Cubadebate

Sin necesidad de sprint arrollador ni de recurrir al fotofinish, con un solo tranco la ilógica privó hoy a los Mundiales de Atletismo en Surcorea de su fiesta más esperada, la del jamaicano Usain Bolt. Mientras en algunas latitudes muchos madrugaron a contrapelo del asueto dominical para asistir, televisión mediante, al espectáculo del hombre más veloz del mundo en la prueba reina del campo y pista, la noche de la lejana Daegu se nubló con la oscuridad de uno de los mayores absurdos que recuerde el deporte universal.

El sudafricano Oscar Pistorius se aseguró este domingo en Daegu, un puesto en la historia del atletismo al convertirse ganando en las semifinales de 400, en el primer amputado que compite en unos campeonatos del mundo junto a los atletas "normales". Sus prótesis en forma de cuchillas discurrieron por la calle ocho, la más abierta y cercana al público, sin posibilidad de contacto con los demás contendientes.

Cuba, la gran potencia del atletismo latinoamericano, inauguró este domingo su cuenta particular en el medallero del Mundial de atletismo de Daegu-2011, donde Yarelis Barrios en el lanzamiento de disco y Leonel Suárez en decatlón se colgaron el bronce. En una jornada donde el país también colocó a varios representantes en las siguientes rondas, incluido Dayron Robles en los 110 metros vallas, las medallas no se hicieron esperar, de la mano de dos de sus representantes que ya habían figurado en el palmarés de la anterior edición.

Cuba es la potencia tradicional del atletismo latinoamericano, con un quinto puesto en el medallero global de los Mundiales, y en la edición de Daegu su reto es lograr siete metales, una cifra que supondría un récord para el país. En declaraciones a la AFP en Corea del Sur, el mánager de la selección del país caribeño, el ex saltador de altura Javier Sotomayor, fijó ese listón para la delegación: "igualar o superar" el número de preseas conseguidos en la edición de Berlín-2009.