Cubadebate

Por José Luis Méndez Méndez

El caso de mimetismo político de Francisco José Hernández Calvo en la Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, es raro y dudoso a la vez.

Raro porque es poco creíble como un "hombre de acción" como él mismo se autocalifica, que ha sido a lo largo de su vida un "depredador carnívoro" asociado a la violencia contrarrevolucionaria contra Cuba, se proclama ahora, en el ocaso de su vida,  como un "vegetariano convencido", que aboga por el entendimiento, la paz y la concordia entre cubanos y fervoroso amante del futuro.

Es a la vez dudoso porque él, presidente de la FNCA a sus 74 años, cumplidos el 1ro de septiembre de este año, en tiempo para escribir sus memorias, reniega de su pasado, abjura de cuanto hizo y se retracta del empleo sistemático del terrorismo como ha sido su práctica y tradición.

Llegar a tal extremo para mantenerse en la palestra política, resulta sorprendente para quienes lo conocen, tanto para amigos como para adversarios. Está en la edad de terminar su ciclo de la vida, si ese momento llegara ahora, en su despedida: ¿cómo se le recordaría, por su historial consecuente y violento o por los "actos pacíficos" anunciados por él en sus últimos años?

"Pepe" Hernández, se ha travestido en varias ocasiones. Primero cuando muere Mas Canosa en 1997, él emergió como la figura principal dentro de la FNCA y juró fidelidad eterna al ideario de su jefe. Después, cuando la organización se escindió en el 2001, él se quedó con la minoría para mantener su imagen inclaudicable en la oposición beligerante a la Revolución cubana.

Su origen batistiano, su habilidad terrorista, su destreza para los manejos mafiosos, hechos realidad como integrante de la mercenaria Brigada 2506 derrotada en la invasión de Playa Girón en 1961; condiscípulo de Jorge Mas Canosa, Luis Posada Carriles, Gustavo Villoldo Sampera en los entrenamientos en Fort Benning, Georgia, miembro destacado del cuerpo de Marines de Estados Unidos, donde llegó al grado de capitán cumpliendo misiones en la agresión militar norteamericana contra Vietnam, con asignaciones especiales de la CIA consumadas en el Medio Oriente y África, como su agente operativo de alta calificación.

Firmante, además, del documento emitido por la FNCA, para respaldar los actos terroristas ejecutados en Cuba en 1997, dueño de uno de los fusiles marca Barret calibre 50 de alta precisión, que sería utilizado para asesinar a Fidel Castro Ruz, en ocasión de VII Cumbre de Presidentes de Iberoamerica que se celebró en la isla Margarita, Venezuela en noviembre de 1997, cuando un comando terrorista financiado por la FNCA fue detenido, con medios de su propiedad, en el momento en que se dirigía a ejecutar la acción.

Toda su vida está signada por promover, dirigir y encabezar actos de terror. La agencia norteamericana Associated Press (AP), señaló el 27 de julio de 2009, que "Pepe" Hernández había sido blanco de un atentado terrorista cuando varios disparos impactaron en las ventanas de su secretaria en la sede de la FNCA, nadie se adjudicó el hecho, pero tal vez el autor haya sido un crítico del ahora aparente renegado director.

Hernández Calvo nació en La Habana, estudió los primeros años de ingeniería eléctrica en la Universidad, mientras trabajaba como aprendiz en la Compañía Cubana de Electricidad en la planta de Melones, en Luyanó, a donde entró por examen de oposición.

Salió del país y se presentó para alistarse en la brigada mercenaria donde fue asignado al Batallón No. 2, Compañía H de morteros. Al ser detenido por los milicianos en Cayo Ramona el 25 de abril de 1961, facilitó informaciones sobre la composición de su unidad de combate, nombres de sus jefes y de otros mercenarios. Sobre sus motivaciones dijo que eran estrictamente familiares, no tenía contradicciones con el Gobierno Revolucionario, que no había sido depurado de su trabajo por la condición de militar de la tiranía de su padre, ni tampoco tuvo nexos con grupos opositores internos antes de salir del país.

Añadió, que la participación de Estados Unidos en la invasión había sido directa al organizarlos y armarlos, aunque hayan querido presentar el hecho como "cosas de cubanos". Que en el último momento los abandonaron y no recibieron el apoyo norteamericano prometido.

Después de esta crítica al sistema norteamericano Hernández Calvo, a su regreso a Estados Unidos en 1962, se integró incondicional sin reticencias, ni reservas a la CIA, para la cual cumplió numerosas misiones, aún después de integrar el grupo fundacional de la FNCA, creado el 6 de julio de 1981.

"Pepe" Hernández narró que estuvo escondido en un armario de una habitación de un hotel en Kenya en 1982, en uno de los trabajos dados por la CIA, mientras se producía un golpe de estado en ese país. Casualmente en otro momento, otro golpe de estado, sorprendió a otro agente de la CIA y terrorista, Luis Posada Carriles, quien estaba en Sierra Leona, cuando golpistas intentaban apoderarse del gobierno y se protegió en la embajada de Estados Unidos cuando portaba un pasaporte norteamericano.

El continente africano fue escenario de los actos de Hernández Calvo, él en unión de Jorge Mas Canosa, instalaron emisoras de radio en las zonas controladas por las fuerzas opositoras al gobierno de Angola, para difamar la presencia de Cuba en ese país y tratar de promover las deserciones de los internacionalistas cubanos.

En la década de los noventa el hoy retractado director fue puesto por su experiencia al frente de un grupo terrorista en la FNCA, que según el directivo de esa organización Antonio Llamas Muñoz Toñin, tenía la tarea de adquirir medios y preparar acciones para derrocar al gobierno de Cuba.

Es decir desde 1959 hasta principios de la primera década del siglo XXI, por más de cincuenta años ha sido un perseverante terrorista, que ahora se muestra solapado como resultado de una aparente sincera metamorfosis, poco creíble.

Como parte del mimetismo político de Hernández Calvo, para "adaptarse a los nuevos tiempos", se integró al llamado grupo de estudios de la Brookings Institution, dedicado a estudiar alternativas políticas.

Como escribí en artículos anteriores, es difícil que estos inveterados tiburones de la FNCA, se puedan convertir en vegetarianos, su lastre violento les pesa mucho. La aparente renovación política de Hernández Calvo es pura tramoya. Estemos prevenidos.