Cubadebate

Cuando leí la noticia lo primero en que pensé es si los integrantes de la Corte de Apelaciones de Atlanta, que tiene pendiente una decisión sobre el caso de los cinco patriotas cubanos encarcelados en Estados Unidos, han logrado conocer el informe rendido por un panel de trabajo de las Naciones Unidas, donde se dice categóricamente que Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González fueron condenados y privados de libertad de modo arbitrario.

Posiblemente no, pues que sepamos tales conclusiones han sido únicamente publicadas por la revista norteamericana Political Affairs, que es de orientación marxista. ¿Leerán los magistrados de la mencionada Corte esa publicación o llegarán a sus manos los documentos de la ONU? De lo que si no hay duda alguna es que los grandes medios de comunicación de Estados Unidos no han dicho una palabra sobre tales conclusiones, pues la línea que tienen es silenciar o reducir al mínimo todo aquello que tenga relación con el caso de los Cinco, una de las páginas más bochornosas de la historia judicial de Estados Unidos.

Ahora bien, en un hecho algo sorprendente, un gran medio como la BBC de Londres, ha publicado, en su edición digital, un trabajo bajo el título "La ONU defiende  presos cubanos en EE.UU.", en el cual se recogen tal decisión de la organización internacional y comentarios  de familiares de algunos de los prisioneros cubanos, condenados por luchar contra el terrorismo de la mafia anticubana de Miami. De tal manera, y justo es reconocerlo así,  el corresponsal de la BBC en La Habana contribuye a que la verdad se abra paso. "La Corte de Atlanta tiene ahí una oportunidad  --tal como lo expresó Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández Nordelo-- de hacer prevalecer la ley. Ellos son inocentes y tenemos la ley de nuestro lado. Cuando la opinión pública conozca de estas irregularidades, se hará justicia".

Las conclusiones emanaron del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que el pasado año hizo 202 llamamientos urgentes a 56 gobiernos en relación con 770 personas detenidas. 

Con brevedad, pero de modo contundente, ese grupo de trabajo acaba de sentenciar que tras su arresto en Estados Unidos en 1998 los cinco cubanos fueron "mantenidos en aislamiento penal por 17 meses, durante los cuales la comunicación con sus abogados, el acceso a la evidencia y, por tanto, a una defensa adecuada se debilitaron."

Otro aspecto que expone el documento de la ONU es que "al clasificarse el caso como de seguridad nacional, se menoscabó el acceso de los detenidos a los documentos que contenían evidencias" lo que limitó el trabajo profesional de los abogados defensores y afectó de manera negativa su capacidad para presentar argumentos contra evidencias.

Como tercera conclusión, el informe hace referencia a la persistencia de un clima de prejuicio y parcialidad contra los cinco acusados cubanos en la ciudad de Miami, donde se celebró el juicio, lo que coadyuvó a declararlos culpables desde el principio. Y hace una observación muy importante: Un año después de haberse dictado las condenas el gobierno de los Estados Unidos reconoció que Miami no era un lugar apropiado para celebrar un juicio imparcial relacionado con Cuba.

Hechos, circunstancias en que tuvo lugar el juicio, naturaleza de los cargos y las severas sentencias dadas a los acusados, llevan al Grupo de Trabajo de la ONU a considerar que el juicio contra los Cinco "no se desarrolló dentro del clima de objetividad y de imparcialidad requeridos", tal y como se define en el Artículo 14 del Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.

Dadas tales arbitrariedades el Grupo de Trabajo se dirigió al Gobierno de los Estados Unidos y le ha solicitado que adopte los pasos necesarios para solucionar la situación, de acuerdo con los principios enunciados en el referido Convenio, que tiene entre sus suscriptores al Gobierno de Washington.

¿Acatará el gobierno de Estados Unidos tal recomendación de ese panel de la ONU? Es muy poco probable, pues se trata, en este caso, de una decisión contraria a la inflexible y politizada conducta que ha mantenido ese gobierno en todo lo relacionado con Cuba, la cual guía todos sus pasos y acciones, incluso en el terreno judicial. Ni siquiera, por ejemplo, ha acatado o escuchado la decisión abrumadoramente mayoritaria adoptada año tras año por  la Asamblea General de la ONU, en decir la comunidad internacional, en rechazo al criminal bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba. No es posible, pues, esperar algo constructivo de su parte en el caso de los Cinco.

Pero la Corte de Apelaciones de Atlanta si tiene la oportunidad de conocer este veredicto de un mecanismo de la ONU, no parcializado, y hacer justicia. Eso esperan los familiares de los Cinco, todo el pueblo cubano y las fuerzas solidarias con ellos en Estados Unidos y en todo el mundo.