Cubadebate

Hace unos meses envié un comentario a propósito de la noticia acerca del estudio en humanos de una vacuna para la Enfermedad de Alzheimer. Solo cinco años hace que descansa mi madre después de padecer tan desgarradora enfermedad dejando perennes secuelas en quienes protagonizamos su supervivencia. Me atrevo a sugerir que se profundice a plenitud a este respecto con expertos de nuestro país y de otros, vinculados directamente al estudio y tratamiento de la enfermedad para ancianos y sus cuidadores directos, dada la creciente incidencia entre los adultos; y sobre todo, por las especificidades que se denotan en cada etapa del prolongado proceso de tratamiento para el que las personas encargadas del cuidado y la supervivencia nunca están adecuadamente preparados. Más que todo, por los estados de impotencia inevitables que eventualmente se padecen, coadyuvado por cierta soledad o falta de solidaridad o acompañamiento que en tales circunstancias se precisan. No han faltado actitudes indignas que hicieron más duro el proceso. Creo firmemente que existen las condiciones para que en nuestro país el enfrentamiento a esta terrible enfermedad quede sujeto institucionalmente en una entidad creada a ese fin y cerrar el más mínimo poro por donde se escape algo que proceda hacerse en cada momento. Indudablemente lleva: recursos y atención especiales, que inevitablemente encarecen y complejizan a extremos insostenibles el enfrentamiento de la enfermedad por lo que se deberán determinar las mejores formas de subsidiarlo. Consciente que es solo una, de las tan complejas necesidades, me siento en el deber de expresar que el más relevante y completo invento que yo haya podido constatar en mis casi 50 años de desempeño profesional es precisamente el colchón antiescaras. Soy terco en creer que la persona que lo creó debió verse transitando por los avatares e impotencias constantes del cuidador. Si no es un producto perfecto, suscribo que tiene eficacia subliminal. Y por tanto debemos hacer, lo que haya que hacer, para que cada uno de nuestros ancianos enfermos de Alzheimer lo cuente llegado el momento preciso. Claro que también la Fowler, oxigenación, mosquitero, calentador, ventilador, fundas y sabanas, colchas, la silla, el ambroxol y otros medicamentos, los alimentos, materiales de curación, el agua potable, las toallas, toallitas, los paños, tirantes, detergente, jabón, cubo, cuña, etc, etc, etc, etc.
Finalmente otra recomendación. Disponer de información especializada, o mejor: específica; es para los cuidadores, el cenit del acompañamiento imprescindible durante el tránsito con el enfermo de Alzheimer. He constatado similar efecto al deseado en un excelente programa televisado que se titula: Hacer y Pensar Psicología, a cargo del profesor Calviño con profesores invitados que disertan acerca de sus obras y textos haciéndolos asequibles al entendimiento de las personas. Cual mejor ejemplo, entonces, para realizar un serial con el tema del Alzheimer. Su impacto no sería menor. Claro que todo ello es pensable porque vivimos en Cuba socialista.

Es loable la noticia. En lo personal me alegro muchísimo porque tengo a mi anciana madre con este padecimiento desde hace aproximadamente cinco años. Por la noticia ya sé que mi madre no califica para este tipo de casa, pues es obvio que se deben valer por ellos mismos, es decir es para enfermos que están en una etapa inicial de la enfermedad. Pero existen una cantidad, nada despreciable, de enfermos de Alzheimer que estan en el mismo estadio que mi madre y para cuyas familias no existe en nuestro país nada instituído que nos ayude a aliviar o sobrellevar la carga física y mental a que nos vemos sometidos para el cuidado de estos enfermos. Si con esa proporción que plantea el artículo de personas mayores de 65 que sufren algún tipo de delirio, me pregunto, ¿no es meritorio ayudar también a esas familias? Tengase presente que a ese hoy enfermo de Alzheimer, le debemos la sociedad cubana innumerable aportes; pero que además las familias que hoy vemos deteriorarse sin remedio a nuestro ser querido nadie institucionalmente nos da apoyo, es un dilema resolver cualquier cosa para la ayuda en el cuidado del enfermo, digase; sillas de ruedas, camas Fowler, pañales deseñables, etc, sin nombrar aditamentos, que nos pudieran parecer sofisticados, pero que son sumamente necesarios para la movilización del enfermo como las gruas para levantarlos y llevarlos de su diario escenario de silla de rueda a la cama Fowler. La falta de estos aditamentos influye en la salud del cuidador, que tiene que hacer esfuerzos sobrehumanos para el cuidado y aseo diario de su familiar enfermo
Por todo lo que he dicho me parece bueno al menos que el estado comience a preocuparse y ocuparse de esto, porque la realidad es que nuestra población está envejeciendose y no existía, hasta hoy, un diseño estructural preparado para ello.
Espero que se piense también en las cosas que nos hacen falta a los familiares de aquellos enfermos que ya no se pueden valer por ellos mismos.

AL fin, ya era hora...! Esto debe aumentar en los proximos años. Y el presupuesto del Estado debe de ir creciendo. También debe actualizarse el marco legal para familiares cuidadores. El Ministerio del Trabajo y Seguridad Social debe dar facilidades legislativas que se corresponda y que sea consecuente con esas cifras que se está plantenado y en general con el tema de la ancianidad en Cuba y en especial con los familiares de pacientes con enfermedades neurodegenerrativas. Esperamos estos proyectos sean sostenibles y que tengamos la posibilidad de irlos mejorando. Creo estamos en tiempo para marchar con celeridad en este asunto.

Me alegra mucho esta noticia pues tengo una abuela con la que vivo con esta enfermedad, puedo dar testimonio de lo triste que es ver a una persona transformarse debido al Alzheimer, dejan de ser ellos, la persona que conociste toda tu vida, en un principio es muy dificil entenderlo pierdes la paciencia, lo mismo te ponen un tenis en el congelador que te encuentras un huevo dentro de una caja de cigarros como ha hecho la mia, en fin nunca sabes que se les va a ocurrir o que van a hacer pero la clave esta en darles el amor que se merecen. Pienso que con esta muy buena idea muchas familias tendran una inmensa tranquilidad al saber que su familiar tiene el cuidado que necesita y podrán normalizar un poco la vida cotidiana.
Saludos

Es lo mejor que he leído en mucho tiempo, tengo a mi madre con esa terrible enfermedad y estoy a punto de dejar mi trabajo pues no logro que se estabilice ninguna cuidadora, mi trabajo es de mucha responsabilidad, (Comprador Internacional), que requiere de mucha concentración y esfuerzo, muchas veces horas extra y no puedo hacerlo, estoy bajo un estrés tremendo, viendo a diario como se destruye el ser humano más importante en nuestras vidas y sin poder hacer NADA, es necesario que se materialice la idea en todos los lugares, estaremos muy agradecidos.

Hola tengo a mi papá diagnosticado de demencia. El vive solo en Santiago de Cuba.
Existe una residencia o un personal capaz de asistirlo?
Gracias,gracias,gracias.

Buenos Días
Me pudiese enviar por favor el teléfono la casa de abuelos para atender a pacientes con Alzheimer. Gracias