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Nuestros mártires en pie, en cada hora de peligro

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Fidel junto a Frank País, durante la primera reunión de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, en la Finca de Epifanio Díaz campesino colaborador del Ejército Rebelde, 17 de febrero de 1957. Foto: Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado/ Sitio Fidel Soldado de las Ideas

Si para Fidel fue "el más valioso, el más útil, el más extraordinario de nuestros combatientes", y Raúl lo definió "valiente hasta la temeridad y (…) del tipo de hombres que penetran honda y definitivamente en el corazón del pueblo", el cariño con que Cuba recuerda a Frank País, lo convirtió en "el inolvidable".

Apenas tenía 18 años aquel 26 de julio de 1953, cuando, despertado por el tiroteo del asalto al Moncada, supo que su camino también sería luchar contra la tiranía de Batista. En ese afán, razón de su existencia, entró a la inmortalidad apenas cuatro años después, luego de caer asesinado en las calles santiagueras, el martes 30 de julio, hace justo 64 almanaques.

Páginas de profunda entrega, de alto sentido de la responsabilidad y de indiscutible liderazgo, serían el alzamiento del 30 de noviembre de 1956, que en apoyo al desembarco del Granma estrenó en Santiago de Cuba el uniforme verde olivo, y la organización del envío de armas y hombres al naciente Ejército Rebelde.

La prisión no melló su resolución: "el día que quede un solo cubano que crea en esta revolución, ese cubano seré yo", dijo, a pesar de la feroz persecución del régimen, responsable de su muerte.

Dicen que los disparos del crimen cobarde provocaron en cada rincón de la ciudad un trágico presentimiento, que luego fue agudo dolor, más terrible en el pecho de sus compañeros y compañeras de lucha, de su novia, de la madre que, para controlar la sangre generosa, taponeó, una por una, las 36 perforaciones en el cuerpo del hijo amado.

La muchedumbre que acompañó, en medio de consignas revolucionarias su sepelio y el del compañero caído junto a él, Raúl Pujol, mostró que Frank País quedaba vivo en la memoria de los honrados de su pueblo.

Símbolo de lo mejor de su generación, la fecha de su muerte marca el Día de los Mártires de la Revolución, al frente de ellos Frank, aún en pie, impetuoso y movilizador, en cada hora de peligro de la patria.

Vea además:

Frank País García: Cuando el mar se ahoga en la arena

(Tomado de Granma)

Se han publicado 2 comentarios



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  • Belkis dijo:

    Hay y habran muchos Frank en este pueblo, que creen y defienderán la Revolución de Fidel. Crimenes como este y muchos mas, cometidos por quienes querian una patria anexada, no los vamos a permitir. La Revolución da paz y tranquilidad a nuestro pueblo.
    Viva Frank! Viva la Revolución!
    Gloria eterna a sus martires!

  • Tania dijo:

    Con el ejemplo de jóvenes como Frank y tantos otros, los cubanos no nos cansaremos nunca. Tenemos el deber elemental de seguir su ejemplo, por esa razón que nos asiste en la búsqueda de un mundo más justo y por toda la sangre derramada es que tenemos que estar más UNIDOS que nunca en torno a nuestro Partido y Gobierno. Esa sangre generosa hace mucho tiempo trazó nuestro destino...Cuba será siempre libre y soberana y gobernada por y para el pueblo cubano. No lo dude nadie.... !Gloria eterna a Frank y a nuestros héroes y mártires! Vivirán siempre en nuestros corazones....

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