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Yemen, país al borde de una catástrofe humanitaria

Por: Leonel Gorrín Mérida
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Yemen. Foto tomada de El Estímulo.

Yemen. Foto tomada de El Estímulo.

Hoy, algunas fuentes de información aseguran que el 80 por ciento de la población requiere de urgente ayuda humanitaria. El país sufre la peor epidemia de cólera que se tenga conocimiento, que ya afecta a más de 300 mil personas. Una persona muere cada una hora como resultado de esa epidemia.

Tres millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares como resultado de la guerra y sus consecuencias. La superestructura administrativa de la nación ha sido destruida producto de los bombardeos realizados por Arabia Saudita y el conflicto armado que se agudizó desde hace dos años. Las principales víctimas han sido civiles, especialmente los niños.

El país carece el agua potable, de medicamentos y alimentos. En una palabra el país está al borde de un caos humanitario.

Pocas voces se escuchan en los grandes medios de prensa mundial para conmover a la opinión pública en busca de una solución urgente. Cuesta trabajo encontrar financiamiento para los organismos humanitarios internacionales para ayudar a esa nación.

Fácil es encontrar dinero para la carrera armamentista. Fácil le resultó a la nación vecina, de dónde han provenido los principales ataques, con daños en escuela, hospitales y zonas urbanas, gastar más de 5 mil millones de dólares en compra de armamentos provenientes de Estados Unidos y Reino Unido fundamentalmente.

En el 2014, antes de que se desatara el último de los conflictos armados vividos por esa nación, la esperanza de vida al nacer no llegaba a los 65 años de edad, en una población de algo más de 25 millones de habitantes. La tasa de mortalidad materna superaba las 200 por cada 100 mil nacidos vivos.

Antes que los bombardeos de los aviones extranjeros y el conflicto interno destruyeran la infraestructura económica y social de la nación, un tercio de la población vivía en condiciones de pobreza extrema, en la indigencia. Hoy, esa categoría abarca a casi la totalidad del país.

Yemen le dedicaba en el 2013 solo el 1,3 por ciento del Producto Interno Bruto a la salud pública, de lo que se puede inferir el grave deterioro de ese importante indicador en el bienestar de la población. Ese factor condujo, junto a la destrucción física por la guerra de hospitales, transportes sanitarios, almacenes de medicamentos, a que el sistema de salud esté colapsado para enfrentar la terrible epidemia del cólera. En el 2010, las muertes por causa del cólera eran del 3 por ciento (unas 800 anuales), mientras que el paludismo reportaba una tasa de mortalidad de cerca del 5 por ciento.

La guerra que ha vivido el pueblo yemenita en los últimos decenios, no solo ha sido de bombas y proyectiles. Una guerra silenciosa ha venido causando enormes estragos en la población de ese país: la miseria, el subdesarrollo, la explotación de los recursos naturales. Los espacios noticiosos – a veces – se alarman cuando cae una bomba, pero hacen silencio respecto a otras circunstancias que desangran a los pueblos.

El pueblo yemenita hoy está pagando el precio de años de olvido y las consecuencias directas de una agresión extranjera y de enfrentamientos armados. La nación se convirtió en refugio de agrupaciones terroristas, muchas de ellas formadas, pagadas y entrenadas por potencias extranjeras. La situación de la nación, en medio de una absoluta situación de desempleo, de hambre generalizada, conduce que no pocas personas se incorporen a organizaciones de diferentes tendencias, en busca de un pan para sí y para la familia. Ahí, en esos estados de desolación, de miseria, de abandono social, está el caldo de cultivo para las agrupaciones terroristas como Al Qaeda y otras similares. Yemen enseña que las bombas no van a matar al terrorismo, como tampoco matan la miseria.

El pueblo yemenita, los niños yemenitas piden a grito ayuda. Es necesario que el mundo escuche esos gritos estremecedores y que se conmuevan en la práctica. La reunión del G-20 se “olvidó” hablar de eso. La gran prensa mundial mira hacia otro lado. Tenemos que unirnos al reclamo de los desvalidos de esa nación.

En Yemen se han olvidado todas las normas del Derecho. El Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional fueron pisoteados y no pasó nada y los violadores anda por el mundo con los bolsillos llenos de petro-dólares. Sobre los Derechos Humanos, casi no vale la pena hablar, porque ya casi no hay humanos con los más elementales derechos.

Si horrible es la situación que padece hoy Yemen y más horrible es el silencio o la indiferencia de la humanidad ante lo que allí ocurre.

Se han publicado 3 comentarios



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  • humano dijo:

    No veo un comentario al respecto por forista alguno.

    Saludos.

  • Williams dijo:

    Es lamentable pero ese es nuestro mundo en la actualidad, la indiferencia total ante el genocidio.

  • Aroldo dijo:

    Y EUA e Inglaterra siguen, e incluso aumentaron la venta de armanento a Arabia Saudi, armamento con los que seguir masacrando a Yemen, y nadie dice nada.

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Leonel Gorrín Mérida

Especialista en Derecho Internacional Humanitario

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