yordan O’Farrill, 2012.
    En 2010 lo seleccionaron como el Mejor Entrenador del Año por la Federación Internacional de Atletismo. Si no lo tuvo todo, fue porque nin¬guno de sus pupilos pudo ostentar la corona mundial al aire libre.
    Recientemente anunció su jubilación como entrenador, aunque no ha perdido la costumbre de pasar por el estadio Panamericano, y sus consejos siempre son bien escuchados por la escuadra de vallistas que ahora dirige su hijo Kelvis Antúnez.
    --¿Qué lo llevó a escoger el camino de la jubilación?
    --Mira, déjame decirte algo, ya desde 2010 estaba en mí la voluntad de jubilarme, pero Christian Jiménez (presidente del INDER) y Roberto Léon Richard (primer vicepresidente del INDER) me pidieron que me mantuviera por lo menos hasta la Olimpiada de Londres 2012, trabajando con Dayron Robles.
    «Seguí en activo por un compromiso, pero ya, a mi edad, no estoy para coger incomodidades. Yo sigo dando mi vueltecita por el estadio, hablo con los muchachos, pero “hasta ahí las clases”».
    --¿Y cuáles son las incomodidades?
    --No me siento satisfecho. Desgraciadamente el atletismo lo han estado dirigiendo personas que no conocen mucho sobre este deporte y eso ha provocado muchos errores. Hay que hablar, preocuparse por los atletas.
    «Ahí tienes el caso de Dayron Robles. Con excepción de Christian, nadie se interesó por preguntarle qué le había pasado en la Olimpiada».
    --De los atletas que han pasado por sus manos, ¿cuál está más cerca de su ideal de perfección como vallista?
    --Tuve la oportunidad de trabajar con muchos vallistas de calidad, pero hay tres que yo distingo: Emilio Valle, Anier García y Dayron Robles. Si me pides uno, te diría que Dayron.
    «Y entre las mujeres nunca dejaría de mencionar a dos: Aliuska Ló¬pez, quien fue campeona mundial ba¬jo techo y recordista mundial juvenil, y Anay Tejeda, a la cual quizá le faltaron re¬sul¬tados importantes, pero era una excelente vallista.
    --Desde la aparición de Alejandro Casañas en la década de los 70, Cuba siempre ha contado con va¬llistas que se codean con los mejores del mundo. ¿Cree usted que después de la salida de Dayron Robles del equipo nacional, existe talento para mantener esa tradición?
    --Sí. Cómo no. Te puedo hablar de dos jóvenes que en cualquier momento pueden rebasar la barrera de los 13 segundos. Uno, Orlando Ortega, fue sexto en la final olímpica de Londres con 13.09 segundos, y el otro, Yordan O’Farrill, ya el pasado año hizo 13.18 en el mundial juvenil.
    --¿Qué consejo les daría a los que comienzan?
    --Los atletas deben ser disciplinados. Deben dialogar con los entrenadores, ver al entrenador como lo que es. Siempre debe haber entendimiento entre atleta y entrenador para obtener buenos resultados.
    --¿Y a los entrenadores?
    --Que les guste lo que hacen, que siempre oigan a los compañeros de más experiencia, y que todos los días se superen técnica y culturalmente.
    --Usted me dijo en una ocasión que antes de jubilarse quería ver a tres de sus muchachos en una final olímpica o mundial; sin embargo, se va sin que ese sueño se haya cumplido.
    --Ese sueño se mantiene. Al frente del colectivo técnico está mi hijo Kelvis, si él lo consiguiera, lo disfrutaría como si me hubiera ocurrido a mí.

  • un tipo ahí dijo:

    Yunier, no sé si visitas el estadio Panamericano, pero si lo haces alguna vez sería bueno preguntar qué pasa con nuestros campeones y medallistas mundiales juveniles y de cadetes. No entiendo por qué no mejoran sus resultados en la adultez. Herrera, la saltadora de longitud según sus entrenadores iba camino a saltar los 6.80 y nada, Lazarito salta menos que cuando era juvenil. Las lanzadoras se pierden no se dónde y, ojo, se nos van atletas a montones y otros que aun son cubanos ya no nos representan (Yunier Pérez, único cubano que en este siglo ha marcado 10.00 en 100 m).
    Sería bueno realizar una serie de trabajos área por área y saber a quiénes tenemos en los equipos nacionales y también publicar nuestros records nacionales y comparar con los mejores de hoy para saber cuanto hemos caído o subido en algún raro caso como el de Yorgelis (por cierto, ella fue subcampeona mundial juvenil, detrás de otra cubana, ¿qué pasó con esa otra chica?
    Punto y aparte para Yaimé. Siempre es igual con ella. A la hora de la verdad no rinde. Ella por marcas supera con holgura a Yarelis Barrios, pero Yarelis daba lo mejor de sí en la competencia fundamental y Yaimé lo contrario. Sin ánimo de polemizar, su recorrido se parece al de su entrenadora Hilda Elisa ramos, nuestra recordista nacional. Hilda Elisa fue a Barcelona 92 con disparos enormes y se quedó lejos de las medallas, mientras Martén se mantuvo en sus marcas y le sirvió para ser campeona.
    Un abrazo y me gusta que hables así, sin paños tibios.

  • AlejandroGR dijo:

    Solo espero que para el próximo mundial no estemos hablando lo mismo... todos estos jóvenes que, parece, podrán dar un salto mayor, ojalá no nos abandonen en el camino, ya es casi moda, cuand tenemos a alguien que despuntará o ya está en la élite y con posibilidades de podio, pufff, de un momento a otro pide la baja de la selección o no se ve más en la selección nacional y no se sabe el por qué...

    esperemos tiempos mejores...

  • noel Povea dijo:

    Es muy sierto que estamos por debajo en el campo y pista pero debemos de señalarle las deficiencias de nuestros entrenadores por ejemplo la triplista Liadagmis participo en Rio con una lexion no le podiamos pedir un buen rendimiento,miren sitare un ejemplo hace un dias participo en una competencia en nuetro Pais y su marca fue de 14.04 aun cuando termino lexionada creo que debemos cuidar mas a nuestros atletas en vez de sensural sus resultados sin conocer su estado fisico.

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Yunier Javier Sifonte Díaz

Yunier Javier Sifonte Díaz

Graduado de Periodismo en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en el año 2016. Periodista de Telecubanacán. Colaborador de Cubadebate. En Twitter: @yunier_sifonte

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