Cubadebate

El frustrado y recrudecido bloqueo contra Cuba constituye un acto de soberbia de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos, y un desafío a la comunidad internacional, que año tras año demanda a Washington su cese inmediato en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Las administraciones norteamericanas han conocido en carne propia que la guerra abierta, económica, comercial y financiera, que han impuesto a Cuba durante casi medio lustro, está condenada al fracaso, y jamás podrá destruir la Revolución en la isla caribeña.

Solo la soberbia explica la actuación de los regimenes estadounidenses, que violando todas las leyes internacionales, persisten en su empeño de arreciar el cerco para ahogar a la mayor de las Antillas.

Una y otra vez la nación caribeña ha demostrado que su Revolución puede sobrevivir a los continuos asedios de las administraciones de turno de la Casa Blanca, y  cada vez cuenta con mayor respaldo frente a la guerra que le ha impuesto Washington, que no se ha limitado solo al bloqueo, sino además a continuos actos terroristas y agresiones castrenses de todo tipo.

Cada obstáculo interpuesto por Estados Unidos, en la mayoría de las ocasiones con la complicidad del llamado primer mundo, dígase la culta Europa y otros de sus aliados, ha sido superado por Cuba, a pesar de as complejas situaciones vividas por la Isla en los útimos años, luego del desmoronamiento de la Unión
Soviética y de la comunidad socialista en el enominado Viejo Continente.

La ultima apuesta de Washington, "cuando no esté Fidel Cstro físicamente al frente del gobierno todo acabará", ha recibido la respuesta del pueblo cubano, tras la enfermedad del líder histórico de la Isla: la Revolución continua y sobrevivirá.

Mientras su presidente se recupera, en Cuba reina la normalidad, y Washington, como desde el siglo pasado, sigue tropezando con la misma piedra: su soberbia.

Una nueva derrota de Estados Unidos ya está anunciada, cuando en la sede la ONU en noviembre próximo, la comunidad internacional reproche una vez más el actuar hostil de la Casa Blanca contra Cuba.