Cubadebate

Cuando escribo este artículo, todavía el gobierno boliviano, presidido por Evo Morales, no ha logrado controlar del todo la situación en el enclave minero de Huanuni, donde la pasada semana un enfrentamiento entre mineros cooperativistas y sindicalizados de la empresa estatal Corporación Minera Boliviana (COMINBOL), por el control del cerro Posokoni, rico en estaño, dejó un saldo de 9 muertos y más de 50 heridos. La agresión fue provocada por los cooperativistas, cuyos principales dirigentes, vinculados a la oposición al gobierno, esperan lo resultados en lujosos hoteles de la capital, cuyos gastos no se sabe quién paga, aunque --dados sus vínculos con connotados dirigentes del anterior gobierno de Gustavo Sánchez de Losada y la agrupación Podemos, dirigida por el también expresidente y excandidato Jorge Quiroga-- resulta fácil de adivinar".

La razón principal es que todos quieren para sí esas riquezas

La Confederación Obrera Boliviana (COB), por su parte, anunció una manifestación a los efectos de exigir la refundación de COMINBOL. La COB ha acusado al gobierno de beneficiar a los cooperativistas en detrimento de los obreros mineros sindicalizados. Sin embargo, el gobierno promovió 16 reuniones por separado y en conjunto con los mineros cooperativistas y sindicalizados, a los efectos de ponerlos de acuerdo. En ese período hizo tres propuestas que fueron rechazadas por ambas partes. La razón principal es que todos quieren para sí esas riquezas, especialmente algunos cooperativistas que se han enriquecido y que, además, no pagan impuestos.

De otra parte, los maestros anunciaron que irán al paro en apoyo a la decisión de la COB, mientras que en La Paz, los transportistas sindicalizados también decidieron realizar una huelga por tiempo indefinido, en contra del reordenamiento vial que lleva a cabo el alcalde la capital, a pesar de la oposición del pueblo. ¡Que casualidad! Los dirigentes de los choferes también esperan en hoteles de lujo el resultado del paro. Además, hace pocos días, se produjo un enfrentamiento entre cocaleros y un bloqueo de carreteras que provocó la intervención directa del presidente Evo Morales.

Asamblea Constituyente de Bolivia: Originaria, fundacional y plenipotenciaria

El pasado 29 de septiembre, la Asamblea Constituyente de Bolivia, reunida en Sucre, luego de una maratónica sesión, ratificó por 162 votos a favor (65%), 77 en contra (31%) y 16 abstenciones, su carácter originario, fundacional y plenipotenciario, lo que en términos legales significa que en ella radica la voluntad de cambio del pueblo boloviano como titular de la soberanía de la nación. Significa, además, que se encuentra por encima del poder constituido y tiene plenos poderes para transformar y construir un nuevo Estado Boliviano. En otras palabras, redactar una nueva Constitución y no, como pretende la oposición, realizar algunas reformas a la existente.

La oposición, dirigida por Podemos, montó un show mediático ante las cámaras de televisión internacional con pancartas y pañuelos amarrados a sus bocas a modo de mordaza, como si sus derechos estuvieran siendo desconocidos. Días más tarde, el Tribunal Supremo de Justicia declaró inconstitucional la decisión de la mayoría de la Asamblea, y consideró que la Constituyente solo tenía carácter reformador, no originario y, por tanto, podía proponer reformas a la Carta Magna, pero no redactar una nueva. Sobra decir que el Tribunal Supremo de Justicia está en manos de la oligarquía y la burguesía boliviana, que se opone a cualquier tipo de cambio que permita una mejor distribución de la riqueza o que la mayoritaria población indígena tenga los derechos que se merecen.

Paralelamente, la oposición ha promovido una campaña contra el presidente Evo Morales en los medios de prensa, la mayoría de ellos en manos de la oligarquía local, con el apoyo de las transnacionales petroleras y la embajada de Estados Unidos en La Paz. Como resulta evidente, la táctica de la oposición es crearle muchos frentes al gobierno, a los efectos de impedirle realizar los cambios prometidos y desgastarlo en pequeñas o grandes escaramuzas.

Las verdaderas razones

Para muchos observadores la razón principal de toda esa política de desestabilización, no es solo que Evo Morales sea un mandatario de origen popular, vinculado a Cuba y Venezuela, sino su decisión de nacionalizar los hidrocarburos, la principal riqueza del país, en manos de varias transnacionales petroleras. Esas transnacionales (REPSOL, PETROBRAS, TOTAL, BRITISH PETROLEUM) o sus subsidiarias, llegaron a acuerdos con el gobierno de Sánchez de Losada y con los anteriores que ni siquiera fueron ratificados por el Poder Legislativo.

Para que se tenga una idea del nivel de explotación, esas empresas compraban el millar de pies cúbicos de gas, a pie de pozo, a 98 centavos dólar y después lo vendían a 6 dólares, luego de extraerle todos los componentes (propano, metano, butano, etc.) en refinerías ubicadas en otros países. Pero falta un ?pequeño? detalle adicional. De los 98 centavos solo tenían que pagar la mitad al estado. El resto era para ?recuperar las inversiones?. Así, el estado boliviano solo recibía 49 centavos por el millar de pies cúbicos de gas. Si usted está pensando en un robo descarado, tiene toda la razón. No por gusto Bolivia es el segundo país más pobre de la región, solo superado por Haití, a pesar de haber contado y contar con extraordinarias riquezas naturales.

Sin dudas, la campaña contra el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) se ha vuelto más virulenta desde que Evo decretara la nacionalización de los hidrocarburos. Muchas de las tácticas recuerdan las que se utilizaron contra el gobierno de Salvador Allende en Chile y, más recientemente, contra la Revolución Bolivariana en Venezuela y su líder, Hugo Chávez.

"Operación Camba"

Sumen a todo lo anterior rumores de golpe de estado, los intentos secesionistas (la llamada Operación Camba) por parte de 4 departamentos (Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Pando y Benin), donde en el referéndum para la Asamblea Constituyente la mayoría de la población votó a favor de la autonomía. Existen amenazas de los sectores más reaccionarios de esos departamentos de confeccionar ellos mismos su ?propia Carta Magna, lo que se une a los llamados al ejército para que asuman el control del país.

Agreguen la creación de grupos paramilitares en los 4 departamentos antes mencionados para imponer huelgas y atemorizar a los que apoyan al gobierno. Denuncias de complots para asesinar a Evo Morales y al vicepresidente Luis García Linera. Declaraciones altisonantes de altos exoficiales del ejército, en el sentido de que existe descontento en las filas castrenses que se niegan a aceptar un ?eje? Chávez-Fidel-Evo. Artículos en la prensa en los que se trata de atemorizar al pueblo con la posibilidad de una guerra civil. En fin, las mismas tácticas utilizadas con anterioridad para desestabilizar gobiernos que no son del agrado del imperio ni de las burguesías nacionales en muchas partes del mundo.

Bolivia ha sido una de las naciones más inestables de América Latina. Diecisiete golpes de estado a lo largo de su historia. Dos presidente sacados del poder (Sánchez de Losada y Carlos Mesa) por los movimientos populares. Es evidente que el gobierno de Evo Morales podría entrar en crisis sino consigue un fuerte respaldo popular. Por eso para mi lo más peligroso, lo que debilita más su situación, es que no todas las fuerzas progresistas y revolucionarias apoyan al gobierno.

Un sueño imposible

La COB, protagonista de mil batallas a favor de los trabajadores, le ha otorgado un respaldo condicionado a que se apliquen programas de beneficio social y se den pasos para la ?creación de un gobierno de obreros y campesinos?, cosa imposible en las condiciones de Bolivia y del mundo. El Movimiento Pachakutik, también le ha dado un apoyo condicionado. Este movimiento aspira, según declaraciones de sus principales dirigentes, a que Bolivia vuelva a la división territorial que existía antes de la conquista española. Es decir, un reino aymara, uno quechua y otro guaraní. Creo que no escapa a ustedes que esa idea es un sueño imposible en la era de la globalización y tratar de llevarla a cabo sería una gran locura.

En las últimas semanas, según algunas encuestas cuyas tendencias desconozco, el respaldo popular a Evo Morales ha descendido a un 51%, como resultado de todas las campañas en su contra. Resulta evidente que sin la unidad de las fuerzas progresistas bolivianas, y sin el apoyo de las fuerzas armadas, el gobierno de Evo Morales carece del apoyo necesario, al menos institucionalmente, para llevar a cabo su plan de reformas que, a todas luces, es el más factible en la actual coyuntura del país.

La oligarquía y la burguesía boliviana, con experiencia en el poder, y con el apoyo de las transnacionales petroleras y del gobierno de Estados Unidos, aspiran a que el movimiento popular que llevó a Evo Morales, un indio aymara, a la presidencia de Bolivia, fracase estruendosamente. Algunos miembros de la oposición burguesa han llegado a plantear que, lo mejor para Bolivia, es ?volver al sistema colonial?, cuando el indio era esclavo y carecía de todo derecho. Hasta ese nivel puede llegar la mentalidad racista de los que han detentado el poder en Bolivia durante siglos.

Que consigan sus objetivos o no dependerá...

Que consigan sus objetivos o no, dependerá de que Evo y sus seguidores consigan un apoyo popular e internacional lo suficientemente grande como para paralizar cualquier medida extrema de la reacción. Cuando termino este artículo, el presidente venezolano, Hugo Chávez, denunciaba la campaña de desestabilización contra el gobierno de Evo Morales, por parte de Estados Unidos y sus aliados nacionales.

Heinz Dietrich y otros intelectuales han anunciado que podría tener lugar un golpe de estado contra Evo Morales en el transcurso de la presente semana. Me parece prematuro, pero, sin dudas, un golpe de estado está entre los planes de los que aspiran a que Bolivia siga siendo uno de los países más pobres, abandonados e injustos de América Latina. Como siempre, los invito a que mediten.