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La alerta ante la amenaza del virus sigue siendo constante en Cuba

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Cotidianidad en La Habana. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate/ Archivo.

La variante ómicron ha disparado otra vez las cifras de contagios en el mundo y ha puesto en “jaque” los sistemas sanitarios de muchos países. Lo que meses atrás parecía algo inalcanzable se ha convertido en triste realidad para el planeta: en jornadas recientes, por primera vez se confirmaron con la COVID-19 más de un millón de personas en apenas 24 horas.

Solo el pasado jueves 20 de enero, por ejemplo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, se reportaron casi 3.8 millones de contagios en un día. Son números que preocupan y confirman la magnitud real de esta nueva ola del virus en todas las latitudes del planeta, como consecuencia de la elevada transmisibilidad que caracteriza a la variante ómicron.

Estados Unidos, la India, Brasil, Reino Unido y Francia, son las naciones que hasta el momento acumulan los mayores números de infectados, desde que inició la circulación del virus en diciembre de 2019. Con más 125 millones de contagios, en poco más de dos años, es Europa la región de mayores cifras, seguida por Las Américas, donde se acumula una cifra superior a los 123 millones de casos.

Nuestro país tampoco ha escapado a ese nuevo incremento de enfermos: solo el pasado 15 de enero se contabilizaron 3 562, cifra muy cercana a los 3 845 diagnósticos de todo el mes de diciembre.

Desde el inicio de la epidemia en Cuba, en marzo de 2020, este domingo se acumulaban 1 025 419 casos positivos, 55 639 de los cuales sucedieron en los 23 días transcurridos del presente año, período donde ha comenzado a predominar en el territorio nacional la circulación de la variante ómicron.

Camagüey, Holguín, Las Tunas, Pinar del Río, Matanzas, Artemisa, Mayabeque y Cienfuegos son las provincias que muestran los mayores niveles de transmisión de la enfermedad en enero. En esos ocho territorios se concentra el 64.7% de los casos diagnosticados en el 2022.

Con el reporte de 22 919 nuevos pacientes, la semana que recién concluye es la quinta en que de manera consecutiva ha continuado el ascenso en el diagnóstico de enfermos, y la sexta en que se mantiene también el alza de personas ingresadas por estar contagiados con el SARS-CoV-2.

La alerta ante la amenaza del virus, que nadie lo dude, sigue siendo constante en el país y no nos está permitido bajar la guardia en ningún momento. Se equivocan quienes piensan que el nivel de inmunidad que hemos logrado con la campaña de vacunación es suficiente para hacer desparecer la epidemia.

Que hasta este 22 de enero 9 801 110 cubanos tuvieran completo su esquema de vacunación —el 92.8% de la población vacunable—, de los cuales 4 770 523 habían recibido, además, la dosis de refuerzo, es una gran fortaleza que nos distingue del resto del mundo, pero las vacunas por sí solas no pueden “hacer todo el trabajo”.

Aun cuando ese nivel de inmunización alcanzado nos coloca en una posición de ventaja ante el virus, y en este nuevo momento de la epidemia no se observa un incremento en el número de casos graves, críticos y fallecidos —respecto a brotes anteriores—, cada muerte sigue siendo lamentable.

No podemos olvidar que existen muchas personas vulnerables, que de infectarse con la COVID-19 pueden padecer formas graves de la enfermedad.

Los estudios que se han llevado a cabo hasta el momento en el mundo acerca de la variante ómicron advierten que es demasiado pronto para determinar la relación que pudiera existir entre ella y el tiempo que persisten los síntomas o qué nuevas secuelas pueda dejar. No obstante, la experiencia adquirida de variantes anteriores ha demostrado que el virus representa un verdadero problema de salud para millones de personas.

Mientras mayor sea el número de contagios, mayor será también la posibilidad de enfermar y de que mueran los más vulnerables. Protegernos continúa siendo clave para cortar caminos a la epidemia.

Se han publicado 1 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Osvaldo Cartaya dijo:

    No podemos confiarnos, no hay necesidad de permitir público en los estadios de pelota, o por lo menos esperar tal vez dos meses hasta que pase esta última ola.

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José Angel Portal Miranda

José Angel Portal Miranda

Ministro de Salud Pública de Cuba, desde julio de 2018. Doctor en Ciencias de la Salud. Especialista de Primer y Segundo Grado en Medicina General Integral, Especialista de Segundo Grado en Organización y Administración de Salud y Máster en Longevidad Satisfactoria.

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