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Episodio Cero: Pretextos bajo una sombrilla violeta

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Los tiempos han cambiado. Ahora mismo, Margarita hace parir la tierra; Tania investiga, entre probetas y tubos de ensayo, buscando cómo burlar las garras del cáncer; Meysi dirige un ministerio vital del país; Viengsay baila y capitanea una memorable compañía de Ballet; Clotilde indaga sobre las crueldades de la violencia de género mientras Matilde hurga en los impactos del embarazo adolescente; Adela se queda trabajando en casa; Laura estudia Periodismo y Amalia casi termina el preuniversitario.

Son mujeres. Cubanas. Tienen edades y ocupaciones diversas, pero comparten una esencia: viven y construyen dentro de un proceso social que ha ido creciendo a la par que les cambia la vida, rotundamente. En las últimas décadas ellas –y otras como ellas- han hecho de todo. Se asomaron a las ventanas de sus hogares, luego abrieron las puertas y se lanzaron a conquistar el espacio social. Por supuesto, no siempre fue fácil. Aún no lo es.

Desde que, según la Biblia, Dios le quitó a Adán una costilla para crear a Eva, la vida del sexo femenino sobre la Tierra ha estado asociada a una batalla tenaz por el espacio propio, por el reconocimiento de sus capacidades, por la equidad. Y las cubanas, por supuesto, no han estado de espaldas a esa contienda.

Cuesta encontrar otra población femenina con tan creciente grado de participación en la vida laboral, social y política de un país. La toma de conciencia, la reflexión sobre el hecho de ser mujeres, -y de serlo en estos tiempos- vino de la mano del reconocimiento a sus derechos, de la revalorización de sus potencialidades y de la garantía de igualdad de oportunidades que trajo consigo la clarinada rebelde de 1959.

Sin embargo, sesenta años después el mundo es otro y, por supuesto, las batallas también son otras. En su última entrevista, Isabel Moya, la “profe” que nos enseñó a ver el mundo con gafas de género, decía que el primer peligro de las mujeres de este archipiélago en la segunda década de los 2000, era, justamente, pensarnos que ya todo estaba hecho, todo conquistado. Nada más lejos.

“Cuando miramos las estadísticas y vemos la cantidad de mujeres que hay en el Parlamento, la cantidad de mujeres científicas, de mujeres comunicadoras; y que más del setenta por ciento de los fiscales son mujeres, etcétera, nos fabricamos una idea desfigurada de la realidad”, decía Isa.

Porque, a su juicio, justo ahora estamos en el momento más complejo, el de “enfrentar la subjetividad, la cultura, los juicios de valor y las costumbres”. El de desmontar los estereotipos y arrancar de cuajo los mitos. El de reflexionar en colectivo sobre asuntos que a fuerza de mucho repetirse se han vuelto tan naturales, que no los reconocemos como deudas, como puntos pendientes.

La cultura machista, transmitida de generación en generación, sigue marcando las relaciones de las mujeres con la sociedad. Se afianza en normas sociales y tradiciones que, a simple vista, parecen no hacer daño. Y, sin embargo, las relegan una y otra vez. Limitan su capacidad para desarrollarse como personas plenas.

Dobles jornadas de trabajo: la del día y la de la casa en la noche; la no remuneración del que se realiza en el hogar o en función del cuidado de la familia; la distribución de roles por sexo, preestablecida puertas adentro; el acoso naturalizado en piropos; el sexismo en los medios de comunicación y productos culturales; el desafío de garantizar los derechos para todos los grupos de mujeres de manera explícita; la violencia de género, en todas sus formas, que existe… La lista apenas comienza.

Vivimos en tiempos de reposicionar el feminismo, de retomar la agenda de género. Pero no para hablar sobre “cosas de mujeres”, sino para reflexionar sobre cómo las mil y una cuitas cotidianas las impactan de forma diferenciada a ellas y a los hombres; pero también a personas de diferente orientación sexual, identidad de género o que son diversas de otras muchas maneras; a niñas, niños, adolescentes; a jóvenes o a generaciones mayores; a la gente blanca, negra o mestiza. Porque de eso también van esas teorías de género de las que mucho se habla y, a veces, poco se comprende.

Es tiempo, en fin, de mirar con lupa las desigualdades que todavía están ahí, a nuestro alrededor –no por gusto las señalaba Díaz-Canel en su último discurso de 2019- e integrar fórmulas, soluciones, propuestas, denuncias. Es tiempo, también, de unir esfuerzos, de visibilizar lo que ya otros hacen para lidiar con estos temas: proyectos, campañas, investigaciones.

Y de eso precisamente irán, desde este inicio de 2020, nuestras “letras de género”. Cobijadas bajo esa sombrilla violeta que Isabelita abrió un día sobre nuestras cabezas de periodistas en ciernes, queremos que se conviertan en un espacio para pensar y soñar, donde “lo personal sea político” y donde quepan muchas reflexiones, críticas, soluciones. Las de ustedes también.

Se han publicado 36 comentarios



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  • jotaepe dijo:

    Isabelita dijo q las estadísticas de hoy sobre el supuesto empoderamiento femenino en Cuba hacen q nos fabriquemos una idea desconfigurada de la realidad...muy objetivo eso...entonces tal argumento filosófico sirve también para desmontar varias de las cosas q constituyen el Patriarcado q esos mismos ojos ven...me refiero a q la idea estará configurada o desconfigurada siempre en dependencia de los ojos q la vean.

  • celss dijo:

    No se termina con respecto a la discriminación de la mujer, por ejemplo hay centros de trabajo que puesto de trabajo de Agente de Seguridad y Protección no lo ocupan mujeres, tienen que ser hombres, razones? Tienen niños, etc, vaya son un problema y generalmente son centros como Palco, Inmunología Molecular y otros de Biocubafarma

  • El Rojo dijo:

    Estoy de acuerdo con todo excepto en igualar los piropos al acoso sexual, todos mismos groseros al elogiar los encantos de alguna mujer.

  • AAA ORIGINAL dijo:

    ...muy bien Ania,buen artículo, a reflexionar que ya estamos en el 2020 no en el siglo XIX

  • Joaquín Alonso dijo:

    El argumento más importante que trasversaliza cualquier tema que se trate relacionado con el género, la raza, la orientación sexual y otros fue dado por nuestro presidente Diaz-Canel en el discurso que se menciona en el artículo: afrontar el asunto desde la unidad.
    Eso es un aprendizaje que nos viene de Martí y Fidel y que hoy se sigue teniendo presente como continuidad en nuestras luchas. Se evidencia en la demanda de pensar como país.
    Significa que afrontemos estos temas para bien de todos pues es Cuba la que necesita resolverlo. El csmino a la emamcipacion es que todos y cada uno de nosotros nos tracendamos y nos encontremos con el otro, que practiquemos comunidad para salir adelante.

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Saludo el nació de la columna, sus propósitos y el icono elegido. La lucha por la conquista de toda la justicia para todos y todas, está en la esencia misma de nuestra Revolución, en Martí, Fidel, el Che, Diaz Canel y toda nuestra tradición revolucionaria. Como se refiere la Obra dignificadora de éstos 61 años es inmensa y sería meta para millones de vilipendiados en todo el mundo. Pero quedan importantes batallas por librar en el campo de la subjetividad para transformar en la dirección correcta, con voluntad, ciencia y cultura. Son luchas de todas las personas con decoro estén o no en grupo social hacia donde daña en mayor medida cada prejuicio o forma de discriminación. No hay modo de balcanizar los alcances de los mismos, nadie se puede sentir por encima, inmaculado o indiferente. Avanzar pasito a pasito, consolidar lo alcanzado como nos pide siempre Raúl, y ser cada día un tilín mejores, como advierte Silvio, con honestidad y en unidad.

  • Dlv dijo:

    A las mujeres nos dicen el sexo débil pero solo hay que ver a un hombre enfermo o quedarse sólo en la casa un par de dias, ahi si se ve quien es el débil.

  • Emeregildo dijo:

    El hombre cuando llega a la casa del trabajo no hace labores domesticas?La mujer no es mas debil fisiologicamente que el hombre?.Para algunas cosas muy feministas para otras no.Servicio militar activo,guerra como soldados,que les den el asiento en la guagua,que las ayuden a cargar las cosas si les vale.No.hablemos de las protestas desnudas ni las ultrafeminiztas.Lo que da salir de la cocina!!

    • Laura dijo:

      Comentarios como este vienen a demostrar lo que dice el artículo: en Cuba persisten actitudes machistas. Algunas son más sutiles y otras tan flagrantes como la de este señor.

    • YohanniLP dijo:

      De que siglo tu eres?

    • Victoria Alegría dijo:

      Hay realidades, hay tendencias, hay mayorías y minorías, hay costumbres, hay valores, hay estereotipos y hay límites.
      Para juzgar y/u opinar hay que tener estas cosas en cuenta y no ser absolutista.
      Iguales derechos, deberes y responsabilidades se aplica también en la casa. Hay hombres laboriosos en casa, otros son 0 a la izquierda; hay hombres que cocinan, pero no organizan ni planchan ropa ni muertos. Pero mejor no hablar de excepciones o minorías, hablemos de mayorías.
      El machismo les dice que ustedes hacen "cosas de hombres" que es usar la fuerza de sus músculos para cargar cosas pesadas hacer trabajos duros etc y más nada fuera de eso, porque lo fácil, que son las tareas cotidianas del hogar, es para las mujeres.
      La matemática nos lo aclara mejor. En la mayoría de las veces en lo que una mujer hace las 4 tareas que puede hacer, el hombre hace 1 teniendo la capacidad de hacer las 5. Qué injusto verdad: 4/4 no es igual a 5/1, pero 4/4 = 1 es igual a 5/5 = 1

      Es una realidad que la mayoría de los hombres tienen mayor masa muscular que las mujeres y por ende mayor fuerza y resistencia física, pero no significa que sean más fuertes biológica o fisiológicamente. Si vemos los hechos la mayoría de las mujeres viven más años que los hombres, sin embargo nuestro organismo que es más complejo sufre más cambios y se expone a más enfermedades que el sexo masculino.
      Según investigaciones muchas de las causas de esa desventaja de los hombres es el machismo.
      En el servicio militar, en la guerra, en una guagua se hace uso de la fuerza muscular y la resistencia física y ahí las mujeres estamos en desventaja respecto a la mayoría de los hombres.
      Dar el asiento a una mujer es una acción voluntaria de gentileza y solidaridad. No es una obligación, es un gesto altruista que debe caracterizarnos a todos ante los desaventajados.
      El feminismo a mi entender busca la igualdad dentro de las diferencias. Igualdad que no ha existido nunca sobretodo en otras partes del mundo y desde tiempos remotos. Por suerte en Cuba hemos avanzado algo pero aún hay mentes retrógradas que se resisten al cambio y a progresar, y opiniones que obvian las esencias del ser humano.
      Yo a pesar de todo me siento orgullosa de ser mujer y orgullosa de la mayoría de las mujeres y los hombres cubanos de bien.

      • Dlv dijo:

        Totalmente de acuerdo con ud

    • Blondie dijo:

      Por el nombre tu debes ser bien mayor , y te trato de tu porque aunque se que soy mas joven no te mereces mi respeto , aquí nadie está hablando de feminismo aprende no solo a leer si no s interpretar, ignorante !!! . Estamos hablando de alcanzar una conciencia social de equidad , y fíjate no tiene nada que ver con lo que expresan muchos hombres que además de haber nacido hombres también se formaron como caballeros . Una cosa es que la naturaleza te dio un cromosoma y otra diferente es que tu educación re halla dado valores , estamos hablando de cortar estereotipos de raíz no de que ustedes los hombres dejen de ser amables . Pobre machista sin fundamento . El mundo no es para personas así. Si mas mujeres somos físicamente más débiles , pero no moralmente y lo hemos demostrado .

    • Juvia dijo:

      Sin palabras!!! ese comentario es bastante molesto, y violento

  • Benigno dijo:

    En su trabajo escribe: Cuando miramos las estadísticas y vemos la cantidad de mujeres que hay en el Parlamento, la cantidad de mujeres científicas, de mujeres comunicadoras; y que más del setenta por ciento de los fiscales son mujeres, etcétera....
    Eso es la Cuba de hoy, imperfecta, pero la más avanzada en comparación con cualquiera.
    Y concluyendo: nos fabricamos una idea desfigurada de la realidad
    Qué realidad?. En el mundo que nos tocó, qué realidad esperabas diferente a la lograda.
    Y al leer lo siguiente:
    La cultura machista, transmitida de generación en generación, sigue marcando las relaciones de las mujeres con la sociedad. Se afianza en normas sociales y tradiciones que, a simple vista, parecen no hacer daño. Y, sin embargo, las relegan una y otra vez. Limitan su capacidad para desarrollar como personas plenas.
    Dobles jornadas de trabajo: la del día y la de la casa en la noche; la no remuneración del que se realiza en el hogar o en función del cuidado de la familia; la distribución de roles por sexo, preestablecida puertas adentro; el acoso naturalizado en piropos; el sexismo en los medios de comunicación y productos culturales; el desafío de garantizar los derechos para todos los grupos de mujeres de manera explícita; la violencia de género, en todas sus formas, que existe… La lista apenas comienza.
    Sinceramente te digo:
    Los hombres que tú conoces son minoría entre los que yo conozco y pertenezco y, no vivimos en el mismo país.

    • Laura dijo:

      Tiene razón en lo que dice. Son muchos los hombres en Cuba que no padecen este mal.

      Ahora, intentar ocultar que existen muchos (quizás no la mayoría) que SÍ lo padecen y no hablar sobre el tema es un error garrafal. Si duda que existe, pregunte a las mujeres que le rodean cuántas han sido tocadas de forma poco apropiada en una guagua o han sentido la necesidad de cruzar la calle por sentirse incómodas con comentarios de hombres. O vea cuántas carreras universitarias son consideradas solo aptas para hombres o mujeres.

      Pienso que parte de combatir el machismo es estar conscientes de estas facetas menos evidentes y eso es precisamente a lo que llama el artículo.

    • Sergio dijo:

      Benigno,,,,,

      Infelizmente no so MINORIA.

      Saludos

    • Feminista y bien dijo:

      Infórmese compañero, hay muchas cubas en nuestra Cuba y no todas son iguales, y algunas son mucho más desfavorables para las mujeres...

  • AAA ORIGINAL dijo:

    La cultura machista debe acabarse de una vez y por todas

  • Abelardo M. Llera Hdez. dijo:

    Sigo sin entender porqué un piropo, metido hasta en el ADN de cubanas y cubanos tiene que ser considerado como acoso... ¿Que disparate es ese?

    Estoy seguro que una cubana al que le pase un hombre por el lado y (sin grosería que es harina de otro costal) no le célebre su belleza, sus ojos, la forma en que camina y mil cosas más NO SE LO PERDONA...

    El piropo, sin groserías, forma parte de nuestra cultura nacional. No hay porqué extirparlo.

    • Dlv dijo:

      Hoy en día la mayoría de los piropos son bien groseros, incluso aunque se usen los ''clásicos'' el tono y la lascivia con que se dicen los hacen molestos para quien los recibe.

    • el indio dijo:

      amigo abelardo yo me sumo a lo que usted dice miren lo que pasa es que la mayoria de las mujeres que caminan hoy por nuestras calles nacieron despues de los años 80 y no han conocido piropos aducados gentiles y hasta poeticos los muchachos de ahora estan equivocados porque piensan que diciendo una de esas barbaridades que dicen ellas los van a mirar bien no saben los pobres que hace tiempo atras las mujeres se derretian cuando uno de nosotros les pasabamos por al lado y le deciamos versos dulces y elegantes y ellas nos lo agrdecian muy contentas ahora eso se perdio y por eso las chicas de ahora se orrorizan cuando las piropean el piropo elegante y respetuoso no es acoso saludos

    • Feminista y bien dijo:

      Estoy linda? Mi cuerpo es sexy? Problema mío, la mayoría de las mujeres no nos vestimos para que un desconocido nos diga cómo lucimos, que esté de hace tiempo no quiere decir que esté bien, recuerde la esclavitud fue legal por mucho tiempo antes de ser abolirá.

      • Feminista y bien dijo:

        *abolida

  • Nancu Hernández Mesa dijo:

    No voy a valorar lo escrito por la joven Ania Terrero, voy a felicitarla, por su reflexión oportuna, por la confianza que inspira, porque ha llevado a una mujer de 60 años a su tiempo, pero sobre todo por el respeto a su profesión y a su profesora a la que felicito, reconforta que nuestros alumnos nos recuerden de esa manera. Quiero un espacio en tu sombrilla.

  • Caña dijo:

    Doble jornada tenemos todos, al llegar a la casa o fines de semana, casi todos los hombres tenemos que ser plomeros, carpinteros, electricistas, y también cocineros y niñeros, leyendo artículos como este pienso que no se habla de Cuba, la igualdad de hombre y mujer es ficticia, no somos iguales!! Lo que no quiere decir que alguien sea superior a otro, somos hombres y mujeres ( léanlo en el orden que prefieran) cada cual con sus características el dividir o compartir tareas del hogar no es discriminativo, tal parece que nos queremos parecer a otro país, El tema de la discriminacion tiende a ser discriminativo por si, espero no llegar al momento en que los hombres tengamos que luchar por nuestros derechos, ahhh por cierto, estoy en contra de la violencia de cualquier tipo y la discriminacion de cualquier tipo también, espero no discriminen mi opinión, gracias

  • Rodolfo Crespo dijo:

    No hay nada más diferente que un hombre y una mujer. El capitalismo es quien ha explotado esas diferencias para beneficio propio.
    Un saludo desde España
    rodohc21@gmail.com

  • Magela Romero dijo:

    Gracias a estas amigas y colegas feministas por posicionar este debate, en los propios comentarios que genera el texto se constata su importancia. Unas gafas no, hay que ir más allá, tendríamos que instaurar miradas de género permanentes, por tanto nos harían falta operaciones. En esta nueva década tenemos muchos desafíos por delante, pero tenemos que empezar por repensar y transformar nuestras prácticas cotidianas, inculcar la necesidad de la equidad en las nuevas generaciones y desde las políticas seguir apostando por un proyecto de justicia social que tiene necesariamente que ser feminista.

  • Pido la palabra dijo:

    Cuidemos el piropo. Ania y Dixie, si les digo que sus rostros en ese pequeñito cuadro en que están le dan luz a la pantalla de mi ordenador ¿lo consideran un acoso?, casi seguro que no, si lo consideran les pido mil veces perdón.

  • Lia dijo:

    El machismo también forma parte de la cultura nacional y está, como el piropo en el ADN de cubanos y cubanas.
    El piropo es una manifestación de ese machismo arraigado profundamente en nuestra cultura.
    No puedes saber, como piensa una mujer, ni que siente una mujer cuando es piropeada pq no eres mujer.
    A muchas mujeres no nos gustan los piropos porque invaden un espacio que es reservado solo para el que hemos elegido, para sentirnos atractivas, no necesitamos que un desconocido nos recuerde que nuestros ojos o la cadencia al caminar lo desordenan, somos mas que un cuerpo con curvas o unos labios carnosos.

    • Black dijo:

      Acaso las mujeres no piropean?? Quizas en menor medida y quizas menos vulgares, pero lo hacen tambien. entonces esas mujeres por ende son acosadoras y machistas, no?

  • Alexander Sánchez Pérez dijo:

    Gracias a las dos periodistas por tan bonito e interesante artículo, Vivimos en una sociedad Socialista y aún persisten este flagelo imaguinen en el capitalismo.... En mis tres matrimonios anteriores nunca ninguna de mis esposas hizo o le tocó ninguna tarea de esas que para Uds pueden hacer las mujeres, yo no me veo en casa lavando, cocinando y limpiando a la vez y ella tener que ir a buscar un transporte para comprar en el rastro cemento a granel es decir ayudar a que te embacen el cemento a cargarlo para el transporte, además aprovechar y comprar 3 Mts de piedra palear toda esa cantidad y al llegar a casa tener que volver a palear todo la piedra para abajo, bajar el cemento y luego pasarlo
    para el patio de la casa. Si un día tengo que permitir eso para no ser "machista" entonces mejor vivo.
    Alguna dama que viva con un hombre y le suceda esto que aria????
    Mi intención no es criticar el artículo pero soy del criterio que las mujeres son como un jardín y sus flores a las qué hay que cuidar y regar agua para no perder. Qué vivan las mujeres, quisiera tenerlas como ruperto "A pululo"

    • Black dijo:

      Bueno su comentario. Eso seria asi si se logra la igualdad. Pero creo que lo que hay que pedir es la equidad no la igualdad. El hombre y la mujer nunca van a ser iguales, ni en temas fisiologicos ni mentales, somos seres que funcionamos a base de procesos quimicos y hormonales entre otras cosas, pero estos procesos son diferentes tanto en el hombre como en la mujer. Si abogamos por la igualdad yo dejaria a mi esposa cargar un saco de cemento o palear un metro de arena, como dice un forista, por que al final "somos iguales". No creo en la igualdad entre el hombre y la mujer, creo que ambos sexos tienen derecho a la igualdad de oportunidades, siempre evaluando que esten capacitados para hacer lo que desean, si estoy en contra de que se admitan mujeres en puestos de trabajos o en cargos solo para despues decir tenemos tanto % de mujeres en esto o en aquello. No se debe negar la opurtidad a nadie sea hombre o mujer, hay que evaluar sus capacidades y valorar si se van a desempeñar bien donde vayan a estar. Este tema es muy peliagudo por que cada persona tiene su opinión en base a sus propias experiancias personales y es muy difícil que tantas personas estén de acuerdo con algo.

  • LA FISCAL dijo:

    EN ESTOS TIEMPOS NO DEBEMOS DEJAR DE SEGUIR DETERMINADAS MANIFESTACIONES QUE ENCUBREN DESIGUALDADES ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER, ES EL CASO DEL ACOSO LABORAL, EN EL QUE LOS JEFES(HOMBRES), OTORGAN DETERMINADOS PUESTOS, PLAZAS O RESPONSABILIDADES A CAMBIO DE QUE LAS ASPIRANTES A ELLOS LES CONGRATULEN CON FAVORES SEXUALES, SI ESTAS NO ESTAN DE ACURDO A VOLAR EL TRABAJO, PIENSO QUE LOS JURISTAS CUBANOS DEBEMOS TRABAJAR EN ELLO Y LLEVAR ESTA CONDUCTA DEL AMBITO ADMINISTRATIVO AL AMBITO PENAL EN UN TITULO ESPECIFICO O INCLUIRLO EN EL TITULO DELITOS CONTRA LOS DERECHOS LABORALES, Y ADEMAS SEGUIR PERFECCIONANDO LOS QUE EXISTEN PERO ATERRIZANDOLOS CON UN ENFOQUE DE GENERO.

  • Doctor dijo:

    Considero que los hombres y mujeres debemos tener los mismos derechos y oportunidades en todas las esferas de la vida, pero decir que somos IGUALES y que podemos hacer las mismas cosas creo que es un disparate. Quieren igualdad??? Ok, vamos a instaurar en Cuba el Servicio Militar Obligatorio Femenino, por ejemplo. Por que no? Si debemos tener los mismos derechos y oportunidades. O acaso la mujer no puede tener el derecho de defender a su país igual que un hombre. Claro, muchas dirán que la mujer deben quedarse en casa cuidando a sus hijos o cualquier otra excusa. Cuidado muchachas, la igualdad entrañaría muchas cosas, no podemos ser extremistas.

  • L dijo:

    Actualmente que tanto se habla de la igualdad entre hombres y mujeres me viene a la mente una interrogante: Por qué razón existe el ajedrez femenino y el masculino, por poner un simple ejemplo? No deberíamos ser tratados como iguales? No tenemos las mismas capacidades mentales? Eso debería preocupar más que si una mujer puede desempeñar cargos para los q todos sabemos que se necesita fortaleza física

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Ania Terrero

Ania Terrero

Periodista de Cubadebate. Graduada en 2018 de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
En Twitter @AniaTerrero

Dixie Edith

Dixie Edith

Periodista cubana y profesora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana.
En Twitter @Dixiedith

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