Cubadebate

De izquierda a derecha, Jeptoo, Cherop y Kiplagat

Empezaron los Mundiales de Atletismo, y volvió la pasión de un deporte que reina por derecho propio. Tan solo dos finales hubo en la apertura, y ambas las monopolizaron unas mujeres negras. Tanto o más negras que el ébano. Tanto o más resistentes que un gajo de guayabo.

Nunca se había producido un triplete en la maratón de estos eventos. Nunca, tampoco, un país se había alzado con un par de tripletes sucesivos. Kenia acaba de hacerlo.

La maratón vio el triunfo de una agente de policía. Se llama Edna Kiplagat, es una veterana de 31 abriles, y a la altura del kilómetro diez cambió de golpe el ritmo a la carrera, arrastrando consigo a sus coequiperas Prisca Jeptoo y Sharon Cherop, junto a una solitaria guerrera de Etiopía, Aberu Kebede.

Bajo el cielo nublado y amparadas por 24 grados de temperatura, las morenas de Kenia comenzaron entonces la faena de desgaste de Kebede, que aguantó cuanto pudo hasta que, descompuesto el motor de sus piernas, sacó bandera blanca y dejó el camino abierto a un inusitado -¿irrepetible?- pleno medallista en los 42 kilómetros y 195 metros.

Fue una hazaña marcada por la anécdota: cerca ya de la meta, Kiplagat y Cherop se arrimaron demasiado en busca de agua, y la primera fue a parar al suelo bruscamente. Lejos de aprovechar la circunstancia, su compatriota la ayudó a ponerse en pie, y después celebró con igual entusiasmo que ella la victoria. Cosas que tiene la hermandad de los deportes...

TODAS PARA UNA

Pareció que esa gesta de llevarse cada "penique" del botín botín bastaría para eternizar en la memoria la participación de Kenia en Daegu. Pero las infatigables gacelas de la delegación africana no estaban satisfechas, y volvieron a devorar el podio en los 10 mil.

Increíble. Admirable. Más que cierto. La película se filmó entonces con otras actrices, pero el guión era un remake. Las kenianas comenzaron "explotando" a la estelar etíope Meseret Defar, y a seguidas emparedaron -literalmente, emparedaron- a Meselech Melkamu. Y fue un abuso, puesto que se trató de una pelea desigual de cuatro contra una. Sí, porque Kenia copó el podio, y aun alcanzó el cuarto lugar.

La gloria mayor fue a parar a una multilaureada, Vivian Jepkemoi Cheruiyot, que todas maneras tendrá que agradecer por siempre la colaboración de Sally Kipyego, Linet Chepkwemoi Masai y Priscah Jemeting Cherono, sus generosas compañeras de trabajo.

¿VEREMOS PODIO HOY?

Esta noche, la segunda jornada mundialista podría deparar la(s) primera(s) medalla(s) de la delegación cubana, cuando Yarelis Barrios y Leonel Suárez guapeen los premios en las pruebas de disco y decatlón.

Atleta constante donde las haya, Yarelis rebasó las preliminares con un solo lanzamiento (63,80 metros), inferior únicamente a los envíos de la alemana Nadine Müller (65,54) y la china Yanfeng Li (64,44).

¿Que si puede sonreír desde el podio? Pues no sería primera vez, de manera que nadie va a extrañase. Ni tampoco se vale el asombro con una posible nueva hombrada de Leonel en el segundo día del evento para los deportistas all around.

Es verdad que el muchacho dejó algunas deudas en la fecha inicial, sobre todo porque anduvo "corto" en salto alto (2,05 metros es muy poco para él) y también denotó mucha fatiga en la recta final de 400. Sin embargo, todavía no hay nada perdido: no hasta que se compita en jabalina y 1500, donde sus facultades recortan distancias de aspecto insalvable.

TRES LAMENTOS Y UN GOCE

Diferente a la de Leonel es la situación de su colega Yordanis García. Ha estado mal, muy mal. Lo suficiente como para que uno corrobore que la maravillosa progresión que lo hizo encandilar a tirios y troyanos se ha extinguido. Su calidad, ya es hábito, renquea.

No obstante, sigue siendo capaz de optar por méritos, algo que no se me antoja presumible en los casos de las cuatrocentistas Daisurami Bonne y Aymeé Martínez, incapaces de recorrer el óvalo en menos de 53.67 segundos. Está visto: seguiremos viviendo del recuerdo cada vez que se hable de velocidad...

Por fortuna, uno no llega a indigestarse de tristezas porque hay gente como Lázaro Borges, quien ha puesto al caimán insular en el mapa del salto con garrocha. Se le vio firme en el debut. Muy seguro. Sin miedo a fallar. Y así se abrió un espacio en la final. Aplausos mil.

CON BOLT ES POR GUSTO

Bolt gana su serie en Daegu. Foto: Afp

Una cosa es segura en el campo y pista de estos tiempos: Usain Bolt es campeón al seguro. El jamaicano se paseó por el andarivel que le tocó en Daegu con la calma imperturbable de un inglés a la hora del te, dio la impresión de ir caminando hacia la meta, y resulta que estampó la mejor marca de la noche sudcoreana (10.10 segundos).

No tiene rivales. El que más resistencia le opone en el planeta es Tyson Gay, y no está. Su coterráneo Asafa Powell es muy bueno, pero no se inscribió en el hectómetro. Ah, sí: en el Mundial están el norteamericano Walter Dix, y el francés Lemaitre, y los también jamaicanos Yohan Blake y Nesta Carter... Bueno, ¿y qué? Ahora mismo, lo doy por sentado, a Usain Bolt solo puede vencerlo una salida en falso.

Lo juro: aventurada hasta el dislate me luce una reciente declaración del otrora recordista orbital Maurice Greene, quien presagió que Bolt no ganará. "Blake no le tiene miedo a Bolt, que además ya no es el corredor de 9.5 que era antes. Él mismo está permitiendo que le puedan superar, por eso digo que alguien puede llegar. Y Blake está lo suficientemente loco para creer que puede salir a la pista y vencerlo".

Si Greene acertara, tendremos que reconsiderar (o desvalorizar) a Nostradamus.

PASO AL REY

Cerca de las diez de la noche saldrá hoy a escena el as de las vallas cortas, Dayron Robles, que encontrará a varios gigantes -Oliver, Liu...- en el camino al oro que le falta a sus vitrinas. Ahora bien, de momento tendrá un estreno relajado, pues apenas encontrará oposición en el estadounidense Aries Merritt.

Kenia gana la primera batalla Foto: AFP