Cubadebate

Cartel promocional de la XIII Bienal de La Habana. Foto: Internet.

Un evento que moverá el pensamiento y pondrá a dialogar a las artes en escenarios que por primera vez salen de los límites geográficos de la capital de Cuba, será la XIII Bienal de La Habana, cita que se consolida como la mayor de su tipo en la nación.

Este 2019, el magno evento de las artes visuales de la Isla -a celebrarse del 12 de abril al 12 de mayo próximos- llega a sus 35 años. Aquella que por primera vez se enfocaba en el panorama artístico latinoamericano, en la actualidad se preciará de contar con creadores de todos los continentes.

Norma Rodríguez Derivet, presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas (CNAP), detalló este lunes en conferencia de prensa que la gran fiesta de las artes visuales está dedicada al aniversario 500 de La Habana, ciudad que la ha acogido durante cada una de sus anteriores ediciones.

“Cuba tiene más de 12 mil artistas plásticos y era difícil dejar la Bienal sólo en La Habana. Es por ello que muchos de los proyectos más relevantes han sido invitados al núcleo central en las provincias de Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos y Camagüey, incluso con acciones en Sancti Spíritus”, especificó.

Más de 300 creadores procedentes de 52 países, con proyectos individuales y colectivos, confluirán en los espacios de la Bienal, especificó Jorge Alfonso García, director ejecutivo de esta XIII edición.

De acuerdo con los organizadores, la nómina central está conformada por unos 80 creadores cubanos de diferentes generaciones, “desde muy jóvenes a punto de graduarse del Instituto Superior de Arte (ISA), hasta otros con una  consolidada obra y amplia visibilidad internacional, incluidos nueve premios nacionales de Artes Plásticas”.

Alfonso García precisó que la Bienal se ha convertido en un espacio en el que no sólo se dialoga al interior de las instituciones nacionales, sino que es un acontecimiento esperado y apreciado por la sociedad en su conjunto.

“El hecho de que muchos de los artistas no resultaran seleccionados para la Bienal debido a su concepto curatorial y estén presentes en las exposiciones colaterales, instituciones, espacios públicos y estudios propios, le da un carácter incluyente y participativo a este evento”, apuntó.

Una nómina de artistas de lujo por La construcción de lo posible

La construcción de lo posible, eje curatorial de esta edición de la Bienal, es una sombrilla bastante amplia sobre la cual se dialogará sobre temas como la migración, los desplazados, la ecología, el conocimiento y los saberes del arte, además de las relaciones humanas en la sociedad contemporánea; todos esos temas serán transmitidos por los artistas a través de sus obras.

De acuerdo con Margarita González Lorente, subdirectora de la Bienal y del Centro Wifredo Lam, la magna cita está abierta a disímiles propuestas con instalaciones, esculturas, pintura, fotografía y obras en estrecha relación con los espectadores.

Como se ha dado a conocer con anterioridad, sus sedes principales serán las instituciones del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, como el Centro Wifredo Lam, el Centro de Desarrollo de Artes Visuales y la Fototeca de Cuba, además de un amplio grupo de instalaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, las galerías “Villa Manuela” y La Acacia, el Museo de Artes Decorativas y la Alianza Francesa, entre otras.

González Lorente también se refirió a los 12 grandes proyectos colectivos que integrarán la muestra colateral de la XIII Bienal, y en el cual intervienen más de 800 creadores.

Detrás del Muro, con exitosa presencia en las últimas dos ediciones (2012 y 2015), el Taller Chullima, coordinado por el reconocido artista cubano Wilfredo Prieto, y el Corredor Cultural de Línea, con el liderazgo artístico de la arquitecta Vilma Bartolomé, estarán entre los más renombrados y a los cuales se sumarán otros en locaciones como el Museo Nacional de Bellas Artes, el ISA, Factoría Habana, y las cuatro provincias seleccionadas.

Pieza de la artista peruana Grimanesa Amorós, que formará parte del proyecto Detrás del Muro en la XIII Bienal de La Habana. Foto: Detrás del Muro/ Facebook.

Perteneciente al equipo curatorial, González Lorente recordó nombres de un grupo de artistas internacionales que acompañarán esta Bienal. Citó entre ellos a los mexicanos Tania Candiani y Jorge Méndez Blake, las peruanas Maya Watanabe y Grimanesa Amorós, así como Abdoulaye Konate, de Mali, entre otros exponentes del arte universal.

Se incluyen en la nómina de artistas renombrados creadores cubanos como los premios nacionales de Artes Plásticas Manuel Mendive, Roberto Fabelo y Pedro Pablo Oliva, además de Tamara Campo, Ruslán Torres, Adonis Flores y Dayana Trigo.

Sobre la presencia de artistas norteamericanos y cubanoamericanos, la curadora destacó que vendrá una amplia representación para el proyecto Detrás del Muro, mientras que en Matanzas hay una delegación importante de 37 creadores de Ohio, invitados por la doctora María Magdalena Campos Pons, directora general del proyecto Ríos Intermitentes, con el que La Atenas de Cuba se insertará en la Bienal.

Como particularidad, se esclareció que para esta ocasión no habrá un evento teórico propiamente, sino que se realizarán jornadas teóricas en el Museo Nacional de Bellas Artes, cada martes, a partir del 16 de abril; en el Taller Chullima y en el ISA, esta última con una cita que sesionará en la sede de la propia Universidad de las Artes entre el 16 y el 18 de abril.

Una Bienal que se levanta con muchas manos

Sobre el apoyo estatal para hacer posible un evento de tal magnitud -cuya actual edición se vio pospuesta en 2017 por los graves daños ocasionados por el huracán Irma- comentó la titular del CNAP.

“La Bienal se construye con muchas manos; la primera y fundamental es la del Estado cubano, a través del Ministerio de Cultura y el CNAP, entidades que aportan considerable presupuesto a la realización de este evento”, precisó.

Asimismo resaltó la esencial contribución del Gobierno de La Habana y de otros ministerios (Construcción y Turismo) e instituciones culturales.

Entre las organizaciones extranjeras destacó el papel de varias embajadas y representaciones diplomáticas en Cuba, además de Acción Cultural Española, agencias de viajes y otros patrocinadores.