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Marion Llones: El llanto de una reina

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El dolor de la Jones

El dolor de la Jones

"Decepcioné a mi familia, decepcioné a mi país y me decepcioné a mí misma". Marion Jones

Los entendidos buscan la dama más importante del campo y la pista. Algunos que si Mildred Didrickson (Babe), otros optan por Fanny Blankers-Koen (El Rayo Holandés), Wilma Rudolph (La Gacela Negra), Florence Griffith Joyner (Flo-Jo), o Jackie Joyner-Kersee, sin dudas la más completa por la complejidad del heptalón con sus siete difíciles pruebas. Y, así como quien no quiere las cosas, me vino a la mente Marion Jones.

Aquella muchacha linda, de figura cual modelo de lujo,con piel bronceada por la vida y una de las sonrisas más cautivadoras del universo atlético, tuvo el mundo a sus pies, pero la existencia suele ser cruel con las beldades. En su tiempo ninguna brilló más ni pudo seducir al mundo del espectáculo deportivo, hasta su esperada, ¿o no?, declinación definitiva. El ángel que nació con ella la dejó a su suerte y no pudo esquivar los embates del destino, de un incierto destino.

Adornada por un somatotipo ideal, sobresalió en Sydney 2000. Se había propuesto obtener cinco meda­llas doradas: en el hectómetro, los 200, relevos 4 por 100, 4 por 400 y salto largo. Tamaña proeza nunca la había logrado una mujer. Pero Marion llegó con el mundo a sus pies, preparada para la cima. Hasta entonces, solo Jesse Owens, Carl Lewis y Fanny Blankers‑Koen, habían alcanzado cuatro. Otra cosa fue el exclusivo Paavo Nurmi en las carreras de resistencia, que en París 1924 ganó cinco títulos.

Así resumimos su obra en la Pequeña Enciclopedia Olímpica y de la Cultura Física:

Jones, Marion (1976). Considerada como la reina de los Juegos de la Olimpiada de Sydney 2000. Ganadora de cinco medallas durante esta lid; de ellas 3 de oro en: 200 (21,84 m) y en 100 (10,75 m), y el relevo 4 x 400 metros planos, así como dos de bronce, en el relevo 4 x 100 metros planos y en el salto de longitud.[1]

Había sido una estupenda basquetbolista que anotaba más de veinte puntos por juego; hasta fue nominada en una ocasión para Jugadora del Año en competencias preuniversitarias de California. A continuación una breve descripción de Wikipedia, La Enciclopedia Libre:

Marion se comenzó a destacar precozmente en el atletismo. Con solo 15 años sus marcas ya estaban entre las 20 mejores del ranking mundial, y estuvo cerca de poder participar de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Sin embargo luego pasó unos años alejada del atletismo y dedicada al baloncesto, deporte en el que llegaría a ser campeona nacional universitaria en 1994 con la Universidad de Carolina del Norte.

Había llegado al mundo el 12 de octubre de 1975, y con solo nueve años de edad vio competir a Carl Lewis en Los Ángeles 1984, su ciudad natal, lo que provocó un corrientazo en el despierto corazón. Cuatro años después, siguió paso a paso a Florence Griffith‑Joyner, su ídolo; entonces supo que, aunque fuera una buena baloncestista, su futuro estaba en las pistas.

La consagración como velocista llegaríaen el Campeonato del Mundo de Atenas 1997, a los veintidós años de edad,cuando se impuso en los 100 metros lisos y en el relevo 4x100.Además, encabezó la clasificación mundial de los 100 y 200 metros planos. Asimismo,1998 le fue un año grande, pues dominó de manera absoluta las dos pruebas de velocidad y el salto largo. Sólo perdió una vez en 36 eventos internacionales.

Era la favorita en el Mundial de Sevilla 1999. Ganó los 100 metros con 10,70, un nuevo récord en ese tipo de torneo y fue tercera en el salto de longitud; se lesionó en las semifinales de los 200. No impuso una marca mundial, mas dejó su impronta. Desde Sevilla todos la miraron como la gran campeona de Sydney. Y llegó la hora de la verdad.

Se impuso en el hectómetro con tiempo de 10,75. Días después alcanzó la cima en los 200 con 21,84, bien delante de las demás. Buscó el milagro de las cinco medallas de oro, pero se rompió el hechizo. En la longitud conquistó bronce; mas podría ganar cuatro y el favorito equipo norteamericano de 4 por 100 terminó tercero. En el relevo 4 por 400 había conquistadoel tercer título. La realidad se impuso a un sueño alcanzable. Concluyó Sydney 2000 con tres medallas de oro y dos de bronce, sin romper los récords de la Griffith‑Joyner. Pero esta joven de ancestros beliceños, brilló con luz propia.

Tanto se elevó, que los mortales la veían imperecedera, pero fue falsa y se hizo daño, mucho daño, al concebirse por encima de los demás y creerse inmaculada por un padrinazgo divino. Jugó con la gloria por la fuerza de sus piernas y un carisma envidiable. Pareció el prototipo de una diosa del Olimpo, con legiones de admiradores a sus pies. Entonces, poseída por la fortuna, se entregó al juego sucio y atentó contra su propia salud física y mental; se ubicó fuera de la ley. Y fue ahí donde pecó, porque hasta a la divina Florence Griffith-Joyner se ha querido destronar, por encima del sueño eterno.

Ese mismo año se divorció de C.J. Hunter, un forzudo lanzador en eventos de campo, con quien había contraído nupcias en 1998. Luego inició una relación con el velocista Tim Montgomery, plusmarquista mundial de los 100 metros planos en 2002. El hombre y la mujer más rápidos del mundo elevaron la celebridad, perseguidos por la prensa y sus paparazzis. Marion no participó en el Campeonato del Mundo celebrado en París 2003, pues recién había parido su primer hijo, a quien llamaron como el padre. Y ella lució más bella después del alumbramiento. Todos sus esfuerzos se concentraron para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Pero la felicidad poco duraría en la pareja. Meses antes de los Juegos, surgieron sospechas derivadas de una investigación de las autoridades deportivas de su país, sobre el uso de un nuevo producto para enriquecer el siniestro doping llamado Tetrahidrogestrinona (THG),producido por los Laboratorios Balco. Marion y Tim se verían envueltos en el escándalo.

La caja de pandora se destaparía poco a poco. Que si aquellos, que si el entrenador, que si drogas imperceptibles en las pruebas y todo género de conjeturas que recorrieronel mundo. Su nombre quedaría ligado al de su esposo, al rey de la velocidad, al súper jonronero Barry Bonds y otros tantos, la inmensa mayoría con el color oscuro en la piel, y presuntos culpables. Ella fue llamada a declarar por las autoridades y se proclamó inocente de toda culpa. Al delito se unió la mentira, el peor de los pecados. Legiones de defensores la apoyaron.--¡Libre de culpa!, --gritaban. La gente suele creer en las divinidades olímpicas.

Pero las aguas siempre toman su nivel al profundizarse las investigaciones. Entonces no pudo más, y en un alarde de honestidad, se declaró culpable. Así lo recogió el siguiente despacho de la Agencia AP:

WHITE PLAINS, Nueva York.- La velocista Marion Jones, la princesa de los Juegos Olímpicos del 2000, se declaró culpable de mentirle a las autoridades estadounidenses cuando testificó que nunca usó esteroides… En la corte admitió haber cometido dopaje y dijo que les mintió al respecto a los investigadores en el 2003. La velocista también se declaró culpable de mentir sobre su participación en un plan de falsificación de cheques. Ante la Corte del Distrito de esta localidad, Jones se puso a llorar y dijo estar consciente de que decepcionó a sus amigos, familiares y aficionados al deporte. ‘He sido deshonesta y tienen todo el derecho de molestarse conmigo, he decepcionado a mi país y a mí misma’. Afirmó que su ex entrenador Trevor Graham le dijo que ella estaba usando aceite de semilla de lino, cuando en realidad se trataba de esteroides. ‘En noviembre del 2003 me di cuenta de que él me estaba dando drogas para mejorar el rendimiento’, declaró Jones ante un juez.[2]

Y a continuación la posible implicación legal:

La corredora fue dejada en libertad y tiene que comparecer ante la corte el 11 de enero para ser sentenciada. Jones ganó tres medallas de oro y dos de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Siete años después, está en bancarrota, su reputación arruinada e, incluso, podría ir a la cárcel. Además, es casi seguro que perderá las cinco medallas que ganó.[3]

El mundo quedó a la expectativa de aquella atleta de alto nivel y un cúmulo de simpatías, llevada ante un tribunal por perjurio. Los escépticos creyeron que la ley podría perdonarla, como ha hecho con otros como el confeso y convicto jonronero Mark McGwire. Pero no fue así, el mismo 11 de enero se celebró el impactante juicio. Así lo reflejaría el periódico Granma:

WHITE PLAINS, Nueva York.- Marion Jones fue sentenciada este viernes a cumplir seis meses de cárcel por mentirle a las autoridades sobre su uso de esteroides y participar en una estafa con cheques. La ex campeona olímpica tendrá que entregarse a las autoridades el 11 de marzo para cumplir su sentencia. El juez indicó que le puso el máximo castigo posible para ‘enviar un mensaje a los atletas que abusan de las drogas y no respetan los valores de trabajo duro, dedicación, trabajo de equipo y espíritu deportivo’. Jones, de 31 años, también recibió dos años de libertad condicional, durante los que tendrá que realizar 800 horas de servicio comunitario.[4]

Y no serían las únicas sanciones, pues el Comité Olímpico Internacional le prohibió volver a competir y le retiró todas sus medallas. Además, decidió borrar sus resultados de los libros. Quizás algunos vean excesos, pero parecía impostergable poner coto al juego sucio para alcanzar altos resultados deportivos, mediante el uso de esteroides y otras drogas.

Aunque dolió ver el desplome de un mito viviente, debe ondearla bandera de la dignidad sobre las demás. Que se obtengan tantas medallas como las capacidades logren, pero en un juego limpio que no afecte a la psiquis, el organismo, ni a la sociedad. Con el tiempo, el peor castigo para Marion Jones parece haber sido el olvido y la tortura de vincular su figura a la trampa y la mentira.

En el deporte hay otros “pecadores de lujo”, como el cubano José Canseco, que con su libro El Hombre Químico abrió una brecha antiética que quizás no pueda volverse a cerrar. Y otras grandes figuras que tal vez no alcancen el Hall de la Fama, como el mencionado McGwire, el lanzador Roger Clemens y Alex Rodríguez, quienes han puesto a pensar a la cúpula del poder deportivo. Quizás el más recordado sea Ben Johnson, aquel que pareció vencer al mismísimo Carl Lewis, el Hijo del Viento, en Seúl 1988,y todo era mentira.

A fin de cuentas, Marion Jones fue una atleta con dos factores en contra: mujer y negra, difícilmente elegible al All American Boy, algo así como la fuente donde todos deben beber en su país. A pesar de sus clarinadas, no pudo ni podrá acceder a tan “prestigioso” status, el sexo, la piel y las trampas se lo impiden.

Una gloria olímpica tirada por la borda, tras la descabellada carrera del dinero que se ha encumbrado en el Olimpismo. El tiempo borrará la huella de Marion Jones, pero no su perfecta sonrisa y la imagen de un cuerpo escultural. Quizás a partir de allí haya subido en la escala de valores faranduleros y sus bolsillos abulten más. Fue víctima y victimaria. Lástima de mujer hermosa que terminó su carrera llorando como una reina vencida, en celdas neoyorquinas.

RESULTADOS PRINCIPALES (Tomados de Wikipedia, La Enciclopedia Libre)

Año Competición Lugar Puesto Marca
1997 Campeonato del Mundo Atenas 1ª en 100 m
1ª en 4x100 m
10,83 s
41,47 s
1999 Campeonato del Mundo Sevilla 1ª en 100 m
3ª en longitud
10,70 s
683 cm
2000 Juegos Olímpicos Sydney 1ª en 100 m
1ª en 200 m
3ª en Longitud
3ª en 4x100 m
1ª en 4x400 m
10,75 s
21,84 s
692 cm
42,20 s
3:22,62 s
2001 Campeonato del Mundo Edmonton 2ª en 100 m
1ª en 200 m
1ª en 4x100 m
10,85 s
22,39 s
41,71 s
2004 Juegos Olímpicos Atenas 5ª en longitud 685 cm

Marcas personales

[1]Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga y Mayrilian Cruz Blanco: Pequeña Enciclopedia Olímpica y de la Cultura Física. Editorial Científico Técnica. La Habana, 2008, p. 116.

[2]Agencia AP: Publicado en Juventud Rebelde. La Habana. 8 de octubre de 2007.

[3]Ídem.

[4]Granma: Seis meses de cárcel para Marion Jones. La Habana, 12 de enero de 2008.

Se han publicado 5 comentarios



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  • Eduardo González S. dijo:

    Acabáramos: ¿Llones o Jones?

  • Rossoneri dijo:

    En lo personal me encantaba verla correr, era un fenémeno además de ser una mujer muy guapa, lástima se derrumbara el castillo que me había creado, y lo pagó bien caro, vi su reportaje y su período en prisión fue duro, no fue en una granja ni trabajando en casa, fue en una prisión fuerte!!, todos cometemos errores, algunos más notables que otros, así que nada, fuera de todo sigue siendo un ser humano como todos, espero se encuentre bien la Marion.

    Saludos.

  • ppp dijo:

    El titular de la noticia: Marion "Llones": El llanto de una reina. Rectifiquen por favor, es JONES.

    • Chikungunya dijo:

      El autor del artículo lo hace a propósito, se sabe que es Jones pero como lágrimas se esribe con L quiso utilizar el recurso para resaltar su apellido y como termina su carrera, entre sollozos.

  • legolaselfo dijo:

    Los resultados de las olimpiadas del 2000 no cuentan, ya que se los quitaron, y fueron borrados de las paginas de IAAF, estaba dopada.

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Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

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