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Cuba y el comunismo

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bandera-cubana-y-palma-realPor Darío Machado Rodríguez1

Alvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, en la presentación en La Paz del libro "Revoluciones desde Abajo", reivindicó el sustantivo "Comunismo" y lo hizo en estos términos: "¿Qué decía Marx? ¿Qué es el socialismo? ¿Qué es el comunismo?. No es un ideal que conciben cuatro amigos en un café, en un Manifiesto, no es el programa de Pulacayo, ni es el programa del 70, ni es el Programa de Gotha; es el movimiento real de la sociedad que se desenvuelve ante nuestros ojos y que supera lo existente."2

El comunismo es el movimiento real, pero es también un horizonte, un propósito inédito en la humanidad, que se ha constituido y construye como ideal por las contradicciones, las desigualdades y las injusticias a lo largo de su historia y que se constituye en ciencia, en la época del capitalismo. No existe, por tanto, una contradicción entre el comunismo como movimiento real, como ideal y como ciencia, aunque sí lógicamente diferencias.

Es el movimiento real, que se nutre hoy de las contradicciones del capitalismo tardío insalvables dentro de la lógica de ese sistema y del avance de la conciencia de la humanidad; es ciencia, porque a partir del surgimiento del marxismo y del descubrimiento del núcleo de contradicciones del sistema capitalista, se echaron las bases teóricas para coadyuvar positivamente a su superación y es ideal porque no es realidad aún en ningún rincón del planeta, es algo por lo que hay que luchar.

Naturalmente, como afirma García Linera, no es un ideal inventado por unas cuantas personas, porque su existencia futura no está ni puede estar predeterminada en cuanto a como será, sino solo en lo que no será, que es lo que puede verse hoy en el sistema capitalista y que argumenta la necesidad de su superación. Su realización tiene que ser el resultado de ese movimiento real. El hecho trascendental del marxismo de haber puesto en evidencia las contradicciones principales del capitalismo, su modo de existencia, sus consecuencias, proporciona las bases para concretar acciones dirigidas a su superación; por tanto, no solo el movimiento, sino también, la ciencia del comunismo y el ideal, son procesos necesariamente cambiantes, cuya articulación y rearticulación requiere de la acción humana. Creo que en ello radica, entre otros aspectos, la insistencia de Fidel Castro en la importancia de las ideas, de la batalla de ideas.

Ahora bien, la elaboración de una ciencia del comunismo de alcance universal tiene en el conocimiento del capitalismo, de sus contradicciones y realidades, solamente el saber respecto de lo que es preciso superar, pero no la teoría ni el programa de su superación que tiene determinaciones históricas locales, nacionales.

Si entendemos la ciencia del comunismo, como el conocimiento no solo de las contradicciones y realidades existentes en una sociedad dada, sino también y principalmente el estudio de las condiciones, los caminos y objetivos posibles para su superación positiva en una nación, en una cultura humana concreta, y aunque la expansión mundial del capitalismo equipara en diferente medida las realidades locales, vista la ciencia no como saber en sí, sino como mediación positiva para el cambio, una ciencia del comunismo en Cuba (de la transición socialista), será naturalmente anticapitalista por definición, pero tendrá que elaborarse específicamente para las condiciones particulares de la sociedad cubana y desarrollarse junto con la experiencia misma de la superación del capitalismo, del que presiona desde afuera y del que hay adentro.

Lógicamente, también ello aporta a una ciencia universal del comunismo, la cual se nutrirá de las experiencias particulares del movimiento real que le otorgarán cientificidad. En el siglo XIX, Marx y Engels vieron las posibilidades de superación del sistema en el movimiento real que se produciría en los países capitalistas desarrollados de la mano del proletariado que habría cobrado conciencia de clase para sí y,  más o menos al unísono, lógica que luego se extendería inevitablemente a la periferia como hecho universal, total.

La historia demostró que las cosas no ocurrirían así.

¿Socialismo en un solo país? (I)

Durante el siglo XX tuvo lugar la Gran Revolución Socialista de Octubre, iniciándose un proceso paralelo, por una parte la creciente influencia de las ideas del socialismo en el mundo y, por otra, el aprendizaje del capitalismo para perpetuar su sistema. En este proceso se produjeron acontecimientos mundiales extraordinarios, las crisis del sistema capitalista, la desaparición del sistema colonial, la victoria sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, la revolución en China, el surgimiento del Sistema Socialista de Europa del Este, el surgimiento de la OTAN y posteriormente del Pacto de Varsovia, la creación de la ONU, la revolución cubana, entro otros.

Cuando se produce la revolución de octubre en Rusia, ya las ideas socialistas habían comenzado a influir entre los trabajadores cubanos. El proceso de expansión del capitalismo amplió exponencialmente el intercambio de información entre los terrícolas. Entraron en las Américas las ideas del Iluminismo y de la revolución francesa y, más tarde, las del marxismo.

Tanto las ideas liberales de la revolución francesa, como después las socialistas del marxismo tuvieron ecos de diferente magnitud en la conciencia y en la práctica de los cubanos porque existían procesos locales que condicionaron su asimilación y articulación, nutriendo de argumentos y acelerando la concientización de los actores populares y las acciones en defensa de sus legítimos intereses.

En la última década del siglo XIX ya se promovía entre los trabajadores cubanos el estudio de las ideas socialistas revolucionarias, el marxismo comenzaba a entrar en Cuba, al unísono con el desarrollo y crecimiento de las ideas y esfuerzos independentistas y las luchas por los derechos de los trabajadores.

Las primeras inquietudes de emancipación revolucionaria de los trabajadores vinieron de la mano del anarquismo y del anarcosindicalismo. El desarrollo del imperialismo, la intervención norteamericana, el surgimiento de la república mediatizada, pondrían a prueba las ideas del marxismo y las luchas que siguieron serían la fragua en la que se enriqueció la ideología revolucionaria cubana al calor de la fusión de la lucha por la independencia nacional con la lucha por la emancipación social.

Las ideas del marxismo y su expresión en las formas organizativas de los trabajadores y del pueblo dinamizaron las luchas populares en la primera mitad del siglo XX. La lucha contra la dictadura de Gerardo Machado fue una fragua para el avance de las ideas socialistas. Más tarde, y contra los gobiernos antiimperialistas de turno, en particular la tiranía pro imperialista de Fulgencio Batista, el marxismo continuó su gradual extensión e influencia. El líder de la generación del centenario y sus principales referentes eran martianos y marxistas. Fidel Castro lo explica así a Ignacio Ramonet: "Si nosotros no hubiéramos estudiado el marxismo -esta historia es más larga, pero solo le digo esto-, si no hubiéramos conocido por los libros la teoría política de Marx y si no hubiéramos estado inspirados en Martí, en Marx y en Lenin, no habríamos podido concebir la idea de una revolución en Cuba, porque con un grupo de hombres, ninguno de los cuales pasó por una academia militar no puede hacer usted una guerra contra un ejército bien organizado, bien armado e instruido militarmente, y obtener la victoria partiendo prácticamente de cero. Tales ideas fueron la materia prima esencial de la revolución."3

El marxismo, a pesar de toda la campaña contra las ideas socialistas y comunistas, promovida por el maccarthismo y la guerra fría y de la persecución de la oligarquía criolla y los gobiernos corruptos contra los líderes obreros y revolucionarios, tenía presencia en Cuba y había fundamentado el desarrollo de formas organizativas numéricamente pequeñas, pero de gran disciplina, abnegación y espíritu de lucha.

Al triunfar la revolución en 1959, los planos y niveles mediante los cuales la influencia de las ideas marxistas se revelaban en nuestro país eran naturalmente los más diversos, pero la ideología revolucionaria socialista era un vivo y activo embrión con grandes potencialidades para desarrollarse, pero naturalmente no era la ideología dominante ni podía serlo; a las mayorías ciudadanas4 les resultaba lejano, cuando no ajeno o negativo ese pensamiento.

Fueron las leyes revolucionarias, el vigoroso impulso a la educación, la rápida apertura de espacios a la participación ciudadana en todos los órdenes, la confianza en el pueblo, la actitud de los jefes y miembros del Ejército Rebelde y de la clandestinidad y la comunicación ideológica y política generada por el liderazgo de la revolución, en particular por Fidel Castro, las que fueron obrando el necesario cambio de mentalidad, hasta hacer comprender que los males que aquejaban a Cuba eran producto del sistema capitalista dependiente y que solo podría enrumbarse hacia su solución verdadera mediante cambios radicales en el metabolismo socioeconómico y en el ejercicio de la política en el país.

La trasformación de la mentalidad del cubano fue de tal rapidez y envergadura, que en apenas dos años, las palabras socialismo y comunismo pasaron de ser abominadas a resumir el ideal de emancipación y dignificación del ciudadano común.

En la base del cambio estaban las realidades nacionales, las contradicciones e injusticias del capitalismo dependiente. Todo un movimiento cultural político de colosal envergadura, en el que se entremezclaban sucesivos pasos ascendentes en la educación del pueblo, las experiencias crecientes en la actividad de la producción y la defensa, los enormes desafíos que implicaban la intolerancia y agresividad imperialistas, el ejercicio del poder ciudadano, la transformación radical que puso los medios de comunicación social al servicio del pueblo, la incorporación masiva a las tareas transformadoras de la revolución, constituyó el eje del anclaje de la ideología socialista en las mayorías ciudadanas. En pocos años el socialismo era el ideal universal de los cubanos.

Fueron años también en los que la URSS y los países socialistas marchaban a pasos agigantados alcanzando importantes logros en la producción, en la defensa y en las investigaciones científicas fundamentales. Muchos países del llamado tercer mundo se liberaban del yugo del colonialismo.

No se discutía entonces si el socialismo era posible en un solo país, ese debate había quedado archivado desde que el proceso de su construcción en la hoy desaparecida Unión Soviética que había derrotado al nazifascismo alemán en la 2da. Guerra Mundial y se levantaba como ave Fénix de sus cenizas, estaba demostrando en la práctica que no solo era posible, sino que se irían sumando nuevas experiencias socialistas en el mundo, aunque la inmensa mayoría en países de escaso desarrollo económico y tecnológico y ninguna en un país con alto desarrollo capitalista.

A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990, a Cuba, cuya sociedad había pasado por diferentes experiencias de organización socialista del metabolismo socioeconómico del país, y en un proceso de extensión del predominio de la ideología socialista, le esperaba el mayor de los desafíos, que esta vez no vendría de la mano del imperialismo norteamericano, sino de la debacle del socialismo en Europa del Este y la URSS, cuyos efectos sobre Cuba se sumarían inevitablemente a las agresiones y bloqueo económico de los EEUU.

La desaparición de la URSS y del campo socialista de Europa del Este

Entre las acusaciones repetidas a lo largo de décadas de propaganda contra el comunismo, está la de denunciarlo como un sistema que somete a los individuos a su despersonalización, que los iguala sustrayéndoles su voluntad, los uniforma en el actuar y hasta en el vestir y en los gustos, les quita la libertad y la creatividad.

Lo cierto es que ninguna sociedad humana ha alcanzado el ideal comunista, ni siquiera el socialismo y su irreversibilidad, mientras que la homogeneización de la humanidad, la imposición de un pensamiento único, la despersonalización de los individuos ahora vulgares consumidores, la universalización de patrones de consumo, gustos estéticos y modo de vida, la dictadura del mercado, venían justamente de la mano del capitalismo tardío.

Pero mientras la propaganda imperialista tergiversaba el ideal comunista, se recrudecía el bloqueo tecnológico contra el campo socialista, las agresiones solapadas y el debilitamiento mediante la carrera armamentista, los países socialistas que finalmente colapsaron no contaron con las masas para defender el socialismo. Muchos ya han adelantado sus criterios sobre el colapso del socialismo, solo quiero destacar que los pueblos de la URSS y de las democracias populares del Este de Europa no defendieron un poder que realmente no tenían. El modo con el que se organizaba la experiencia socialista en esos países, nunca estuvo diseñado así ni podía estarlo en el pensamiento de los clásicos del marxismo, quienes tampoco especularon (eran científicos sociales) sobre el futuro, más allá de adelantar algunos rasgos generales de una necesaria transición.

La teoría de Marx señalaba la necesidad de un agotamiento de la capacidad de las relaciones de producción de asimilar el desarrollo de las fuerzas productivas, para que se generara una época revolucionaria, mientras que la Revolución de Octubre fue el resultado de un conjunto de agudas contradicciones sociales, de una opresión inicua contra el pueblo, de un agotamiento insoportable como resultado de la primera guerra mundial y de un estado intolerable de abuso, pobreza y miseria, en medio del cual Lenin y quienes compartieron su visión decidieron enrumbar sus esfuerzos por un difícil y riesgoso camino para tomar el poder, cuando Rusia estaba muy lejos del desarrollo capitalista. Pero la historia demostró que la decisión era justa.

La revolución rusa, la toma del poder político no eliminaba ni podía hacerlo la relación contradictoria entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, pero la colocó en otra perspectiva por la acción consciente del sujeto social.

Al imponer desde el poder político relaciones de producción exentas de la explotación del trabajo asalariado por el capital anuló el fundamento de la contradicción trabajo-capital liberando así colosales magnitudes de energías creadoras de los trabajadores para avanzar en el desarrollo de las fuerzas productivas, pero ahora junto con un necesario proceso de transformación cultural cuyo final previsible era la satisfacción de las necesidades de los trabajadores, la justicia social, el colectivismo, la solidaridad, la cooperación.

El desafío interno y externo de la revolución rusa de octubre de 1917 fue enorme y también lo fueron los adelantos que alcanzaron guiados por el poder soviético y el ideal comunista. Más allá de los errores de la ignorancia5 y el atraso, y de las insuficiencias lógicas de una teoría de la construcción del socialismo, camino inédito para la humanidad, la URSS llevó adelante grandes planes de electrificación e industrialización, generó un desarrollo material y espiritual capaz de asimilar el gigantesco desafío de la invasión de la Alemania nazi e imponerle la derrota, cargando con el peso principal en los costos humanos y materiales de esa conflagración mundial.

En la posguerra, los soviéticos levantaron de nuevo su país, su influencia creció en el ámbito europeo y mundial y con ello las ideas socialistas.

Sin embargo, también es una realidad que si bien la URSS hizo importantes saltos en el desarrollo de la industria básica y la agricultura mecanizada, alcanzó un alto nivel en las investigaciones fundamentales y en sus medios defensivos al punto de neutralizar las tentaciones del capitalismo mundial de destruir manu militari ese experimento socialista, en la URSS arraigó el verticalismo, no se desarrolló la democracia socialista, se cometieron abusos de poder, no lograron una teoría eficiente de su transición socialista, algo que tampoco alcanzaron otros países socialistas de Europa del Este, donde no necesariamente funcionaría lo que se estaba haciendo en la Unión Soviética. Recordemos aquella frase el XXII Congreso el PCUS: "Esta generación vivirá en el comunismo".

El ejercicio del poder político, el edificio jurídico, la organización y la economía no podían anclar en la sociedad con el esquema impuesto, cuando la ciudadanía misma necesitaba otro medio social para desarrollarse satisfactoriamente. Las posibles soluciones experimentales a través de una amplia, activa y consciente participación social que nutrirían el desarrollo de una teoría eficiente de la construcción socialista estaban impedidas por la separación entre la ciudadanía y el poder político, que a la postre resultó letal.

La conquista del poder político, si bien permite una gestión consciente para adelantar el desarrollo y hacerlo con criterios racionales compatibles no solo con los seres humanos, sino también, con la naturaleza, con el medio ambiente, no puede, so pena de un enorme desgaste, desafiar realidades que son inherentes a la sociedad en transición socialista, en el intento de avanzar más de lo posible y de un modo más arbitrario que científico. Y es precisamente ahí donde ha habido improvisación en más de una experiencia de orientación socialista. Desde la política y la orientación ideológica se puede mucho, pero no se puede todo. Lo posible define los límites de lo necesario y la determinación de lo posible no es una apreciación arbitraria, individual o grupal, se requiere de un enfoque científico, de una teoría general de la transición socialista que fundamente los programas de acción.

Lenin había alertado más de una vez oportunamente acerca de que el primer deber de toda revolución es defenderse. Pero esa defensa solo sería efectiva si descansa en los hombros de los trabajadores. Fue efectiva cuando la urgencia de una amenaza militar externa imperialista y racista y la inminencia del peligro de muerte acompañaron con el patriotismo la defensa del poder político. El Estado multinacional soviético desarrolló una capacidad militar superior y sus armas, sus leyes y su organización blindaron al enorme país contra la agresión exterior, pero el desconocimiento de las necesidades más íntimas de su propia gente, el alejamiento y extrañamiento del poder, la excesiva centralización y verticalismo que apagaron el entusiasmo y la creatividad, la presencia de privilegios para los dirigentes y funcionarios y la enajenación no superada, además de errores en la política de las nacionalidades que proclamaba a destiempo que ya existía un "nuevo pueblo soviético", minaron por dentro el socialismo que terminó con su implosión bajo la enorme y múltiple presión del capitalismo internacional.

Los acuerdos de Helsinki 1975 habían sido definidos entonces por la URSS como demostración de la fortaleza de sus posiciones y como reconocimiento jurídico del socialismo. Pero a la luz de las enseñanzas de la historia cabe preguntarse si las bases de esos acuerdos podían ser aceptadas desde una perspectiva genuinamente revolucionaria y si debieron ser discutidas otras bases, sin obviar lo que debía ser a todas luces rectificado.

Naturalmente, desde los poderes fácticos nortecéntricos del capitalismo internacional se aprovechó al máximo lo que estaba ocurriendo presentándolo como la demostración de la pretensa desnaturalización del ideal socialista y comunista, el fracaso del marxismo y consecuentemente, la demostración de la perdurabilidad e inevitabilidad del capitalismo. No es menos cierto que lo iniciado con el socialismo en un solo país terminó en el reflujo hacia el capitalismo de las experiencias socialistas. Pero también es cierto que de la mano de la profunda crisis múltiple del capitalismo se ve un creciente movimiento popular anticapitalista, un renacer de las ideas socialistas y una relectura activa del marxismo.

¿Socialismo en un solo país? (II)

La sociedad cubana resistió las consecuencias de la desaparición del socialismo en Europa del Este y la URSS. Los costos materiales y humanos del período especial son de difícil evaluación, pero es indiscutible que por largos años en los que las ideas socialistas sufrían un indiscutible reflujo, Cuba las mantuvo el tiempo suficiente para vivir su renacer, en particular en Latinoamérica y el Caribe.

Ahora bien, si consideramos la respuesta a la pregunta del título bajo la premisa de un ideal de socialismo pleno, de algo acabado e irreversible, entonces es obvio que en la actualidad no es posible a corto o mediano plazo. De hecho cabe pensar que mientras a escala planetaria no se produzcan transformaciones sociales que inclinen la balanza a favor de la superación del régimen capitalista, un socialismo así no es posible, tampoco en Cuba, y su proclamación entusiasta no es políticamente viable, ya que solo generará críticas porque no es alcanzable. Siempre he afirmado que el socialismo en Cuba es realidad, ideal y experimentación y que no hay un modelo predefinido que tenga que realizarse indefectiblemente.

Reconocido lo anterior, a la luz de las realidades actuales, la pregunta del título habría que ampliarla: ¿Si no es posible el socialismo pleno a corto o mediano plazo, vale la pena seguirlo intentando?

Puede formularse de otro modo más explícito si se aprecia el problema como el dilema entre retroceder al capitalismo dependiente o continuar buscando las fórmulas eficientes para organizar el metabolismo socioeconómico de la sociedad en su conjunto sobre la base de los principios socialistas (me refiero básicamente al predominio de la propiedad social sobre los medios de producción de bienes y servicios, infraestructura y recursos naturales, al papel del Estado en la organización de la actividad económica, organizativa, política y cultural del país, al papel de la ideología socialista, de la planificación, del antiimperialismo, de la política exterior de principios, de la democracia socialista y participativa).

La respuesta solo puede ser afirmativa y no simplemente por una elemental reacción motivada ideológica y políticamente sino básicamente por un balance de costos - beneficios.

El retroceso al capitalismo dependiente significaría el regreso al predominio de la propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción de bienes y servicios, la desaparición del Estado socialista, la población quedaría totalmente a merced del mercado, sería imposible desarrollar un programa propio de nación que tenga en cuenta todos sus territorios, que sea equilibrado, amigable con la naturaleza, justo y que responda a los intereses de las grandes mayorías ciudadanas, se produciría el retorno a la funesta politiquería y a la demagogia, sería el deterioro y fin de las políticas sociales, el incremento exponencial de las diferencias sociales, la fragmentación acelerada de la sociedad, la mercantilización de la educación y de la salud pública, la desprotección de la niñez y de la tercera edad, la desaparición de los planes de desarrollo científico y tecnológico convenientes y necesarios para el país, el incremento de la mortalidad infantil y materna, el debilitamiento y desaparición del sistema de la defensa civil contra los desastres naturales y el papel del Estado en la recuperación, la deformación y corrupción de los medios de comunicación, la imposibilidad de defender los recursos naturales, de evitar el deterioro del medio ambiente, los crecientes obstáculos para proteger y desarrollar la identidad cultural que se verá a merced de los patrones del capitalismo tardío y del pensamiento único, el incremento del delito y de su peligrosidad, de la corrupción en todos los órdenes, de las mafias, de la drogadicción, el acrecentamiento del individualismo y del egoísmo, la pérdida de la tranquilidad ciudadana, el debilitamiento y desaparición de las colaboraciones internacionalistas cubanas, un debilitamiento del proceso de integración regional, habría un enorme retroceso ético, la lista de costos sería interminable.

Los eventuales beneficios, no podrán estimarse como los vemos en la sociedad cubana, porque el concepto mismo de beneficio se vincula hoy en Cuba con la equidad y la justicia social. El mismo concepto de bienestar estaría entre los principales costos.

Los primeros aprovechados de un retroceso al capitalismo dependiente serían las transnacionales, el imperialismo norteamericano y sus servidores, los explotadores, los anexionistas, y los que se ubiquen como minoría privilegiada a costa de las grandes mayorías. El sueño de una acrecida clase media en un país subdesarrollado y dependiente en manos de las transnacionales es solo eso: un sueño. Entre los probables beneficios estaría la desaparición del bloqueo económico de los EEUU, pero ello servirá ante todo a quienes en tales circunstancias tengan la propiedad sobre los medios fundamentales de producción y servicios, al pueblo llano llegarían las migajas, como ocurría antes de 1959.

Por eso, cuando la finalidad estratégica de la liberación social se ve amenazada mortalmente por la acción violenta de la contrarrevolución, la defensa de esa finalidad liberadora solo puede mantenerse con la vigilancia necesaria y la acción revolucionaria en la confrontación clasista, lo que se expresará en las acciones del Estado, las leyes y la ciudadanía participativa.

Una lógica elemental indica que para Cuba, donde el poder político responde a los intereses de las grandes mayorías, y las instituciones políticas, ciertamente requeridas de modernización, están vigentes y mantienen sus potencialidades, y donde están vigentes las políticas sociales fundamentales, el dilema verdadero no es si retroceder al capitalismo o continuar el rumbo socialista, sino cómo continuar la orientación socialista, como contrarrestar la influencia del capitalismo, alejarse sistemáticamente de él, de sus múltiples redes y tentáculos, y cómo atemperar los ideales a las posibilidades, cómo reorganizar el metabolismo socioeconómico para que estimule la reproducción de la iniciativa y la creatividad en todos los órdenes de la vida social, como profundizar la democratización de la sociedad, o sea, cómo asegurar el derecho de las grandes mayorías ciudadanas a participar y decidir, cómo movilizar las potencialidades productivas del país y aprovecharlas en favor de las grandes mayorías ciudadanas.

De nuevo sobre la ciencia del comunismo

Si no fuera tan a menudo subestimada no sería necesario reiterar que la construcción del socialismo requiere de teoría. El camino socialista no es solamente un ideal, una ciencia y el movimiento real, es también en el caso de un país como Cuba una mediación eficiente para el desarrollo económico a la vez que para aprender el nuevo modo de vida. Pero cada paso debe responder a una concepción integral desarrollada sobre bases sólidas que tenga en cuenta las variables necesarias.

La sociedad cubana que ha vivido una experiencia única a partir de la segunda mitad del siglo pasado está todavía lejos de alcanzar las condiciones materiales y espirituales que la califiquen para poder definirla como una sociedad socialista plena. La política de la revolución es socialista, el poder es del pueblo, el ideal es socialista y hay importantes características socialistas en el país, Cuba es socialista, pero en Cuba no hay un socialismo pleno.

Ha quedado bien claro que no basta con el acto jurídico-político de suprimir la propiedad sobre los medios de producción de bienes y servicios para que estos sigan después produciendo con eficiencia, luego de lo cual se organizaría una distribución con justicia del producto social.

Con ese acto jurídico-político se corta de raíz una relación (importante, sí, pero no única) del metabolismo socioeconómico hasta entonces en curso: la relativa al derecho del capitalista a la propiedad, a la explotación del trabajo ajeno y a las ganancias que representa la plusvalía que obtiene, pero quedan otras realidades, cuya superación no es ni puede ser igual de rápida, sino lenta y gradual, se configurará una situación nueva, inédita, cuya observación y seguimiento necesita de estudio sistemático y enfoque teórico conceptual, para anular la improvisación y aminorar en lo posible el error.

El cambio es de tal envergadura que toca prácticamente toda la vida de la sociedad, lo que hace imposible describir la infinitud de su alcance y manifestaciones. Basta señalar que los nuevos dueños colectivos nunca aprendieron antes a organizar la producción, manejar la economía, el control, la contabilidad, tomar decisiones, que surgen ahora nuevas realidades como lo tocante a las motivaciones para producir, el desafío que plantea un nuevo modo de distribución del producto social, que habrá hostilidad política del capital internacional, por solo señalar algunos temas que considero relevantes.

No solo la complejidad del mundo hoy en crisis, sino y fundamentalmente el hecho de las insuficiencias del desarrollo del país, a lo que se suma el bloqueo norteamericano, hablan a todas luces de un largo camino en Cuba con una economía mixta, en la que participarán formas diversas de propiedad, que irán desde la propiedad social gestionada por el Estado, hasta la pequeña propiedad privada, pasando por las asociaciones, las cooperativas, las empresas mixtas y algunos emprendimientos con un 100% de capital privado extranjero.

Lo anterior significa que el sistema de dirección de la economía que cobijará esa complejidad tiene que articular la propiedad social socialista que es y será predominante y los restantes tipos complementarios de propiedad y estructurarlas en sistema.

La eficiencia en la planificación que haga el balance de la economía nacional está en el reconocimiento de los diferentes tipos y formas de propiedad, por lo que la planificación y el control que desarrolle el sistema de regulación del metabolismo socioeconómico de la sociedad cubana en transición socialista deberán responder a una estructura de subsistemas de características diferenciadas, articulados por el Estado.

Dos elementos son esenciales en esas circunstancias: uno estriba en que si bien la propiedad privada grande, mediana o pequeña tendrá una influencia en la economía y a través de ella también en la subjetividad de la sociedad, donde no tendrá influencia alguna es en lo tocante al poder político, ese que ha sido conquistado y defendido por el pueblo trabajador y que es garantía de la transición socialista, el otro elemento se refiere a la Constitución y leyes del Estado Socialista, que conforman las bases del ordenamiento jurídico de la coexistencia de diferentes tipos y formas de propiedad, las cuales se constituyen con arreglo a la juridicidad establecida, encargada de asegurar el derecho, desigual como todo derecho, que garantice el espacio a los diferentes tipos de propiedad y, a la vez, la legalidad que asegure los derechos fundamentales de todos los ciudadanos y ciudadanas del país.

Por ello, es fundamental que la teoría del socialismo de cuenta especialmente de la correlación entre el metabolismo socioeconómico y la educación, la formación cívica, ética, política y jurídica que encarnan los valores de la ideología revolucionaria socialista.

Cuando afirmamos arriba que la sociedad cubana no tiene aún las condiciones materiales y espirituales para un socialismo pleno, nos estamos refiriendo en lo material al desarrollo económico-productivo, tecnológico, científico, a la infraestructura del país; cuando hablamos de las condiciones espirituales, subjetivas, nos referimos principalmente a la persistencia de la psicología de intercambio de equivalentes y al menoscabo del trabajo como valor por la pérdida de sentido del valor del trabajo que se ha producido como resultado de no haber tenido en cuenta esa psicología, algo ahora agravado por el hábito perverso de "resolver" las necesidades individuales a costa de los recursos que pertenecen a todos los ciudadanos, pero también unos individuos a costa de otros.

En la larga transición socialista no puede desconocerse el interés individual, so pena de que este se mimetice y realice de las más diversas formas irregulares. Recordemos que Lenin calificaba las primas, en tanto estímulo material a los trabajadores, como una práctica insoslayable en la transición y cuya eliminación solo podía imaginarse en el futuro comunista.6

Hay quien sostiene la idea que la liberación real del hombre (puede leerse el socialismo pleno y el comunismo) requiere tanto de un elevado desarrollo de las fuerzas productivas, como de un proceso internacional de transformaciones que la respalde.

Ciertamente los efectos negativos sociales de las diferencias inobjetablemente existentes serán contrarrestados por un nivel razonable de suficiencia productiva, que puede traducirse como una abundancia vista racionalmente, pero incluso esta está comprometida hoy de modo puede decirse trágico por la criminal depredación de los recursos de la naturaleza gracias a la lógica absurda del capitalismo tardío. Sin educación, sin formación, sin ética, sin ideología será imposible organizar la vida humana actual y futura sobre nuevas bases, no solo porque el edificio del socialismo no puede construirse con la arquitectura capitalista fundada en la creación de necesidades artificiales, el consumismo y el afán de lucro a cualquier costo -si bien requiere hoy de elementos de su ingeniería-, sino porque los recursos serán cada vez más escasos, el medio ambiente está más resentido y amenazado catastróficamente y será imprescindible un nuevo concepto de bienestar y de felicidad, que se fundamenta en un consumo racional, responsable y saludable.

Aun necesitada de las relaciones mercantiles la sociedad en transición socialista tiene que prestar atención prioritaria a contrarrestar las relaciones humanas mediadas por las mercancías y hacerlas cada vez más directas, mediadas por los valores socialistas7, relaciones humanas en el más cabal sentido de la palabra.

En cuanto a las condiciones internacionales propicias para un socialismo pleno, no hay manera de predecir cuándo se producirán, pero aun en las actuales condiciones el socialismo imperfecto, inacabado, es incomparablemente más humano que el capitalismo.

El desarrollo de una teoría eficiente de la construcción socialista requiere de integrar armoniosamente a los seres humanos entre sí y a estos con la naturaleza y eso es algo que no puede lograrse solamente con medidas económicas; son imprescindibles la ideología y la política, la ética, la educación.

El comunismo como ideología

La superación del capitalismo es la transición socialista y este objetivo es imposible sin la ideología socialista y comunista. La transición socialista vista como actividad humana, como práctica, es un proceso consciente en el que los ciudadanos, los grupos, organizaciones, instituciones de la sociedad que de conjunto articulan el sujeto del cambio, adoptan -en diferentes grados y formas- una actitud correspondiente en general con los objetivos consensuados. La acción coherente, cohesionada del sujeto social múltiple, articulado y naturalmente diverso es funcional al cambio porque la base de la sociedad reproduce intereses compartidos, las estructuras políticas y jurídicas los amparan y el sistema de ideales, objetivos, conceptos, valores socialistas y comunistas articulan al sujeto múltiple en su diversidad y diferencias y es el fundamento del programa de acción en lo económico, lo organizativo, lo jurídico, lo político, lo social, lo cultural.

El papel de la ideología es consustancial al propio cambio. El proceso de surgimiento y desarrollo de la ideología revolucionaria se produce por ser una necesidad de la actividad humana consciente. Los valores revolucionarios nacen en el proceso de liberación humana y experimentan una sinergia que los identifica, articula y finalmente sistematiza. Una vez que la sociedad reconoce y estudia su existencia y desarrollo en tanto sistema funcional a los propósitos revolucionarios de liberación social, la ideología revolucionaria deviene poderoso instrumento de educación, orientación, articulación de voluntades, organización, cuya negación a ultranza debilita y puede anular el desarrollo de la transición. El estudio de sus cambios, es imprescindible para que ella mantenga su funcionalidad como instrumento de las transformaciones revolucionarias. El estudio de la ideología revolucionaria, de su génesis, contenido, desarrollo, regularidades, papel social, etc. pasa a ser objeto de la actividad científica, y forma parte del saber necesario para el desarrollo de una teoría de la transición socialista en Cuba.

Soy comunista, toda la vida...

Así cantaban los guerrilleros italianos y los comunistas de todo el mundo en unos años en el que cundía un enardecimiento que presagiaba un impulso histórico al ideal comunista, la canción decía también "...y comunista he de morir". Luego reapareció en Cuba a principios de la década del 60 del pasado siglo y después en el 68 parisino. Pareciera que el epílogo de la revolución de octubre acabó con aquel entusiasmo, pero ahora una multitud de nuevos fantasmas comunistas está recorriendo el mundo, los reproduce la quiebra inevitable del capitalismo, su incapacidad para escapar de sus contradicciones y tragedias, su fatal ilusión de la eternidad, el mito de la salvación tecnológica del sistema.

Solo si no se logran ver los síntomas de su bancarrota histórica puede calificarse de triunfalista o de pura utopía el párrafo anterior. No lo es porque la profunda crisis múltiple del sistema es cierta y porque no se asignan plazos a priori, ni se definen pasos predeterminados para los cambios, algo que sería pura especulación. Lo que sí es a todas luces visible es que con los gigantescos recursos empleados en la propaganda pro capitalista, en la guerra cultural, si bien han logrado obstaculizar el avance de la historia, no han logrado el milagro de evitarlo.

Ahora bien, no se habla aquí del comunismo como de un esquema de algo que tiene que producirse de un modo dado, inevitablemente, o como la doctrina política de una organización, de un partido, sino como lo reiterado por Álvaro García Linera, el movimiento real que supera lo existente, un proceso en el que las ideas y la teoría jugarán su papel junto con los acontecimientos y la acción consciente. Y es hora de la ofensiva socialista.


1 Licenciado en Ciencias Políticas, Diplomado en Teoría del Proceso Ideológico, Doctor en Ciencias Filosóficas, Profesor e Investigador titular del Instituto Internacional de Periodismo José Martí donde preside la cátedra de Periodismo de Investigación y es vicepresidente de la cátedra de Comunicación y Sociedad.

2 Isabel Rauber, "Revoluciones desde abajo. Gobiernos populares y cambio social en Latinoamérica", Ediciones Continente, Buenos Aires, 2012.

3 Ignacio Ramonet, "Cien horas con Fidel", Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2006, p. 153.

4 Podrían reconocerse los grupos siguientes: los que tenían mayor cercanía a la literatura marxista, leyeron parte importante de su obra y conocieron sus diferentes aspectos históricos y lógicos, los que tenían acceso a esa literatura y además conocieron la experiencia socialista de la URSS y otros países socialistas, los militantes del Partido Socialista Popular, simpatizantes, líderes obreros, que recibían las ideas en forma de programas políticos, crónicas y análisis hechos por los anteriores, los que tenían alguna lejana noción de lo que era el socialismo y el comunismo, los que ganados por la propaganda anticomunista y la demonización del socialismo y el comunismo, rechazaban estas ideas, etc.

5 Por ejemplo los efectos medioambientales el desarrollo de la URSS han sido grandes, pero en aquellos años los estudios ecológicos apenas mostraban algunos avances.

6 "Aún cuando nuestro objetivo final sea lograr la igualdad de remuneración para todo trabajo y el comunismo integral, no podemos proponernos de manera alguna implantar esta igualdad de inmediato en el momento presente, en que damos nada más que los primeros pasos para la transición del capitalismo al comunismo. De aquí que sea necesario mantener durante cierto tiempo una más elevada remuneración para los especialistas, para que puedan trabajar mejor, y no peor que antes, y por la misma razón tampoco podemos renunciar al sistema de primas para el trabajo más eficiente, en especial en el trabajo organizativo; las primas serán inadmisibles en el sistema del comunismo completo, pero en el período de transición del capitalismo al comunismo no es posible prescindir de las primas como lo atestiguan la teoría y la experiencia de un año de Poder soviético." (V. I. Lenin, OC en 55 tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1986, T. 38, pp. 106-107.)

7 En otros trabajos he tratado con amplitud este cambio, aquí solo anoto que si bien en la transición socialista, las mercancías tienen características diferentes, estas se siguen produciendo, solo que el valor de uso de estas pasa a ser la finalidad principal de su producción, no las ganancias, aunque estas últimas juegan un papel regulador en el metabolismo socioeconómico.

Se han publicado 32 comentarios



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  • Antonio dijo:

    Excelente trabajo como ponencia en un evento, pero muy largo como artículo "digital" hubiera sido más efectivo si lo transforma en varios artículos ya que la importancia ideológica del tema así lo amerita. Los argumentos expuestos son muy importantes actualmente y sería bueno que se lo recordaran constamentemente a muchos cuadros de nuestra sociedad y población en general que a veces no tienen argumentos teóricos para defender nuestro "autóctono, folklórico y transculturado" socialismo.

  • Silvio Jova Argota dijo:

    Darío: Muy bueno tu artículo-ensayo. Solo quiero añadirle una idea que no me abandona en los últimos tiempos: es mas bien una interrogante: ¿es el socialismo una fase del comunismo obligatoriamente, o puede ser un sistema distinto al que también hay que revolucionar?
    Tu sabes que ese problema está planteado hace bastante tiempo; incluso hubo una parte de la campaña mundial anticomunista en la Guerra Fría que se apropió de la interpretación que de esto hizo Milovan Djilas en un libro que, ademas de ser editado como tal, en 1958, en vísperas del triunfo revolucionario, salió en la revista Bohemia de modo íntegro: el título era "La Nueva Clase". Junto con "Rebelión en la granja" la fábula modernizada de Orwell que -como quien no quiere las cosas- ¿Buena Fe? cita en una de sus últimas canciones, eran la artillería pesada del anticomunismo. Pero a finales de los sesenta del siglo pasado, cuando la URSS -mediante Nikita Jruschov- casi anunció el día y la hora cuando ese país iba a arribar al comunismo, aquí hubo serios cuestionamientos. Los del Che han sido bastante recordados; no así otros de igual jerarquía. De nuevo, felicidades por tu análisis.

  • Carlos Valdés Sarmiento dijo:

    "La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia."
    José Martí; O. C. tomo 6, pág 18.
    Para lograr aplicar la ciencia marxista, hacen falta hombres y mujeres capaces de luchar hasta el último aliento para lograrlo, y eso no es filosofía, es fortaleza espiritual, todo los grandes marxistas cubanos fueron primero martianos, desde Baliño hasta Fidel Castro, por otra parte a finales de los 80 hubo un congreso mundial de marxismo y lo presedia uno de los esspecialistas más versados en la materia, un jesuita frances.

  • Daurys Suárez dijo:

    Me parece fenomenal este artículo. Es más, debería editarse en forma de folleto y dictarse como conferencias. Da respuestas a muchas de las interrogantes que hoy se hacen los ciudadanos de a pie en Cuba y en el mundo. Si bien la materia que trata se vuelve densa por lo abarcador, lo que necesariamente hizo imprescindible un espacio tan grande que puede resultar contraproducente, dado el medio de publicación.

  • Fernando Quevedo dijo:

    Excelente trabajo. Naturalmente que la acción precisa de su teoría, pero mira por donde es en Cuba(práctica revolucionaria)desde donde están saliendo las mejores ideas. ¡POR FIN CLARIDAD! así definiría este artículo, es luz para el comunismo científico.
    Soy español y miembro de la KFA(asociación de amistad con Corea Democrática y Popular)por lo que nuestro socialismo es el JUCHE, pero viiviendo en occidente reconocemos a Cuba como el auténtico baluarte del socialismo teórico y práctico en el hemisferio occidental del Mundo. Adoro su Isla y a su pueblo al que deseo éxitos revolucionarios.

  • Deyla dijo:

    De hecho,muchos paises conciben al socialismo como un sistema capaz de resolver los problemas historicos de la humanidad. Realmente no se si algun dia el comunismo pueda llevarse a cabo, me da la impresion como que es medio anarquico. La sociedad es un fenomeno demasiado complejo, y el hombre solamente tiene 2 milenios de existencia, sera posible que lo dicho por Marx en su manifiesto sea lo único que hay por estudiar??? Yo creo que podemos mejorar esas concepciones, mas que mejorarlas, adaptarlas a la realidad.

  • hgv dijo:

    Excelente articulo pero ahora comprendo porque el capitalismo logra confundirnos con sus viejos y desgastados fundamentos y es la incapacidad del socialismo de vender una idea eficaz y eficientemente , realmente el analisis es extremadamente largo para los objetivos de cubadebate...llegar,llegar, llegar y llegar con las ideas de una nueva sociedad.

  • carlos e. bischoff dijo:

    Excelente. Excelente.
    Tema, como ya se ha dicho, largo de tratar pero indispensable.
    Anotaría,como puntos de mayor análisis, un par de cosas que creo tienen relación entre sí.
    Lo primero, los riesgos en la construcción del socialismo. Que no solo tienen que ver -sin duda centrales, pero habrá que determinar cuanto- con las cuestiones de la propiedad, sino con el involucramiento social y el control social.
    Lo segundo, acerca de la propiedad colectiva, que da la impresión de solo asociarse a propiedad estatal. Sin duda que durante una buena etapa esto es indispensable. Pero el recorrido de propiedad estatal a propiedad social de los trabajadores, es un tránsito, con pasos. Algo, quizá, uno puede ver -desde lejos, y me disculpo por eso- en Los Lineamientos, pero solo "algo".
    Fin: decía el que lo decía, que los fenómenos deben ser reducidos a sus contradicciones internas. "A". No "reducir sus contradicciones internas". Y el análisis sobre la debacle de la Urss, parece una reducción "de" las contradicciones internas, no "a" las contradicciones internas. Lo que no me acerca un gramo a algunos criterios mega-críticos sobre las posibilidades de construcción del socialismo en un solo país. En este asunto, el análisis es excelente.
    Chau

  • Jorge LGuerrero dijo:

    Excelente articulo,muy educativo para las presentes generaciones y un articulo para reflexionar y ver dos opticas diferentes,lo vivido y la experiencia de los sucesos,que hicieron caer al socialismo europeo,como siempre e dicho el imperialismo y sus satelites,satanizaron al socialismo-comunismo,en una competencia con manos nagras y bloqueos,se trato y se trata de hacer ver el fracazo del socialismo,sin embargo el capitalismo si a sido un fracazo monumental,EL SISTEMA MAS JUSTO Y HUMANO ES SIN DUDAS EL SOCIALISMO,la contraparte es un CAPITALISMO SALVAJE y no lo digo yo,son los hechos los que hablan por si solos.

  • yo y mil veces yo dijo:

    Que lastima que aqui a este foro no entren los personajes que blasfeman en otros foros

  • maria gonzalez dijo:

    Es fundamental estudiar el papel de la inteligencia "capitalista" y comentar ,después de analizarlo,lo ideado y llevado a cabopor los ideólogos de la CIA.Releer el libro"EL ARTE DE LA INTELIGENCIA"de ALLEN W DULLES-fundador de la CIA en la década de los 60.

    ES CLARO Y ESCLARECEDOR.por lo que pasó en la URSS y sobre todo por lo que puede pasar ,si lo ignoramos en todos los países que emprenden un sistema contrario al capitalismo.
    Insto a los estudiosos a seguir dandonos ,formación e información.

  • Ovidio D´Angelo Hernández dijo:

    Darío Machado nos brinda una narración histórica ya conocida. Con intentos de retoques, justificaciones y algunos “encajes” que parecerían alegorías más que realidades posibles en ese marco interpretativo. Merecería retomarse muchos aspectos que requieren mayor profundidad en encuentros con partidarios de otros enfoques socialistas que si creen en la realización plena del ser humano en los tiempos presentes y en formas de organización autogestionaria de la sociedad –lo que no implica eliminar el papel del Estado, por cierto, sino su reconversión, tanto en la esfera productiva como social y política, como instrumento de las bases populares y trabajadoras, para llegar a una real Economía Social –que no puede identificarse con una economía estatal- , dentro del marco multiactoral que se presentará inevitablemente en nuestra sociedad.
    Como se menciona a Alvaro Liniera, sería bueno complementar con esta reflexión suya:

    GARCÍA LINERA DEFIENDE LA PALABRA COMUNISMO
    PALABRAS FINALES DE LA CONFERENCIA DE PRENSA DE ÁLVARO GARCÍA LINERA EN MARACAIBO, 28 DE NOVIEMBRE 2011
    Gobernar obedeciendo es afirmar cada día que el soberarno no es el Estado, que el soberano es el pueblo, que no se manifiesta cada cinco años con el voto, sino que se manifiesta, habla, propone, cada día necesidades, expectativas y requerimientos colectivos. Lo que se le pide al gobernate es sintetizar y unir, porque pueden haber voces discordantes dentro del pueblo”. E l pueblo es una cosa homogénea, no señores, hay clases sociales, hay identidades, hay regiones. El pueblo es muy diverso. El trabajo del gobernante no es sustituir al pueblo. El trabajo del gobernanteno no es sustituir al pueblo, es armonizar las voces del pueblo, sintetizar en un sólo sentido sus inquietudes. Pero eso no significa que el gobernante sustituya al pueblo. Gobernar obedeciendo es eso: el soberano es el pueblo y el gobernante es simplemente un unificador de ideas, un articulador de necesidades, y nada más. Ese es el principio comunitario, pero también socialista y comunista en el sentido fuerte del término de común-unidad, esa palabra me gusta, no es muy reconocida pero a los viejos marxistas como Marta y yo nos encanta esa palabra comunismo, que se ha atribuido al diablo. No, comunismo es comunidad, esta es una comunidad, comunismo viene de comunidad, de riqueza común, de decisiones comunes, de vida compartida, de bienestar compartido, eso es comunismo, de poder compartido, gobernar-obedeciendo: poder compartido, no poder concentrado. Es una frase hermosísima que atraviesa como flecha la sociedad contemporánea, apunta al socialismo, pero tiene más horizonte común, vida común, riqueza común, felicidad común, democracia compartida, decisiones compartidas, tristezas compartidas, alegrías compartidas, comunismo, eso es.

  • Ovidio D´Angelo Hernández dijo:

    Muy agradecido por la publicación de mi comentario. Yo creo que el artículo de Machado abre la posibilidad a la importante polémica teórica que debemos tener, públicamente, entre los que profesamos diversas interpretaciones del socialismo (los estatistas, los pragmáticos y los autogestionarios; como muy bien clasifica de manera general Camila Piñeiro en el reciente número de la Revista Temas mencionado antes por otro comentarista de este blog), e inclusive con los que desde posiciones patrióticas más centristas, defienden ideales de democracia y justicia social que deben ser tenidos en cuenta.
    Creo que desde todas las posiciones debemos reaccionar de manera constructiva, pero crítica y aportadora a los planteamientos de Machado -en este espacio y en otros posibles y de manera seria y rigurosa-, porque me parece importantísimo que reenfoquemos la teoría del socialismo y el comunismo, desde las diversas experiencias, pero también desde una relectura novedosa que ponga el acento en sus esencias: Economía social cooperada y democracia participativa y protagónica, de base popular y con el concierto de todos los actores sociales de buena voluntad; es decir, una vez más: con todos y para el bien de todos.
    PD: trataré de aportar, por mi parte, en cuanto tenga tiempo, pero el llamado debe ser a todos los sensibles por el futuro del país.

  • Isaac Christiansen dijo:

    Excelente artículo compañero. Me alegré verlo. Que sigamos en todas partes del mundo luchando por un mundo mejor, un mundo socialista e internacionalista en pleno camino hacia el comunismo. El capitalismo diario enseña al mundo que no puede superar sus contradicciones y que lo único que puede conducir a la verdadera libertad de la humanidad y a la justicia social es el derrocamiento del capitalismo y el desarrollo de un socialismo guiado por la ciencia, la teoría y los intereses de los trabajadores, campesinos y los humildes. Cuba nos da al resto del mundo un ejemplo que sí es posible, aún en circunstancias no favorables, pero cuantos más países se liberen del capitalismo más fuerte será la revolución cubana y más fuerte el movimiento hacia un mundo mejor.

  • Carlos Bernal dijo:

    Excelente trabajo y no importa si es más o menos largo. Hacía falta agrupar ideas y conceptos que, por estar dispersos, no siempre están a la mano para defender lo nuestro. Es una herramienta de lucha por el socialismo, tanto durante la batalla, como para la educación de quienes deben continuarla.

  • cubava dijo:

    El capitalismo no sera la solución al mejoramiento humano, el socialismo cubano tampoco lo es, quizás el de Chavez el del siglo XXI como lo llama nuestro presidente victorioso puede que lo sea, lo cierto es que los sistemas sociales o revoluciones no se dan por igual en ningún país, por mucho que se empeñe y se apueste por el fanatismo estricto de algunos, de como debe ser el socialismo y su repetición en uno y otro país.
    Los fenómenos progresistas sociales muchas veces se encuentran insertados en sistemas con un orden político diferente y no se puede negar el cambio y la transformación como ley dialéctica ni su carácter social incluso estando insertado en un sistema diferente al llamado socialista, nada es absoluto.
    El socialismo es el resultado lógico del despliegue de las contradicciones del capitalismo y la solución de las mismas mediante la revolución social. Las contradicciones y las formas de su superación son múltiples, el socialismo también se desarrolla por medio de contradicciones, pero éstas son específicas (Contradicciones antagónicas y no antagónicas). La categoría de contradicción dialéctica tiene gran importancia metodológica también para las ciencias naturales modernas, que tropiezan cada día más con la naturaleza contradictoria de los objetos. El marxismo-leninismo convirtió la categoría de contradicción en patrimonio del modo de pensar, que se desprende de la asimilación íntegra del mundo por el hombre, que no tiene por qué temer a las contradicciones o entorpecer su superación. La importancia ideológica y educativa de esta ley se expresa también en que ella enseña que ningún peldaño del desarrollo ni ningún adelanto de la historia puede ser tomado como definitivo, orientando de esta manera a la creatividad infinita.
    Del "llamado comunismo" mucho se ha hablado pero ha sido una verdadera utopía a la cual han renunciado hasta los mismos países donde se hablo de este por primera vez.
    Pues no conozco ningún país comunista en su totalidad, "ni existirá".
    La debilidad del socialismo es la facilidad de sentirse fenestrado ideológicamente por el Capitalismo, mas los capitalistas no tienen ese temor, algo que aun no he logrado comprender.
    Sera que las mentes comunistas y socialistas son mas débiles que las capitalistas? NO LO CREO

  • cubava dijo:

    El capitalismo no sera la solución al mejoramiento humano, el socialismo cubano tampoco lo es, quizás el de Chavez el del siglo XXI como lo llama nuestro presidente victorioso puede que lo sea, lo cierto es que los sistemas sociales o revoluciones no se dan por igual en ningún país, por mucho que se empeñe y se apueste por el fanatismo estricto de algunos, de como debe ser el socialismo y su repetición en uno y otro país.
    Los fenómenos progresistas sociales muchas veces se encuentran insertados en sistemas con un orden político diferente y no se puede negar el cambio y la transformación como ley dialéctica ni su carácter social incluso estando insertado en un sistema diferente al llamado socialista, nada es absoluto.
    El socialismo es el resultado lógico del despliegue de las contradicciones del capitalismo y la solución de las mismas mediante la revolución social. Las contradicciones y las formas de su superación son múltiples, el socialismo también se desarrolla por medio de contradicciones, pero éstas son específicas (Contradicciones antagónicas y no antagónicas). La categoría de contradicción dialéctica tiene gran importancia metodológica también para las ciencias naturales modernas, que tropiezan cada día más con la naturaleza contradictoria de los objetos. El marxismo-leninismo convirtió la categoría de contradicción en patrimonio del modo de pensar, que se desprende de la asimilación íntegra del mundo por el hombre, que no tiene por qué temer a las contradicciones o entorpecer su superación. La importancia ideológica y educativa de esta ley se expresa también en que ella enseña que ningún peldaño del desarrollo ni ningún adelanto de la historia puede ser tomado como definitivo, orientando de esta manera a la creatividad infinita.
    Del "llamado comunismo" mucho se ha hablado pero ha sido una verdadera utopía a la cual han renunciado hasta los mismos países donde se hablo de este por primera vez.
    Pues no conozco ningún país comunista en su totalidad, "ni existirá".
    La debilidad del socialismo es la facilidad de sentirse fenestrado ideológicamente por el Capitalismo, mas los capitalistas no tienen ese temor, algo que aun no he logrado comprender.
    Sera que las mentes comunistas y socialistas son mas débiles que las capitalistas? NO LO CREO.....

  • gilberto dijo:

    la practica es criterio de verdad

  • Francito dijo:

    Porque no indagan la historia, porque creen a ciegas todo lo que escuchan o leen, Marx fue un judio, y como todo judio se encuentra aliado al imperio inglés, además el comunismo se implanta en todas las naciones menos en Inglaterra, raro verdad. entonces; cual era la finalidad?, pues la finalidad era crear el desorden en otras naciones enemigas de Inglaterra como Rusia y Alemania para poner un par de ejemplos y así cumplir el dicho "a rio revuelto, ganancia de pescadores" y felizmente hoy gracias a internet podemos entender como hasta ahora el poder de la información y de los derechos humanos es manejado de acuerdo a los intereses de Inglaterra, EEUU e Israel y por favor este comunismo siempre será un falacia, una mentira y una utopia. Yo tambien creia en la universidad que el comunismo era una verdad y mis dudas me acercaron a la verdad y me alejaron de la mentira. Para una muestra más: evolución de Darwin y como copiando reevolución de Marx.

  • ignacio dijo:

    El sr. Dario me ha hecho recordar mis estudios de marxismo leninismo desde la temprana edad de 16 anyos hasta la Universidad.Hay mucho "metabolismo" en su ensayito y esa categoria cientifica se aplica mas a los seres vivos que a la sociedad, pero solamente quiero puntualizar que, segun mi modesta opinion basada en mi experiencia de constructor del socialismo en Cuba durante casi MEDIO SIGLO,la revolucion cubana SIEMPRE estuvo y esta alejada de la linea marxista leninista de construccion del socialismo por dos fuerzas fundamentales:
    la mas debil: sus dirigentes no quieren "copiar" ningun socialismo existente o extinguido.
    la mas fuerte y definitoria:el EGO de fidel castro que con sus ideas ha destruido un pais, ha enterrado las esperanzas de su pueblo de alcanzar un mejor nivel de desarrollo y de vida,ha ANALFABETIZADO POLITICAMENTE A SU PUEBLO, ha vendido al mundo un producto embotellado con la etiqueta "socialismo" para quien la destape caiga redondo de asco y finalmente ha decepcionado a los parias de la Tierra.

  • javiel dijo:

    Ignacio

    No se que tipo de constructor de socialismo fuiste en Cuba con esas ideas tan mal acabadas ,de verdad que quieres asombrar al mundo con tu criterio y solo has logrado que la totalidad de los foristas apoyemos el escrito del compañero Dario

    No te puedo desear suerte ,ya te conozco

  • Jesús Riveros A. -Perú- dijo:

    UNA SOLICITUD al compañero Darío Machado Rodríguez y a Cubadebate: Dejar abierta la participación de quienes tenemos interés en el debate con motivo de este trabajo.
    Y ya estamos en la madrugada del 27 de agosto, vario días ya desde que se publicó el trabajo del compañero Darío Machado Rodríguez, y veo que aún hay compañeros que aportan. Por eso me atrevo a participar en un tema de semejante importancia.
    En primer lugar un reconocimiento al compañero Darío por este interesante trabajo, tan necesario siempre y siempre.
    En una parte del artículo el c.c. Darío Machado dice:
    “(…) las ideas socialistas sufrían un indiscutible reflujo, Cuba las mantuvo el tiempo suficiente para vivir su renacer, en particular en Latinoamérica y el Caribe”
    Y en otra señala:
    “¿Si no es posible el socialismo pleno (refiriéndose a Cuba) a corto o mediano plazo, vale la pena seguirlo intentando?”
    Y contestándose, señala:
    “La respuesta solo puede ser afirmativa y no simplemente por una elemental reacción motivada ideológica y políticamente sino básicamente por un balance de costos - beneficios.” (el resaltado es mío)
    El conjunto del artículo se alimenta de afirmaciones, especulaciones teóricas y proposiciones que en realidad nos ayudan muy poco, en nuestra responsabilidad como “comunistas” como “revolucionarios”, digo esto porque considero que la labor de un revolucionario, entre otras, no va al quedarse solo en el interés “personal” o “nacional”, su responsabilidad va con los revolucionarios del mundo, siendo coherentes con eso del internacionalismo.
    Y es eso lo que plantea el forista Isaac Christiansen, cuando dice:
    “Cuba nos da al resto del mundo un ejemplo que sí es posible, aún en circunstancias no favorables, pero cuantos más países se liberen del capitalismo más fuerte será la revolución cubana y más fuerte el movimiento hacia un mundo mejor”
    EN CONSECUENCIA, tendremos que preguntarnos: ¿Qué aportó y puede seguir aportando la experiencia revolucionaria de Cuba en la construcción del Socialismo en ruta al comunismo mundial?
    Me parece que desde ahí es de donde el compañero Darío Machado Rodríguez debía partir su análisis para entregarnos las hipótesis o tesis que nos entrega.
    Tengo el interés de participar buscando el interés de los lectores de Cubadebate y sobre todo del mismo c.c. Darío Machado Rodríguez para encontrar algunas respuestas.
    MÁS DE CINCUENTA AÑOS DE REVOLUCIÓN COMPAÑERO, hay tanto que recorrer, hay tanto para explicar y aportar.
    Sostengo que para tratar la experiencia Cubana, se debe necesariamente ir de balance en balance, de lo contrario solo nos quedamos en el limbo. Y así también lo sugiere el autor cuando dice:
    “Una lógica elemental indica que para Cuba, donde el poder político responde a los intereses de las grandes mayorías, (…) el dilema verdadero no es si retroceder al capitalismo o continuar el rumbo socialista, sino cómo continuar la orientación socialista, como contrarrestar la influencia del capitalismo, alejarse sistemáticamente de él, de sus múltiples redes y tentáculos, y cómo atemperar los ideales a las posibilidades, cómo reorganizar el metabolismo socioeconómico para que estimule la reproducción de la iniciativa y la creatividad en todos los órdenes de la vida social, como profundizar la democratización de la sociedad, o sea, cómo asegurar el derecho de las grandes mayorías ciudadanas a participar y decidir, cómo movilizar las potencialidades productivas del país y aprovecharlas en favor de las grandes mayorías ciudadanas”
    De este párrafo aprovecho conceptos que me parece requieren mucha atención y explicación, como por ejemplo en lo que se refiere al CARÁCTER DE CLASE DEL ESTADO CUBANO.
    Se nos dice: “Una lógica elemental indica que para Cuba, donde el poder político responde a los intereses de las grandes mayorías, (…) cómo asegurar el derecho de las grandes mayorías ciudadanas a participar y decidir (…)”
    El poder político es EL ESTADO, y me provoca las preguntas: ¿El Estado Cubano representante de las “grandes mayorías” “ciudadanas” y no de una clase social en concreto?
    Eso de “(…) cómo asegurar el derecho de las grandes mayorías ciudadanas a participar y decidir” igualmente no nos concretiza nada. “Grandes Mayorías ciudadanas” ¿qué significa?.
    Entiendo que el concepto “democracia” en criterio marxista es sinónimo de “dictadura”, en consecuencia, el Estado cubano ¿dictadura de las “Grandes Mayorías ciudadanas” y no del proletariado?
    En estos tiempos no solo existe la crisis del capital financiero, existe, sobre todo en los trabajadores, en la clase obrera, en los sectores explotados y oprimidos, UNA CRISIS de conocimiento y una gran CONFUSIÓN teórica que nos imposibilita entender el camino socialista y por tanto nos lleva a convertirnos en esa especie de cómplices del capitalismo cuando intentamos, por todos los medios, “superar la actual crisis” “evitando” que el pueblo no pague las consecuencias de esta crisis, o como “vindicar los derechos del pueblo” en este sistema y similares.
    Por eso el interés por la claridad de los conceptos.
    Por eso la pregunta: ¿Cuál el carácter de clase del Estado Cubano? ¿corporativo o de clase?.
    Con esta pregunta que nos pueda llevar a la reflexión sobre el tema concluyo este primer comentario para no alargar mucho el contenido, cuando al parecer nos vamos “acostumbrando” a leer solo párrafos o textos pequeños

  • ELPIDIO dijo:

    Ignacio: cuanto desatino intelectual y frustración psicológica...necesitas un médico o la hiel que destilas te hará mucho daño.

  • cubava dijo:

    EL PODER POLÍTICO CUBANO ES "REPRESENTATIVO", PUES NO REPRESENTA A LA MAYORÍA Y DE ESO ESTAMOS CLAROS, HAY MUCHAS PREGUNTAS Y EL TEMA ES MUY INTERESANTE.
    LAS CRISIS SIEMPRE HAN EXISTIDO Y ESTA CRISIS NO ES LA PRIMERA CRISIS DEL CAPITALISMO, SIEMPRE HAN SIDO SUPERADAS, LA CRISIS DEL SOCIALISMO CUBANO NO SE HA SUPERADO, AHORA HA TENIDO UNA INYECCIÓN CON LOS PAÍSES DEL ALBA, PERO EL EJEMPLO DE LA MAYOR CRISIS SOCIALISTA HA SIDO EL DERRUMBE DEL CAMPO SOCIALISTA Y LLAMADO "BLOQUE MONOLÍTICO DE LA URSS"
    HAY QUE DEMOCRATIZAR MAS EL PODER POLÍTICO Y NO VIVIR AFERRADOS AL LO ESTÁTICO, PUES COMO DIJERA MERCEDES SOSA EN EL POEMA "EL TIEMPO EL IMPLACABLE, EL QUE PASO", "AFERRARSE A LAS COSAS DETENIDAS ES AUSENTARSE UN POCO DE LA VIDA"++

  • Jesús Riveros A. -Perú- dijo:

    Vuelvo nuevamente,
    Y vuelvo insistiendo en un tema central de toda revolución: EL ESTADO
    En el comentario anterior pregunté: ¿Cuál el carácter de clase del Estado Cubano? ¿corporativo o de clase?
    Se nos dice que lo que ha caracterizado a la Revolución cubana fue, y aún lo es, el consenso sobre los principales aspectos de la Revolución y en lo que se refiere el tema del Estado.
    ¿Es por eso que dentro de los organismos de Poder Estatal se encuentran representados diversos estamentos, o clases, sociales e institucionales, como los representantes de las iglesias, por ejemplo?
    En los momentos actuales vemos que en el hermana Cuba se desarrolla una reforma de la economía, al trasladarse las responsabilidades a parte de la población misma mediante lo que han venido a llamar los “cuentapropistas”
    Estas “¿reformas?”, ¿hasta donde tocan los cimientos del Estado Cubano?
    Para los revolucionarios del mundo, nos sería de mucha importancia que se nos entregara la experiencia de construcción del poder Estatal Cubano, para poder así entender objetivamente cual la tarea que nos corresponde en nuestros países; no para copiarlo, sino para recoger su experiencia en estos tiempos de “contrarrevolución” y de surgimiento de tantas ideas “nacionalistas” o “populares”.
    ¿Son esas reformas de la economía los que lleva a Cuba a “nuevos” tiempos de la Revolución proletaria?, o ¿el Proletariado Cubano se encuentra relegado a los asuntos simplemente sindicales vindicables inmediatos economicistas?
    Se entenderá con claridad, para los que vivimos fuera de Cuba, que la experiencia revolucionaria cubana se encuentra siempre en transición, buscando y buscando los caminos al socialismo, estos caminos ¿conducen a la continuidad revolucionaria?
    En los tiempos de Fidel no eran extraños las grandes movilizaciones de las masas Cubanas, en los tiempos actuales con Raúl, al parecer se han dispuesto la conclusión de estas movilizaciones. ¿Puede una Revolución avanzar en conciencia política (desde la ciencia como reclama el autor del artículo) sin la movilización de las masas proletarias y populares?
    Una descripción de los reales aparatos estatales del Poder Cubano nos puede ilustrar con mayor objetividad acerca del carácter de clase del Estado Cubano y por tanto de la situación de los diferentes sectores sociales en Cuba.
    Insisto, no hay Revolución que no tenga que ver con el problema del Estado ¿cómo se ha construido o como se construye el Poder Cubano desde la perspectiva proletaria?
    ¿Necesita el Proletariado Cubano, con su Partido Comunista, su propia Revolución?
    La actual crisis financiera del capitalismo (que aclaremos no lo lleva a su sepultura, como muy alegre, entusiasta, voluntarista y subjetivamente afirman tantos izquierdistas y hasta “comunistas”), conjugado a las condiciones cada vez más precarias de las masas proletarias y populares, vienen obligando a tantos y tantos e intentar encontrar “fórmulas” para entender la revolución desde la perspectiva de “no liquidar al capitalismo” sino de hacerla “más humana” mas “democrática” y etc etc.
    Esta Crisis y sus consecuencias en el pueblo, el surgimiento de movimientos “socialistas de diversos tipos”, la llegada al gobierno de opciones políticas “nacionalistas” y etc. nos obliga a tener claridad en el tema del Estado, y Cuba bien podría entregarnos las herramientas teóricas-prácticas que nos permitan salir de tanta confusión al respecto.
    El dilema, planteado desde siempre: O REVOLUCIÓN O REFORMA se encuentra a la orden del día, como se encuentra en orden del día el tema de REVOLUCIÓN PROLETARIA HACIA EL SOCIALISMO o “REVOLUCIÓN” REFORMISTA POPULAR CAPITALISTA.
    Continuaré.
    Gracias por la paciencia.

  • CUBANA FELIZ dijo:

    MUY BUEN TRABAJO.
    PERO PARA PODER SEGUIR VIVIENDO ORGULLOS Y SER EJEMPLO DE NUESTRO SOCIALISMO HAY MUCHAS COSAS EN LAS QUE HAY QUE REFLEXIONAR. RECORDAR SIEMPRE QUE SOMOS UN FARO DE LUZ Y ESPERANZA PARA MUCHOS PUEBLOS DEL MUNDO.

  • rdp dijo:

    "..El retroceso al capitalismo dependiente significaría el regreso al predominio de la propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción de bienes y servicios, la desaparición del Estado socialista, la población quedaría totalmente a merced del mercado, sería imposible desarrollar un programa propio de nación que tenga en cuenta todos sus territorios, que sea equilibrado, amigable con la naturaleza, justo y que responda a los intereses de las grandes mayorías ciudadanas, se produciría el retorno a la funesta politiquería y a la demagogia, sería el deterioro y fin de las políticas sociales.."
    triste
    muy triste tanta neurona bientrankila y con un texto tan grande.
    todo esto lo plantea el autor reacionándolo con el capitalismo "dependiente" solamente...¿verdad?
    ¿o esto es solo otra amenaza (más) para "desviados" o para todos akellos ke kieran pensar de manera diferente?
    si este artículo fuera una simple "corriente" de pensamiento no es problema
    el brete es ke estamos obligados a no emitir criterios divergentes y a vivir en un sistema keramos o no.
    si eso bueno o malo no me preocupa
    me preocupa ke no pueda elegir
    cómo será lo nunca visto es una historia (o cuento) y no me sirve de mucho.
    ok, algo es algo
    salu2 y ke dios nos ampare compatriotas

  • Jesús Riveros A. -Perú- dijo:

    ACLARO:

    No es mi intención molestar a Cubadebate ni buscar confrontaciones infraternas o contrarrevolucionarias, mi intención va a exponer opinión crítica que sirva al debate productivo.

    En mi condición de OBRERO Peruano, es mi interés el comprender mejor los caminos hacia el socialismo, es mi siempre anhelo de poder contribuir al desarrollo de la conciencia política proletaria de mis compañeros peruanos, por eso es que ando siempre interesado en encontrar muchas respuestas, respuestas a la "oscuridad" teórica de la crisis financiera actual del capitalismo, a la "oscuridad" práctica proletaria, a la "oscuridad" en cuanto se refiere a la organización política y tantas interrogantes.

    Y por supuesto que tengo mis puntos de vista, mis opiniones que vienen desde el marxismo, desde el leninismo que logré conocer en toda mi historia gremial-política, y que van desde mi siempre preocupación por enterarme del desarrollo del capital y de las experiencias revolucionarias, principalmente de Cuba.

    Por eso me atrevo a escribir mis puntos de vista y lanzar mis opiniones críticas sobre los diferentes contenidos, cosa que no me atrevía anteriormente.

    Y estoy convencido que la mejor manera de contribuir con nosotros, NO ES LA CENSURA a nuestras opiniones, por más simplonas que parezcan, porque desde la sencillez podemos entender incluso nuestro nivel político y teórico tan necesarios.

    Me hice el propósito de escribir sobre el artículo del compañero Darío Machado Rodríguez, y se me aceptó hasta los dos comentarios que aparece, pero me sorprende un tanto que ya por dos veces consecutivas NIEGAN la inserción de mi tercer comentario relativo a la IDEOLOGÍA.

    Por esto me reservo mi comentario sobre ECONOMIA y POLÍTICA, en el temor de que se siga rechazando.

    NO ES LA PRIMERA NI SEGUNDA NI TERCERA VEZ que se “censura?” mis intervenciones.

    Sería incluso un acto fraterno que Cubadebate manifieste su criterio para “¿censurar?” los trabajos de otros foristas incluso.

    ¿Y tendría el compañero Darío Machado Rodríguez en entregarnos alguna respuesta nuestras opiniones e interrogantes?

  • Andrés Dovale Borjas dijo:

    Aunque, al parecer los editores de Cubadebate han bloqueado los comentarios a este artículo, porque, evidentemente, este tema no está entre sus intereses, quisiera hacer un comentario porque considero que el destino de nuestro país depende de las decisiones que se tomen sobre este tema.
    Este trabajo del Cro. Darío Machado tiene el mérito de reconocer algunas importantes verdades, pero en lugar de extraer de ellas conclusiones superadoras de los errores cometidos, que dieron al traste con la el “socialismo real” en la Unión Soviética y el este de Europa y que en mayor o menor medida son las causas de nuestra situación actual, lo que trata es de justificar esos errores, llegando a plantear prácticamente la imposibilidad de desarrollar: “un ideal de socialismo pleno, de algo acabado e irreversible, entonces es obvio que en la actualidad no es posible a corto o mediano plazo.”
    Tampoco aborda DM en su extenso trabajo las causas fundamentales del fracaso del “socialismo real”, el porqué del hecho que después de 72 años en el poder aun no alcanzaron un socialismo pleno e irreversible. Porque DM, como “Licenciado en Ciencias Políticas, Diplomado en Teoría del Proceso Ideológico, Doctor en Ciencias Filosóficas”, debe conocer que la esencia del socialismo de Carlos Marx y Federico Engels es el cambio de las relaciones de producción o propiedad y la supresión de la explotación asalariada de la fuerza de trabajo, lo que conduciría al fin de la explotación del hombre por el hombre y de la división de la sociedad en clases antagónicas.
    El “socialismo real” fracaso porque no alcanzó ninguna de esas metas. En lugar de la extinción paulatina del estado, como se había pensado que sucedería, éste se convirtió en el dueño de casi todos los medios de producción y los obreros, como señalara visionariamente nuestro Apóstol José Martí “De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre el; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.” José Martí, OC Vol. 15, pág. 391
    El socialismo tiene que ser la obra de trabajadores libres asociados, en cooperativas o en autogestión obrera, y no asalariados de un estado monopólico.
    El ser determina el pensar, no se puede crear una conciencia socialista en los obreros y campesinos si estos dependen de un salario ínfimo para vivir y mantener a su familia y no tienen participación alguna en las decisiones que determinan su condición social.

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Darío Machado Rodríguez

Darío Machado Rodríguez

Licenciado en Ciencias Políticas y Doctor en Ciencias Filosóficas. Preside la Cátedra de Periodismo de Investigación y es vicepresidente de la cátedra de Comunicación y Sociedad del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

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