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Secuelas de la COVID-19: La historia de una familia

Por: Maria Rosa Del Sol Orue
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Cheyla Sardaín Pérez junto a sus padres. Foto: ACN.

Los primeros días del 2021 fueron diferentes para Cheyla Sardaín Pérez. Así los recuerda liberada un poco del sufrimiento experimentado al conocer que sus familiares resultaron positivos a la COVID-19.

En la tradicional celebración del 31 de diciembre la posibilidad de contraer la enfermedad nunca llega a sopesarse, pues la invisibilidad del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y el hecho de reunirse junto a los familiares aleja de las mentes el miedo al contagio.

Hoy la joven camagüeyana advierte sobre el peligro de adquirir la COVID-19 en el lugar menos imaginado, y la necesidad de asumir conductas responsables, especialmente en medio del rebrote que vive el país.

“El tres de enero último supimos que uno de mis primos, con el cual compartimos en las festividades de fin de año, presentaba decaimiento, síntomas catarrales y pérdida del olfato, por lo cual acudió al policlínico de su zona de residencia, donde lo calificaron como sospechoso y fue ingresado de acuerdo con los protocolos”, comentó.

“Decidimos quedarnos aislados en la casa hasta saber el resultado de la prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) de él- continuó-, mis padres y mi novio hablaron en sus respectivos trabajos, y yo con mi profesora para explicarles la situación.

“Al día siguiente empezamos con síntomas, excepto mi novio, por lo que llamamos al puesto de mando de nuestra área de salud para reportarnos como contactos de un posible contagiado, y esa misma tarde vinieron, nos tomaron los datos y orientaron que nos mantuviéramos sin salir”, señaló.

Una jornada después ingresó ella, junto a sus padres, en el Hospital Clínico Quirúrgico Amalia Simoni, uno de los destinados en la provincia de Camagüey para el enfrentamiento a la pandemia, y posteriormente se les tomó las muestras para procesar el examen de PCR.

“Imagínate el nerviosismo que se siente al pensar si una estaba infectada con el patógeno o no, si estaba exponiendo a los demás, o si estaba sana y entonces era una quien corría el riesgo de enfermarse, fueron las palabras expresadas por Cheyla para describir esos momentos.

“El mundo de verdad se me vino abajo cuando confirmaron que mis padres tenían la COVID-19 y mi prueba fue negativa, empecé a llorar sin consuelo ante el hecho de dejarlos solos y volver al hogar y, al mismo tiempo, porque había visto las reacciones provocadas por el interferón, el cual se nos aplicó antes en aras de avanzar con el tratamiento.

“Al ver que casi todos mis familiares dieron positivo y yo no, incluso mi novio quien asintomático fue trasladado luego de diagnosticársele la enfermedad, mi consternación fue aún mayor, enseguida pensé que en mí la carga viral todavía era baja, consulté a los especialistas del área de salud y dijeron que no me preocupara, pues ellos venían a hacerme el test nuevamente al quinto día.

“La mente es muy poderosa, - manifestó-, y desde que retorné a la casa me sentía el pecho apretado y hasta falta de aire, respiraba profundo y trataba de calmarme, era tanta mi alteración, una situación amarga y extremadamente desagradable”, así definió también Cheyla el tiempo transcurrido para descartar la presencia del padecimiento en su organismo.

“Al llegar al hogar desinfecté cada objeto, aunque cuando nos recogieron para ingresar fumigaron como está establecido, pero una vez informado el segundo resultado negativo me puse una sobrebata, careta y un nasobuco, y de nuevo lo higienicé todo”, afirmó

La joven camagüeyana advierte sobre el peligro de adquirir la COVID-19. Foto: ACN.

Cuenta que los 11 días de hospitalización de sus padres sostuvo comunicación por vía telefónica a cada instante, pues si bien la atención era de calidad, con el seguimiento y los chequeos médicos correspondientes, la ansiedad golpea fuerte ante la incertidumbre de una posible complicación asociada al virus.

“Por suerte casi todos mis familiares no tuvieron prácticamente síntomas, rememoró con emoción la joven, quien este año culmina la carrera de Medicina y hoy ve a sus seres más queridos reincorporados a las faenas habituales, a pesar de las secuelas psicológicas.

“Solamente estar a la espera de un resultado de PCR, no realizado por azar, te cambia por completo la vida, realmente esta experiencia no se la deseo a nadie, porque es muy triste ver a las personas más allegadas a uno atravesar esas horas de incertidumbre”, concluyó.

Vivencias como las de Cheyla ilustran lo vulnerable que somos todos a contraer la COVID-19, aun en los ambientes de mayor familiaridad, por ello el comportamiento indispensable sigue siendo el distanciamiento social, unido al cumplimiento de las medidas higiénicas orientadas, para evitar también desenlaces más fatales.

Junto a su novio. Foto: ACN.

(Tomado de la ACN)

Se han publicado 7 comentarios



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  • ramon dijo:

    Siendo estudiante de medicina no evitó que sus padres se contagiaran. ¿Qué podremos esperar de otros? Por eso estamos en esta difícil situación.
    Gracias que no tuvieron complicaciones. Y que ayuden a que los demás se cuiden.

    • Anticritica extrema dijo:

      Esto se llena de criticones cada vez más

    • daisy dijo:

      Ramón eso le demuestra que todos podemos cometer errores sin pensar en las consecuencias.Es una estudiante de medicina eso no la hace diferente al resto de los seres humanos

  • alejandra dijo:

    una historia para darnos a conocer lo que puede traer consigo las aglomeraciones ,este virus no tiene cara

  • Amelia navarro pineda dijo:

    Esta muy bien tu historia es triste y me conmovio mucho pero eso es una indisciplina social,pues mientra muchos como yo estamos encerrados en casa vemos el aumento cada dia mas de los casos contagiados,y yo me pregunto de que vale que muchos estemos encerrados si otros estan exponiendose a contraer esta enfermedad ,ami me invitan a un cumpleaños un aniversario de boda y yo no voy solo les digo que compartan solos que no inviten a nadie es por gusto,al otro dia me entero que han estado compartiendo con mas de 8 amigos y como si fuera poco te dicen por telefono -Si tu vieras cuantos amigos vinieron a felicitar a mi marido,eso me causa gran indignacion ,pues muchos estamos encerrados y otros viven la vida por vivir aun sin pensar cuanto se esta gastando el gobierno en albergues ,comida,medicina y gasto salarial en trabajadores ,esto es demaciado gastos para un pais que esta bloqueado y no tiene ni comida en cantidades para darle a todo un pais,bloqueado y amenazado desde hace años,ahy mi Presidente Diaz Canel yo a usted lo considero y si alguien a usted lo quiere somos esos que estamos aqui encerrados aguantando y soportando encerrados a ver mi Diaz Canel cuando esto se termina.espero que sea pronto y que dios lo bendiga a usted y al gobierno de cuba.

  • Julio acosta hernandez dijo:

    Es triste tu historia pero me parece que debieron ser mas responsable es duro ver la cara de nuestro Doctor Duran todos los dias cansado y triste de dar noticias de los muertos y la cantidad de casos que hay mas cada dia,yo no me pierdo esa noticia solo con la esperanza de ver si bajan los casos y me siento tan mal al ver que cada dia por nuestra culpa suben mas,es triste para mi ver esa noticia no me inmagino yo como sera para nuestro Gobierno ,nuestro Presidente y nuestro pais,porque si para mi es triste ver como yo esperando ver que bajen los casos y ver que suben es una decepcion que siento y me digo hasta cuando.

  • chiqui dijo:

    Q angustia q malos momentos q bueno no hubo pérdidas en la familia a veces pensamos a mi y a los míos no nos va a tocar ..

Se han publicado 7 comentarios



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Maria Rosa Del Sol Orue

periodista de la ACN.

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