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Saquen sus manos ensangrentadas de Cuba

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Diario La Prensa de Nueva York

La indignación mundial ya era imparable. Hasta el Vaticano tuvo que declarar que "las torturas en Irak ofenden hasta al mismo Dios". Entonces el Gran Patrón empezó a buscar algo con qué cubrir el repudio de la humanidad al martirio de ese pueblo inocente, y encontró a mano a Cuba. Presto sacó bajo la manga un ridículo informe donde daba recomendaciones para la "libertad" de ese país. Peor momento no pudo haber encontrado porque el eco se diluyó apenas fue lanzado y ni México, el país más servil de estos días, le tomó en serio y adelantó que no respaldará a EEUU en su ingerencia al país caribeño.

Como nada desviaba la atención, organizaron su "circo" en el Congreso haciendo creer al mundo lo "dolidos" que estaban "por la práctica de tortura que unos pocos soldados hicieron con los presos iraquíes". Pero ni eso bastó, el mundo ya se enteró que la tortura es una práctica institucionalizada por el Pentágono y el Departamento de Justicia y que elaboraron un documento que indica 20 métodos para usar durante el interrogatorio de los prisioneros para hacerlos hablar. Mantenerlos desnudos, privar de sueño etc., son algunos de los llamados "métodos".

Esa es la "libertad" que quiere imponer George W. Bush en Cuba, es la misma que lo llevó a Irak con sus bombas de fragmentación y de uranio reducido. Es la misma "libertad" impuesta a sangre y fuego, matando a miles de hombres, mujeres y niños. Hace unos días en la puerta de la cárcel Abu Gharib, los familiares de cientos de prisioneros, venciendo su terror llegaron allá con pancartas que decían "preferimos el infierno de Sadam al cielo de Bush".

El "cielo y la democracia" que ahora vive Irak, los quiere trasladar EEUU a la pacífica Cuba, que jamás ha disparado una bala en contra de otro pueblo para apoderarse de sus riquezas, y que sólo ha sabido llevar ayuda cuando han ocurrido desgracias. Ese pueblo que sólo Dios sabe cómo ha sobrevivido y se ha desarrollado pese a todo el odio que su poderoso vecino despliega desde hace más de cuarenta años.

El plan llamado " Asistencia para una Cuba Libre" es una aberración que ni un niño cree.. Viola todos los códigos internacionales de derecho, así como hizo con Irak porque pone como prioridad el derrocamiento del gobierno cubano a través del apoyo a la contrarrevolución interna, el aumento de las campañas internacionales contra la isla, el recrudecimiento de las acciones subversivas y desinformación, la adopción de nuevas medidas para afectar la economía cubana y lo que han dado en llamar "socavar los planes de sucesión del régimen.

En el plan dan plazo de dos años y 59 millones de dólares para el "éxito". De este dinero, 18 millones son para el uso del avión C 130 para las trasmisiones de Radio y TV Martí. Para cualquier especialista en la teoría y práctica de la conspiración es un precio realmente ridículo y demasiado barato. Al banquero estafador Ahmad Chalabi le dieron por lo menos unos 500 millones de dólares para que monte un espectáculo de las armas nucleares, armas de destrucción masiva, del descontento incontenible del pueblo listo para llenar de flores a los norteamericanos libertadores apenas entran en Irak etc. Mientras que a los cubanos que "van a derrocar a Fidel Castro" les asignaron una propina. Y de esta habría que deducir una partida que pararía en los bolsillos del Coordinador para la Transición en Cuba, un puesto a nivel del Departamento de Estado.

Además, los 18 millones destinados para los programas de radio y TV Martí es un gasto completamente inútil, ya que el contenido de estos programas no aporta nada nuevo y parece que está diseñado por y para la gente de un coeficiente de inteligencia inferior a un promedio cubano. La prioridad sobre todos los puntos es derrocar al presidente Fidel Castro. Para todo esto, dicen usarán otros países y hasta la OEA daría becas para los contrarrevolucionarios señalados por EEUU, como en los años 1960 - 1970 hicieron este favor a los chilenos y argentinos que participaron directa o indirectamente en los golpes militares de Pinochet y Videla respectivamente.

Lo curioso de este plan de asistencia es un capítulo donde habla sobre "la necesidad inmediata, después de derrocar a Fidel Castro, de vacunar niños cubano". Como si el mundo no supiera que Cuba está en la lista de los países más avanzados en la medicina preventiva y la vacunación. Mientras tanto, en EE.UU., 34 millones de personas y de ellos 18 millones de niños (más que toda la población de Cuba) carecen de seguro médico, y uno de cada 5 niños vive en la pobreza sin poder tomar el desayuno frecuentemente.

Con razón este risible plan no opacó el escándalo de las torturas, y hasta los mismos disidentes cubanos dijeron, el día que salió, que no daban un real por él . Los analistas dicen que es una postura electorera de Bush para tener en sus manos al voto cubano en Florida, porque hasta en esa región su popularidad se ha ido en picada.

Realmente Bush y sus socios están de atar. Ellos no ignoran el "Informe de EEUU sobre la Seguridad Nacional en el Siglo 21"(New World Coming: American Security in the 21st Century) preparado por la Comisión de la Seguridad Nacional en 1999 donde ofrece tres posibles escenarios en el caso de la muerte, enfermedad o alejamiento del poder de Castro.

En el primer escenario, Raúl Castro reemplazaría a su hermano y Cuba tomaría el camino del "comunismo institucionalizado" convirtiéndose en un estado autoritario parecido en algo a China o Vietnam, expandiendo sus relaciones económicas y políticas hacia todo el mundo.

En la segunda variante de posibilidades, si Raúl no reemplaza a Fidel y se produce un cambio de sistema, se desataría una lucha por el poder que debilitaría al estado y crearía condiciones para la expansión del crimen organizado , especialmente el tráfico de droga. La lucha interna llevaría al país a un colapso económico y a la violencia social que afectaría toda la Florida debido al descontrolado movimiento de refugiados. En este caso sería inminente la intervención militar norteamericana.

En el tercer posible caso, los cubanos que residen actualmente en EE.UU. toman el poder en la isla. Sin embargo este proceso sería muy complicado ya que este sector de cubanos no tiene respeto y autoridad entre la población actual de Cuba, dice el documento preparado por la Comisión de Seguridad Nacional, en 1999 (pag. 15).

Entonces, Sr. Bush mejor saque sus manos ensangrentadas de Cuba y deje a ese pueblo resolver sus problemas y decidir su destino por si mismo. Ningún país necesita ser " tan libre y tan democrático" como es ahora Irak por culpa de Ud. y sus aliados, ávidos de petróleo.

vpelaez@eldiariolaprensa.com

 

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Vicky Peláez

Vicky Peláez

Escritora y periodista peruana. Publica sus artículos en Ria Novosti y en otros medios.