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Nombrar a Fidel

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Posiblemente nunca hubo otra reunión en el mundo para festejar el aniversario de un nacimiento, sin  regalos ni pompas. Pero seguramente jamás en el planeta se juntó más talento y sensibilidad para contar y cantar a la vida de un ser humano.

Definitivamente la última semana de noviembre de 2006, sin coincidir con la fecha de nacimiento del festejado, fue el cumpleaños que le debíamos a Fidel por lo que sus 80 significan para  tanta gente, dentro como fuera de la Isla que nos juntó en el privilegio de ser sus compatriotas. Los más inmediatos, porque no lo son menos aquellos otros que llegaron de las cinco esquinas de la Tierra también para celebrarle.

Fue impresionante ver disputarse un sitio en la primera fila de los oradores, a hombres y mujeres de nombres universales, que quisieron,  aquí y en esta ocasión, decirnos  y decirse lo que en sus países, durante años, han debido contarse muchas veces solo a sí mismos o apenas entre camaradas, porque allá pelean en desventaja, cuando no en solitario y ser dueños de la razón no suele darles espacios públicos, más bien lo contrario.

Estremecía reconocer entre los llegados de tan lejos a monumentos vivos de la política y la cultura como el poeta y líder de los comunistas chilenos, Volodia Teitelboim, diez años mayor que Fidel, el teólogo Francois Houtart, infatigable promotor de los Foro Sociales que cumplió ya los 85 y otros cuatro enormes intelectuales nacidos  en el propio año 1926: el escritor ecuatoriano Jorge Enrique Adoum, el dramaturgo español Alfonso Sastre, el poeta brasileño Thiago de Mello y el colombiano, Premio Nobel de Literatura, Gabriel  García Márquez.

Desde las visiones de esos contemporáneos universales de Fidel, hasta las de muchachos de estos días que no tienen más nombre que Juan o Pablo,  durante esos días, logramos juntar una pequeña selección de razones generacionales, para el homenaje a un hombre cuya vida y obra sintetizan las más nobles aspiraciones de aquellos que vinieron a celebrarle los años, más que vividos, entregados a la descomunal  tarea de hacer realidad los sueños comunes a contracorriente del poder global.

Aquí están no más, desde los irrepetibles ángulos del cada uno que somos todos, unos cuantos originales, de los siempre infinitos modos, en que puede ser nombrado Fidel.

Jorge Enrique Adoum, escritor ecuatoriano:

Se me ocurre que así como las cosas  para existir tienen que ser nombradas, así mismo los conceptos por más abstractos que sean, necesitan basarse en una realidad. Y creo que cuando Che Guevara, el hombre de la estrella en la frente, concibió al hombre nuevo fue porque ya lo había conocido y acompañado.

Un hombre que antes de los 27 años fue capaz de asaltar un cuartel defensor de la tiranía y convertir a su país en un país soberano, libre -libre de la mafia norteamericana que lo había convertido en casino y burdel- y darle educación, salud, alfabetización, habitación a todo su pueblo, hay que considerarlo un hombre nuevo. Él creó un socialismo latinoamericano con una concepción distinta, diferente, de la solidaridad continental.

Gino Doné, expedicionario del Granma, italiano:

Lo conocí en la Universidad, cuando no era todavía laureado, tuve la suerte de encontrarlo más tarde en México y ya saben lo que pasó. Lo he seguido por sus principios, por sus ideales, por su patriotismo, por su honestidad y por la bondad que también tiene. Yo, hoy, me siento cincuenta años más joven y creo que él también.

Eva Forest, intelectual española:

El primer impacto de la Revolución Cubana y de sus documentos, fue la Segunda Declaración de la Habana, que nosotros nos encargamos de difundir mucho: esa voz de Fidel hablando, casi nos lo sabíamos de memoria…Eso influyó muchísimo.

Pero a mí personalmente lo que me influyó más, fueron los cuatro meses que viví en una Granja del Pueblo: oír junto con los campesinos aquellos larguísimos discursos de Fidel con aquella avidez con que ellos lo oían y yo también con ellos, y aprendíamos todos  de lo que contaba, ya fuera de la calabaza o de la  inseminación artificial, o de porqué los niños tenían que estudiar. Aquellos discursos que duraban a veces diez horas y que los oíamos como si fueran cortísimos y que yo contrastaba con compañeros que luego venían de Europa y  me decían: pero qué largos discursos…pero para nosotros en el campo era, yo diría, la capacidad de trasmitir y de educar, la capacidad pedagógica de Fidel. Yo creo que el pueblo de Cuba no tendría el nivel cultural y político que adquirió, sin aquellos larguísimos discursos de Fidel, que son una joya, no los he vuelto a releer pero los oía entonces constantemente.

Armand Mattelart, escritro francés

Yo no soy un exégeta de Fidel desde el punto de vista de la comunicación, pero puedo decir que es un gran pedagogo, eso es fundamental. Hoy sobre un comunicador se puede dar cualquier definición, aquí se trata de un gran pedagogo comunicador.

Mirando un poco la historia, los 40 últimos años, hay tres cosas que me parecen importantes en la relación entre Fidel y la comunicación.

Hay un primer texto, una primera intervención, muy pocas veces es recordada, que es el texto de Fidel sobre los derechos intelectuales. En el momento que Cuba se ve bloqueada, él decreta la necesidad de la libertad de circulación del conocimiento. Para mí es importante, ¿por qué? Porque es un  texto que podría parecer premonitorio. Precisamente hoy,  casi 35, 40 años después, está en el tapete  la discusión sobre las maneras de luchar contra la propiedad del conocimiento por las grandes empresas, que impiden de hecho el establecimiento de una verdadera sociedad del conocimiento.

Lo segundo, y es difícil de separar a Fidel de la Revolución, es  que hay un momento importante de la Revolución Cubana  en el año 68. Esta gran reunión de intelectuales que finalmente forjan, acuñan, una noción que es el resultado de compromisos, de emoción, de una rebeldía. Se concibe la definición de imperialismo cultural, definición en la que participan  los que están invitados en ese famoso congreso en enero o febrero del 68, meses después de la trágica muerte del Che.

Muchas veces se ha criticado esta noción de imperialismo cultural, como digamos haciendo creer que la gente era víctima y no podía resistir. Lo que era verdad en esta definición era el hecho que el imperialismo cultural es ante todo un etnocentrismo,  el etnocentrismo. Hoy en día se ve que el mundo entra en la xenofobia y el etnocentrismo.

El tercer aspecto está más relacionado con una experiencia personal vivida en Chile, cuando trabajábamos por el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende. Me golpeó fuerte  una frasecita de Fidel, casi días antes de salir del país; dijo, que la burguesía había acumulado un conjunto de instituciones, de artimañas y dentro de estos instrumentos hablaba de los medios de la construcción de la opinión  Esto ocurrió en diciembre del 71 y después de los dos años que vivimos en el gobierno de la Unidad Popular, yo pensé finalmente que la advertencia que nos hacía era que la burguesía no se dejaba atrapar, y que podía manejar los aparatos que había creado. Mostraba la justeza de una reflexión clave para aquel momento.

Claudia Furiati, periodista y escritora brasileña:

Me daba mucha preocupación, aflicción en el corazón y en la mente ver a un hombre a quien la muerte lo perseguía siempre, siempre, en todo instante, aunque esa muerte nunca lograba acercarse a él. Quien lee sobre muchos de los atentados sabe que es así. El más conocido, sobre el milkshake (batido) que llega pero no llega, ¿cómo es posible que él no haya tomado el milkshake que estaba preparado desde hace tanto tiempo para que él tomara el veneno? Fidel tenía una fuerza mas allá de la muerte, era el hombre contra la muerte, era la vida. Y era mucho más vida que muerte. Ese misterio me llevó a tratar de saber  más de él. Quería saber más y más. El enigma de la muerte, la pregunta de por qué no lo alcanza jamás, de dónde viene su fuerza tan vital, me llevó a un libro, me lanzó a una investigación de la que salió una biografía. La pregunta aun no logro contestarla porque Fidel es siempre una sorpresa para todos nosotros y va empezar un nuevo capítulo.

Es un hombre sincero, es el hombre sincero. Su honestidad y su coherencia van más allá de todos los otros atributos que él tiene. No es que sea perfecto, o que sea Dios, incluso me incomoda un poco esa cosa de la reverencia. Estamos haciendo un homenaje a Fidel aquí, pero ese homenaje no es una reverencia, es un reconocimiento de su valor como líder antiimperialista nacionalista, martiano, socialista, internacionalista.

Es un líder sui generis y su revolución, la revolución que ha conducido y que conduce hasta ahora es también sui generis: antidogmática. No hay modelo. Es un ejemplo. Puede ser una inspiración, pero no se puede copiar. Es muy original y muy autóctona y solamente un estudio desde adentro -nunca  desde afuera  con prejuicios- con una ideología muy sedimentada, entendería por qué Fidel es el conductor de esa revolución que es tan propia y tan única y por qué nos anima y nos va a seguir animando, pero no podemos copiarla jamás. Tiene que ser vista y amada como hermana.

Tomas Borge, escritor nicaragüense:

Me es más fácil hablar del Cid Campeador o de Don Quijote de la Mancha que de Fidel Castro.  Fidel es el símbolo de la lealtad. Alguna vez me dijo: la virtud más importante de un revolucionario es la lealtad; y Fidel es leal  al arco iris, es leal a la lealtad, a los que tienen hambre, a los que tienen sed de justicia y de metáforas. Fidel es leal a la verdad, nunca miente. Quizás esa es la fuente de su fuerza, de su autoridad  y es que jamás ha dicho una mentira. ¿Sabes quién es Fidel?  Fidel es Fidel. (Se enjuga una lágrima.)

Alida Millán, periodista puertorriqueña

Fidel siempre ha sido para nosotros un aliado de la independencia de Puerto Rico. De hecho Claridad nace con la Revolución cubana, en 1959. Y desde ese instante Cuba siempre ha estado presente en las páginas de Claridad.

Los cubanos y Fidel su comandante, siempre han sido para nosotros una guía, o como ustedes dirían "yunta".

Fidel en específico, que ha dicho que mientras  haya un solo puertorriqueño que crea en la independencia, él va a apoyarlo y Cuba ha estado siempre, desde el grito de Yara, el de Lares, junto a nuestros presos  nacionalistas.

Cuba fue generosa y sobre todo Fidel fue generoso con la lucha por nuestros presos, ellos andan caminando por las calles de Puerto Rico gracias la ayuda  que dio este pueblo. Siempre me emociona hablar de Cuba  y hablar de nuestros presos por que sé que  ustedes están viviendo una situación similar con esos cinco compañeros. Los nuestros están disfrutando una libertad después de 25 años y Cuba fue fundamental en lograr la libertad de nuestros presos políticos.

Para mí personalmente, Cuba es mi segunda patria. He venido innumerables veces a pesar de las restricciones. Nosotros los boricuas tenemos las prohibiciones porque tenemos la ciudadanía norteamericana, pero para mí es fundamental venir a compartir con mis amigos cubanos y con este pueblo que me ha dado tanto, a mí y a m país.  Sobre todo, el aporte de Cuba a la lucha por la independencia de Puerto Rico, porque somos lo último que queda de el colonialismo en el mundo, y sin Cuba, no estaríamos ni un poquito mas adelante como estamos ahora en esa lucha.

Fernando Pino Solanas, cineasta argentino

¿Que pienso de Fidel? Bueno América Latina  lo demuestra, Cuba lo demuestra. Cuando hay  la voluntad, la decisión, la vocación patriótica, el sentirse  continuidad de una historia que golpea detrás y cuando hay inteligencia y organización, pero sobre todo la voluntad; se puede empezar una epopeya monumental como la que empezó hace 50 años atrás,  con ese desembarco de ochenta locos en una cáscara de nuez, atravesando el Caribe contra todos los contratiempos. Después defendiendo una revolución contra todo tipo de agresiones, invasiones y Fidel -con cientos de tentativas de asesinato, más el bloqueo, el aislamiento, el chantaje y la difamación informativa- demuestra con mayúsculas que SE PUEDE. Entonces cae el verso de que no se puede, porque lo que nos han impuesto en estos años de neoliberalismo, es una gran derrota cultural. Le han impuesto a la opinión publica por el sistema mediático, que  la realidad no puede ser cambiada y esto es falso. La realidad puede y debe ser cambiada, en algunos lugares de manera más lenta  y en otros más sacrificada, pero puede.

Los vietnamitas decían que una hormiga no puede matar a un elefante pero se lo puede comer gustoso. Todo es cuestión de tiempo.

Luther Castillo Harris, médico hondureño formado en Cuba:

Para nosotros Fidel Castro representa la esperanza del mundo. Para América Latina él ha ideado el proyecto más grande de llevar salud a las zonas más recónditas del Tercer Mundo.

Para nosotros significa amor. Esa esperanza moribunda que habíamos tenido nosotros los jóvenes pobres del Tercer Mundo por no poder culminar  nuestros sueños, que ahora pueden ser posibles a través de la Escuela de Ciencias Médicas. Es el sueño hecho realidad.

Mi nombre es Luther Castillo Harris, soy de una etnia garífona de la Mosquitia hondureña, una zona bastante lejana y recibimos esta oferta que la Revolución Cubana nos dio para formarnos en el paraíso de la Escuela Latinoamericana de Medicina.

Gracias a la solidaridad del pueblo cubano, ahora somos médicos prestando servicios en nuestras comunidades de origen, tenemos un proyecto de un hospital comunal ahí y hemos realizado más de diecisiete mil consultas. Ese es el mejor regalo que podemos darle a nuestro Comandante en Jefe  en sus ochenta cumpleaños.

Claudia Camba, activista social, argentina:

Soy la coordinadora de dos misiones de la Revolución Cubana en Argentina: la Operación Milagro y el Yo sí puedo de alfabetización. El Comandante significa en mi vida muchas cosas, primero que todo es un padre, segundo un maestro. Luego de muchos años de  estar peleada  con la historia de mi país, por   las dictaduras, la impunidad, llego a este país siendo solidaria con Cuba, sintiendo que el único faro que existe en América Latina es este país.

Y es el propio Comandante el que me devuelve a las entrañas de mi pueblo con estas misiones cubanas. Gracias Comandante. No solo en nombre mío sino en nombre de los 25 graduados de la ELAM que  usted pidió que se sumaran a la operación Milagro. Ellos le mandan un cálido abrazo y le dicen: Pa' lo que sea Fidel pa' lo que sea.

Volodia Tetelboim, escritor chileno

Aunque la América Latina no lo supiera, Fidel  y el triunfo de la Revolución Cubana, inauguraron una nueva época para la América Latina.  El dictador derribado Batista, desde Portugal, dijo algo de más: durará dos años Fidel, bueno, él tenía esperanzas de volver.

Vamos para medio siglo y  10 presidentes de los Estados Unidos, con todo su poder, han llegado a la Casablanca con el designio de derrocar a Fidel, de destruir la revolución y restablecer un estado semicolonia. Han sido los supuestos dueños del mundo, han destruido los regímenes de las potencias más importantes del mundo: la Unión Soviética, los países socialistas de Europa del Este. Pero esta pequeña isla, a 90 millas, que dependía grandemente de Estados Unidos y que este lo convirtió en una especie de casino o lugar de diversión; hizo lo que no pudieron hacer ninguno de los gobernantes del siglo XX que querían defender sus propias posiciones.

Por razones de la vida yo he conocido a diversos gobernantes, sobre todo, de países socialistas y capitalistas; nunca he visto, ni la sombra de la genialidad de Fidel  Castro.

Alguna vez me atreví a decir que si Fidel Castro estuviera en Estados Unidos, si hubiese un norteamericano que se llamara Fidel Castro y fuese socialista, el mundo sería otro. Gozaría de paz, de libertad, de democracia y respeto por la vida humana. Y eso, yo creo que lo siento como verdad; porque lo atribuyo a la ética,  a la misión moral,  al sentido honesto de la fidelidad al pueblo, a la misión latinoamericana, a la lección que recibiera de la lectura de Martí. Pero también a lo que Fidel Castro tenía en sí mismo en vía de desarrollarlo.

Fidel es el más grande político a mi juicio, de dos siglos y como tal, tiene una tarea cumplida y ha abierto una nueva época en América Latina.

En la conferencia de Punta del Este se declaró que Cuba no pertenecía a América, estupidez.  Cuba y el mundo progresista con satisfacción, hoy ve, después de 47 años,  que Cuba  no esta sola. Que la semilla esta brotando en muchas partes. Hace muy pocos días en  el Ecuador; en ese pequeño detalle geográfico que se llama Brasil, que es la mitad de Suramérica y verdad están todos los países  de América latina en estado de transición.

Hay mucho descontento con el sistema neoliberal, que prometió poner fin a la historia, la felicidad en coche. Al cabo de diez años nadie habla ya del fin de la historia y del éxito neoliberal, porqué su desprestigio es absoluto; y los grandes dominadores del mundo, que son los propietarios de las trasnacionales, tiene que sesionar en búnkeres porque la multitud los está rodeando.

Fidel además, ha sido un hombre que siempre ha pensado en la posible respuesta del imperio y siempre ha encontrado un camino para derrotarlos. Es el caso único de este David, que le ha ganado a Goliat más de diez veces por lo menos.

Gloria de la Riva, luchadora social norteamericana

Fidel es mi héroe. Yo soy de la generación de  los 60 y 70, y desde que me involucré en el movimiento estudiantil, Fidel  y el Che fueron el  ejemplo a seguir.

Vivo en los Estados Unidos, soy activista de muchas luchas sociales y creo  que estamos en un momento  crucial. Estados Unidos se está quedando más y más aislado con sus guerras de ocupación. Cuba y Fidel con su liderazgo, lo denuncian, y enseñan al mundo la alternativa única  de la lucha  revolucionaria y el socialismo.

Soy de la misma generación de Hugo Chávez -y aunque yo tengo un papel mucho mucho menor que él-, puedo hablar por nuestra generación, que se inspiró en su lucha. Porque somos de aquella juventud que vio lo que había hecho Fidel, lo que estaba haciendo y lo que todavía hace con esta gran revolución cubana.

Francois Houtart, teólogo e intelectual belga.

Lo curioso es que ha habido cambios en la imagen que hemos tenido de Fidel.  Primero lo vimos como un líder nacionalista de un país que tenía que liberarse de una influencia imperialista y estábamos a favor de esa perspectiva.

La segunda impresión fue cuando se declaró socialista comunista y dentro de nosotros, provenientes de medios católicos, hubo una reacción algo negativa y de un poco de miedo.

Después, poco a poco, hemos descubierto que el proyecto que seguía era absolutamente valioso para hacer salir justamente a un pueblo de un estado de opresión y miseria.

Nosotros  hemos entendido toda la importancia  de la Revolución cubana y de la personalidad de Fidel, trabajando en  América Latina, África y Asia y viendo que la referencia a Cuba era esencial, porque teníamos aquí la prueba de que era posible cambiar situaciones.

Es muy claro que Fidel no cree que Cuba sea el paraíso, pero   se puede constatar que se ha realizado, bajo la dirección de un hombre excepcional, una transformación de una sociedad que tenía más o menos las mismas condiciones que otras sociedades del Tercer Mundo, en la periferia del capitalismo. Y a pesar de todas las dificultades, a pesar del tiempo y de las contradicciones que se han encontrado en la situación internacional, con el bloqueo y la caída de la Unión Soviética, han demostrado que  la posibilidad de triunfar existía.

Y  lo que llama mucho la atención, en particular desde África, es el cambio político en el continente latinoamericano. Es realmente una esperanza para los que no han podido cambiar hasta ahora, y todo el mundo ve claramente que estos cambios  no habrían sido posibles si la Revolución cubana no hubiera tenido lugar.

Yo personalmente, viviendo estas situaciones terribles de miseria, de pobreza y lucha en todos esos países, veo que la Revolución cubana, a pesar de sus dificultades y contradicciones que debemos reconocer, es una luz de esperanza. Así, la personalidad de Fidel, que ha sido un líder histórico para Cuba y ahora para el resto del mundo, especialmente para el Tercer Mundo, tiene un sentido muy profundo.

Miguel Márquez, médico, diplomático y maestro ecuatoriano

¡Vea! Fidel es mi querido hermano. Yo soy de la generación de los 50, 60 y nosotros descubrimos en él a un hombre, casi como Cristo, igual que el Che,  Lenin y veíamos crecer ese gran crucificado que querían  crucificar, pero no pudieron. Ese es Fidel, es el resucitado a mil, mil, y mil  atentados, no solo físicos, sino atentados  ideológicos y de pensamientos. Cristo murió antes que él porque se jugó la vida y tuvo un traidor a su lado. Fidel ha sido capaz de soportar todo eso.

Yo diría que es el hombre de dos siglos, es el estadista del siglo XX y el siglo XXI, y decir estadista es decir cosas mayores. Para mí no es solamente el revolucionario, es el hombre de la lucha armada, y es el hombre del gran pensamiento. ¿Qué esta pasando en América del sur sino la cristalización de su pensamiento?

Estamos vivos, gracias a esta Revolución. Gracias a esta Revolución tenemos una nueva concepción del mundo. Y digo con emoción, que gracias a Cuba, Rafael (Correa) logró dar una nueva esperanza  a mi tierra.

Carlo Frabetti, escritor y periodista italiano residente en España

Fidel es, sin lugar a dudas la personalidad política  del siglo XX y de lo que va del XXI.

Cuando dejen de escribir la historia los ricos, los depredadores, los saqueadores; cuando se valore lo que las personas y los movimientos hacen realmente por la transformación del mundo, quedará claro que la Revolución Cubana ha sido el gran referente moral y político de toda la izquierda desde que triunfó, y en sus sucesivas victorias posteriores. Porque la revolución cubana ha triunfado al menos tres veces: triunfó en el 59, volvió a triunfar y a refrendar su primer triunfo con la superación del Periodo Especial -que los más optimistas pensaban que sin la tutela de la Unión Soviética no podría sobrevivir- y  miren: ha vuelto a triunfar ahora al extender puentes con Latinoamérica y con todo el mundo. Puentes políticos, puentes culturales e incluso puentes económicos, ahora que ha conseguido poner una grieta en el férreo bloqueo que le ha impuesto Estados Unidos.

Gerard Depardieu, actor francés

Para mi Cuba y Fidel son algo esencial a favor de la libertad, una imagen que perdura en la juventud,  en el deseo y las ideas juntas.

Se puede analizar en la autodefensa de Fidel, cuando lo detuvieron. Para  haber escrito algo así en aquel momento hay que tener una gran idea de lo que es la justicia. En todo lo que sé de él, se detecta una honestidad mas allá de que sea difícil dirigir y gobernar. Después la vida es otra cosa, y pienso  que Fidel ya es parte de la historia, pero de una gran historia. Sé que Fidel está vivo y que tenemos Fidel mis amigos franceses y yo para siempre.

Te diría Fidel, que quisiera seguir sonriendo a la vida contigo. Tengo necesidad de ti, así como de tus sueños. Gracias Fidel, mucha larga vida, gracias de todo mi corazón.

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Arleen Rodríguez Derivet

Arleen Rodríguez Derivet

Periodista cubana y conductora del programa de la televisión cubana "Mesa Redonda", que transmite una emisión especial para Telesur. Es coautora del libro "El Camaján".