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Sexismo en el lenguaje: Cuando las vocales no nos dejan ver el bosque

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El idioma español ha sido históricamente sexista: ha ocultado a las mujeres, las ha ofendido y escondido tras falsos genéricos. Imagen: Plena Inclusión.

“-Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso- quiere decir lo que quiero que diga..., ni más ni menos.

-La cuestión es –insistió Alicia- si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

-La cuestión –zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda. Eso es todo.”

(“Alicia a través del espejo”, Lewis Carrol, s. XVIII)

¿Escribir ellas y ellos? ¿Usar la e, una x o una @? Últimamente, interrogantes como estas suelen acaparar verdaderos enfrentamientos en torno a la comunicación inclusiva o el lenguaje no sexista. Eso, cuando el tema no se convierte en objeto de meras burlas o burda caricatura. El asunto es peliagudo. Sin dudas. En una sociedad con siglos de cultura patriarcal a sus espaldas estos aprendizajes llevan tiempo…  y paciencia.

Pero más allá de las pugnas entre lingüistas, feministas, periodistas o académicos; más allá de adónde se inclina la balanza de unos y de otras, el meollo de la cuestión podría estar en averiguar si nos estamos haciendo las preguntas correctas. ¿Se trata de decidir simplemente si usamos un símbolo u otro, o de indagar por qué de pronto las palabras se convierten en campo de batalla del patriarcado?

Los lenguajes son definidos por especialistas como sistemas de comunicación compuestos por códigos, símbolos y signos, los cuales cobran significado en el contexto de las comunidades que los utilizan. A través de la palabra, oral o escrita, las sociedades transmiten ideas, sentimientos, modos de pensar y esquemas de percepción y valoración. Conforman opiniones, naturalizan conductas.

Sostiene la española Teresa Maena Suárez que “cuando transformamos el lenguaje, transformamos la realidad”. Así, gracias a él se crea, recrea y modela un entorno concreto. Y, además, no se trata de un ente estático. Por el contrario, el lenguaje se encuentra en constante evolución histórica, social, política y cultural.

¿Era necesario decir o escribir ministra en el año 1900, cuando la mujer no tenía siquiera derecho al voto? En cambio, ¿a quién se le ocurre ahora negar la necesidad de hablar de presidentas? ¿Acaso no fue incómodo escuchar en televisión la noticia reciente de la elección del “Gobernador” de Camagüey -y de otras provincias cubanas- cuando lo que seguía a continuación era un nombre de mujer?

En ese camino, el lenguaje también se erige como forma de expresión de la cultura y la cosmovisión de una sociedad determinadas y, por tanto, expresa sus diferencias, exclusiones, temores y estratificaciones. Y lo que es peor, puede portar la representación verbal de discriminaciones que luego persisten durante siglos y cuesta mucho modificar.

En la Edad Media, por ejemplo, las personas zurdas eran consideradas endemoniadas. ¿Cómo se les llama aún, varios siglos después? Siniestras. ¿Cómo llamamos a las personas que utilizan preferentemente la mano derecha? Diestras. Y la palabra siniestro sigue portando una carga anclada en lo peligroso, en algo que produce temor, miedo.

Isabel Moya insistía, una y otra vez, en que el asunto rebasaba la discusión banal de si ponemos una A, una O, o una E. En su artículo De Gutenberg al micro chip, rompiendo silencios, explicó muy bien que el sexismo lingüístico es el reflejo de un pensamiento conformado a lo largo de siglos de cultura patriarcal, que ha ignorado lo femenino y considerado lo masculino “como la medida de todas las cosas”.

Y es que el idioma español, rico en sinónimos y expresiones, ha sido históricamente sexista: ha ocultado a las mujeres, las ha ofendido y escondido tras falsos genéricos. Cada vez que no las nombramos o las ignoramos, estamos violando sus derechos; negando la representación de su existencia en el lenguaje; promoviendo y manteniendo los estereotipos de género y, de este modo, legitimando no pocas desigualdades.

Y para ello, la Real Academia de la Lengua (RAE) ha sido, históricamente, una aliada. Y no solo porque sus integrantes sean, en abrumadora mayoría, hombres. Que lo son. Se trata de que ha sido veleidosa en unos asuntos y conservadora hasta la saciedad en otros.

¿Por qué no se levantan olas de protestas cuando entran al uso común términos como ciberespacio, click o infovía? Nada de eso. De hecho, la Academia los legitima. Pero, ¿cómo explica la autoridad lingüística los significados diferentes, profundamente discriminatorios, que su diccionario sigue asignando a palabras iguales, sean en masculino o femenino? ¿Por qué hombre público, es aquel “que tiene presencia e influjo en la vida social”, mientras mujer pública es “prostituta”? ¿Por qué hombre de gobierno es aquel que “ostenta cargos públicos” y mujer de gobierno “criada que tiene a su cargo el gobierno económico de la casa”?  Esas acepciones ya no son de uso común. Pero la RAE las mantiene. La esencia está en que, como dice Lewis Carrol, el asunto no es solo de palabras, es de poder.

Y que conste, no es el lenguaje lo único urgido de cambios: ¿qué puede aportar decir señoras y señores, si las señoras se siguen representando en los medios como las reinas del hogar y los señores como los naturalmente dotados para dirigir, para detentar el poder? ¿Qué hacer cuando un reciente trabajo periodístico, de cuyo medio prefiero no acordarme, habla de la participación masiva de padres en una reunión escolar y la foto que acompaña al texto muestra solo a madres sentadas en el aula de marras?  ¿Se suscriben o no los estereotipos? ¿Se invisibiliza o no una realidad?

Este debate, aseveraba Moya, trasciende el estilo y las normas de redacción; se inserta en la trasgresión epistemológica que las teorías de género proponen al postular el surgimiento de un nuevo tipo de sujeto social entrevisto desde que el feminismo subvirtiera el machismo con aquello de que “lo personal es político”.

Los múltiples recursos de que dispone nuestro idioma permiten elaborar discursos variados, no repetitivos, precisos y no sesgados, sin que por ello tengamos que renunciar a la estética y a la economía del lenguaje. Podemos hablar de personas, en lugar de repetir el androcéntrico “hombres”; decir “quienes llegaron”, en lugar de “los que llegaron”. Es cuestión de pensar en la inclusión. Y de creatividad.

Sobre todo, necesitamos “los lentes de género”. Para evitar nombrarlas a ellas como “la mujer de”; para romper estereotipos: no es "el martillo de papá y la escoba de mamá”.  También para que las mujeres dejen ser solo “dulces” y “sensibles”, mientras los hombres son apenas “duros” y “valientes”. Y para que la debilidad no se identifique con ser “mujercita” o “señorita”.

En este tema vale más cruzar fuentes, contrastar, hurgar en los argumentos de quienes lo estudian. Falta análisis y comprensión de las teorías de género y de los mecanismos de poder que ramifican en el origen del lenguaje sexista. Si partimos, otra vez, del supuesto de que el lenguaje es algo vivo y cambia para adaptarse a la sociedad, entonces también debiera servir para expresar la igualdad.

Se han publicado 120 comentarios



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  • Korad dijo:

    Le felicito por el artículo y se entiende el punto del androcentrismo.

    Ahora, si me permite, el uso del lenguaje depende de los contextos, y sobre el contexto que tenemos influencia, por ser el más próximo, es el cubano. Si bien pudieramos brindar el ejemplo para modificar otros contextos en otros países, desgraciadamente el contexto se limita mayormente al cubano. Por las cuestiones de hegemonismo cultural y por las cuestiones del dominio de la gestión en los medios de comunicación.
    Si bien el enfoque del artículo aboga por una representación mayor de la mujer en el lenguaje, el reconocimiento del género femenino o masculino (que solo implica dos), no todo está volcado al género masculino exclusivamente, y existen también los sustantivos genéricos sin género.
    Por ejemplo, para hablar de la raza humana (y no es raza humano), se habla tanto de origen del hombre como de humanidad. El primero es masculino y el segundo femenino. Donde existe el conflicto lingüístico, y es una cuestión netamente cultural, es en reconocer el género femenino donde corresponde, sin que para eso se interprete como una violación de derechos ni una exclusión. De lo contrario, ya que el sexo no es exclusivo del hombre y la mujer, sino de todos los animales sexuados y hasta de las plántas, hubiese que cambiar todo el lenguaje y hasta las frases populares, o incluso, la misma definición del género, pues entonces no sería el género masculino y el género femenino. Simplemente sería el género y la génera y aclaro que estoy aplicando el mismo enfoque que propone en términos técnicos y sin pretender ofender.
    Habría que cambiar incluso: El perro es el mejor amigo del hombre, a La perra y el perro son los mejores amiga y amigo de la mujer y del hombre, poniendo el femenino por cortesía delante (las mujeres primero y la línea solo admite un orden, de lo contrario habría que repetir la frase a la misma altura en el papel y a dos columnas, e indicar que se puede leer de derecha a izquierda o de izquierda a derecha para buscar paridad, igualdad posicional).
    Y como el género anclado en el lenguaje solo reconoce a los sexos biológicos, habría que modificar todos los sustantivos con todas las variantes de identidad de género. Una propuesta de clasificación pudiese ser incluir la letra en mayúscula al final de cada palabra, por ejemplo: DoctoraL o IngenieroG, pues vocales solo hay cinco y las siglas ya van por: LBGTQIA+
    En inglés lo resolvieron fácil en cuanto al pronombre alternativo, usan Ze y Hir en lugar de he and she. Sin embargo, en español es más complejo porque los sustantivos suelen ser los mismos, sobre todo en cargos y profesiones, y solo cambian de letra al final. O solo cambia el artículo, indicando los y las, lo que se usa los cuando están los dos, no se reconocen por separado a ambos. Habría que proponer una variante unisex para todos los términos, un tercero, para que las mujeres que no lo ven así no se sientan excluidas , pero se identifican en estar incluidas. Por ejemplo: hijes para hijas e hijos (en inglés es daughter and son). En el caso de la reunión pudiera ser: reunión de Tutorialidad, ya que padre o madre no es solo quien procrea, y aún así, el término es femenino (no me ofende ya que soy hombre). De lo contrario, sería Reunión de adres, que es la raíz comun de las palabras madres y padres, y así, en funcion de la pluralidad de género biológico.
    En cargos oficiales sí se dice presidenta y presidente, vean el noticiero todos los días. Gobernador es el genérico, como lo es humanidad, o raza, y ambos son inclusivos y términos femeninos también. Y para qué hablar de las partes del cuerpo en cuestión de anatomía.
    En fin, que si bien estoy de acuerdo en que se tenga un consenso que sea todo lo inclusivo que se pueda en aras de una mayor representatividad femenina, no creo que se deba elevar a categoría de guerra. Paz y amor, o lo que es lo mismo: Poz y amara. Siempre que se interprete lo mismo, estaremos bien.

  • ng dijo:

    hay que cambiar la cancion....todos los niños y niñas del mundo una rueda vamos a hacer.....

  • Os dijo:

    En el idioma español son muy visibles los términos y recursos machistas, homofóbicos, racistas, xenófobos que son el reflejo del balance de poder existente entre las clases que han dominado o que dominan nuestros respectivos países y que tienen como objetivo invisibilizar o atacar a los grupos minoritarios y sin poder económico. La solución es seguir luchando revolucionariamente para cambiar todas las condiciones económicas, sociales y culturales (o al menos intentarlo) que facilitan los escenarios de vulnerabilidad de las minorías (en algunos casos como la población afrodescendiente cubana no tan minoritaria como se pretende que parezca). Tiene que haber una voluntad política fuerte porque la tendencia de muchos a "discriminar" por momentos parece "natural" y ahí está el problema cuando nos acostumbramos a que la discriminación es algo normal y que es el "orden natural de las cosas", cuando NO lo es....

  • yomi dijo:

    Es cierto porque lo he sufrido me paso el día trabajando y luego parado en la guagua hasta la casa solo porque las mujeres por ser mujer deben darsele los asientos de la guaguas colarla en las colas se ha convertido en los derechos de su genero y los hombres discriminados en todo para que vean que realmente las diferencias de genero son no solo en contra de ellas

  • con criterio propio dijo:

    DIXIE. Que dolor me da leer las barbaridades que dicen. Es preferible decir el músico que la músico preferible la artista, porque como vincular artículo femenino con nombre masculino? Y busquen el diccionario de la propia RAE que reconoce LA PRESIDENTA.

  • Ben dijo:

    Esa cita de Lewis Caroll se está convirtiendo en un "himno" del femeninismo radical de estos tiempos y de algunos lugares ajenos a Cuba y otorgandole al lenguaje una suerte de instrumento "excluyente". ¿Qué podrá decirse de la lengua persa, árabe, turca, y la mayoría de las amerindias que NO poseen género gramatical? La Lengua española no es ni inclusiva ni excluyente, no tiene sexo. Personalidades de la Lingüistica Española y la sintactología, han demostrado que solo el 5% de todas las palabras de nuestro idioma poseen género gramatical. La lucha contra el machismo y por los derechos de las mujeres, desde tiempos inmemoriales se han centrado en cuestiones más importantes. La prueba es nuestro país que desde el propio triunfo de la Revolución se han devuelto a las mujeres derechos soslayados desde siempre, y no alcanza este espacio para enumerar todas esas conquistas sociales en favor de la igualdad de la mujer, que falta mucho aún, pero exhibe los mejores resultados que otras latitudes, ESO SI ES INCLUYENTE y hay que recordar a los que no se acuerdan que en los 60 y 70 y más para acá el lenguaje era bastante "machista" e igual que los estereotipos. No comparto que involucren demasiado al "lenguaje" con las luchas profemeninas.

  • Arelys Santana Bello dijo:

    Muy interesantes algunos comentarios, son incluso aportadores y, qué bueno que dialoguemos sobre este asunto. Pena que nuestra querida Isabel Moya no esté entre nosotros... pero tenemos su inmensa obra. "Todos los extremos son malos"...decía mi abuela, y tenía tanta razón. Porqué tanta molestia ante el debate este tema? Porqué no respetar a quienes como la periodista tienen un criterio diferente? Aprendamos a dialogar desde diversas miradas y todos saldremos fortalecidos...yo seguiré aportando para que nuestro lenguaje nos visibilice cada vez más sin exageraciones y sin agredir a nuestro rico idioma. Dixie no estás sola, muchas te acompañamos.

  • lolo dijo:

    Todos los extremos son aberrantes, ni machismo ni feminismo. He dicho

  • Nicomar Rizmartín dijo:

    En Cuba, a raíz de la visita de la máxima figura de la Academia de la Lengua Española se ha desatado una gran expectativa por lo dicho, más de una vez, por el académico.
    “El lenguaje no es sexista, lo son algunos de los que lo hablan” y con ello arremetió contra lo que se ha llamado lenguaje inclusivo, del cual se hace uso y abuso hasta caer casi en lo ridículo.
    También sobre esto han existido opiniones de los unos y los otros, y hasta simpáticas muestras del mal uso de este llamado lenguaje se ha visto en redes, la prensa, la radio y la TV.
    Eso me recordó algo que hace algún tiempo publiqué con lo cual quise hacer conocer la doble moral que podía esconderse al respecto, y esto fue lo que publiqué:
    La discriminación de género en el uso del idioma
    Desde finales del pasado siglo los elementos más progresistas en cuanto a la igualdad de géneros y posteriormente de la aceptación de la diversidad humana en todos sus aspectos, han iniciado una cruzada dirigida a eliminar toda forma de discriminación, lo cual ha alcanzado hasta el idioma. Si bien inicialmente pareció algo forzado e innecesario muchos han comprendido que so pena de quedar señalado como machista, discriminador o asociado a alguno de los “fobos”, no queda otra posibilidad que no sea la de sumarse al carro del igualitarismo idiomático. Es por eso que un “destacado” político que debía anunciar una convocatoria a elecciones en su convulso país, decidió redactar su discurso de la siguiente forma:
    Señoras (siempre el femenino primero) y Señores
    Se ha convocado la elección para elegir a la Presidenta o el Presidente. Grandes campañas de apoyo a candidatas y candidatos han sido lanzadas por obreras y obreros, campesinas y campesinos, las y los intelectuales (el sustantivo es de género único), empresarias y empresarios.
    Las jóvenes y los jóvenes (ocurre igual que con intelectuales) participan también, niñas y niños ayudan a sus madres y padres promoviendo entre las ciudadanas y ciudadanos a las mujeres y hombres más capaces.
    Juezas y jueces, las policías mujeres y los policías hombres, soldadas y soldados, garantizarán la transparencia del proceso y su integridad.
    Cristianas y cristianos, musulmanas y musulmanes, judías y judíos, así como las y los creyentes en cualquier otra religión, seguramente participarán activamente.
    Negras y negros, asiáticas y asiáticos, amerindias y amerindios, mestizas y mestizos, blancas y blancos (las blancas primero y los blancos de últimos), se han propuesto romper records de asistencia.
    Integrantes de la comunidad LGTB (aquí, dado lo complicado del asunto, eludió lo del género) no quedarán fuera pues dada su enorme presencia social sus votos pueden ser definitorios.
    Todas y todos a las urnas.
    El político espera que de esta forma las mujeres se sientan complacidas y, según su verdadera opinión, a pesar de su pobre capacidad política voten por el candidato que promueve. Es de esperar que los no católicos se sientan complacidos también por haber sido mencionados así como que los grupos étnicos inferiores, así los considera el “político”, no compliquen las cosas con sus brujerías y bailes. El guiño a la comunidad integrante de la escoria social, él “político” sabe a quienes se refiere, busca al menos no alentar sus emotivas y coloridas protestas.
    Indiscutiblemente, para los políticos de pacotilla, estos son tiempos difíciles, hasta en cuanto al uso del idioma.

  • Diana dijo:

    Dixie, parece q has puesto el dedito en la llaga. Los ofendidos, heridos e insultados por el atrevimiento de pedir un lenguaje inclusivo han salido a recordarnos a las que no nos sentimos incluídas en los sustantivos masculinos, q no somos tan importantes como para q ellos salgan de su pereza y nos mencionen.

    Ya que les parece tan poco importante, propongo que a partir de ahora, todos esos sustantivos "integradores"(q tienen su versión en femenino pero el masculino es "generalizador) sean en femenino.

    De esa forma todas dejaremos de estar protestando y podremos estar bien cómodas usando un solo termino. Las damas estaremos contentas y los caballeros, como no les importa, también.

    A que todas ahora se sienten incluídas?

    • Diana dijo:

      Espero q se entienda q cuando digo "todas", los hombres están incluidos.
      Les gusta?

      • Korad dijo:

        Si se refiere a todas las personas, entonces hay paridad aún y cuando el sustantivo en sí es femenino (no es persono) aunque genérico, de lo contrario se reprodujo el fenómeno del otro lado. Coincido econ usted en que debe existir igualdad. También puede ser Todos y todas. Por ejemplo: Todas las personas asistentes. La dicotomía viene del fenómeno dual, dos, en la asignación de género lingüístico. No es que se esté en contra ni se deje de entender su enfoque. Quizás de las vocales que quedas la i es más impersonal que la i, la e se tiende a asociar más con el femenino y la u con el masculino por la o. Si se quisiera usar una sola palabra que los abarque a los dos, quizás la i sería el recurso de vocal más plural. Incluso tiene sentido matemático, ya que a la i se le asigna un rango de variable, por ejemplo: i = 1 hasta n. Va y tiene sentido linguistico la propuesta y se comvierte en un cambio sostenible en el tiempo. Yo no soy linguista, pero me parece que tiene alguna relación con la forma de asignar el género gramatical en Latín. Sds

      • Wilfredo dijo:

        Ofendidos? Solo que he notado que ya hay bastante gente hastiada de tanta tontería. En un país donde según los reportes estadísticos se registra un número mayor de mujeres científicas que hombres. Donde el por ciento de mujeres con cargos de dirección, profesionales y estudiantes universitarios, supera al de los hombres , venirnos con eso? Por favor. Estoy seguro que Inés María Chapma, persona a la que admiro mucho, no perdería su tiempo en eso. Ni Ana Fidelia Quiroz, ni la doctora Patricia Ares, ni la doctora Pogolotti, ni todas las ministras y viceministras actuales, ni la general Tete Puebla, ni Verónica Lynn, ni Zenaida Castro Romeu, y un etcétera inmenso de mujeres talentosas y profesionalmente realizadas, a pesar de haberse desarrollado bajo una forma de comunicación que "las invisivilizaba".

    • Ben dijo:

      Es cierto que existen giros del lenguaje que son sexistas, incluso de forma inconciente, tanto por hombres como mujeres. No se extinguirá de un día para otro. Pero tampoco, al menos en Cuba, son el meollo de la Teoría del "Ombliguismo" Lingüistico en la discriminación de la mujer, tampoco es "llaga", tampoco creo que sirva mucho de bandera...por el momento. Provoca zozobra, eso sí, como las teorías terraplanistas que los pseudocientíficos quieren resucitar, y provoca similares reacciones aunque no signifiquen lo mismo obviamente, de ahí las opiniones diversas, que en ninguna medida (por lo visto en los comentarios) reniegan de la importancia de esa lucha. Sería negar el derecho a la igualdad de las mujeres iraníes (persas), árabes y turcas porque su Lengua, no posee género gramatical.

  • Profesor dijo:

    Ahora leo este reportaje y me recuerdo de un escritor inglés George Orwell que escribió varias obras literarias de análisis muy interesantes la verdad. En una de ellas mencionaba la creación de un nuevo lenguaje y de cómo iba a quedar. Por supuesto que desde la crítica y la sátira desde aquellos tiempos ya el autor empleaba este tipo de reflexiones respecto al uso del lenguaje. El lenguaje no es exclusivo. Creo que el español es uno de los lenguajes más inclusivo que existen y más extenso también y se nutre cada día de nuevas formas que se van incluyendo en él. Parece que ahora está de moda tener que decir obligatoriamente los doctores y las doctoras cuando existen un grupo de doctores que incluyen a hombres y mujeres, las estudiantes y los estudiantes cuando existe un grupo de estudiantes que incluye a hombres y mujeres, parece que ahora hay q referirse a la presidenta en vez de la presidente, y esto son sólo unos ejemplos. La lucha de géneros no se porque insisten en este tipo de cosas en un país tan inclusivo como Cuba que desde enero de 1959 a incluido a todos por igual sin distinción de género raza religión etc. Aquí también existe una cultura e identidad que nos hace ser cada día más cubanos. Yo no he visto a nadie aquí en Cuba discriminar a una mujer por ser mujer, ni ese tipo de cosas y se están volviendo cada día más habituales este tipo de reportajes y de reflexiones como si nosotros fuéramos otro país del mundo, las cosas que suceden en el mundo se pueden aplicar aquí en nuestra tierra pero siempre adaptando las circunstancias y viendo bien nuestra identidad y cultura, todo lo que se quiera hacer fuera de ahí caería en otro de los tantos extremos porque la realidad es que el cubano si no llega se pasa.

  • Pale dijo:

    Con el perdón de los eruditos en el tema que de paso conozco poco y más porque le doy la menor importancia aunque reconozco mi carácter machista un tanto por mi educación y quizás por mis antecedentes históricos sin querer justificar nada pero es ahí donde me siento como pez en agua, ahora todo está consecución de artículos no será una mera introducción para evolucionar al tema de la homosexualidad y lo digo porque todas las guerras sociales ya sea de sexo , razas y géneros se han convertido en la vanguardia o carne de cańon para llegar después ilesos la tema que importa y dejar a las verdaderas bajas abandonadas en el campo de batalla.. al final tanta descriminacion y más del mundo común una minoría hace y deshace , manipula y tergiversar las luchas las mayorías quedan al margen...
    .

  • Loly dijo:

    Bueno ya que estamos en una batalla de inclusión de géneros debemos hacer algo también con los lugares a entrar, por ejemplo, los baños de mujeres y hombres se pueden poner unisex ya que hay que ser inclusivos no sólo en el lenguaje

    • Harington dijo:

      Que bueno esta eso!!!.Te ha quedado muy bien

  • Leandro dijo:

    Este, como muchos otros es un tema complejo que tiene disímiles puntos de vista y aquí la autora expone los suyos y como diría Félix Varela “Todos los hombres procuran defender sus ideas y pretenden que los otros se avengan a ellas…”“…los hombres, enredados en sus pasiones, pretenden dar fuerza de verdad a lo que más les agrada, y como verdad se lo imaginan con gran frecuencia.” Con el perdón de la autora, F. Varela emplea la palabra hombre en sentido de persona, ser humano.
    Coincido con la autora en que “la cuestión podría estar en averiguar si nos estamos haciendo las preguntas correctas” y ello, en mi criterio, también es válido para la propia autora.
    En mi criterio, los extremos son malos y tan malo es ir al extremo de escribir que el Vicegobernador de Matanzas es Marieta Caridad Poey Zamora, como se hizo con ella y otras gobernadoras y vicegobernadoras, como emplear un caso aislado para justificar nuestros puntos de vista. Pienso que quien se pone en ridículo es el que así escribió o dijo. Pero no creo que sea necesario que la ley tenga, como no lo tiene en el caso de Cuba que hablar de los gobernadores y gobernadoras. En varias Constituciones de Nuestra América, al parecer en busca de las justas reivindicaciones por la igualdad de la mujer se ha hecho común el empleo de ambos géneros para cada cargo estatal y así vemos que se reitera:
    La Presidenta o el Presidente y la Vicepresidenta o el Vicepresidente; las Ministras y los Ministros; la Procuradora o el Procurador; Capitana o Capitán General de las Fuerzas Armadas; Ciudadanas y ciudadanos; La jueza o juez; Los niños y niñas, las adolescentes y los adolescentes, los jóvenes y las jóvenes; los Gobernadores o Gobernadoras; Secretario o Secretaria…
    Honestamente, no creo que ello resuelva el problema de la “igualdad” de género, no obstante es un derecho soberano de sus pueblos que con su voto han aprobado esas constituciones.
    Sin embargo, tengo la certeza de que en ninguno de esos países las mujeres tienen más derechos que los conquistados bajo el Estado revolucionario cubano, cuya Constitución está libre de esas formulaciones.

    • Leandro dijo:

      La autora dice que "Los múltiples recursos de que dispone nuestro idioma permiten elaborar discursos variados, no repetitivos, precisos y no sesgados, sin que por ello tengamos que renunciar a la estética y a la economía del lenguaje. Podemos hablar de personas, en lugar de repetir el androcéntrico “hombres”; decir “quienes llegaron”, en lugar de “los que llegaron”. Es cuestión de pensar en la inclusión. Y de creatividad." Sería bueno que la autora, a partir de su creatividad expusiera como escribir en una ley los cargos antes mencionados, sin ser repetitivos, sin renunciar a la estética y a la economía del lenguaje. Creo que para ello necesitaríamos nuevas palabras neutrales que no existen en nuestro idioma. Pienso que lejos de arremeter contra el idioma, tenemos que preocuparnos más por hablar y escribir correctamente, por defenderlo, por cuanto es parte sustancial de nuestra cultura, de nuestra identidad. Escribir o decir gobernador seguido del nombre de una mujer, a mi juicio, es más un porblema de ignorancia, de falta de dominio de nuestro idioma, que de machismo. Y todo mi apoyo a la necesaria equidad entre mujeres y hombres.

  • Jorge Bacallao dijo:

    Si nos guiamos por la autora, la frase: El perro es el mejor aigo del hombre, debería ser modificada de la siguiente manera: El perro y la perra son los mejores amigos y amigas del hombre y de la mujer.
    Horrible! Señores, al lenguaje o puede endosarsele de ningun modo el adjetivo machista, ni machisto, para variar

  • Manuel dijo:

    Para mí, este tema dellenguaje inclusivo es la mayor de las tonterías y toda una aberración que lo que hace es desviar la atención del verdadero problema de la discriminación de la mujer. Dejemos de lado las trivialidades lingüísticas y eliminemos de una vez los verdaderos obstáculos que impiden la igualdad, que no son precisamente idiomáticas.
    ¿De qué sirve el armar un discurso tonto feminizando todos los términos, si el día del cumpleaños de la esposa/madre/hermana/compañera le regalamos una sartén o un delantal hermoso?

  • Gdiddhd dijo:

    Decir «todos» alude a hombres y mujeres. El idioma español ya es un idioma inclusivo.

    Hagan noticias de problemas reales.

    • jesus dijo:

      estoy de acuerdo con ud, deberiamos preocuparnos mas por cambiar la forma de hablar tan grosera que hemos adoptados todos y todas en cualquier lugar que nos encontremos no recuerdo decir a mi madre ni a mi abuela una groseria ni dentro de la casa y que decir de hacerlo nosotros delante de ellas pero tampoco se lo escuchaba a mi padre y abuelo y hablaban ese lenguaje machista pero muy repetuoso, para mi es mas importante que decir ellos y ellas, todos y todas etc.

  • Guaitavó dijo:

    Cuando leo el comentario de Laura, cargado de ironía y ofensa me recordé de un caso: una vecina que le contaba a otra el motivo por el que se había dejado de un esposo que tenía. Yo no le prestaba atención pero un detalle me llamó la atención, que al final del relato, cuando dijo no sé qué barbaridad que le hizo, comentó que desde ese día "no me tocó más", es decir, ella es un objeto, se considera un juguete sexual. No es una persona que hace vida marital con otra y que los dos se tocan, los dos disfrutan de sus cuerpos. Parece que ella no dejó de tocarlo también. El que perdió fue él.
    Cambiar esa mentalidad es en lo que tienen que enfocarse y no andar por las nubes con el idioma, hacer algo para que las jóvenes se formen correctamente, que ya es preocupante el índice de prostitución, SÍ, PROSTITUCIÓN, porque no tiene otro nombre cambiar favores sexuales por un telefonito, cualquier trapo o zapato.
    Ahora resulta que Laura reconoce que a nosotros no nos importa y ella estará bien cómoda usando un solo término: el femenino. Coño, si a nosotros no nos importa y tú estás cómoda con cualquier término, pues quédate tranquilita y deja que la vida siga con el masculino y no te sientas rebajada. ¿Cuál es el objetivo de la guerra (o el guerro) que quieren armar?

  • ramon dijo:

    Los perros, las perras, los perritos y las perritas son los y las mejores amigos, amigas, amiguitos y amiguitas de los hombres, de las mujeres, de los niños y de las niñas.
    Me falta el aire pero creo haber sido inclusivo.
    ¿O tal vez tenga que poner primero los artículos y los sustantivos femeninos?
    ¡Qué tontería!

  • Massi dijo:

    Artículo con tema de moda, tal vez su principal mérito. Lo cierto es que el Presidente de la RAE, en la misma Habana, lo dijo Alto y claro. No se gana la batalla contra el machismo tomando armas también contra el lenguaje, dejémonos de creernos eso. Por eso, vayamos a lo central. Sencillamente, el artículo es moda, nada nuevo aporta, ni nada por ese camino va a cambiar.

  • AupaAtleti dijo:

    Me resulta ridículo que la igualdad (que ya está garantizada por la ley) se logre cambiando el género de las palabras.

    • Hembra, mujer, femenina dijo:

      Coincido con usted. El idioma español es uno de los más ricos. Es ridículo lo que proponen bajo el nombre de un "idioma inclusivo". Las luchas por equidad se pelean en otros campos, no en este, que parece una cada vez más un capricho infantil, un berrinche, una perreta a la cañona, en fin: una parodia. Seamos serios. El cubano cuando no llega se pasa.

  • Revenge dijo:

    Estimada Dixie. Esta usted refiriendose a un fenomeno que ha surgido en otros paises donde la mujer, aunque sea una graduada universitaria, dista mucho de tener la independencia e igualdad que disfruta en Cuba. Paises donde la mujer casi que necesita el permiso del hmbre para divorciarse, donde las mujeres se sientan aparte de los hombres en fiestas y eventos sociales, donde el patron sociocultural es que el hombre sea 'el que manda' en la casa, donde el hombre generalmente recibe mucho mayor salario por hacer el mismo o quizas menos trabajo que la mujer, donde la mujer casi que se ve obligada a casarse para no recibir el repudio social. Ser mujer es sutilmente considerado como una discapacidad, y por eso usted ve que por ejemplo, en algunos de estos paises existen leyes que establecen % obligatorios de empleados del sexo femenino en las plantillas laborales. O que si tras un divorcio resulta que al hombre se le adjudica la custodia de los hijos, las obligaciones de la mujer son mucho menores que las que se le aplicarian a un hombre en caso opuesto. La cuestion del lenguaje inclusivo es una reaccion violenta del sector femenino ante su extensiva marginacion, que no deberia ser extrapolada a cualquier sociedad donde este fenomeno no existe en la misma magnitud. Su uso por politicos y personalidades de todo tipo obedece mas a cuestiones de imagen publica que al sentido comun. En nuestra sociedad la mujer se ha ganado su lugar en todos los ambitos con sus propios esfuerzos, demostrando el concepto de igualdad en su acepcion mas objetiva y con resultados mas consistentes y duraderos que esporadicas victorias por esta o aquella ley. Aunque subsisten prejuicios machistas, sobre todo en el tema de la sexualizacion de la imagen femenina, el camino de la mujer cubana esta mas avanzado en terminos de igualdad y creo que no precisa de estas acciones desesperadas que entorpecen la comunicacion y afean nuestro lenguaje.

  • La persona dijo:

    Coincido con lo expresado por ¨El Jabalí¨ y por ¨Likos¨, no considero que por decir Presidente a una dama, tengamos que razgarnos las vestiruras, como tampoco si me 8/9-refiero a un caballero, como una ¨persona educada¨, se considere ofendido.

    Por otro lado, con respecto al tema de la palabra siniestro (a), si buscamos el origen real de la misma, es una palabra que viene del latin ¨sinister¨ que quiere decir izquierda o zurdo, si bien es real que las personas zurdas en la edad media eran consideradas ¨malévolas¨, no es cierto que este sea el origen de la palabra siniestra, creo que en este sentido se manipula la información con el fin de dar a entender que el idioma se manipula desde tiempos ancestrales con motivo de discriminar, lo que en mi opinión no es cierto.

    Que vivimos en sociedades patriarcales, es cierto, que el machismo existe y está vigente, también, que el lenguaje se manipula para discriminar a la mujer, creo en mi modesta opinión que es falso.

  • y_glez dijo:

    Vamos a ver, para un grupo de mujeres esta la palabra todas, ellas, que las definie como un conjunto en si, algo que no tienen los hombres. Entonces se sienten indignada de que en "todos" no se incluyen ellas, entonces prefieren ser excluidas(antonimo de incluir) con la frase todos y todas, jajajajaAJAJAJAJ, que haremos entonces, al menos se sentaron a pensar eso. Esto es peor que la paradoja del asiento en la guagua, o el guaguo?

  • kilik dijo:

    Buenos. Lo admito ,tengo una opinion negativa de el feminismo. mas no de el feminismo historico. ese en en que las mujeres luchaban por algo tan justo como igualdad de derechos. de posibilidades laborales. de que se les trate como lo que somos todos, seres humanos. No hace falta gastar lineas en ejemplos. todos conocemos a las mujeres que demostraron que ellas eran iguales que cualquie hombre, Que se levantaron contra un stablisment marcado por el machismo y la misoginia. Ese feminismo- el verdadero considero, que el ser humano que no lo apoye carece de algo importante. Sin embargo, quizas motivados por una industria cada vez mas sensible, aparecieron personas, que de momento empezaron a estereotiparnos a nosotros, los hombres o a cualquier mujer que tuviera razonamiento.para darse cuenta de que era tonto lo que esta nueva ola proponia
    nos llaman el hetero patriarcado y en su bonita imagen del mundo todos los hombres somos violadores maltratadores , misoginos, les mostramos nuestro poder(¿que poder? que levante la mano el hombre que aqui le gane una discusion a una mujer). y el clasico de que el hombre que no es maltratador ¨ahora¨ eventualmente lo sera. esta en nuestros genes heteropatriarcales. Desgraciadamente estas personas empezarron a hacer pedidos cada vez mas....curiosos y lo triste es que se les cumplian.. se dieron casos en los que se les cambio el aspecto al ser monocromatico de el semaforo que se ve muchho en todos ellos por uno confalda y pelo largo por que¨siempre son hombres¿acaso las mujeres no cruzamos la calle?¨(abro este parentesis para señalar el detaele de que podrian pedir por ejemplo un pareja o que se pongan dos monocromas que señalen hombre y mujer pero exigen solo mujer....) existieron peticiones para cambiar nombres como el principito a ...atentos..la principesa. ¿se imaginan que ahora yo venga y de una propuesta de cambiar de nombre la biblia por el biblio ya que no me gustan los nombres femeninos, se crearon los temibles scratches.la base de estos era simple. se te acusaba de violador o misogino etc se exigia que se te apresara y si daba la casualidad de que eras un poco inocente. o sea QUE NO ERAS UN J...... VIOLADOR entonce venian ataques en redes sociales de que la culpa era de que al ser hombre , el hetero patriarcado le ayudaba, nada de inocente hasta que se pruebe lo contrario, en este clima surge el lenguaje inclusivo, este consiste en tratar de crear nombres neutros o sea que no solo señalen al hombre. ¿ pero kilik, al ser inclusivo no garantiza la igualdad de identidad en cada palabra?bueboooo..... a algunos, entre los que me incluyo eso de todxs o ...buenx
    no se me ocurren mas ejemplxs- poner una x en palabras que se supone son machistas como carpintero seria carpinterx. pero luego descubres que palabras como astronauta no tienen x y yo digo , ¿POR QUE? NO VEN QUE TERMINA EN A. ESO ES FEMENINO TODO LO QUE TERMINA EN A ES FEMENINO, DOCTORA ,PERRA , KOREANA, ,JARDINERA , como miembro de el machismo hetero patriarcal exijo mis derechos a partir de ahora sera ,astronauto,todos iran al dentisto, prepararemxs nuestra comida en el cocino. O sea , era curioso. las que terminaban en a. como que de momento no necesitaban x solo las que a este colectivo les parecian masculinas les molestaban, ahora bien ,ignorando el lenguaje inclusivo, es cierto que a nivel social existe un cierto machismo, la mujer debe cocinar, no veas novelas que eso es cosa de mujeres, que eres, ¿una señorita? y la que mas odio llamar marimacho a una mujer que ejerce una labor que estereotipicamente se cree es exclusivamente masculina. ademas, no me digan por favor que las mujeres no tienen estereotipos de los hombres , yo no puedo ayudarte en carpinteria es cosa de hombres. a ver que si yo no estuviera aqui esta casa fuera un desastre ¿acaso tu la ibas a limpiar? Y creo que ya se entiende mi punto. Ya la humanidad esta bastante dividida entra guerras para que os hombres y la mujer esten peleandose por temas como ese, hombre, mujer, negro , homosexual chino, todos pertenecemos a una sola especie. la humana. los derechos tal como en cuba, deben ser igualitarios, las luchas deben ser en pro de unir no de separar o crear enemistad en base a una supuesta superioridad de un sexo sobre el otro.

  • Jose f dijo:

    Personalmente creo y además está demostrada la capacidad del sexo femenino de ser en nfinidades de cosas mucho más eficiente que el sexo masculino. Es una lástima que no hayan más presidentes féminas en el mundo de hoy, y digo
    la palabra presidente porque es ente que preside y no existe la palabra enta, ¿se imaginan decir la estudianta presidenta que también es militanta es aspiranta a dirigenta del colectivo?. Imaginen también a las mujeres compitiendo contra los hombres en las olimpiadas. Me preocupa que las ideas tontas tengan que solucionar estos problemas de complejos justificados en vez de luchar por la cultura del amor partiendo de la familia hasta las escuelas, desde la realidad de la condición humana, la dignidad y la utilidad de cada uno de nosotros. ¡Viva la mujer cubana! Valiente y digna de toda nuestra admiración. Si valientes también somos los hombres es por la dicha ser sus
    hijos.

  • MERCATOR dijo:

    Ningún hombre ha sido discriminado al ser llamado periodista, cronista, estadista, pediatra, obstetra; etc. tampoco se han sentido ofendidos y son palabras bien castizas, llegará el tiempo de decir: ella es testiga, intriganta, insultanta, estudianta; etc. eso sí que suena feo.

  • Tepé dijo:

    No hay que exagerar, foristas. Tampoco la RAE. Digamos que ya está incluida la palabra "presidenta", y no hacía falta. Etimológicamente, "presidente" significa "estar sentado al frente", por lo que se diría "el presidente", "la presidenta". Lo mismo, "el aguerrido combatiente" o "la aguerrida combatiente", "el bello durmiente" o "la bella durmiente"... Algunos oficios se escriben con palabras de género femenino y no demeritan al varón, como son "futbolista" o "periodista". "Por qué entonces habría que decir "la música"? Mejor atajar los distintivos generalizadores con prioridad femenina con rango sospechoso, como "las enfermeras (no 'enfermeros', génerico) y los médicos", si puede usarse personal de salud. No existe "cebro" y tampoco "venada", mucho menos "ogra", y nunca trajo problemas para la comunicación. Me niego a decir "miembra" o "testiga", por reivindicador que sea. Y prefiero escribir más palabras para incluir los géneros, que forzar con neologismos (excepto los tecnológicos, obviamente, que no es el caso de "bullying", tan usado en temas de género, y que en español tiene su palabreja "acoso"). Y jamás coincidiremos en un salón "nosotros y nosotras", ni "todos y todas": prefiero decir los hombres y las mujeres presentes. La "x" y la "@" no tienen fonética (ni futuro), así que demeritan a los dos géneros. Y la "e" se impondrá algún día, como ya empieza a verse con "todes" y se blinda con mucha lógica gramatical, pero no hay que correr ni hacer decretos, que todo llega. Mejor será inventar (o quizás priorizar) palabras inclusivas, como "humanidad", "personas", "infancia"... (por cierto, estás son de género femenino, y a mucha honra). Lo que hay que hacer es darles poder real a las mujeres (no solo en la educación, la salud y la ciencia, o en la equidad de salario que deja de existir cuando están topados ciertos cargo para las mujeres), y dejar de sobrestimar la falsa igualdad de contar orgullosamente con, digamos, una sola general en el Ejército (no "generala"). En todo caso, hay que visibilizarlas a todas (alas “dulces” y “sensibles”, y también a las "feas" y amargadas", poque verlas como porcelanitas es reducirlas) en todos los espacios, no solo el lingüistico. Eso creo yo, palabra de hombre...

    • Miguel dijo:

      El objetivo de todo esto es apoyar la ideología de género que afirma que ambos sexo varón y hembra no existen.Es evidente en la ciencia la diferencia física y mental entre un hombre y una mujer, pero esto no significa que el hombre es superior a la mujer ni visceversa.Ni el hombre ni la mujer pueden vivir solos, ambos se necesitan, para eso está diseñado el matrimonio.Varón y hembra como Dios lo diseñó.

  • Heriberto dijo:

    Es realmente una ridiculez. Y como la pasión ciega el raciocinio ni me voy a tomar el trabajo de discutirlo porque sé que a los defensores de esa ola les entra por un oído y les sale por otro cuando uno trata de exponer cualquier argumentación de sentido común.

    El tiempo todo lo aclara y cuando el agua se asiente se verá todo claro por si mismo. Nos vemos dentro de dos años y volvemos a hablar del tema si quieren.

  • Ignacio dijo:

    El tema es interesante y controvertido, en esencia creo que el idioma hay que utilizarlo bien, con eso basta. Recuerdo un comentario televisivo de una lingüista nuestra, resulta que el lenguaje también tiene su economía. Sexista, racista, no inclusivo, etc. es el que escribe o el que habla, no el lenguaje.

Se han publicado 120 comentarios



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Dixie Edith

Dixie Edith

Periodista cubana y profesora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana.
En Twitter @Dixiedith

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