Justicia vs contubernios
El Supremo asegura que el bombardeo que mató a Couso es penalmente imputable. El alto tribunal ordena a la Audiencia que reabra la investigación por indicios de delito y vulneración de las normas del Derecho. (Fuente: EFE)
Guillermo TellLa búsqueda de la justicia, tantas veces escamoteada por contubernios políticos, ganó un tanto, por la fuerza de los hechos, la movilización internacional y la tenacidad indoblegable de la familia del camarógrafo español José Couso, asesinado a mansalva por militares estadounidenses invasores que dispararon contra reporteros albergados en el hotel Palestina de Bagdad, durante los aciagos días de la agresión contra Iraq, en 2003.
Al menos se ha dictaminado que se reabra la investigación del caso, torpedeada antes consecutivamente por otras instancias jurídicas para evitar el encausamiento del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip de Camp, autores materiales directos de la fechoría, a quienes se ha pretendido amparar bajo el pretexto de circunstancias bélicas y de un inexistente francotirador apostado en el hotel.
Pero la experiencia recomienda un optimismo vigilante, si falta voluntad política en los poderes correspondientes para colocar aunque sea bajo escrutinio la conducta militar del imperio.
En España falta voluntad política -ni más ni menos- y los jueces españoles son los mismos de 2003. Es solamente una cortina de humo, porque al imperio no hay quien le tosa y menos a sus tropas que "tienen carta blanca" para matar a quién sea, dónde sea y cómo sea, a sabiendas que los medios de comunicación "democráticos" -si les llega la noticia de una matanza de civiles- harán todo lo posible por ocultarla o justificarla. Y gracias a que no manda ahora en España la derecha o ultraderecha del pp, sino ni eso.