Cubadebate

Intervencion de Juan Antonio Fernández Palacios, presidente de la Comision Nacional Cubana de la UNESCO en ocasión de la presentacion del Informe UNESCO sobre la Ciencia 2010.

Colegio Universitario de San Gerónimo, La Habana, 31 de enero de 2011

Estimado Hermán van Hoof, Director de la Oficina Regional de la UNESCO en La Habana

Dr. Fidel Castro Díaz-Balart, Asesor Científico del Consejo de Estado

Dr. Ismael Clark Arxer, Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba

Distinguidos invitados:

Constituye un verdadero privilegio realizar la ceremonia oficial de presentación nacional del Informe de la UNESCO sobre la Ciencia 2010, en este bello y pródigo recinto del Colegio Universitario de San Gerónimo, en el corazón de la vieja Habana, que rescata la historia y el saber de aquella primigenia Universidad, creada por los padres dominicos en 1728, y por cuyas aulas transitaron algunos de los más grandes pensadores y fundadores de la nación:  Félix Varela, José de la Luz y Caballero,  y José Martí.

El Informe UNESCO sobre el estado de la Ciencia 2010, comienza donde terminó su predecesor, hace cinco años.  Se trata de una obra monumental.  Redactado por un equipo de prestigiosos expertos internacionales,  hace un balance global de las tendencias observadas en el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación en el mundo entero, sobre la base de abundantes datos cuantitativos y cualitativos.  Dividido en varios capítulos, dedicados a cada una de las regiones del mundo, presenta también una serie de enfoques centrados en algunos países seleccionados,  entre estos Cuba.

Su lanzamiento mundial tuvo lugar el pasado 10 de noviembre en París, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo.  Paz y desarrollo continúan siendo las asignaturas pendientes del sistema internacional.

La amenaza de un conflicto bélico, que podría derivar en un a posible guerra nuclear es algo sobre lo cual vienen advirtiendo destacados científicos y prestigiosos líderes políticos como Fidel.

La búsqueda del desarrollo sostenible para las dos terceras partes de la humanidad es una quimera que solo puede hacerse realidad cuando cambiemos el injusto orden internacional.

El panorama descrito en el Informe Mundial sobre la Ciencia se caracteriza por su rápida e incesante evolución. Nuevos polos científicos aparecen en la geografía mundial.  El desarrollo científico continúa estando marcado por esa línea del abismo que separa a los países ricos de los países pobres, a pesar del discreto avance del mundo en desarrollo.  El control de las patentes, el robo de cerebros, y el dominio monopólico de las tecnologías continúa siendo la práctica cotidiana de ese primer mundo egoísta, despilfarrador y depredador del medio ambiente.

Los datos son harto elocuentes.  El llamado primer mundo posee casi el 70% de los investigadores y científicos, donde también es preponderante la producción de publicaciones científicas que representan el 75 % de las producidas a nivel mundial. Pero de todos los indicadores, el que más pone de manifiesto la desigualdad en la creación y apropiación de los conocimientos científicos a nivel mundial es el de las patentes, no sólo respecto a su cantidad sino también su calidad.

El verdadero drama, común a las ciencias exactas y naturales, como a las ciencias sociales, es ese drenaje permanente de inteligencia que significa la persistente fuga de cerebros que drena a los países del Sur.  Baste solo decir que al menos un tercio de los investigadores africanos está trabajando fuera de sus países de origen, y que en muchos países del Tercer Mundo peligra la existencia de algunas disciplinas científicas, desde la química hasta la arqueología.

Distinguidos invitados:

Es motivo de sano orgullo, despojado de cualquier estrecho nacionalismo, constatar la experiencia de Cuba, que resultó en un caso de estudio de especial interés, tal y como se describe de la mano del Dr. Ismael Clark  en el capítulo 6 del Informe.

Reconocida por su desarrollo humano entre los más altos de la región -a despecho de la intencionada omisión del Informe sobre el IDH- la UNESCO reconoce la impresionante tasa de matriculación en la enseñanza superior y los enormes esfuerzos que el país despliega en los campos de la ciencia y la tecnología.

Un verdadero ejército de científicos, de mujeres y hombres de ciencia, trabaja con abnegación en nuestro país en el campo de la investigación, en la lucha contra las enfermedades, y en la producción de vacunas y anticuerpos.  Baste señalar, como lo reconoce el Informe de la UNESCO, que en Cuba el 53% de los profesionales del sector  de la ciencia y la tecnología son mujeres.   Nuestro país se encuentra  en la vanguardia  de las tecnologías de producción de vacunas y ha conseguido erradicar enfermedades prevenibles utilizando la ciencia y la tecnología  para satisfacer necesidades sociales.  Todo ello ha sido posible a pesar del cruel  y más largo bloqueo que ha sufrido país alguno en la historia de la humanidad.

No deseo concluir, sin antes expresar el reconocimiento de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, a todos aquellos que trabajaron en la preparación de este valioso informe, en particular a la Sra. Susan Schneegans, editora; y al Profesor Ishenkumba A. Kahwa, Decano de la Universidad de las Indias Occidentales, quienes nos honran con su presencia entre nosotros como invitados especiales.  El mundo, y la UNESCO en particular, tiene que seguir luchando, tendiendo los puentes de la cooperación y solidaridad para promover el desarrollo de la Ciencia y su disfrute efectivo para todos en condiciones de igualdad, como instrumento imprescindible para la paz y el desarrollo.

Muchas Gracias.