¿Qué ha colapsado con Katrina?
La solidaridad y el humanismo no son solo valores y sentimientos. Son mecanismo humanos de supervivencia. Pero en una sociedad rica como lo es Estados unidos, modelada sobre la base de la propiedad privada y el dinero, el valor de la solidaridad y del humanismo, no se pone de manifiesto hasta que no tienen lugar tragedias como las del Katrina. Es decir, cuando ya es demasiado tarde para evitar la desgracia.
La historia es bien sencilla, comenzó cuando días antes, unos tres aproximadamente, se daban las informaciones de que el huracán entraría por Nueva Orleans .El señor Presidente permanecía de vacaciones en su rancho de Texas y declaro entonces, "huyan", algo asi como cuando en broma decimos, "sálvese quien pueda" o "la peste el ultimo".Que clase sentido de responsabilidad civil tiene ese presidente, que ante un posible desastre que se avecina, lo único que se le ocurre decir a sus ciudadanos es que " pongan pie en polvorosa", mientras el se mantiene descansando en su fortaleza. Llueve sobre lo mojado, con el record de dias que descansa este señor. Por su parte, la "pobre negrita de Alabama", la Condolezza, estaba comprandose zapatos caros en medio de la tragedia, y todavia, antes de aparecer demagógicamente "llenando cajitas para los damnificados", el tiempo le alcanzo para ir a ver una obra teatral. En realidad, nunca Estados Unidos había tenido lideres tan descaradamente despreocupados por el bienestar de su pueblo, sobre todo de la gente pobre.
Se observo claramente que muchos huyeron, ¿ Pero quienes pudieron hacerlo?, solo aquellos que tenían dinero para rentar un avión, un carro bien cargado de gasolina, un lugar hacia donde ir o una vivienda alternativa fuera del área de la tragedia. Se quedaron, por supuesto, los que no tenian nada de eso. Los pobres, en su inmensa mayoría negros e hispanos, mas del setenta porciento, ah, y algunos pocos blancos, que cargan con la desgracia de también ser pobres y tener que ir a parar a donde van todos los desposeídos.
Se observo, como un "alma caritativa", a los que no podían irse, les dijo a ultima hora, métanse aquí: en el superstadium; pero a esa alma caritativa, no se le ocurrió que tantas personas, mas de treinta mil, sobre todo ancianos, niños, enfermos, necesitaban comida, agua, asistencia medica, un lugar decente donde dormir, energía alternativa, orden y protección social, etc..Tal vez, el alma caritativa, tiene la misma opinion que "Mama Bush", quien dijo, " el traslado de victimas al estadio Astrodome se esta desarrollando muy bien, considerando el hecho de que se trata, de cualquier modo, de gente pobre".Por eso los metieron como ganado en el estadio, porque de todos modos, en definitiva, dentro de sus casas no estarían mejor. Mucho tendrá que escribirse aun acerca del "ciudadano prescindible" dentro de la sociedad norteamericana.
Pero la historia comenzó mucho antes y de modo mas serio, pues ahora mucha gente recuerda, que los presupuestos para el mantenimiento de los diques, los equipos de rescate, en general los recursos para responder a una tragedia de esta naturaleza, ya se los había tragado la campaña de Irak.
Pero estas no son las Torres Gemelas del World Trade Center, de cuyo derrumbe no es dificil echarles la culpa a los terroristas, o al menos, al ingeniero que las construyo, aunque Bush se haya quedado sospechosamente mudo cuando se lo comunicaron.
¿ Que es entonces lo que colapso con el Katrina? Sin dudas, la capacidad de Estados Unidos para proteger a sus ciudadanos, a pesar de todo el dinero que gasta en seguridad. La moral de una administración que se demoro seis días en enviar la primera ayuda. La responsabilidad de un presidente, que mas de una semana después del comienzo de la tragedia, continua dando "palos de ciego".
El desastre no muestra aun todas sus consecuencias. Pero, a pesar de la fuerza que tiene la demagogia, la manipulación de la opinión publica y la derecha para tapar sus errores, ya Katrina marca un antes y un después para la sociedad norteamericana.
*El autor es Catedrático de la Universidad de La Habana.
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