Pillerías
Eran cerca de las siete de la noche; la oscuridad comenzaba a ensombrecer el paisaje rodante de Alamar. De repente, una turba de enanos subió a la guagua. Eran cerca de 15, venían sudados, semivestidos con kimonos de combate y cintas de colores alrededor de la cintura que delataban su condición de karatecas de media tarde. Ruidosos rabos de nube, sacudieron con su algarabía todo aquel sitio.
Por encima de los versos catalanes de Serrat llegaban a mis oídos sus discusiones sobre el más reciente enfrentamiento futbolístico entre el Barça y el Real Madrid y quién era mejor, si Messi, Cristiano Ronaldo, Xavi o Marcelo.
Se empujaban, se interrumpían, daban razonamientos descabezados, fanfarroneaban sobre sus respectivos conocimientos de la materia y disputaban para ver quién hablaba más alto; era una bocanada de frecura para tanto trabajador cansado de un día de ingresos inseguros y un largo viaje, una masa de ojos brillantes y sonrisas inocentes.
Me sentí feliz de estar precisamente ahí, montado en una guagua habanera al filo de la noche, rodeado de un ventarrón de caos infantil; una felicidad sencilla, como sonrisa de niño.
*********
Venía la madre arrastrando el coche con un mano . En la otra, con torpes pasos, como quien apenas comienza a descubrir el fascinante desafío de apoyarse en el mundo por sus propios pies,venía él.
Se detuvieron en la parada, amparados en la sombra que los fugaces árboles proyectan en el caluroso mediodía cubano. Mientras la madre oteaba el horizonte buscando la guagua, él se lanzaba al suelo y lo barría con las manos; redistribuía en democrático desorden las hojas de los árboles.
De repente, con un ágil y clandestino movimiento, se llevó una hoja a la boca. La madre, advertida por una señora, lo reprendió y se la arrebató. Él forcejeó, apretó los labios, berreó, como si la vida le fuera en ello, como si supiera que en este mundo se cede una vez y se cede para siempre.
Afortunadamente para la madre, que estaba a punto de perder en ese desigual combate de argumentos contra berridos, apareció la guagua. Monté junto con ellos, la ayudé con el coche. Estuvo de pie por unos minutos, hasta que algún sinvergüenza decidió bajarse.
Seguí hasta el fondo de la guagua y los perdí de vista. Cerca del hospital Covadonga, los ví descender. Ella arrastraba con una mano el coche. En la otra, venía él. Entre sus dientes, casi imperceptible, colgaban los restos de una hoja, minúsculo trofeo de la primera victoria de su vida.
(Tomado de El Microwave)
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Qué lindo!!!
Cuidemos a nuestros infantes, cuidémoslos
! que tierno!
Solo quien lo ha vivido siente la curiosidad y se identifica.Esos son nuestros pillines, felices, seguros, llenos de alegría.Ojalá que la vida les sonría siempre.
Que seriamos sin nuestros gigantes de centimetros, es lo que nos orgullese, nos hace grandes pero pequeños a su lado. Gracias a ellos!!! y Felicidades siempre!!!
Que Dios bendiga a todos los niños y niñas.
MUY BUENA CRÓNICA. LÁSTIMA SU CORTA EXTENSIÓN DE APENAS DOS PASAJES. MUCHOS HEMOS VIVIDO Y DISFRUTADO CON HIJOS PROPIOS Y AJENOS ESOS MOMENTOS. UNA SOLA OBSERVACIÓN A LOS EDITORES: PRECIOSA LA FOTO DEL NIÑO O NIÑA, PERO SEÑORES, NO HABÍA NINGUNA DE ALGÚN CUBANIT@, AUNQUE FUERA SIN CAMISITA, SUDADITO Y DESPEINADO?
jajajajaaja....tremenda crónica o como quiera que le llaméis.
Acertada y bien administrada.
Me encantó este escrito.
Muy lindo en este día tan especial de los niños.
Gracias...
Gracias a DIOS despues de haber leido la noticia de los canivales, me asusto y al leer esta simplemente aparece la luz
Nic, ese niño es Jackie Coogan , el famoso Chicuelo de Chaplin. de niño-actor, vivio en carne propia la explotacion por parte de sus padres y al crecer, se hizo senador y promovio una ley para evitar (o minimizar) la explotacion de los niños-actores.chao
¡Gracias Rafael!!!
"...que la dureza de estos tiempos, no nos queite la ternura de nuestros corazones..." No lo digo yo, yo solo repito, lo dijo ese GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS, ERNESTO "CHE" GUEVARA. Alguien que tambien sabia mucho de ternuras y cariño infantil...
Que tiempos aquellos!, Cuando queríamos descubrir de dónde venía el agua del riachuelo que pasaba a escasos metros de la casa de guano y salíamos de expedición para descubrirlo y al regreso la alarma de toda la familia movolizada buscándonos, nos arrastrábamos en yagua, montábamos a caballo sin destino aparente, salíamos de excursión por la sabana a descubrir nuevas plantas y animales, a recolectar las frutas de la estación encaramados en los árboles, guayabas cotorreras, mangas peludas, todos, hembras y varones nos bañábamos desnudos en el río sin malicia alguna, hoy todo fuera muy diferente, que bueno que no se habían inventado los video juegos!.
Efectivamente, muy bonita la crónica pero la foto no tiene nada q ver con los niños que se narran.
Hermoso, Gracias
Nic, es que la foto del niño que aparece, es ún clásico. Fíjate en su ropita vieja y la puerta semidestrozada del fondo. Es "El chicuelo" de Chaplin.
Saludos y feliz día a todos los locos bajitos.
FORISTAS: GRACIAS POR LA ACLARACIÓN, PERO ASÍ Y TODO NO CREO QUE LA FOTO SE RELACIONE CON NUESTROS NIÑOS Y MUCHO MENOS CON EL CONTENIDO DE TAN BONITO ESCRITO, QUE SOLO LEERLO TRASMITE FELICIDAD. FÍJENSE QUE LA OBSERVACIÓN ES LOS EDITORES, EN EL SENTIDO DE QUE LA FOTO NO CONCUERDA CON EL CONTENIDO DE LA CRÓNICA, SOLO ESO. GRACIAS OTRA VEZ.
no hay nada más importante que un niño...
Pero donde estan nuestros niños, no son lo de la foto propiamente.
Pueden que lo encontremos descalzos, sin ropitas mojados pr la lluvia, o por la mangera d eun patio, o de la playa, o sudados de jugar pelotas y balompies crioollo por el calor de nuestro clima, en calzoncillos o shores, bellos como el de la foto, pero no propiamenyte con pinta de europeos , los nuestros son cubanos como los de Nicolas Guillen.
Saludos.
Beatriz.
Cierto que ameno ha resultado la lectura de este escrito, gracias, siempre viene bien un poco de ternura
!Hermoso escrito! Bien cierto es que la risa de un ninno es el mejor desestresante que hay.
Hay un escrito de un escritor hondure?o que quiero compartir:
DE NI?O A HOMBRE:
Es fácil dejar a un ni?o a merced de los pájaros
mirarle sin asombro sus ojos de luces indefensas
no entender el idioma mudo de su media lengua
dejarle dando voces entre tanta multitud
o decirle a alguien: "es suyo para siempre"
es facil, facilísimo.
Lo dificil es darle la dimensión de un hombre verdadero.
Roberto Sosa.
in memoriam.
Linda y poética forma de relatar un pasaje de niños.
¿Fuiste tú, Rafa, el que escribió esto? muy lindo y tierno.
Ajajaja que lindo tu relato Rafael, digo como el título de un excelente disco de Ana Belén y Victor Manuel: Para la ternura siempre hay tiempo, gracias por tu artículo...