Imprimir
Inicio »Noticias, Educación  »

“La generación perdida”: Los niños que olvidaron a leer y escribir durante la pandemia

| 8 |

Muchos niños durante 18 meses en América Latina no han podido acceder a la educación básica. Foto: Getty Images.

Ya los llaman “la generación perdida”: Naciones Unidas señaló en un informe reciente que cerca de mil millones de menores alrededor del mundo están en riesgo de tener una “pérdida de aprendizaje” significativa a causa de las interrupciones en la asistencia a la escuela durante la pandemia del covid-19.

Y la advertencia va mucho más allá: en muchos países el sistema de educación está a punto de colapsar, si además de la pandemia se suman otros factores como el cambio climático y los conflictos internos. Un ejemplo de esta crisis que reporta la ONU es lo que ocurre en India.

La periodista de la BBC Divya Arya pudo comprobar que niños en varias regiones de este país asiático “se han olvidado de leer y escribir” debido a que se han visto impedidos de asistir a la escuela en el último año.

Arya expone el caso de Radhika Kumari, de 10 años, a quien básicamente se le olvidó escribir debido a que “estuvo 17 meses” fuera de las aulas.

Radhika vive en el estado de Jharkhand, donde la brecha digital es enorme. Y cuando la pandemia del covid-19 obligó al cierre de las escuelas, muchos niños de las escuelas públicas no tuvieron acceso a dispositivos que les permitieran continuar con su educación de manera remota.

“Fue realmente impactante descubrir que, de 36 niños matriculados en un solo curso de nivel primario, 30 no podían leer una sola palabra”, le explicó a la BBC el economista Jean Dreze, quien analiza la situación en esta región de India desde que los estudiantes pudieron regresar a clases.

“Si no te olvidas de leer y escribir, que te atrases un poco puede remediarse. Pero si te olvidas de los conceptos básicos, ahora que regresas a clases y te hacen avanzar al siguiente curso la brecha va a ser peor”, agrega.

Alumnos latinoamericanos

En Latinoamérica el panorama es similar: de acuerdo con un informe presentado por Unicef hace una semana, cerca de 86 millones de niños aún no han retomado las clases, lo que pone en riesgo el progreso de su aprendizaje y los niveles de conocimientos previamente adquiridos.

“Durante los últimos 18 meses, la mayoría de los niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe no han visto a sus profesores o amigos fuera de una pantalla. Los que no tienen Internet, directamente no los han visto”, explicó Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe.

Y añade que no solo existe el riesgo de que los niños dejen de aprender las competencias básicas para su vida, sino de que incluso no regresen nunca a la educación formal.

La educación virtual debe continuar y mejorar, pero está claro que durante la pandemia las familias más marginadas no han tenido acceso al aprendizaje”, añade la especialista.

La realidad es aún más acuciante entre los grupos más vulnerables, donde la deserción escolar era una problemática previa a la pandemia.

“Cada día fuera de las aulas acerca a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables a la deserción escolar, la violencia de las pandillas, el abuso o la trata de personas”, añade.

“Fracasó mi colegio”

Richard Guimaraes vive en la regiòn amazónica de Perú. Foto: Unicef.

Para muchos de los alumnos y alumnas, durante estos últimos 18 meses “no se ha aprendido nada”.

En BBC Mundo hablamos con algunos escolares en partes de América Latina que se han visto afectados por la falta de conectividad y la baja asistencia escolar durante la pandemia. Uno de ellos es Richard Guimaraes. Él tiene 15 años y vive en San Rafael, una comunidad indígena ubicada a dos horas y media de la ciudad Pucallpa, en el Amazonas peruano.

Richard quiere ser diseñador gráfico. “Mis papás hacen artesanías y yo he aprendido a tejer y a hacer varias cosas que vendemos en el mercado”, le cuenta BBC Mundo. “Y quiero aprender a hacerlas mejor”, confiesa.

Hace un año, Richard estaba cursando cuarto grado de bachillerato cuando la pandemia del covid-19 irrumpió con fuerza inusitada en el Perú y obligó a poner la vida en pausa. “En este último año y medio no aprendí nada. La pandemia hizo que fracasara el colegio”, se queja.

Antes de la pandemia, iba a clases desde las 7:30 de la mañana hasta el mediodía. “En ese horario, durante la semana veíamos 12 materias”, recuerda. Pero una vez comenzó la pandemia y las clases se suspendieron, las cosas se volvieron más difíciles.

“Pasamos de 12 materias a solo seis”, relata. El sistema establecido para remediar la crisis funcionaba así: cada mes los maestros venían a su localidad, les dejaban una especie de cartillas y ellos las tenían que resolver y enviar las respuestas a través de WhatsApp.

Arte, que es su clase favorita, se redujo a dibujos que hacía en casa y que le enviaba a su profesor por el móvil. “Mi papá vive de las artesanías y de vender plátanos, vivimos en una zona muy alejada, por lo que es difícil poder acceder a internet”, relata.

Como muchos de sus maestros no vivían cerca de su comunidad, solo los podía contactar por teléfono cuando se conectaba a internet. 

El aumento de la desigualdad

Unicef señala que en América Latina y el Caribe 86 millones de niños aún no han regresado a las aulas. Foto: Getty Images.

Para muchos expertos en psicopedagogía y procesos educativos, es claro que los niños necesitan volver a las aulas lo más pronto posible.

La desaparición de este espacio de aprendizaje y socialización ha sido para muchos niños y niñas - especialmente entre familias de menor nivel sociocultural- “una catástrofe”.

“La verdad es que, en materia de conocimientos, un año y medio, casi dos de pérdida de clase porque la realidad es que los niños están volviendo a una escolarización muy precaria, es una catástrofe, que además va a costar mucho tiempo superar”, le dice a BBC Mundo Guillermina Tiramonti, especialista en educación e investigadora de Flacso Argentina.

“Hay muchos niveles en este tema, pero pongo un ejemplo: un chico que estaba en primer año de primaria antes de la pandemia, y aún no había logrado aprender a leer, ahora que regresó al colegio debe finalizar el segundo grado sin haber aprendido a leer o escribir”, señala.

Para la académica, no solo se trata de los contenidos que no han sido aprendidos o incorporados sino de algo más importante: recuperar el hábito de aprender.

“La pérdida del conocimiento no es solamente no haber aprendido determinados contenidos, sino el hecho de perder el ritmo, el hábito, la rutina escolar”, apunta.

“Lo explico en relación con un elemento muy simple como los códigos lingüísticos. Los niños de los sectores más bajos socio culturalmente no están acostumbrados a estos códigos complejos y solo tienen acceso a ellos en la escuela, donde son fundamentales para luego poder avanzar en el conocimiento. En la casa no tienen acceso a ellos”.

Para los niños que no están expuestos a ese tipo de códigos durante dos años, el retroceso cognitivo es muy grande, concluye Tiramonti.

Revisar los objetivos

Para varios analistas se deben crear proyectos especiales para recuperar el tiempo perdido durante la pandemia. Foto: Getty Images.

A medida que se van levantando las restricciones de la pandemia en distintas regiones, la reapertura de las escuelas se ha vuelto una prioridad de muchos gobiernos. A la fecha, el informe de la ONU señala que 47 millones de niños han regresado paulatinamente a las aulas.

Y la siguiente etapa también pone en evidencia el gran desafío de poner al día a los niños con los objetivos que se debieron aprender durante este año y medio.

“La educación de los niños y las niñas se perdió en un esfuerzo por proteger las vidas de toda la población ante el coronavirus”, explica Irma Martínez, experta en temas de educación de Human Rights Watch.

Pero si de toda crisis surge una oportunidad, este es el momento de replantear algunas de las premisas de la escolarización y el sistema educativo como un todo, señalan los expertos.

“El objetivo no debería ser simplemente volver a como eran las cosas antes de la pandemia, sino arreglar los defectos de los sistemas que durante mucho tiempo han impedido que las escuelas sean abiertas y acogedoras para todos los niños y niñas”, agrega Martínez.

En este tema, Tiramonti es categórica: “No podemos volver a la escuela y hacer como si nada hubiera pasado”, le dice a BBC Mundo.

“Es necesario hacer evaluación, ver qué pasó con los niños, cuáles son las pérdidas, cuáles son las problemáticas de aprendizaje que tienen y armar un programa para que recuperen aquellos conocimientos que son básicos para poder seguir una trayectoria escolar”.

“Se necesita trabajo muy profesional para elaborar un proyecto de recuperación”, anota. Hace menos de un mes, Richard Guimaraes es uno de decenas de miles de alumnos que volvieron a las aulas después de casi un año y medio.

Y aunque está contento, siente en carne propia los desafíos: “Ahora estamos viendo las materias que dejamos de ver en la pandemia y es difícil seguir el ritmo. Es como empezar de nuevo”.

(Con información de BBC Mundo)

Se han publicado 8 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Orlando dijo:

    Más afectados están los que no aprendieron a leer y escribir durante la pandemia.
    En Cuba también se siente el efecto de la pandemia y con mayor énfasis en los educandos de primer grado que interrumpieron el proceso de conocimento de nuevos grafemas y fonemas para apprender a leer, escribir y desarrollar el pansamiento lógico con el trabajo de Matemática.
    Pero ese efecto se reduce cuando el MINED respondiendo a la Cosntitución de la república garantiza una educación gratuita, inclusiva y con calidad para todos los educandos. Ya está concebida la estrategia a seguir para ganar esta batalla y volver a poner a los alumnos a flotar en su tiempo. "Cuba vencerá"

    • Wilhems dijo:

      Mi niña de 6 años q debería estar en segundo Lee perfecto. En la casa todos los días vimos las teleclases y se las copiamos y así aprendió. Todo es preocupación de los padres q no han sacado el tiempo para ellos. Por aquí paso sí maestra y nos dejó q es una de las pocas q ya aprendió los otros están en cero

  • Jose dijo:

    Aqui tambien ha ocurrido algo parecido dos años fuera de
    la escuela ha sido muy malo para los alumnos
    Espero tengan presente eso a la hora de evaluar esto es una situacion excepcional y no creo que la solucion sea suspender a los alumnos y hacerlos repetir

  • josé Luis dijo:

    Creo que la familia tiene también mucha responsabilidad en estos tiempos de pandemia. Muchos niños y adolescentes se acomodan en sus móviles y no leen, no estudian, y ¿dónde están los padres resonsables para atender esas preocupaciones? En Cuba se garantiza la continuidad de aprendizaje y educación, es una educación inclusiva. Duele cuando vemos y escuchamos el interés de muchos niños latinoamericanos inteligentes que no tienen la posibilidad de desarrollar su intelecto: sus familias carecen de recursos para el aprendizaje de sus hijos. El mundo necesita cambios; el capitalismo no garantiza esos cambios para favorecer educación para Todos.

    • Miguelito dijo:

      Y le pregunto, después que estudias y desarrolla el intelecto, como usted plantea, que :
      Nada, pensar esos mismos desarrollados de intelecto en inventar, en hacer otras cosas ajenas a lo que estudió para sobrevivir o marcharse del país. Es una realidad innegable que nos golpea.

  • GM dijo:

    Realmente es muy preocupante esta situación la verdad!!! Yo al menos siento más este tema, por lo nenes, que llevan tanto tiempo sin socializar, sin aprender, porque lo más triste es que no me atrevo ni a enjuiciar a los padres, ni profesores, la culpa es del bicho este que nos ha mantenido en jaque, pero, es que no hay como la escuela!!! ese maestro que aunque lo comparamos con padres en la escuela, es quien te exige, te enseña los valores, te evalua, para mi lo que deben realizar cuando comience el curso al menos en Cuba, es un curso de nivelación por grados, sobre todo en la enseñanza de primaria, que es la base para el resto, para saber en que condiciones estan los muchachos, me imagino que eso es lo que harán, para que los muchachos no se sientan peor y sea efectivo el aprendizaje y puedan llegar a ser profesionales y hombres de bien, de ley. Ha sido tremendo este stop en la vida de los nenes, sin poder jugar, sin poder ir a las escuelas, realmente lo siento mucho por ellos. Pero nada... tenemos que cuidarnos y aprender a vivir con esto y sobre todo redoblar en las escuelas los protocolos de higienización para que puedan comenzar ya, en las escuelas.

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Comprendo las serias afectaciones que para las y los niños, adolescentes y jóvenes ha significado la pandemia mundial, pero no encuentro apropiado hablar de generación perdida. Las acciones alternativas a las formas de educación existentes han sido múltiples y en el peor de los casos será necesario encontrar soluciones para cumplir los objetivos de cada nivel educativo, a pesar de los retos.

  • Marcos dijo:

    Es cierto que la pandemia ha causado múltiples efectos en todos los ámbitos, y este ha afectado de forma muy puntual a los niños.
    Aunque imagino que los padres y abuelos hayan jugado un papel determinante para que nuestros menores no hayan retrocedido en este aspecto.
    Lo que si me he dado cuenta de algunos comentarios que han puesto aquí en cubadebate y tienen errores garrafales y no son niños.
    Esos últimos van a tener que incorporarse a las escuelas para ver si se alfabetizan.

Se han publicado 8 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Vea también