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Ante una epidemia que no termina, elevemos la percepción de riesgo

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Foto: Estudios Revolución.

En Cuba, la tendencia en el comportamiento de la epidemia de COVID-19 apunta hacia la disminución del número de casos confirmados. La predicción es un avance hacia el control de la enfermedad, aunque no se descarta la aparición de nuevas variantes. Es algo que enciende bombillo rojo sobre la necesidad de no bajar la guardia, de no disminuir nuestros niveles de percepción de riesgo.

Así reflexionó este martes, desde el Palacio de la Revolución y apoyado en sus habituales modelos de pronósticos, el Dr.C. Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, quien afirmó que para los próximos diez días se espera una disminución en la cifra de los casos confirmados, y de los hospitalizados.

Lo anterior no debe significar el descuido u olvidar que —aunque ha decrecido mucho en la Isla la letalidad por cuenta de la COVID-19— siempre habrá personas muy vulnerables, por las cuales deben primar la responsabilidad y la elección de estar atentos.

En tales términos habló Guinovart durante el encuentro de expertos y científicos enfrascados en las actividades de ciencia e innovación tecnológica para el enfrentamiento al coronavirus y para el análisis de otros temas relevantes para Cuba, en una jornada que estuvo encabezada por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y que también contó desde la presidencia con la viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh.

Una amplia información ofreció seguidamente el Dr.C. Pedro Mas Bermejo, la cual versó sobre “Consideraciones para mejorar la preparación en próximas pandemias, a partir de la experiencia en la respuesta a la COVID-19”.

El también vicepresidente de la Sociedad cubana de Higiene y Epidemiología, hizo referencia a un trabajo colectivo, fruto de la búsqueda de datos y del análisis de diferentes grupos de expertos y científicos. Entre otros apuntes, Bermejo expresó que en el mundo, según cifras que llegan hasta este 11 de abril, ya son más de 500 millones los casos de COVID-19, al tiempo que el número de fallecidos rebasa los seis millones.

La incidencia de la enfermedad —según comentó el experto— es predominante en la zona de Europa, y la región más afectada en cuanto al número de fallecidos es la de Las Américas.

Al compartir datos ilustrativos de cómo la COVID-19 ha golpeado al planeta, el Doctor en Ciencias enumeró que, por cuenta de la enfermedad, se redujo el crecimiento económico global en un estimado del 3.2% (tomando como referencia al año 2020); decreció el mercado mundial en un 5.3%; y unos 75 millones de personas entraron en la pobreza extrema.

En un contexto global que ha resultado muy difícil para todos, Cuba —expresó Mas Bermejo— significó un importante ejemplo de lo alternativo, en tanto una modesta inversión en infraestructura combinada con una certera estrategia de salud pública generó resultados comparables con los de los países industrializados.

Nuevas amenazas acechan, la civilización debe esperar brotes de más enfermedades, alertó el experto, quien también recordó —tras detallar la saga de dolencias que han golpeado al país desde el pasado siglo, así como los modos en que estas fueron superadas— que “una epidemia para nosotros no es cosa nueva; que hay experiencia, hay una  formación de profesionales”, y ese conocimiento, dijo, es lo que nos ha llevado “a la situación que tenemos”.

De cómo se fueron tomando las medidas epidemiológicas; de la oportunidad que entrañó la vacunación; de cómo la Isla ya cuenta con 27 laboratorios de referencia nacidos en tiempos récord y que ahora pueden servir para hacer la vigilancia de otras enfermedades cuando sea necesario habló también el profesor Bermejo, quien, a través de gráficas, describió un planeta que padece una enorme desigualdad en el enfrentamiento a la COVID-19.

Sobre ese último tema el experto apuntó que, según pronósticos de rigor, habrá países —de zonas como África o el Oriente Medio-, cuyas poblaciones no empezarán a ser vacunadas hasta el año 2024: “Eso quiere decir que siempre habrá que mantener una vigilancia ante la enfermedad, porque en esos países va a seguir la circulación del virus”; y si sigue la circulación del virus y aparece una variante nueva, se producirán rebrotes.

En Cuba, gracias a las vacunas y a los candidatos vacunales, y también a la estrategia de vacunación, la situación se ha controlado, dijo el Doctor en Ciencias, quien no pasó por alto que “la industria biotecnológica funcionó, los centros de investigación funcionaron, y también las entidades regulatorias que siempre tuvieron la agilidad” necesaria.

Muy interesante resultó la intervención del Dr. Pablo Feal Cañizares, Director de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades del Ministerio de Salud Pública (Minsap. Su tema versó sobre la “Percepción del riesgo de la población (cubana) ante la COVID-19”.

En esencia, según un estudio realizado en marzo del 2022 en todas las provincias —con el objetivo de evaluar la percepción del riesgo de la población ante la COVID-19—, de la muestra total, el 4.6% mostró una inadecuada percepción de riesgo de enfermar; mientras el 64.3% mostró una percepción “media”; y el 31.2%, un enfoque adecuado.

Los números arrojados por la exploración evidencian, como dijo el experto, brechas a resolver, relacionadas con el cumplimiento de las medidas de protección personal y el conocimiento sobre la enfermedad.

En el mismo tono de cuidar la salud de todos, tuvo lugar seguidamente la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento y control de la COVID-19, la cual estuvo encabezada por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como por el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.

A través de video conferencia las autoridades de cada provincia y del municipio especial Isla de la Juventud,  pudieron actualizar a la dirección del país sobre la situación epidemiológica y sobre otros temas de relevancia para la vida nacional.

Durante la reunión, y como ya es habitual, el titular del Minsap, José Angel Portal Miranda, expuso ilustrativos datos; entre ellos, que en los últimos 14 días 6 549 personas fueron diagnosticadas como casos positivos a la COVID-19, para una tasa de incidencia de la enfermedad de 59.1 por cada 100 000 habitantes. Según informó el ministro, las provincias que en tal sentido mantienen el indicador más elevado son Mayabeque, Ciego de Ávila, y Camagüey.

El país, detalló Portal Miranda, acumula 8 522 fallecidos por causa de la enfermedad, para una letalidad de 0.77% a lo largo de toda la epidemia.

Se han publicado 8 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Alidecuba dijo:

    Hola estoy muy de acuerdo, pero la enfermedad sigue ahí. Está presente. No entiendo cómo es posible q a estas alturas los medios diagnósticos de la enfermedad sean tan escasos. Hay q diagnosticar, al menos al paciente q tiene síntomas para tratarlo correctamente. Es un ABC de la medicina. Es muy triste tener un familiar enfermo y q no sepas si tiene la enfermedad o no, ya sabemos q el t tratamiento oportuno es la mejor vía de evitar complicaciones, pese a la elevada eficacia de las vacunas y hoy en los cuerpos de guardia ni tira rápida, ni PCR, ni ni....mejor lo dejo ahi. Saludos.

  • silvio dijo:

    Hay que tener la percepción de riesgo pero evaluando todos los aspectos, en muchos países se ha retirado la obligatoriedad de uso del nasobuco dado que está demostrado su incidencia en el aumento de casos de cefalea y por las dificultades respiratorias que provoca, hay que evaluar esta variante tambien, la epidemia va bajando y pasamos a la nueva normalidad como se le llama pues entonces debe declararse ya el uso opcional de los nasobucos y así los que prefieran y no les cause daños lo usarán y otros no, es lo que está ocurriendo en el mundo entero.

  • indocumentado300 dijo:

    Siempre oí decir "guerra avisada no mata soldado". Pero la realidad es otra. Personas con varias comorbilidades conocidas por sus fatales consecuencias ante el contagio por Covid continúan enfermando y, lo que es peor, muriendo.
    Es hora de que los vulnerables, los que pudieran fallecer por contraer el dañino virus extremen las medidas de autoprotección y de que sus familiares, amigos, vecinos... se percaten de que por negligencias pueden causarles la muerte. Quienes hemos perdido familiares o amigos, que aún pudieran estar entre nosotros, sabemos del profundo dolor que puede ser evitado.

  • damian dijo:

    Percepción de Riesgo. Por más percepcón de riesgo que se tenga, por muchas medidas personales que se tomen, al abordar un Omnibus o un P, se fue todo abajo y los carros estatales siguen circulando como particulares. La televisión es una cosa la realidad es otra.

    • terec dijo:

      De acuerdo, en las guaguas no hay forma de protegerse.

    • Indy dijo:

      Las guaguas, las colas, las calles donde frecuentan turistas sin nasobuco, personas fumando en todas las esquinas lanzando el humo a la cara de los transeúntes, los centros de trabajo que se empeñan en tener a todos los trabajadores innecesariamente, en fin. Hay muchos factores que no dependen solo de la persona que se cuida.

  • Dr. José Luis Aparicio Suárez dijo:

    Todavía el mundo enfrenta una situación epidemiológica compleja. Siguen siendo tiempos en que un beso, estornudo, abrazo o apretón de manos puede ser el inicio de una sorprendente cadena de contagios, con sus lamentables consecuencias. La mejor vacuna sigue siendo la prevención y no hay mejor prevención que la higiene en toda su dimensión.
    Podemos lograr la prevención con un especial cuidado de la integridad de las mucosas ocular, nasal y oral, sitios que pueden ser colonizados por el SARS-CoV-2; con la precaución de no tocar ojos, nariz y boca con las manos sin lavar o desinfectar, con la prudencia de mantener una adecuada higiene corporal en general, y de las manos en particular, que debe ser frecuente, y sin olvidar su lavado antes de acostarnos. Además, es importante el empleo correcto del nasobuco, cubriendo nariz y boca, lo cual es esencial e insustituible. Se debe asegurar el sueño reparador, para fortalecer el sistema inmune, a la vez que se debe evitar la efusividad y proximidad en los saludos, incorporando las nuevas formas de cortesía a las que nos ha obligado el virus.
    Para enseñar no basta con creer haber transferido el conocimiento sobre un tema: es imprescindible asegurar, con perseverancia e inteligencia, la posibilidad de que se comprendan y asimilen las esencias. Nos corresponde reforzar la integración de factores y sectores en función de la educación sanitaria, de modo que sea más efectiva en cada familia e institución.
    La prevención y el control son posibles, pero solo con sostenidos, auténticos e inteligentes esfuerzos, de todos y cada uno de nosotros. Cuidar y cuidarse son premisas insoslayables de la cotidianidad.
    Higiene es salud. Cuidemos lo más preciado, la vida y la salud de todos.

  • Mayra dijo:

    Hay que ser muy cautelosos. En mi entorno, que es un hospital grande, hay muchos trabajadores y pacientes que han dado positivos al test de antígeno, de hecho más que en otros momentos, pero a los que no se ha podido hacer confirmación con PCR. Los reportes son con PCR, así que debe haber muchos casos más. Es por ello que hace falta mucha cautela.

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Alina Perera Robbio

Alina Perera Robbio

Es periodista cubana, columnista de Juventud Rebelde y colaboradora de Cubadebate. Ha ganado múltiples premios de periodismo en los certámenes anuales del país. Es autora del libro "Buscándote, Julio", y coautora de "Voces del milagro", "Niños del milagro", "La maldición del avetruz" y "La cuadratura del círculo".

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