El Che que vive en Cuba
Cuando Ernesto Che Guevara murió, el escritor argentino Julio Cortázar escribió el poema “Yo tuve un hermano”. Nosotros, los cubanos, que tuvimos la suerte de tenerlo como hermano, hijo, padre y amigo incondicional, les dejamos, a 53 años de su desapirición física, estas fotos de nuestra fotorreportera Irene Pérez del Che que vive en Cuba.
“Yo tuve un hermano”
No nos vimos nunca
pero no importaba.Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.Julio Cortázar
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...SEGURO QUE SI...¡que hombre de inmenso, ejemplo de valores, honestidad, altruismo e hidalguía!...nos lego su ejemplo y todo aquel que se sienta cubano de verdad ha de reconocer que como él hacen falta muchos y esos son los verdaderos imprescindibles...
Se siente en las imágenes la expresión de fuerza de los artistas y del sentir popular. Gracias a la joven periodista.
Una experiencia que me ha marcado para toda mi vida.
Y es que todos los días el Che nos continúa dando lecciones, enseñanzas de entereza, de voluntad, solidaridad y convicción. Este puñado de valores junto a otros muchos, lo corroboramos en nuestra participación en 2006 en la Caravana Internacional en Peregrinación a la Higuera, Nos conmovió a todos los integrantes las dramáticas y aún sentidas narraciones de las bolivianas y bolivianos que nos guiaban en el recorrido. Visitamos el lugar donde se erigió una pieza escultórica con su rostro. (Los lugareños lo bautizaron como San Ernesto) -Según sus creencias ancestrales, le atribuyen milagros-. –En el lugar había en funciones una Posta Médica cubana que atendía a los pobladores de aquella intrincada zona, como fehaciente ejemplo solidario del pueblo cubano-. El recorrido nos llevó hasta el sitio donde lo asesinaron sus captores. aliviamos tensiones cuando en la área, contiguo al lugar, visitamos después, el centro de cuidados intensivos, fruto de la colaboración y solidaridad cubana. Tuvimos el privilegio de formar parte de esa comitiva y comprobar con nuestros propios ojos, la inmensidad casi supra humana de la exuberante selva boliviana, los parajes andinos, los profundos desfiladeros, los ríos intramontanos por una parte y por la otra, el contraste de áreas semidesérticas, -puras rocas casi desnudas- por donde el Che con sus hombres transitaron detrás de las posibilidades de librar una lucha quizás larga por los pobres de la tierra. El asma no le privó del ímpetu revolucionario para asumir los grandes desafíos. Al día siguiente acudiríamos a los predios de Valle Grande donde un equipo experimentado de científicos cubanos, encontraron los restos del Che y sus compañeros caídos. Allí entonces, en el reducido anfiteatro erigido alrededor de donde se realizaron las excavaciones, se nos ofreció una panorámica del difícil proceso de búsqueda. -Toda la jornada transcurrió en un silencio casi absoluto, hasta el momento de la pequeña ceremonia de homenaje-.
Ante la histórica jornada dedicada en nuestro país a su memoria, somos conscientes de que a Ernesto Guevara de la Serna, nuestro Che, El (Guerrillero heroico) se multiplica en las aspiraciones de libertad de nuestros pueblos; no está sujeto a unas efemérides porque su ejemplo escapa a las ataduras, se salta todos los calendarios y continuará transitando junto a nosotros a través de todos los siglos, y ha de estar presente en cada una de nuestras acciones cotidianas por su innegable ejemplo, su decisión de entregar su vida por la libertad de la América nuestra.
La actual muestra fotográfica que auspicia el Centro que leva su nombre, es una excelente muestra que pone en evidencia, su profundidad humana, su otra faceta creadora, junto a otras más que debemos continuar descubriendo para las nuevas generaciones que no le conocieron. !Hasta la Victoria siempre!, su despedidad con sobrado optimismo, la seguiremos buscando.
Estimado Alejandro Greenidge Clark :
Me encantó su crónica y comparto con usted el mismo sentimiento.
Puede que el paso de los años y a la luz de las realidades que sobrevinieron, su lucha hoy tendría otra forma para llegar al mismo objetivo.
Puede que vistiendo bata blanca como lo hacen nuestras brigadas médicas y marchando a cualquier "oscuro lugar" del planeta conquistando el primerísimo de todos los derechos: el de la vida, la lucha del Che hubiera tenido resultado mayor en el combate contra el inhumano sistema de exclusión y pobreza que prevalece en el mundo que conocemos y que ningunea al ser humano...
Muchas veces he pensado que hubiera sido más racional que su talento, su descarnada manera de pensar, decir y su ejemplar postura en el hacer, nos hubiera sido mucho más necesario en el enfrentamiento a la mediocridad y la autocomplacencia en el complejo proceso de transformación hacia la construcción de la sociedad socialista con características propias, más justa y próspera, con la que aún soñamos los cubanos de ayer y hoy...
Puede que su caída, su burdo, cruel e inhumano asesinato aún sin juicio castigador a sus ejecutores en tierra boliviana, pero sobre todo, en el Norte "revuelto y brutal que nos desprecia", haya sido un sacrificio demasiado costoso para el movimiento revolucionario mundial...
Puede que sus tesis de revolución hayan sido demasiado idealistas, que se le señalen errores de procedimientos... puede
Pero lo que nadie puede ni podrá jamás es tildar al Che de no ser consecuente en su actuación con su manera de pensar; que tuvo el valor y la osadía de pocos, de probar sus tesis con su propia vida; que es el ejemplo del revolucionario cabal, del líder que marca la senda con su ejemplo personal, el espíritu que 53 años después, nos sigue dando luz y fuerza para seguir, porque como usted escribió, Alejandro, "...su ejemplo escapa a las ataduras, se salta todos los calendarios y continuará transitando junto a nosotros a través de todos los siglos, y ha de estar presente en cada una de nuestras acciones cotidianas ...".
Ernesto "Che" vive y vivirá siempre en nuestros corazones, el guerrillero de mil batallas, el hombre, el padre el incanzable buscador de la justicia y la igualdad entre los hombres, no ha muerto en nuestros corazones.
No porque hayas caído
tu luz es menos alta.
Un caballo de fuego
sostiene tu escultura guerrillera
entre el viento y las nubes de la Sierra.
No por callado eres silencio.
Y no porque te quemen,
porque te disimulen bajo tierra,
porque te escondan
en cementerios, bosques, páramos,
van a impedir que te encontremos,
Che Comandante,
amigo.
Con sus dientes de júbilo
Norteamérica ríe. Mas de pronto
revuélvese en su lecho
de dólares. Se le cuaja
la risa en una máscara,
y tu gran cuerpo de metal
sube, se disemina
en las guerrillas como tábanos,
y tu ancho nombre herido por soldados
ilumina la lucha americana
con una estrella súbita, caída
en medio de una orgía.
Tú lo sabías, Guevara,
pero no lo dijiste por modestia,
por no hablar de ti mismo,
Che Comandante,
amigo.
Estas en todas partes. En el indio
hecho de sueño y cobre. Y en el negro
revuelto en espumosa muchedumbre,
y en el ser petrolero y salitrero,
y en el terrible desamparo
de la banana, y en la gran pampa de las pieles y
en el azúcar y en la sal y en los cafetos,
tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,
vivo, como no te querían,
Che Comandante,
amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro
de barbas que clarean. Y marfil
y aceituna en la piel de santo joven.
Firme la voz que ordena sin mandar,
tierna y dura de jefe camarada.
Te vemos cada día ministro,
cada día soldado, cada día
gente llana y difícil
cada día.
Y puro como un niño
o como un hombre puro,
Che Comandante,
amigo.
Pasas en tu descolorido, roto,
agujereado traje de campaña.
El de la selva, como antes
fue el de la Sierra. Semidesnudo
el poderoso pecho de fusil y palabra,
de ardiente vendaval y lenta rosa.
No hay descanso.
¡Salud, Guevara!
O mejor todavía desde el hondón americano:
Espéranos. Partiremos contigo. Queremos
morir para vivir como tú has muerto,
para vivir como tu vives,
Che Comandante,
amigo.
El Che, no solo vive en Cuba, vive y vivirá en el mundo su expresión en las fotos, en los monumentos dice claramente que vive, se sienten con mucha fuerza en sus valores, altruismo, solidaridad, humanismo, internacionalismo el Che, como Fidel, son de los seres humanos imprescindibles por su apego a la justicia es por eso que emanan tanta fuerza.
Oh che, comandante, amigo, no te has ido, sigues entre nosotros, .....tu luz, ilumina el tunel de la victoria.....gracias...oh che....
En una mañana muy fría el 8 de Octubre al conmemorarse el primer aniversario de la muerte de nuestro Che, en la calle frente a nuestra embajada de Moscú, nos agolpamos un número significativo de estudiantes militares que allí estudiábamos en distintas academias con el fin de ese dia de la caida del Che ver a LENIN, y ante aquella situacion fuimos literalmente rodeados por la milicia a pie y a caballo por lo anormal del hecho, sin que existiera ningún tipo de desmán por ninguna parte, a no ser la prohibición de estar allí ubicados, y llegado al punto del que hacer, en un momento preciso e inesperado, salió de la embajada nuestro Embajador en persona con una tumbadora cubana y marcando con ella el paso, abrió la marcha, pasando, seguidos por todos, sin obstáculos ni limitante posible, y así, fuimos por las calle moscovitas hasta el Mausoleo de la Plaza Roja a ver a Lenin, todos pasamos a su lado, y rendimos nuestro modesto homenaje al CHE en nuestros corazones.
CHE. C de Comandante, H de Heroico y E de Eterno. Hasta la Victoria siempre.