Cubadebate

Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Sobre el modo en que se imparte Historia de Cuba en los distintos niveles de enseñanza e instituciones y el uso de los símbolos patrios se habló este domingo en la jornada de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología previa a la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En el encuentro se consideró imprescindible analizar los conocimientos transmitidos a los estudiantes y las formas de hacerlo, para lo que deben unir esfuerzos centros educativos, culturales, comunicacionales, entre otros, con el fin de potenciar la apropiación de la historia, no solo la de hace siglos, sino también la más actual.

Los avances y desafíos en el modo de impartir la historia en la educación general, la educación universitaria, en los centros de enseñanza artística, deportiva, en las carreras de salud y en los centros de enseñanza de las FAR y el Minint, entre otras instituciones, fueron analizados en la comisión, en la que estuvieron presentes los ministros de Cultura, Alpidio Alonso Grau, y de Educación Superior, José Ramón Saborido Loidi.

Según Lien O´Farril Mons, quien se pronunció en representación del Ministerio de Educación, entre las principales acciones ejecutadas por ese organismo en estos años destacan el fortalecimiento de la Comisión Nacional de Historia y Educación para la Vida Ciudadana y las adecuaciones y ajustes curriculares respecto a la enseñanza de la historia.

Además, mencionó el desarrollo de un curso online y presencial de elevada factura audiovisual de Historia Contemporánea; la creación del portafolio del docente de Historia, los museos virtuales, el portal Cubaeduca y el fortalecimiento del trabajo con los símbolos nacionales desde asignaturas como  Historia, Educación para la Vida Ciudadana y Educación Artística.

Respecto a la enseñanza de la historia en las universidades, Rafael Cervantes, director general de Historia y Marxismo-Leninismo del Ministerio de Educación Superior, explicó la importancia de entender esa materia como una ciencia y de articular la historia local, del movimiento estudiantil y de las carreras universitarias con el conocimiento de la historia nacional.

Sobre el vínculo de la historia y el arte, el viceministro de Cultura Fernando Rojas mencionó la realización de varias campañas comunicacionales con el uso de los símbolos patrios, que abordan desde cómo cantar el himno nacional (con la cápsula de Digna Guerra y el coro infantil del Coro Nacional) hasta la versión de La Bayamesa, en voz de Eduardo Sosa y Annie Garcés, por solo citar dos ejemplos.

Entre las direcciones de trabajo a priorizar en los próximos años, fueron mencionados la calidad de la preparación de los docentes, la importancia de fomentar el estudio de la licenciatura en Historia en todas las universidades del país, el empleo de las tecnologías de la información y la comunicación en el proceso educativo y el trabajo sistemático con los símbolos nacionales.

“Esta batalla se gana con la participación de todos los sectores de la sociedad. No se resuelven los problemas de educación en un día, y para mejorar debemos desarrollar el sentimiento patriótico en los estudiantes, mediante el conocimiento de figuras esenciales como José Martí”, consideró el historiador Eduardo Torres Cuevas.

Con él concordó el presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, para quien la historia de Cuba como materia, ciencia y práctica resulta una cuestión estratégica.

Su desconocimiento puede poner en riesgo las conquistas de la Revolución misma, alertó.

Presenta Casa de las Américas iniciativa contra el colonialismo cultural

Foto: Yilena Héctor/Cubadebate.

“Este programa es solo un primer acercamiento al fenómeno del colonialismo cultural en Cuba. Falta mucho camino por recorrer en esa materia, que es muy vasta”, señaló el presidente de la Casa de las Américas Abel Prieto en la presentación de “Sembrar ideas, sembrar conciencias”, una iniciativa que intenta potenciar las tradiciones y la identidad nacional.

El programa reconoce el papel de la escuela como la institución cultural más importante. “En la concepción de 'Sembrar ideas, sembrar conciencias' comenzamos analizando temas educativos, ideológicos y culturales, para abordar posteriormente aspectos relacionados con la enseñanza y la divulgación de la historia”, señaló Abel Prieto.

En ese proceso, se tuvo en cuenta que el conocimiento de la cultura propia no se resuelve a partir de resoluciones administrativas, sino con la participación inteligente de las instituciones. “No se puede atraer a los más jóvenes mediante 'panfletos', sino hablando su propio lenguaje y haciendo uso de las redes sociales y los medios audiovisuales”.

El intelectual señaló que nuestros estudiantes reciben en el barrio una enseñanza paralela y a menudo contradictoria con los contenidos impartidos en las escuelas. Advirtió, además, que la colonización cultural prepara al individuo para ideas fascistoides, como las recientes manifestaciones de simpatía con el Ku Klux Klan que tuvieron lugar en Holguín.

Por otra parte, el Abel Prieto se refirió a la tendencia a desvalorizar la imagen de lo cubano con respecto a lo extranjero (especialmente lo que llega de Estados Unidos) y llamó a alzar la autoestima nacional, cuestión que se pretende potenciar con el programa presentado.

“Para Paulo Freire, el principal triunfo del capitalismo es que el pobre se culpe a sí mismo (y no al sistema) de sus fracasos. El triunfo de la colonización en la Cuba de hoy radica en la obsesión por emigrar, aunque se haga a un sistema esencialmente cruel”, comentó.

En su ponencia, Abel Prieto hizo un llamado de estudiar la obra de José Martí, el pensador contra la colonización más grande de América Latina. “Nuestro apóstol poseía una conciencia plena de la valía de la cultura nacional y no quería que nuestra América viera el progreso en la copia del modelo estadounidense”, dijo.

Con “Sembrar ideas, sembrar conciencias” se pretende profundizar en estos sentidos, en un mundo cada vez más globalizado. En ese camino, los jóvenes son un público fundamental para la reivindicación de la cultura y los valores patrios.