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Días de Girón: Luna de miel pospuesta (+ Video)

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Sofiel Riverón López, integrante del Batallón PNR, Mártir de Playa GirónFebrero de 1958. Fidel ordenó a los comandantes Raúl Castro y Juan Almeida Bosque crear dos nuevos frentes combativos para llevar la guerra a otras regiones de la provincia de Oriente. El 11 de marzo llegaron Raúl y sus hombres, integrantes de la Columna No.6 “Frank País”, a la zona en la que se crearía el Segundo Frente. Esta columna estaba integrada por varias compañías. Una de ellas, la Compañía B, dirigida por Efigenio Ameijeiras, llevaba el nombre de su hermano Juan Manuel, mártir del asalto al Cuartel Moncada.

Esta fuerza combativa, constituida tiempo después como la Columna No.6 “Juan Manuel Ameijeiras” del Ejército Rebelde, llegó a contar con quinientos combatientes y operaba en la región norte de la provincia de Guantánamo. Luego del triunfo de la Revolución, el 5 de enero de 1959, el Comandante Efigenio cumplió la misión de organizar la naciente Policía Nacional Revolucionaria.

A finales de 1960, por orden de Fidel Castro, una de las tareas de la Policía Nacional Revolucionaria fue conformar un batallón para participar en el enfrentamiento contra los bandidos que empezaban a organizarse en las lomas del Escambray.

En noviembre y diciembre de 1960 se crea el Batallón y después de estar unos meses en las lomas regresan a La Habana y se ubican en la zona de Caimito Guayabal, específicamente en la Loma del Esperón para pasar una escuela.

El día 15 de abril cuando aviones mercenarios bombardean los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba, muchos de estos compañeros estaban en el Esperón, otros de pase con sus familias, pero Sofiel Riverón López contrajo matrimonio precisamente ese día de 1961.

Sofiel era hijo de campesinos, había empezado a trabajar con solo 13 años, le gustaba el beisbol, el baile, la lectura y el cine. En 1958 se había sumado al Movimiento “26 de julio” y en 1959, a la Policía Nacional Revolucionaria. El número 1186 lo identifica desde ese momento como miembro de la Sexta Unidad, en la que trabaja hasta su traslado para la sección de tránsito provincial, ubicada en Castillejo y Soledad.

En su tiempo libre, el joven policía visitaba con frecuencia una casa ubicada en la Víbora. Allí vivía una muchacha que poco a poco se volvería imprescindible en la vida de Sofiel.
El matrimonio se había planificado para su regreso del Escambray. Por fin, el 15 de abril Sofiel se casó con la que, en menos de nueve meses, sería la madre de su hija.

Ante la noticia del ataque aéreo, Sofiel regresa y se incorpora al Batallón de la Policía que en unas horas partiría para Girón. Se despide de la novia con un beso que los labios femeninos trataron de no olvidar jamás.

La luna de miel queda pospuesta. Cuatro días después, mientras policías y milicianos protagonizan una de las últimas acciones combativas en las inmediaciones de Girón, el estallido de un mortero troncharía los veinte años de Sofiel, el amor por su joven esposa y el sueño de conocer a la hija que estaba por nacer.

Se han publicado 5 comentarios



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  • tgr dijo:

    Historias que son tan reales de nuestros héroes y mártires, seres humanos que aman, sufren,...en fin viven como cualquier otro hombre o mujer, deben ser conocidas bien frecuentes por la sociedad y en especial por la nueva generación que se va alejando de esos hechos.
    Todos tenemos que tener bien presente: Por qué luchamos, por qué defendemos el socialismo, por qué hay que amar la Revolución!
    Ay la historia...!_Esa no se puede olvidar!_ Así amaremos más nuestra soberanía nacional.

  • Alberto Yero Reyes dijo:

    Realmente conmovedora la historia de este joven patriota y su familia.

  • Yoli dijo:

    No he podido evitar que las lagrimas se me salieran. Cosas como esta no se olvidan nunca.

  • Luis dijo:

    Historias como estas son las que debemos contar a los jóvenes, no es que esté en contra de las historias de Martí, Maceo, Villena, José Antonio, Camilo, el Ché y otros, es que de estos grandes de nuestra lucha se habla desde la primaria, pero esta lucha tiene también muchísimos grandes que no conocemos, quizás en nuestros barrios, en nuestros centros de trabajo, existen familiares de estos y ni si conocen, porque somos tan sencillos que callamos las historias y el dolor, y como creo que nunca es tarde, sería bueno que se realizaran más trabajos como este, no solamente en fechas históricas, para conocer y , si tuvieramos la oportunidad, agradecer a los familiares de estos miles de cubanos y cubanas, que han dado su vida, por lo que hoy tenemos, y por qué no, compartir también el dolor que aún estos sienten, por la pérdida del ser querido.

  • Julio dijo:

    Muy buena, real y triste historia.
    Es bueno que nuestra juventud conozca por qué defendemos nuestra Patria?.
    Por qué no negociamos nuestra Libertad?.
    Por qué no negociamos con asesinos y mercenarios?.
    Pregúntenle a la hija y a la esposa de Sofiel Riverón, ellas deben tener una respuesta convincente.
    Gloria a nuestros mártires.

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Rodolfo Romero Reyes

Rodolfo Romero Reyes

(La Habana, 1987). Licenciado en Periodismo. Máster en Desarrollo Social. Profesor asistente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Actualmente coordina la publicación Contexto Latinoamericano. Es periodista de la revista Alma Mater.

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