Un aniversario trágico.
El terrorismo se convirtió en crimen de lesa humanidad solo cuando el once de septiembre del año dos mil uno, fanáticos musulmanes reclutados por el mismo Diablo, Osama Ben Laden, perpetraron el acto criminal asesino de las torres gemelas de New York, un cobarde atentado que costara la vida a mas de tres mil víctimas inocentes. Aquel terrible acto terrorista conmovió a la opinión pública mundial, sensibilizada por todos los medios de comunicación a lo largo y ancho del planeta, que al difundir la mala nueva de lo acontecido en la urbe babilónica norteamericana, hizo de aquel crimen un acontecimiento de sentido luto para toda la humanidad.
Pero el terrorismo no empezó aquel once de septiembre. Ya mucho antes del once de septiembre, ese insano método criminal había sido practicado en nuestro continente americano, solo que por entonces poco o nada le interesaba a la prensa mundial. Basta con señalar que cuando un día como el de hoy, seis de Octubre del año 1976 un avión de pasajeros de la línea Cubana de Aviación, vuelo 455, fue saboteado en el aire sobre los cielos de la isla caribeña de Barbados, provocando la muerte de 73 inocentes pasajeros cuyo único pecado fue viajar en una nave aérea que ostentaba en su fuselaje la insignia gloriosa de la estrella solitaria.
El criminal acto terrorista del avión cubano de pasajeros, saboteado en los aires de Barbados, solo mereció apenas cinco escuetas líneas en el diario norteamericano The New York Times .El resto de la llamada "prensa libre" de Estados Unidos ni siquiera tuvo el pudor de al menos consignar la noticia y mucho menos condenar ese acto terrorista criminal.
Cuando se hable de terrorismo hay que contar la historia completa. Si hubo un once de septiembre que todos condenamos, antes ocurrió, un seis de Octubre de 1976, el crimen de Barbados.
Para sus víctimas inocentes, nuestro tributo y honor en esta fecha. Para sus asesinos terroristas, que perpetraron el crimen de Barbados-Diablos sueltos que andan por Miami- ni una mención de sus odiosos nombres, para no manchar con ellos el sentido luto de una fecha de infamia.
Les habló para Réplica de Radio-Miami, Max Lesnik.
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