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La competencia, la colaboración y... la mecánica cuántica

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MatemáticaUno de los calificativos más llevados y traídos de los medios contemporáneos acerca de la ciencia y la tecnología es el de “cuántico”. La característica cuántica del comportamiento de la materia forma parte, al menos formalmente y hace tiempo, de los programas de estudio de la educación general de casi todo el mundo. Lo atractivo de un término que sigue siendo poco convencional invita a que se le use para bien en la calificación de muchos procesos, aunque a veces se aplique un tanto oportunistamente.

Lo cuántico se hace relevante cuando intentamos racionalizar el comportamiento de la materia desde dimensiones mucho más pequeñas que las que los humanos habitamos en el universo. Lo que en nuestras escalas de espacio y tiempo es continuo nos resulta discontinuo en esas otras, ínfimas e indetectables con nuestros groseros sentidos. El estado de un sistema cuántico solo está o no está.

No nos enteramos de eso hasta los finales del siglo XIX. El alemán Max Planck se aventuró a proponerlo entonces y se dice que pasó el resto de su vida científica tratando de demostrar que estaba equivocado. Así de revolucionario resultaba que el universo fuera más diverso que el que está al alcance de nuestra mano.

Para poder representar estos comportamientos con la ayuda de la Matemática, se echó mano a formalismos que ya estaban desarrollados, como es el caso del Álgebra. Esta juega un papel decisivo en toda la construcción de esta nueva visión cuántica para el ser humano. El éxito que tuvo para expresar el comportamiento de la materia sobre bases exclusivamente teóricas fue extraordinario, tal y como el que había logrado Newton siglos antes con las leyes de la mecánica en las escalas que vivimos los humanos. Así que se empezó a llamar a la de nuestras dimensiones como “mecánica clásica” y a la nueva como “mecánica cuántica”.

Una de sus rutinas de trabajo teórico más elegantes y atractivas es la de representar las fórmulas (o funciones) que modelan el estado de cualquier sistema desconocido como dependientes de otras que representan otros conocidos. Para ello se usa una formulación muy sencilla, pero con una lógica trascendental: la “combinación lineal”. Formalismos aparte, se trata de que el estado de cualquier sistema se puede representar en términos de las contribuciones que hacen cada uno de sus constituyentes o referentes, de acuerdo con su nivel de participación. La lógica es la misma de que podamos expresar que un hijo o hija es la combinación biológica de su madre y su padre, y que la participación de cada uno de los progenitores es de alrededor de un 50 % en dependencia de cual componente estamos usando para definir a la descendencia.

Cabe preguntarnos si otros aspectos de la vida que vivimos no pueden ser expresados de la misma forma.

Se sabe que homo sapiens ha llegado a lo que es gracias a su capacidad de reconocer muchas más condiciones en la vida que las de la simple supervivencia. Eso enseñó a nuestra especie que la colaboración era una fuerza decisiva. Si vemos el asunto como una evolución histórica quizás podríamos afirmar que existimos como especie, somos más que nunca antes y vivimos mejor y más planamente gracias a que la colaboración predomina cada vez más en las relaciones humanas. Y que cuando no colaboramos, nos peleamos y hacemos guerras, todo eso se viene abajo y retrocedemos.

Una posible antípoda de la colaboración es la competencia. Este concepto tiene extremos de aniquilación que, si bien pueden haber ayudado a los seres humanos a progresar como tendencia, también pueden conducir a la aniquilación y desventaja de cualquiera que no pueda competir, siendo tan humano como los demás. Y eso no forma parte de los mejores valores morales que han ido predominando en la modernidad a partir de que todos debemos ser considerados iguales y con los mismos derechos ante la sociedad y sus leyes.

Pero, ¿se puede progresar sin competencia? ¿Tiene la competencia que ser ajena y contraria a la colaboración? Sin quererlo explícitamente, los seres humanos hemos ido edificando nuestro progreso con combinaciones adecuadas de competencia y colaboración. Unas veces con alguna predominando sobre la otra, pero no se conoce de supervivencia y progreso donde no exista o se niegue una de las dos. Es la misma lógica de las combinaciones lineales tan usadas en la mecánica cuántica.

Un caso paradigmático es el de los sistemas operativos en la informática moderna. El ejemplo de la colaboración académica que es el “kernel” o núcleo de operación de los sistemas llamados Linux apareció en 1991, después de una iniciativa de códigos abiertos de propietarios que databa de 1982. Se trata hoy en día de un medio esencialmente gratuito y accesible a todos y que justamente por eso ha alcanzado los niveles más altos de perfección y alcance. Su autoría se debe a la colaboración desinteresada de toda la comunidad académica y de programación de sistemas informáticos del mundo. Sin embargo, probablemente nunca hubiera ocurrido, o hubiera demorado mucho más, ni probablemente se mantendría actualizado, si no existiera competencia con una pléyade de muy populares sistemas que hacen aproximadamente lo mismo, pero con las reglas del emprendimiento de propiedad privada como es el caso de Windows y otros.

De hecho, han ocurrido fenómenos como el caso del sistema Android, que determina en el uso de los teléfonos móviles mezclando la apertura colaboradora del Linux con los impulsos de la competencia dentro de un consorcio privado.

Los socialismos que se han mantenido y progresado en este mundo han optado por desarrollar adecuadas combinaciones “cuánticas” donde los componentes que expresan el éxito son dosis precisas de colaboración y de competencia. Las reglas de que proporción tiene cada componente son tan variadas como lo que demanda cualquier emprendimiento para progresar. Aquí, una vez más, la diversidad también debe combinarse con la unidad para lograr sus objetivos.

Lo que si parece evidente es que un sistema social justo no puede progresar sin colaboración, pero tampoco sin competencia.

La Habana, 28 de marzo de 2023

Se han publicado 11 comentarios



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  • Villa dijo:

    Somos un país agrícola.....

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Magnifico articulo profesor, coincido con usted, es correcta esa idea, pero antes para llevarlo a vías de hecho se necesita primero conceptualizar el fenómeno económico cubano, es elemental, es lo primario mirando el asunto de forma más amplia en un orden cronológico de pasos a partir del actual diagnóstico que tenemos. Estamos atascados conceptualmente, nos viene sucediendo hace muchos años y lo mismo sucederá en ese escenario económico que soñamos al pretender encontrar las respuesta y soluciones básicas, las primeras y elementales acudiendo al internet, la robótica o la inteligencia artificial, un grave error al enfrentar los problemas en nuestra economía, no sabemos y no hemos logrado aun potenciar la célula básica del milagro económico; la empresa. Sin ese paso previo, con nuevos conceptos, reinventado las tres claves que componen el sistema empresa; la empresa, sus unidades básicas y UN SISTEMA que los integre es imposible avanzar. Es obligatorio la reingeniería de esas tres claves en lo económico o de lo contrario estaríamos perdiendo el tiempo y dinero, todo lo demás que se haga ahora es relleno, secundario. Existe profesor mucho analfabetismo empresarial, no logramos abordar los problemas económicos en sistema, un error que seguimos repitiendo. Claro que necesitamos de la competencia, la colaboración, el internet, la robótica, la inteligencia artificial y mucho más, pero todo eso en un orden cronológico de pasos, lo primero es lo primero, precisamente para que todo eso pueda rendir y dar grandes frutos dentro de un sistema coherente, un sistema lógico que funcione orgánicamente movilizando a todos sus componentes, bien humanos, materiales o tecnológicos. El principal obstáculo que hoy enfrenta el despegue de nuestra economía está ahí, en la falta o inexistencia de sistemas empresarial que funcionen desde el principio hasta el final cerrando ciclos como un verdadero sistema, que orgánicamente se reinvente en el logro de objetivos y sueños.
    Todas las ideas sin excepción que en lo económico se han puesto en juego desde el triunfo de la revolución han sido y son magnificas, excelentes, modernas, pero todas en el campo económico han estado huérfanas de ser concebirlas dentro de un sistema. Primero el sistema, después la idea dentro de él. Las ideas magníficas, la instrumentación o conceptualización un error, un error grave. Hemos vivido esa experiencia con excelentes ideas, con las cooperativas agropecuarias CPA y CCS, después intentando abrir y potenciar esa iniciativa en la producción agropecuaria se puso en práctica la generalización de los 11 cordeles, después las UBPC, ahora más reciente sucede con la entrega de tierras en usufruto, una fórmula más para liberar la iniciativa en la producción , todas ellas buenas ideas, excelentes ideas ´pero incompletas a la hora de su instrumentación, nos ha faltado el sistema que arrope y potencia esa idea como célula básica. Lo mismo profesor pasara con estas nuevas formas económicas que estamos soltando de forma asilada como electrones libres y sueltos en medio de un caos, ni en el capitalismo eso funciona así. Necesitamos ir al materialismo dialectico para entender que primero hay que concebir el sistema y a partir de él, soltar esas nuevas formas económicas al escenario productivo, eso es una ley empresarial bien para el capitalismo o para el socialismo. En el capitalismo actual, capitalismo desarrollado, eso ya existe, una célula básica soltada al escenario entra automáticamente dentro de un sistema, pero en sus inicios el capitalismo encontró muchos problemas y obstáculos para redescubrir las fórmulas hasta llegar a las actuales mega sistemas empresariales. En nuestras condiciones eso es algo fácil, existe mucha experiencia sobre ello, debemos aprovechar esa experiencia capitalista para potenciar a todos incluido la empresa estatal como líder de la economía, no hay que inventar nada, solo hay que cambiar conceptos.
    Si se quiere potenciar la inteligencia colectiva de una generación o de un segmento de la población en lo económico, por ejemplo, hay que ir primero a crear lo básico para ello, el contexto, el sistema necesario para estimular esa inteligencia colectiva y eso solo se logra creando precisamente un sistema. El mejor ejemplo lo aporta la naturaleza. El cerebro de una hormiga tiene unas 250 000 neuronas, cifra minúscula en comparación con los cien mil millones que alberga un cerebro humano. Pese a ello, sus colonias, SISTEMAS, muestran comportamientos muy elaborados. Tanto, que desarrollaron la agricultura (jardines de hongos subterráneos) y la ganadería trashumante (pastoreo de pulgones) millones de años antes que la humanidad. En particular, las especies guerreras esclavistas muestran tácticas de combate y decisiones estratégicas tan complejas como en los ejércitos humanos. El estudio de sus movimientos ha permitido desarrollar algoritmos matemáticos que simulan estrategias óptimas en el campo de batalla. Hasta qué punto emerge una “inteligencia colectiva superior” de la suma de comportamientos individuales de las hormigas, que funcionan como autómatas en respuesta a instrucciones químicas (feromonas) e interacciones sociales muy sencillas. Es ahí en lo económico donde primero debemos concentrarnos y poner toda la artillería pesada, en lo general, en aquello donde solo cambiando conceptos logramos concebir sistemas lógicos que movilicen y potencien al máximo a los actores humanos que los integran. Sobre eso puedo ayudar.

    • Gonzalo dijo:

      Comparar el instinto natural de las hormigas con la naturaleza humana es una estupidez? pregunto yo! La diferencia entre el Capitalismo conceptual y el Socialismo-Comunista conceptual radica en la suposiciones que se hacen sobre la naturaleza humana en sociedad, la Conciencia. El Capitalismo conceptual se deriva de la verdadera naturaleza humana, mientras que el Socialismo-Comunista conceptual elabora un artificio, disfuncional en la práctica, que no corresponde con la verdadera naturaleza humana (ver demostración matemática en la obra La Acción Humana, del premio Nobel de Economía y padre de la Economía Moderna, Ludwig Von Mises).

    • Andrews dijo:

      "pero todo eso en un orden cronológico de pasos"

      ¿En que "Teoria de Sistemas" usted se basa para entender que una sociedad sigue "ORDEN CRONOLOGIco"?

      Podemos medir regularidades o patrones de comportamiento de un sistema "complejos" y hacer modelaciones, pero nunca ordenar y menos cronologicamente. Por favor estudie sobre la Teoria Fisica del Caos de Edward Lorenz.
      "La teoría del caos establece que dentro de la aparente aleatoriedad de los sistemas caóticos complejos, existen patrones subyacentes, interconexión, bucles de retroalimentación constante, repetición, autosimilitud, fractales y autoorganización. Llegó a la conclusión de que puede ser fundamentalmente imposible hacer predicciones más allá de dos o tres semanas con un grado razonable de exactitud".

      • Richard dijo:

        En nuestra practica se realizan pronosticos a muy largo plazo de fenomenos naturales y sociales q hasta ayer se consideraban caoticos pero el Caos esta bien determinado la aleatoridad se hace nueva y se predice con años de antelacion fenomenos de la naturaleza asi q amigo hay q seguir a p rendiendo cooperando y compitiendo pique primen los valores de la ciencia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo

  • holos dijo:

    Un ejemplo de colaboración que debería alcanzar niveles mas apropiados de desarrollo y trascendencia, en el marco del Software Libre (SWL), que usted refiere, es por ejemplo, la Comunidad Cubana de Software Libre y particularmente la Comunidad Cubana de Odoo (CCO). Odoo es un ejemplo de gestion de procesos de codigo abierto y que un grupo de desarrolladores y colaboradores, de manera altruista, dedican tiempo y esfuerzo y que los sistemas empresariales e institucionales no aprovechan. La transcendencia del SWL y sus mas genuinos paradigmas, ha sido tan abarcadora que Microsoft ha tenido que comulgar con ellos: ha ofrecido y ellos ofrecen. Esa integración ha devenido en grandiosos proyectos que le hacen la vida mas facil a las personas.
    Existe un problema grave desde el liderazgo y es el tema de la integración de proyectos que agrupe a competencias colaborativas de un alto valor agregado de cokmpetencias tecnicas y cualidades morales que susciten pero que no son convocadas.
    Ejemplos hay muchisimos de la infrautilizacion de recursos y del escaso sentido de interacción colaborativa en un entorno cada vez mas abierto, donde la moral juega un papel tan amplio como el dinero, que no hemos aprendido a monetizar. Y por consiguiente no hay expansión de la oferta. La oferta se congela y los precios suben porque no se crean servicios con modelos y plataformas colaborativas con un enfoque hibrido de moral y dinero: eso hace MIcrosoft y otras compañias: ofrecen proyectos atractivos, creando un mercado laboral atractivo, que seduce y estimula, mas allá del dinero.

  • holos dijo:

    Es por eso que los actores económicos iteractuando en plataformas y modelos de colaboración, es esencial para el desarrollo. Pero sobre la base de la igualdad de derechos y oportunidades (aunque la oportunidad es en sí misma un derecho). Y es que en una sociedad, tenemos que entender y comprender el Derecho como un eslabón que si se desprende de la cadena de valores, no se logra nada. Por lo tanto, la superioridad de una forma u organizacion por encima de otra, explicita o no en la Ley, conduce a males mayores.
    En otro tanto, la colaboración fortalece la cadena de valor que construye competencias. Hoy en día no es posible crear competencias (salvo excepciones que se conocen), sin la debida colaboración entre partes. El conocimiento libre y los proyectos de este tipo de expansión del conocimiento en las garras del mercado atrasan el desarrollo. Y aquí la moral juega un papel esencial. Dominese y apropiese del Conocimiento Libre y se verán los resultados. En eso tampoco hemos sabido a gestionar en el contexto empresarial que es donde se produce mas conocimiento. Eso descalifica la motivacion y la creatividad. Y todo ello se canaliza por las venas ocultas del facilismo y el enmascaramiento del valor sin respaldo productivo.

  • Richard dijo:

    Interesante articulo cuando se compite por que los valores de la ciencia primen se avanza y se colabora en bien de la sociedad pero piensen en este principio de distribucion. El q tenga tendra mas y el q no tiene debera luchar por tener mas gracias

  • El viejo dijo:

    Muy buen escrito y a buen entendedor...
    A los que quieran seguir teorizando y no corran les pasará como a los conejos de la fábula de Tomás de Iriarte

  • técnico de sonido dijo:

    La Competencia, La Colaboración y la Mecánica Cuántica.
    Y ya el título de por sí enuncia la ética más vasta que como especie pretendemos ignorar.

    Incluso aquellos que hablan en nombre del progreso o de las ideologías más radicales de justicia social, cuando se les pone delante un simple fajo de dinero que visto lo que está ocurriendo con el dolar; el cuál todos saben que no vale nada, y paradógicamente es el paradigma de la acumulación de banalidades y vacuidades creídas como esenciales, son incapaces salvo los de pensamiento científico de despreciar.

    Nada, simplemente, mirando los ojos de la inflación, digo yo.

    • técnico de sonido dijo:

      Y aunque hemos salido de la salvaje jungla de lo primitivo y caótico, quieren presos del miedo y el egoísmo, presentárnoslo día a día como parte de la naturaleza humana cueste lo que cueste, aunque cueste la existencia.

      Ya José Martí lo decía...que no es la lucha entre la civilización y la barbarie, sino entre la naturaleza y la falsa erudición.

      Y es lo social y armonioso puestos de manera racional sobre los desafíos cuando estos se presentan, lo que el egoísmo que es en mi opinión lo que el Apóstol denominó como falsa erudición se enseñorea en esos desafíos.

      Entonces cada día me cabe la pregunta. Estamos derrotando al egoísmo en nuestro proceso nacional?

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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

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