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La Habana desborda emoción y entusiasmo: A 65 años del viaje de Fidel Castro a Las Américas (V y Final)

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Fidel pronuncia un discurso en la concentración popular en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución, a su llegada de una gira por EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay, el 8 de mayo de 1959. / Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

El jueves 7, el Primer Ministro inicia su viaje de retorno a la isla.

Hacemos noche en Puerto España, y de allí hacia la patria.

El espectáculo no es nuevo para la capital. Desde el triunfal 1ro. de enero, La Habana ha vivido horas similares. Alegría en las calles, emoción en los rostros, banderas en los balcones, columnas de mujeres y hombres respondiendo a una convocatoria de entusiasmo.

A las 3:15 de la tarde la torre de control registra la presencia del avión aproximándose a la capital. Aparatos de la Fuerza Aérea Revolucionaria escoltan a la nave cuando penetra en cielos cubanos.

Flanqueado por Raúl, Fidel baja las escalerillas del Britannia. La banda de música de la Policía Nacional entona las notas del Himno Nacional y, luego, las del 26 de Julio.

En medio de la multitud, Fidel monta en un jeep abierto. Junto a él se encuentran compartiendo la jubilosa demostración, Raúl, Camilo Cienfuegos, Che, Juan Almeida, Ramiro Valdés y Efigenio Ameijeiras.

Miles de capitalinos lo vitorean a su paso por la Avenida de Rancho Boyeros.

Frente al edificio de Bohemia, Fidel reclama un ejemplar de la última edición de la revista, puesta a la venta ese propio día. Inmediatamente se pone a hojearla.

La Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución, y las avenidas colaterales se encuentran repletas de pueblo. Violeta Casals, como en los días de la guerra, hace la presentación. Son las 7:40 de la noche.

Fidel, con su ademán característico, hace pantalla con la mano sobre los ojos para disfrutar del hermoso panorama.

Comienza diciendo: Salimos de la patria, no a limitar nuestra Revolución, salimos patria, no a negar nuestra Revolución, sino a reafirmarla... A decir a los pueblos del continente las causas que tuvimos para hacerla y las razones que tenemos para llevarla adelante. […] Hemos respondido a las preguntas de cientos de periodistas, hemos hablado aproximadamente a 100 millones de personas. Tuvimos que hablar en un idioma que no era el nuestro, y nos entendieron […].

Establece un paralelo entre el recibimiento del 8 de enero y este del 8 de mayo. Entonces afloraba un júbilo cuajado de esperanzas.

Ahora, a cuatro meses de distancia, es la alegría serena y confiada de una nación que se enfrenta al porvenir.

¿Temor por qué, de una Revolución cuyas ideas y fines están nítidamente claros? ¿Temor por qué, de una Revolución que se lleva adelante bajo un cielo enteramente claro? ¿Temor por qué, de una Revolución que es tan respetuosa con los derechos y la dignidad del hombre? ¿Temor por qué, de una Revolución donde todo el mundo puede hablar y escribir libremente? ¿Temor por qué, de una Revolución donde las ideas no se imponen, sino que se razonan, donde las ideas no se imponen, sino que se discuten?

Argumenta: “¿Por qué los pueblos no van a tener derecho a su propia ideología nacida de la entraña de la tierra, nacida de las necesidades del pueblo, nacida del corazón de los pueblos, nacida de la esperanza de los pueblos y nacida de las aspiraciones de los pueblos?”. Hace un alto mientras se lleva la mano a la garganta enronquecida.

Camilo le ofrece una botella de agua mineral. Fidel pasea la mirada por el grupo verde olivo que le rodea.

Nadie hizo con tanto desinterés y con tanta pureza lo que han hecho nuestros hombres. […] Ni con tanta lealtad a la nación y generosidad lo que han hecho nuestros hombres. Y no eran académicos, no eran doctores, ni eran generalotes, ni son generalotes. […] Son modestos comandantes de un ejército que ganó una guerra […].

Cierra su oración el recuerdo de Antonio Guiteras: Por primera vez podemos conmemorar un 8 de mayo enteramente soberano y libre. Antonio Guiteras, por primera vez podemos conmemorar un 8 de mayo digno, porque los hombres que a ti te asesinaron, ya no empuñan armas ni volverán a empuñarlas jamás. Porque el ejército que a ti te asesino, cayó vencido y destruido por los gallardos combatientes de tu pueblo. Y porque el tirano que a ti te asesinó hubo de morder, esta vez, y para siempre, el polvo de la derrota, y huyó cobardemente de esta tierra que ensangrentó, pero donde nunca más volverá a pisar con sus botas.

Ha hablado durante cuatro horas. El auditorio de 6 000 000 cubanos ha quedado satisfecho.

Durante 23 días el líder cubano mezclado con la muchedumbre donde quiera que fuese —en los Estados Unidos, Canadá y América del Sur— ha sido siempre fácil blanco para un asesinato. Sin embargo, en ningún sitio se hizo jamás un intento público de agresión contra su persona. Cuando le mostraron en Nueva York unos titulares de prensa que anunciaban una conspiración para asesinarle, Fidel sonrió y comentó: “Eso no me preocupa. No viviré ni un día más allá del día de mi muerte”.

Fidel llega al Aeropuerto de Rancho Boyeros, en La Habana, después de su recorrido por Estados Unidos, Canadá, Trinidad y Tobago, Argentina, Uruguay y Brasil, el 8 de mayo de 1959. / Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia un discurso en la concentración popular en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución, a su llegada de una gira por EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay. Lo acompañan los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, el 8 de mayo de 1959. /Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia un discurso en la concentración popular en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución, a su llegada de una gira por EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay. Lo acompañan los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, el 8 de mayo de 1959. /Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia discurso en la concentración popular en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución a su llegada de una gira por EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay. Lo acompaña el Comandante Camilo Cienfuegos, el 8 de mayo de 1959. /Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia discurso en la concentración popular en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución a su llegada de una gira por EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay. Lo acompaña el Comandante Camilo Cienfuegos, el 8 de mayo de 1959. /Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia un discurso en la concentración popular en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución, a su llegada de una gira por EE.UU., Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay, el 8 de mayo de 1959. / Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Se han publicado 2 comentarios



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  • vv dijo:

    Fidel por siempre.

  • El dijo:

    Viajo mentalmente en el tiempo viendo estas fotos, y no se deja de reconocer que viendo a estos hombres de carne y hueso, era evidente que las personas lo contemplaban como Héroes...paladines de la Libertad...me imagino la emoción al verlos juntos...Fidel...Camilo...Che...

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Luis Báez

Luis Báez

Periodista y escritor. Autor de cerca de 20 libros entre los que se destacan: Secretos de Generales, El mérito de estar vivo, Miami: donde el tiempo se detuvo, Preguntas Indiscretas, Más esperanza que fe, Absuelto por la Historia, Chávez nuestro, Así es Fidel y Evo espuma de plata. Premio Nacional de Periodismo José Marti en el año 2003

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